La iglesia y las Raíces Hebreas
Judaizar es visto en dos niveles:
1. Como imponer al no Judío practicas y costumbres Judías para obligarlos hacerse judíos como condición para la salvación.
Analicemos cada uno de estos niveles por orden.
Judaizar como imposición para salvación.
En el caso de Hechos y Gálatas, aunque son diferentes, son los textos usados para hablar de judaizar.
Hagamos un análisis de dicha posición.
El contexto Hechos 15, nos confronta con algunos datos interesantes entre los cuales dos destacan:
Primero: Era una opinión no autorizada por los Apóstoles (15:24)
Segundo: Afirmaban que para ser salvos, además del arrepentimiento y la fe en la promesa del perdón de los pecados sobre la base de la obra realizada por el Mesías, los conversos de entre los gentiles tenían que hacerse judíos para concretar esa salvación.
En otras palabras, si no se hacían judíos, no podían ser salvos, aún habiéndose arrepentido conforme a la enseñanza de Jesús y los Apóstoles.
¿Cuál era la buena motivación? En el judaísmo, “la salvación” significaba el privilegio de entrar en el Reino de los cielos-.
Se había enseñado que los justos entre las naciones gentiles, compartirían con los justos de entre los judíos en el Reino de Dios. Sin embargo, estos judíos fariseos, creyentes en Jesús como el Mesías, estaban convencidos que el Reino de los Cielos había comenzado con la Resurrección de Jesús de entre los muertos.
Y como según su perspectiva, los judíos eran los únicos destinatarios de ese reino y los gentiles conversos tendrían que esperar hasta la Resurrección para experimentarlo, desearon que sus hermanos gentiles pudieran experimentar la bendición del Reino iniciado con la Resurrección de Jesús sin tener que esperar hasta el día de la Resurrección de entre los muertos.
¿Cómo hacer para que pudieran ¿”ser salvos”, es decir, “entrar” de una vez en el Reino sin el compás de espera predicho? Su solución fue muy práctica: que se circunciden según el rito de Moisés, es decir, que se hagan judíos.
¿Cuál era la incorrecta información?
Pablo y Bernabé enseñaban otra diferente. Afirmaban que la muerte y resurrección de Jesús había iniciado el Reino de Dios prometido exclusivamente para Israel, pero que los gentiles que se convertían a Dios mediante Jesús el Mesías eran recibidos como conciudadanos del Reino sin exigirles que se hagan Judíos, ni vivan como judíos, según sus costumbres.
Así pues, hubo una grande discusión y el asunto fue traído a la Corte de Justicia establecida por Jesús, bajo la dirección de su hermano Jacobo, hijo de José.
Los ocho puntos acordados en relación con los creyentes de origen gentil, fueron los siguientes:
PRIMERO NO HACERSE JUDÍOS
Los gentiles que se convierten al Dios de Israel mediante Jesús nuestro Mesías, no tiene que circuncidarse según el rito de Moshe, les esta prohibido hacerse Judíos y no están obligados a guardar la ley Judía para ser salvos.
En otras palabras, para entra en el Reino de Dios el asunto de la eternidad no es el factor, sino el arrepentimiento.
En este sentido, su vuelta a Dios y su conversión por la fe en la promesa del perdón anunciada por el padre sobre la base de la obra realizada por Jesús, les ha hecho participes y ciudadanos del Reino, con una expresión del amor y la gracia de Dios.
“Hechos 15:7.14 y Gálatas 2:14.”
SEGUNDO EVIDENCIAS DE PURIFICACIÓN
No obstante lo anterior, los conversos dentro de los gentiles deberán mostrar ciertas evidencias pre anunciadas por los profetas, para destacar que han sido purificados, limpiados y tomados como pueblo santo y redimido de Dios, mediante la Sangra de Nuestro Señor Jesucristo.
Hechos 15:14-18.
TERCERO: ESAS EVIDENCIAS ANTICIPADAS POR LOS PROFETAS, VIENEN DADAS EN 4 DECRETOS PROFÉTICOS. HECHOS 15:19-20
CUARTO: LOS CUATRO DECRETOS PROFÉTICOS SON:
Hechos 15:20-29.
1. Abstención de todo lo que provenga de contaminación de los ídolos.
2. Abstención de comer sangre.
3. Abstención de comer animales ahogados
4. Abstención de impureza sexual.
Quinto: Los creyentes de origen no Judío, deberán guardar estos cuatro decretos, y por lo tanto se les deberá enseñar e instruir acerca de los mismo (Hechos 15:25-27; 16:4)
Sexto: Los creyentes de origen no judío harán mucho bien a la causa de Jesús y de su Reino dado por el Padre, cuando guarden los cuatro decretos. (Hechos 15:29)
Séptimo: los creyentes de origen no judío tienen libertad para aprender de las enseñanzas de Moises y los profetas asistiendo a sus congregaciones donde la palabra es enseñada. (Hechos 15:21)
Octavo: Las comunidades de creyentes de origen gentil serán confirmadas y aumentaran en número cuando se guíen por estos principios. (Hechos 16:5).
Por supuesto, las implicaciones de estos 8 principios generales entre los que destacan los 4 decretos apostólicos-proféticos, son muy amplios y su estudio es vasto.
No se adoptan raíces hebreas abrazando símbolos externos como usar kipá y recitar liturgias.
Un gran peligro encierra el tema de la identidad y es que a veces, la tendencia del creyente a ser muy “judío” resulta ofensiva a los mismos judíos.
Otra vez las raíces hebreas no se alcanzan por el seguimiento, copia o imitación de tradiciones étnicas o costumbres judías, por lo que el creyente debe ser muy cuidadoso en ejercer exclusivamente aquellas cosas establecidas en la Escritura.
Aun dice uno de los códigos rabínicos ortodoxos, si un gentil se hiciera judío no esta obligado a vivir según nuestros ritos…tales como circuncidarse…y costumbres (fiestas, Liturgias, etc.)
La motivación del estudio de la Biblia en el lenguaje hebreo no es para confusión y para menospreciar a otros que usan otras versiones, todo debe de hacerse en un espíritu de amor, mansedumbre y de respeto.
BENDITO SEA EL PADRE DE MI SEÑOR JESUCRISTO QUIEN NOS BENDIJO CON TODA BENDICION ESPIRITUAL EN SU AMADO HIJO.