(Romanos 12:3-8)
3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Compartimos la siguiente carta, reflexión y revelación apostólica, sabiendo que es fundamental para el cuerpo de Cristo el que podamos romper los paradigmas y falsos fundamentos funcionales y operacionales en la Iglesia para entonces poder restablecer el orden apostólico neo testamentario conforme al mover vigente del Espíritu Santo. Al ocurrir efectivamente lo antes dicho, facilitara la predica del evangelio y los frutos intencionados por el Señor para todo aquel que cree en su santo nombre.
Los siguientes ejemplos y situaciones son de carácter muy sencillo y la vez de naturaleza muy sutil; pero han estado operando en la Iglesia y pasado por desapercibido debajo de las narices de muchos, y especialmente de muchos que reformadores que profesan estar en contacto y de acuerdo con el mover vigente del Espíritu Santo en cuanto a el orden apostólico y lo que el mismo debe de manifestar y ser dentro las Iglesias locales y en toda la tierra.
Antes de comenzar tratare de simplificare el fundamento operacional y funcional que queremos comunicar a través de la siguiente imagen – El problema es que:
Los miembros del cuerpo de Cristo han sido salvados por pura gracias y ahora son enviados por Dios mismo a la universidad llamada iglesia. En el aula o salón de clases sus profesores los cuales ÉL llamo y constituyo por gracia para sus propósitos eternos; tienen la tarea de impartir salvación, restauración, equipamiento y envío a dichos alumnos u estudiantes. Pero los profesores (los ministros), los cuales también han recibido salvación y continúan recibiendo, restauración y equipamiento departe de Dios; no han entendido que deben de impartir materias específicas de acuerdo a su titulo y rama de estudios (su oficio, función y don); al fallar en la desobediencia o la falta de percepción de este principio fundamental, pierden la habilidad de enfocarse en una sola materia, para enseñar especializadamente conforme al titulo de su rama de estudios (su oficio y función) (1 Co.12:26-30); convirtiéndose así en usurpadores del oficio y la función de otro profesor (ministro o miembro del cuerpo), y en abandonadores de su propio oficio y función para la cual fueron específicamente dotados y llamados. Un profesor (ministro) usurpa el salón de clases y la materia de enseñanza del otro y a la vez abandona su propio salón de clases y materia, solo porque no ha sido equipado, mentoreado y entrenado en la mentalidad de la especialización operacional y funcional de su llamamiento (1 Co. 12:4-6/27), o sencillamente porque estima su titulo y rama de estudios (su oficio y función) como poca cosa y busca una posición que a sus ojos sea de mayor estima para posicionarse en línea dentro de la dinastía jerárquica que este vigente para enseñorearse de los demás.
LA JERARQUÍA, DINASTÍA Y PARADIGMA PASTORAL EN LA IGLESIA DE JESUCRISTO
Comenzare por declarar que como hijo primero y luego como apóstol de Jesucristo, llamado por la voluntad y la gracia de Dios; conozco conscientemente la importancia del oficio y la función pastoral y de todas los demás oficios y funciones dentro del cuerpo de Cristo. Lo que compartiré a continuación responde a una neta y pura motivación de facilitar la perspectiva nuevo-testamentaria de la verdadera función y especialización de los oficios ministeriales; pero especialmente la del oficio pastoral ya que el hombre se ha otorgado licencia a si mismo de controlar y asignarse a si mismo una autoridad funcional y operacional inadecuada dentro del cuerpo del cuya cabeza es Cristo contradiciendo y desobedeciendo así las escrituras, la cuales establecen y asignan las funciones y tareas a cada miembro del cuerpo de Cristo, en un espíritu de respeto y de colaboración. Esta explicación la cual figura en el Nuevo Testamento, esta diseñada para proveernos orden operacional. Ciertamente nos ha sido dada por Dios para crear un ambiente de trabajo colaborativo ministerial propicio para nuestros llamamientos. Este ambiente es perfecto y efectivo para predicar el evangelio de salvación, restauración, equipamiento y envío de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Durante décadas y generaciones se le ha permitido al oficio pastoral que usurpe las funciones de gobierno en la iglesia las cuales bíblicamente le pertenecen al oficio apostólico. No podemos encontrar dentro del Nuevo Testamento ni una sola Iglesia la cual este dirigida y fundamentada por el oficio, función, dones y palabra de pastores. Pero sí vemos que tal y como en el caso de Adán con Eva, y Cristo y con la Iglesia; también los apóstoles engendraron y dieron a luz al resto del ministerio quíntuple. En el Nuevo Testamento vemos come de los lomos espirituales y paternales de los apóstoles se manifiestan todos los demás ministerios, oficios y funciones y dones ministeriales, incluyendo el diaconado y aun la casta y sepa especial de los ministros de música y adoración. Son los apóstoles los que dirigen por medio de fundamentos espirituales y comandan por escrito a la grey y aun al cuerpo ministerial y de ancianos de todas las Iglesias diciendo: “hagan caso de sus pastores”, “sométanse a sus pastores”. Son los apóstoles los encargados de la función de dirigir a las iglesias diciendo: constituyan pastores, diáconos y aun ancianos en las iglesias”. Es el oficio y función apostólica el que se encarga de dirigir el proceso de elección de ayudantes tanto como de ministros; imponiéndoles las manos de sus mentorías e imparticiones espirituales y enviándolos y encomendándolos a su tarea o función en el nombre del Señor Jesús. Son los apóstoles los que encargan a los pastores, ministros, y lideres los detalles de logística operacional y funcional como: “encárguense o tengan cuidado de las viudas en la comunidad”. Aunque muchas de estas cosas no las ejecutaban ellos mismos porque no es parte de la especialización de sus oficios (Hechos 6), siempre se ocupaban de comandar que se cubriese toda área y aspecto de la operación del plan de salvación, restauración, equipamiento y envío de Dios conforme a la dirección del Espíritu Santo. Al parecer, luce como que ellos entendían que el plan de Dios no solo comprendía salvación; pero también el que se diera de gracia lo que por gracia ellos habían recibido. En otras palabras, el cumplimiento y manifestación del plan de Dios en nosotros (dentro) y a través de nosotros.
Para ejecutar tal plan, hay que definitivamente estar organizados y ordenados (y no de papel), sino del espíritu. Según el plano, modelo y diseño nuevo-testamentario; los pastores eran y siguen siendo los encargados de predicar sola y únicamente mensajes diseñados y dirigidos par a guiar, guardar, sanar, restaurar, amonestar, aconsejar y apacentar a las vidas por medio de la palabra de Dios. Los pastores también están encargados de mantener y recalcar en la mente y el corazón los fundamentos para salvación, restauración, equipamiento y envío que pone el oficio apostólico y profético para todo el cuerpo de Cristo.
No obstante el pastor no está llamado a usurpar la función de los apostoles y los profetas poniendo los fundamentos el mismo. Los pastores están llamados a cuidar, nutrir, sanar y restaurar la vida espiritual del creyente; pero no están llamados a equipar por si solos u enviar al campo ministerial a ningún creyente. Nunca se ha visto tal cosa dentro de las escrituras. Son muchas las licencias y libertades que se le han otorgado a los pastores para usurpar el oficio, y autoridad funcional y operacional de otros ministros u oficios y en muchos casos ellos mismos se la han otorgado. Varias de estas funciones son: la función de maestro enseñando la escritura técnicamente, crear y dirigir campañas y programas para evangelizar dentro y fuera de la iglesia como si fueran evangelistas, profetizar, dirigir y supervisar protocolos proféticos dentro de una iglesia como si fueran apóstoles o profetas de oficio, abrir obras y fundamentar a la gente con la palabra de Dios como si fueran apóstoles. Una de las escusas mas populares usadas por los pastores de iglesias para consumar esta desobediencia a la escritura en cuanto a la especialización de la función de cada miembro es: “es que nadie me ayuda”.
La verdad es que en muchos casos esto es cierto debido a que los pastores mismos no están abiertos, o mentalizados, ni tampoco se preparan para recibir colaboradores del ministerio o llamamiento celestial. Tampoco están listos para compartir la autoridad Impartitiva en la plataforma cada semana cuando tocan a sus puertas otros ministros para compartir la carga por medio de la edificación en conjunto. Regularmente los pastores no tienen apóstoles dentro de las iglesias y los rechazan cuando tocan a sus puertas. Por tal razón no hay manera de que ellos (los apóstoles) sean los que se encarguen de recibir con un programa de equipamiento a los nuevos ministros que tocan a la puerta para pertenecer y así poder alinearlos a la Identidad, visión, misión, propósito y valores de esa casa mientras que el pastor se va encargando de apacentar, aconsejar y restaurar a las ovejas por su lado conforme a su oficio y función. Todo esto es debido a que han rechazado a los apóstoles diciéndoles que no los necesitan y que su oficio en realidad ya no existe ni tiene relevancia. La gran mayoría de los pastores están mentalizados para recibir solamente ayudantes a los cuales adulan llamándoles líderes pero nunca les hablan de pasarlos a las manos del oficio apostólico para equiparlos y enviarlos. Cualquiera podría ser un líder pero no necesariamente ser un ministro-(colaborador). En otras palabras, vemos que regularmente a los pastores solo les interesa adquirir ayudantes que lleven a cabo solo lo que su oficio y función puede y tiene que aportar, pero no reciben u admiten la igualdad (co) colaborativa de la potencia y autoridad del ministerio quíntuple bajo un mismo techo. Muchas veces disfrazan el espíritu de control e inseguridad que los acedia por medio de traer colaboración de afuera de sus propias casas u iglesias para no tener que lidiar ni soportar la amenaza de la potencia y la autoridad de otros oficios y funciones de forma permanente dentro de la iglesia. Esto les permite lucir como que no tienen inseguridades y pasar como ministros que tienen un verdadero entendimiento y espíritu de lo que es la colaboración en el reino y cuerpo de Cristo. Muchos pastores llaman a conocidos u amigos con los cuales comparten el pulpito cuando les parece. Esta es una manifestación de rebeldía, de control, y desprecio hacia el llamamiento y potencial que Dios le ha dado a otros; especialmente a sus propias ovejas.
Muchos pastores están abandonando su verdadera función para usurpar la función de otros oficios.
PREGUNTAS RETÓRICAS:
¿Si los pastores levantan obras y fundamentan las vidas de los creyentes en las iglesias, para que necesitemos a los apóstoles?
¿Si los apóstoles pastorean a las vidas en las iglesias, para que necesitamos a los pastores?
¿Si los pastores equipan e imponen manos (mentoría para ministros), para que necesitamos a los apóstoles?
¿Si los pastores presentan el modelo y diseño de edificación de las iglesias, para que necesitamos a los apóstoles?
¿Si los pastores profetizan y dirigen y supervisan, aprueban y desaprueban los protocolos proféticos en las iglesias; para que necesitemos a los Apóstoles y los Profetas?
¿Si los pastores anuncian los tiempos y las sazones de en las iglesias; para que necesitamos a los Profetas?
¿Si los pastores confirman los fundamentos a la iglesia, para que necesitamos a los Profetas?
¿Si los pastores buscan, alcanzan y señalan a Jesucristo como el camino, la verdad y la vida para salvación de las vidas que no le conocen; para que necesitemos a los evangelistas?
¿Si los pastores enseñan técnicamente a la iglesia, para que necesitamos a los maestros?
¿Si los pastores hacen todos los oficios, y todas las funciones, y tienen todos los dones para hacerlo, para que necesitamos a los otros miembros en el cuerpo de Cristo? (1Co. 12:17-21)
LA JERARQUÍA, DINASTÍA Y PARADIGMA APOSTÓLICO EN LA IGLESIA DE JESUCRISTO
Lo que es justo y veras lo es. La naturaleza caída humana siempre busca y encuentra la forma de corromper el mover vigente puro y fresco del Espíritu de Dios. Ahora nos estamos enfrentando a la apostolitis. Esta enfermedad logra sacar el infiel, y el abandonador de dentro de cualquier creyente que no se cuide de oír y obedecer al Espíritu Santo. Muchos creyentes han abandonado el oficio y función que Dios les otorgo por gracia y con confirmación por medio de los dones con los cuales el les equipo para sirvieran ese llamamiento y propósito en especifico. Son muchos los que no han hecho caso a la gran realidad de que Dios mismo NO LOS HA DOTADO/NO LES HA DADO LOS DONES, para edificar al cuerpo como apóstoles u otros oficios y funciones. Sus espíritus están saturados de mensajes, mentalidades, dichos y escritos los cuales están llenos de restauración, apacentamiento y consejo pastoral, reflexiones internas, tonos proféticos que anuncian los tiempos y las sazones confirmando así los fundamentos de Dios, exhortación Evangelistica que ayuda e invita a las vidas conocer a Cristo por primera vez, de enseñanzas del magisterio (maestro) súper-técnicas, profundas y complejas; ricas en conocimientos sobre historia de la humanidad y de la iglesia, de ciencias y ramas teológicas, de lenguajes diversos, de culturas, contextos, filosofía cristiana y mucho mas. Todos estos dones y enfoques con sustancia de conocimientos específicos, demuestran que esas personas están dotados departe de Dios para llevar a cabo otro oficio pero no el de apóstol.
La apostolitis esta logrando que la codicia y la avaricia de poder y autoridad de muchos, ejecute el abandono del oficio para el cual Dios verdaderamente los ha llamado y dotado por su gracia. Es muy notorio para el que tiene este conocimiento en cuanto al enfoque temático y los dones que hay muchas personas con DONES Y ENFOQUES en sus mensajes los cuales evidencian que el oficio apostólico NO ES el oficio para el cual Dios lo ha DOTADO Y EQUIPADO, ya que la atención y enfoque de la palabra que el Espíritu Santo deposita y manifiesta usando en sus vidas es confirmada a través de sus DONES. Dios hace/da provisión para su visión, misión y propósito en la vida de sus escogidos. El conjunto de dones que Dios deposita en una persona tiene el propósito - entre tantas otras cosas, de anunciar la asignación específica del oficio y la función a la cual ha sido llamado/a. El Espíritu de Dios da confirmación al espíritu de todos los que nos ven funcionando conforme a lo que fuimos o no fuimos llamados y dotados pare ello.
Si eres nevera o refrigerador; manifiesta enfriamiento y preservación de comestibles.
Si eres estufa o u horno microondas; manifiesta calentamiento y cocimiento de los alimentos que se van a consumir.
Si eres mecánico automotriz; arrégleme el automóvil
Si eres músico, produce sonidos musicales
Si eres adorador, adora y alaba con o sin música
ETC.
Hoy día vemos a muchos que no han descubierto que en realidad sus DONES Y ENFOQUES los cuales dictan y anuncian el verdadero llamamiento de una persona. Apóstoles, profetas, evangelistas, maestros han decido pastorear por ignorancia y por falta de revelación de lo que aquí exponemos. También lo hacen porque saben que el pastorado es la dinastía jerárquica ministerial que predomina en el poder hoy día, y que falta un tiempo para que los apóstoles sean aceptados, restablecidos y celebrados del todo en el cuerpo de Cristo; así que prefieren y deciden ignorar los DONES Y ENFOQUES de su corazón. Otros están corriendo al apostolado porque tienen esperanza inmediata de poder enseñorearse de otros y enriquecerse tan pronto sea restablecido el apostolado en la iglesia.
También vemos pastores tratando de apostolar, con mensajes y dones los cuales son útiles y efectivos únicamente al pastorear ovejas; no así para dirigir, edificar y equipar a líderes, o ministros en potencia. Otro caso es el de los profetas, y pastores tratando de enseñar técnicamente como si fueran maestros, ya que la tradición y el paradigma pastoral les ha dicho que los pastores también deben de ser maestros o porque eso es el único estilo que han aprendido de sus pastores.
Quiero hacer mención de lo siguiente, dando por sentado que todo ministro maduro sabe y entiende que la predicación es una dinámica la cual debe ser dirigida e inspirada por el Espíritu Santo, y que cuando nos paramos a predicar en la plataforma estamos o debíamos actuar/funcionar como voceros puestos por Dios a pesar de nuestra humanidad. Dicho esto, comenzare por decir que también es cierto que todo ministro predicador en el pasado y en el presente ha aprendido a predicar mirando, emulando e imitando palabras, estilos, tendencias, manerismos y sistemas de otros predicadores los cuales en muchos casos no han sido fundamentados en el conocimiento de lo que es la especialización operacional y funcional del cuerpo de Cristo según el diseño neo-testamentario (1Co. 12:6/17-19), y nunca la han predicado o practicado. Por tal razón muchas veces, cuando predicamos imitando el estilo y sistema de predicación que mas nos ha tocado, o impresionado, o que creemos que nos puede hacer mas efectivos, o nos puede posicionar delante de mayores multitudes; no pensamos si estos estilos y enfoques temáticos los cuales imitamos, están alineados o no con los dones que tenemos y que los cuales debían definir nuestro llamamiento, oficio, función y ultimadamente nuestro estilo y enfoque de predicación, ministración e impartición en la plataforma. El apóstol, que predique, imparta y ministre desde la perspectiva que le asigna y dicta las funciones y dones propios de ese oficio. El profeta, que predique, imparta y ministre desde la perspectiva que le asigna y dicta las funciones y dones propios de ese oficio. El evangelista, que predique, imparta y ministre desde la perspectiva que le asigna y dicta las funciones y dones propios de ese oficio. “Zapatero a su zapato” pero siempre inspirado por el Espíritu Santo en cuanto a los detalles revelatorios de la sustancia o palabra que solamente debe provenir del mismo Dios a través de sus vasos escogidos y establecidos.
Tanto los verdaderos apóstoles como los que sufren de apostolitis deben de entender y reflexionar en cuanto a los patrones operacionales y el espíritu de control, inseguridad y manipulación jerárquica que el paradigma de la dinastía pastoral nos ha legado para poder ser parte de una verdadera reforma. No hay manera de escapar la gran realidad que nos afirma y confirma que conforme al diseño nuevo-testamentario no existe tal cosa como un apóstol-pastor, o un profeta-pastor, o un evangelista-maestro, o un maestro evangelista. Ni Pablo, ni Juan, ni Pedro, ni Santiago, ningún evangelista, diaconiza, o profetiza expresaron en Nuevo Testamento el estar haciendo doble, triple, cuádruple, o quíntuple función en las iglesias ya que poseían la revelación de lo que es la diversificación operacional y funcional de cada parte/miembro del cuerpo de Cristo. Son muchos los pastores, tanto como apóstoles y otros ministros los cuales han usurpado los oficios y funciones; estableciendo así sus propias dinastías jerárquicas por generaciones y décadas.
Ciertamente estamos presenciando una temporada u época en el plano espiritual y físico en la que la iglesia esta siendo amenazada con una nueva dinastía jerárquica de apóstoles los cuales no han podido divisar y discernir que el paradigma gubernamental, administrativo y edificatorio sobre el cual operan no es bíblico porque no esta basado en colaboración, respeto y sometimiento a la función ajena. Esto implica tener que laborar en igualdad de autoridad y de poder por medio de respetar y de no usurpar la autoridad del oficio y función ajeno. Los oficios y funciones mas frecuentemente usurpados por los pastores son el de maestro y apóstol. Existen apóstoles y algunos llamados apóstoles hoy día los cuales están usurpando el oficio y función pastoral y están corriendo sus iglesias tal y como los pastores lo han hecho por generaciones y décadas; o sea, sin mantenerse dentro su oficio y función solamente, y reusándose a instalar un pastor u obispo supervisor de pastores en sus iglesias. Los mismos usurpan el oficio y función de pastores haciendo trabajo y función doble, y se hacen llamar apóstoles-pastores. Están otros casos los cuales todavía no han alcanzado esta revelación en medio de esta reforma apostólica y profética y ejecutan lo antes mencionado haciéndose llamar profetas-pastores, pastores-maestros, evangelistas-profetas etc. y no se han abierto a recibir ayuda de un apóstol para que dirija el proceso de equipamiento y establecimiento los debidos ministros para cada oficio y función en el ministerio u iglesia que han levantado; convirtiéndose automáticamente en abandonadores de sus verdaderos oficios y usurpadores de otro. Son tantos los que se cuartan a si mismos de poder cumplir solamente con su función de apóstoles, o profetas, o evangelistas, o pastores, o maestros, y aun diáconos. Es imperativo que los apóstoles y aun los pastores entendidos en lo que es la colaboración apostólica del ministerio quíntuple establezcan dichas colaboraciones en las iglesias a las cuales ellos pertenecen.
VERDADERA IDENTIDAD Y COLABORACION MINISTERIAL
Las partes de un cuerpo no son intercambiables. No se puede tomar un codo para usarse de ojo, o un pie para usarse de nariz, o una sentadera para usarse de cabeza tan solo por que eso es lo que se quiere o se necesita. Si le hacen falta obreros; ya sean ayudantes administradores (diáconos), o predicadores y edificadores de plataforma; pídale a Dios que traiga esos obreros, y llame al ministerio apostólico para que Dios lo use divisando, estableciendo e instalando los ministros que el mismo va poner por medio del oficio correcto con los dones correctos para ser usado en dicha tarea. No llame usted a nadie nada que Dios mismo no haya llamado a esa mujer u hombre solo porque usted necesita cubrir ese boquete; le va contar muy caro el hacerlo fuera del orden establecido por Dios.
Es imperativo que los que si Dios lo llamo a ser pie para el cuerpo de Cristo; usted camine y haga mover al cuerpo hacia el plan de Dios y a distancias nunca antes alcanzadas.
Es imperativo que si Dios le llamo a ser mano para el cuerpo de Cristo; usted toque, agarre, y moldee lo que Dios esta trabajando a través de su cuerpo.
Es imperativo que si Dios le llamo a ser ojos para el cuerpo de Cristo; usted vea lo que Dios muestra para el beneficio del plan de Dios y del cuerpo.
Es imperativo que si Dios le llamo a ser oído para el cuerpo de Cristo; usted oiga lo que Dios quiere a favor del plan de Dios y del cuerpo.
LAS PARTES DEL CUERPO Y SUS FUNCIONES NO SON INTERCAMBIABLES. UN HOMBRE NO PUEDE SER NI FUNCIONAR EN ALGO Y COMO ALGO QUE NO LE HA SIDO DADO DE LO ALTO. UN HOMBRE NO PUEDE LLAMARCE AQUELLO LO CUAL SUS DONES Y HABILIDADES MISMAS NO DEMUESTRAN, MANIFIESTAN U EVIDENCIAN Y EL TESTIMONIO DEL ESPIRITU SANTO NO CONFIRMAN.
Es imposible evitar que la gran mayoría de las iglesias y ministros de hoy día no sean confrontados y aun se sientan acusados por esta palabra revelatoria y profética en cuanto a las violaciones operacionales, funcionales a la palabra del Señor. Este bloque de fundamento viene como parte inevitable y definitiva de la gran reforma apostólica y profética que Dios esta llevando a su cumplimiento cuando el Espíritu Santo hablo de la restauración de todas las cosas. Y TODO ES TODO. Si usted es, o profeta de oficio, o evangelista, pastor u obispo, o maestro, o diacono, o aun uno de los llamados (MISIONEROS) los cuales ni siquiera figuran en la escritura, y ha levantado una iglesia por la razón que sea; usted debe de contar con el ministerio, oficio y función apostólico para establecer un pastor y el resto del equipo de ministerio quíntuple de forma residente, local y permanente en dicha iglesia. El mismo proceso se debe repetir en cualquier otro ministerio y situación que haya comenzado o haya levantado una obra. Dicho ministro debe establecer la colaboración del ministerio quíntuple en plena autoridad compartida en todos y cada uno de sus oficios incluyendo el diaconado.
Adelante hijos y ministros de Dios. Caminando en obediencia a la dirección y corrección del Verbo (Jesucristo-la acción cambiante). Se avecinan cambios grandes en el la manifestación del reino de Dios a través de la Iglesia; y veremos que se forjara el diseño que Cristo creo para presentárselo a si mismo, y el mismo producirá frutos internos y externos de crecimiento, madures, expansión y multiplicación para la gloria de su nombre y sus propósitos eternos en nosotros y a través de nosotros. (Col. 1:27)
Les pido que hagan y corrijan todo esto en todas las Iglesias con respeto y con amor hacia todos por igual. Oren a Dios para que les sea confirmado con testimonio del espíritu; y guarden todo esto que Dios me ha dado, porque para nosotros lo ha dado sabiendo donde estamos parados en el presente de su eternidad y cual es el próximo paso de su plan perfecto y eterno y que el mismo suplirá aun nuestras necesidades. Como hijo, como hermano, y como apóstol de su gracia es ruego y aun mando que se haga conforme a su deseo en todas las iglesias.
NINGUNA PERSONA U OFICIO POSEE TODOS LOS DONES Y HABILIDADES. TODOS NOS NECESITAMOS. ¡COLABOREMOS!
Apóstol – El ministerio apostólico debe impartir la palabra desde la perspectiva y enfoque de temas fundamentales de equipamiento, Divisan, equipan, establecen, y envían a los hijos de Dios en sus respectivos llamamientos ministeriales y funciones.