martes, 25 de agosto de 2009

La Iglesia ante la crisis del mundo: Apostol Alfonso Aponte

LA IGLESIA ANTE LA CRISIS DEL MUNDO
Las crisis son circunstancias que llegan sin aviar y que nos sacuden, son desbalancean y nos desenfocan en la gran mayoría de las ocasiones. Nunca estaremos ajenos a las crisis, sean nuestras directamente, o sean las que nos rodean. De una manera u otra siempre tendremos una crisis cerca de nosotros.
La pregunta es: ¿Cómo reaccionamos ante las crisis?
La realidad es: Usualmente reaccionamos como el mundo.La respuesta es: Las crisis del mundo no afectan al Reino de Dios, por ende, las crisis no deben afectar a los Hijos de Dios.
25Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; 26desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. 27Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. 28Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. Lucas, 21:25-28
En este tiempo hay muchas señales a nuestro alrededor que nos anuncian crisis tras crisis. Solo tenemos que ver el periódico, las noticias de radio y televisión, o entrar a la internet y nos daremos cuenta de que el mundo se tambalea continuamente. Hay varias clases de crisis, pero solo quiero mencionar dos: las que surgen naturalmente, y las que son creadas.Crisis que surgen naturalmente:Las crisis que surgen naturalmente son aquellas que están fuera de nuestro control, como desastres naturales, averías, accidentes, enfermedades causadas por elementos externos. Estas crisis van a llegar a nuestras vidas una y otra vez, sin que podamos en la mayoría de las veces evitarlas.
Crisis creadas:
Las crisis creadas son aquellas que tocan nuestra vida por nuestras propias decisiones o acciones. Por el mal manejo de los recursos que tenemos, malas actitudes hacia los demás, mala administración de nuestros bienes, o simplemente causamos crisis intencionalmente para provocar alguna reacción que nos lleve a alcanzar lo que queremos.
Aunque la iglesia es afectada por las crisis, no debería ser vencida por las crisis. Jesús mismo dejó claro que nada podría vencer a la iglesia (la iglesia somos nosotros, no un edificio, ni una organización). Y la iglesia de debería ser afectada por las crisis porque Jesús mismo nos dejó la clave para enfrentar y sobreponernos a las crisis: LAS LLAVES DEL REINO. Para poder enfrentar y sobreponernos efectivamente a las crisis tenemos que aprender a ADMINISTRAR LAS LLAVES DEL REINO de una manera correcta.
13Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Mateo, 16:13-19
¿Qué es administración en el reino?
Es el manejo efectivo, eficiente, correcto, y en el tiempo preciso de los recursos y propiedad del Rey para los propósitos que fueron creados y añadir valor a los mismos.Lo primero que debemos entender es que no estamos administrando nuestros propios recursos y bienes, sino que todo pertenece e Dios. Uno de los mayores problemas del hombre hoy, y lamentablemente tengo que incluir a la iglesia, es que todo se administra como si fuera propiedad individual, o propiedad de un gobierno del mundo. La realidad es que Dios es el dueño de todo, El es el Rey, el Creador de todo, así que todo le pertenece.
1De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos. Salmo, 24:1-2
Dios creó al hombre para administrar la creación, esa fue una de sus primeras órdenes, así que Dios nos creó con capacidad administrativa. Muchos hoy se encuentran sumidos en crisis financieras porque no han utilizado esa capacidad administrativa que Dios desde el principio puso en el hombre.
¿Cómo debemos administrar?
1. Debemos usar los recursos Correctamente.
Todo lo que está a nuestra mano, llega a nosotros porque Dios quiere que hagamos un buen uso de ello. También el enemigo pondrá recursos incorrectos a nuestra mano y nuestra fidelidad a Dios será probada. ¿Qué hacemos ante ambos escenarios? Cuando Dios nos allega recursos para darnos la oportunidad de ser buenos administradores y desperdiciamos la oportunidad de ser bendecidos y prosperados. O cuando el enemigo nos pone de frente la oportunidad de alcanzar algo “bueno”, pero que viene de una fuente mala y decidimos usarlo porque de alguna manera nos puede “beneficiar” a nosotros o a la iglesia.
2. Debemos usar los recursos de una manera Disciplinada.
Nadie podrá ser efectivo en la administración de los recursos, a menos que sea disciplinado en el uso correcto de lo que tiene actualmente. Esto incluye ser consistente en la buena administración de lo que tenemos. Muchos oran por una nueva casa, pero, ¿Cómo administran la que tienen ahora? Muchos oran por un trabajo nuevo, pero, ¿Cuán responsables son con el que tienen ahora? Dios nunca nos dará mayores recursos para administrar hasta que no aprendamos a administrar lo que tenemos.
10El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 11Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Lucas, 16:10-12
3. Debemos administrar los recursos con Diligencia
Todo lo que Dios pone en nuestras manos debemos administrarlo con un gran sentido de responsabilidad. No podemos minimizar lo que tenemos, recordemos que todo pertenece al Rey. Cada recursos que tenemos debemos, esto incluye nuestro tiempo. Si usted tiene que estar en un lugar a las 10:00 am, no salga de su casa a las 10:00 am, si hace esto está administrando mal el único recursos que no se recupera, el tiempo. Para muchos llegar la puntualidad no es más que una ecuación matemática: Llegar temprano= llegar tarde + una buena excusa. Nuestro próximo nivel de bendición y prosperidad depende de con cuanta diligencia administramos lo que tenemos ahora.
4. Debemos administrar los recursos Efectivamente
¿Qué hacemos con los recursos que tenemos? ¿Dónde y en qué invertimos el dinero y el tiempo? Nuestra efectividad va a demostrar cuanto interés tenemos hacia lo que Dios nos ha dado.
14Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. 20Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 24Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 26Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Mateo, 25:14-29
¿Qué hacemos ante la crisis que arropa el mundo?
Debemos aprender a administrar los recursos de Dios. Establecer y vivir en el Reino va más allá de solo declarar bendición, de pensar positivamente, de recitar la Palabra de Dios como si fuera un conjuro mágico. Tenemos que comenzar a tomar conciencia de quienes somos, cuál es nuestra posición en esta tierra, y que es la iglesia quien tiene la solución en sus manos para que el mundo sea diferente. Es la iglesia quien tiene las Llaves del Reino, y que lo que atemos y desatemos en la tierra, Dios lo atará y desatara desde el cielo.La iglesia no debe seguir siendo arrastrada por la corriente del mundo, este es el tiempo de que nos pongamos sobre nuestros pies, que levantemos nuestras cabezas, porque cuando el mundo se tambalea, es el tiempo de la iglesia para establecer el Reino de Dios. Nuestra redención siempre estará cerca en los peores momentos del mundo, pero no podemos dejarnos arrastrar por la corriente del mundo.
1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios, 2:1-10
¡Este es el tiempo de la iglesia!