martes, 16 de agosto de 2016

¿Yeshua? ¿Iesous? ¿Jesús? ¿Alguna otra forma? ¿Quién está en lo correcto?: Dr. Gary Shogren

https://razondelaesperanza.com/2016/08/04/yeshua-iesous-jesus-alguna-otra-forma-quien-esta-en-lo-correcto/

Los títulos están usualmente ¡EN NEGRITA! Con muchos ¡COLORES!
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Habiendo estudiado el asunto, yo creo que el nombre hebreo para Jesús es Yeshua, pero en esta entrada estoy hablando de ciertos extremistas. Por ejemplo, “Satanás ha tenido 2000 años de infiltrar la iglesia, y véala, llena de cada pecado y maldad imaginable y todo bajo el nombre de Jesús.”[1] El blog más extremo que he encontrado incluye este torrente oratorio, que habla cómo aquellos que usan el nombre de Jesús en lugar de Yeshuaʿ son (supuestamente) responsables por la Inquisición, el papado, el satanismo, la música cristiana rock (!), el cobro a la gente por ir al cielo. Ah, y ellos son los responsables de matar 6.5 millones de judíos en el Holocausto.[2]
Hasta ahora, el torrente oratorio más extremo que he encontrado
Hasta ahora, el torrente oratorio más extremo que he encontrado
“Ah,” escuchamos, “pero ¡nosotros debemos explorar las raíces judías con el fin de poder apreciar el evangelio!” Y por supuesto esto es verdad: Yo mismo pasé mucho tiempo aprendiendo cómo leer hebreo, y este año estoy leyendo el Parashah diario (la Torá en un año) en hebreo con un grupo de amigos. Yo enseño nuestro curso Trasfondo del Nuevo Testamento a nivel de posgrado. Yo leo la Misná, los rollos del Mar Muerto. Todo esto para decir que yo sí aprecio, creo, el origen judío de la fe.
No, de lo que yo estoy hablando aquí es del tipo de personas que escriben en blogs y publican en YouTube acerca de las raíces hebreas y nombres sagrados, pero ellos mismos conocen poco el hebreo, dependen de comentarios de otros o de la Concordancia Strong para su información, personas que deben depender de copiar y pegar palabras en hebreo y griego de otras páginas.[3]
La premisa de su argumento, con algunas variaciones, es:
  1. “Es imposible ‘traducir’ un nombre de un idioma a otro. Por lo tanto, el nombre del Salvador tiene que permanecer en su forma hebrea.”
  2. “El nombre Iesous (la forma griega del nombre Yeshuaʿ) ni siquiera existió antes de la crucifixión; fue inventada por los romanos (o los judíos. O la Iglesia Católica. O Constantino[4]).”
  3. Iesous es un nombre pagano griego.”
  4. Iesous no tiene nada que ver etimológicamente con el nombre hebreo Yeshuaʿ.”
  5. “Yeshuaʿ tiene un significado en hebreo, pero Iesous no significa nada en griego.”
  6. Iesous fue fabricado por un enemigo de la fe y significa ‘He aquí el caballo!’ O quizás ‘un cerdo’ o ‘Viva, Zeus’ o algo por el estilo.”
  7. “El uso de Iesous o Jesús u otras formas es una conspiración del Vaticano para blasfemar contra Dios y el Salvador. Si usted usa esa forma, usted ha caído en su trampa y es apóstata.”
  8. “Los nombres griegos o latinos están por definición contaminados por el paganismo; por lo tanto, el Señor no podría tener el nombre Iesous.”
  9. “Si usted dice seguir a Jesús, entonces usted no puede ser salvo, porque no hay ‘ningún otro nombre por el cual podamos ser salvos’ excepto por Yeshuaʿ.”
Esta línea de pensamiento está plagada de errores históricos y lingüísticos, y es lógicamente contradictoria en sí misma. No explica cómo el nombre Iesous podría aplicarse más de 1270 veces al Señor en el Nuevo Testamento, y mucho menos en toda la literatura de la iglesia primitiva. Tomemos estos argumentos uno por uno.
  1. “Es imposible ‘traducir’ un nombre de un idioma a otro.” ¡FALSO!
El ejemplo que siempre surge es, “¡George Bush es George Bush alrededor del mundo! ¡Usted no diría ‘Jorge Bush,’ porque los nombres no pueden cambiar!” Bueno, retiremos esta afirmación desde el inicio: dos minutos con Google revela que George Bush es algunas veces llamado Jorge en español (en español, el aeropuerto de Houston se llama “El Presidente Jorge Bush Aeropuerto Intercontinental de Houston”),[5] Giorgio en italiano,[6] y con la forma francesa Georges con “ese” final, como en este artículo.[7]
Hasta ahora, el torrente oratorio más extremo que he encontrado
De hecho, los nombres pueden cambiar de un idioma a otro. Podríamos multiplicar ejemplos: ¿Por qué los italianos llaman al rey de Francia Luigi XIV, pero los españoles dicen que él es Luis XIV? ¿Por qué ellos no dicen Louis XIV, como lo hacen los franceses? ¿En inglés por qué dicen Christopher Columbus; en español Cristóbal Colón? ¿Por qué no lo dicen en la forma correcta, italiana, Cristoforo Colombo? ¿Por qué decimos que el zar ruso se llamaba Iván, cuando todo el mundo sabe que la forma correcta del nombre es Иван? ¿Por qué trabajo junto a misioneros a quienes sus padres llamaron Paul, Mark, y Andrew, pero en el país centroamericano donde nosotros trabajamos ellos responden a Pablo, Marcos y Andrés? ¿Por qué mi apellido es escrito y pronunciado diferente en inglés que en el original en sueco (Sjögren)? ¡Porque eso es lo que sucede con los nombres! Si alguien le dice que la pronunciación o la ortografía de los nombres no puede cambiar entre idiomas, entonces ellos necesitan salir de la casa y viajar más, o quizás aprender otra lengua.
Por cierto, yo acabo de ver a alguien decir la misma cosa acerca de Benjamín Netanyahu: “¿Usted no cambiaría su nombre en español, lo haría?” Bueno, ¡sí, sí lo haría! “Benjamín” (ben-ja-MIN) ya es la versión castellanizada de un nombre que es pronunciado diferente en hebreo (ben-ia-MIN), sin sonido “j”. Lejos de probar el caso, el ejemplo de Netanyahu respalda perfectamente lo que estoy diciendo en este artículo acerca de las adaptaciones de ortografía y pronunciación de un idioma a otro.
  1. Iesous (la forma griega del nombre Yeshuaʿ) no existía antes de la crucifixión; fue inventado por los romanos (O los judíos. O la Iglesia Católica. O Constantino.).” ¡FALSO!
¿Fue el nombre Iesous inventado el Viernes Santo o en el 2do siglo o en el 4to? ¿Y significaba un apodo insultante? Aquí está otra interesante teoría, pero una que se desmorona a la luz de los datos reales de la historia.
Yo tengo acceso a un programa llamado Thesaurus Linguae Graecae (TLG), el cual es una base de datos digital que permite buscar todos los 10.000 textos griegos, desde los escritos más tempranos hasta 1453 d. C.[8] Yo la he usado para armar una concordancia de cada una de las referencias del nombre griego Iesous en los escritos griegos antiguos.[9] Si las teorías del cerdo, o del caballo, o Horus, o “Viva, Zeus!” fueran ciertas, entonces nosotros esperaríamos que los datos muestren que el nombre no era usado antes de alrededor del 30 d. C.
En lugar de eso, ¿qué encontramos? Más de 300 referencias a Iesous antes del Nuevo Testamento.
El nombre Iesous ( ̓Ιησοῦς, pronunciado ie-SUS) primero apareció en la literatura del tercer siglo a. C., específicamente, en la Septuaginta (abreviada como LXX).[10] La aparición más temprana de la LXX era una traducción del Pentateuco del hebreo al griego koiné. Los rabinos que llevaron a cabo la versión eran expertos en las Escrituras Hebreas y tenían fluidez en el griego; tradujeron el nombre Josué como Iesous.[11]
En hebreo, el nombre Josué tomó dos formas: Yehoshua (יְהוֹשֻׁעַ es pronunciado ie-HO-shu-a) en libros anteriores del canon, Yeshuaʿ (יֵשׁוּעַ es pronunciado ie-SHU-a) en más tardíos (por ejemplo, en Crónicas, Esdras-Nehemías: Neh 8:17). La Septuaginta y literatura judía más tardía casi siempre usa la forma Iesous (excepto, por ejemplo, en 1 Crón 7:27, donde es Iesoue, Ιησουε; y en otros manuscritos de la LXX) el cual es el equivalente de la forma más corta, Yeshuaʿ.[12] La aparición más temprana de Iesous es en Éxodo 17:8-9a LXX – “Entonces vino Amalec y peleó con Israel en Refidín. Y Moisés dijo a Iesous, ‘Escoge para ti hombres capaces, y ponte en marcha, e instala formación de batalla contra Amalec mañana’” (traducción de la LXX). Es precisamente la misma palabra que se usa para Iesous en los evangelios. Esto por supuesto es Josué, Hijo de Nun. El libro de Josué fue traducido, nuevamente, por judíos piadosos, no paganos, en el 3er siglo a. C., unos 300 años antes de la crucifixión, y nuevamente, su protagonista es llamado Iesous. De hecho, en la Septuaginta, su libro se llama “Iesous Naue” (Josué de Nun). Esto explica por qué el nombre de Josué es escrito Iesous en el Nuevo Testamento griego (Hechos 7:45; Heb 4:8), y traducido como “Jesús” en la Reina Valera de esos dos versículos.
Hagámonos la pregunta: ¿Realmente creemos que cada vez que la traducción judía, aprobada por los rabinos del Antiguo Testamento, menciona a Josué ben Nun, lo ataca diciéndole caballo, u Horus o cerdo o Viva, Zeuso Hijo de Zeus?
Veamos otros hombres judíos llamados Iesous. De acuerdo con el relato tradicional, dos de los 72 traductores de la Septuaginta se llamaban Iesous (Carta de Aristeas 48-49a).[13] ¡Uno asume que Iesous Iesous sabían cómo deberían escribirse sus propios nombres cuando ellos armaron la nueva traducción griega!
La base de datos TLG identifica un montón de otros hombres, todos ellos judíos, llamados Iesous en textos escritos por autores judíos del periodo del Segundo Templo. El libro judío de Eclesiástico o Ben Sirac (2ndo siglo a. C.) fue escrito en hebreo por Yeshua, llamado Iesous en la versión griega; igualmente. El libro judío Bel y el Dragón 1:1 afirma que esta leyenda acerca de Daniel vino de las profecías de un hombre llamado “Ambakoum hijo de Iesous” (3ro-2ndo siglo a. C.). Una referencia adicional al nombre Iesous se encuentra en los fragmentos de Alejandro Polyhistor (en este caso, un historiador griego en su libro Sobre los judíos, inicios 1er siglo a. C.); es una referencia a Josué ben Nun.[14] Asimismo, Oráculos Sibilinos 2.247 (difícil de fechar, pero probablemente pre-cristiano) se refiere a Josué como Iesous, como lo hace el Testamento de Moisés (1er siglo d. C.) y 1 Macabeos 2:55 (2ndo siglo a. C.).
Todo esto para decir que los teólogos judíos de la época sabían representar el nombre hebreo Yeshuaʿ como Iesous, y lo hallaron perfectamente aceptable y un nombre muy judío.
La evidencia del historiador judío Josefo calza con lo que poseemos de esas fuentes más tempranas. En sus Antigüedades de los judíos (escrita en los 90s d. C.) él usó el nombre Iesous, según mis cuentas, 126 veces. La primera es Ant 3.2.3 (§49) –
Moisés agrupó a los que eran aptos para la guerra en diferentes tropas; y los puso a las órdenes de Josué [Iesous] hijo de Nun, de la tribu de Efraím, hombre de gran valor y paciencia para el trabajo y de gran capacidad para entender y para hablar lo que era apropiado; muy serio en su adoración a Dios y, verdaderamente como Moisés, maestro de piedad. (versión CLIE)
Además de Josué hijo de Nun, él se refiere a montones de otros personajes con el mismo nombre, incluyendo varios sacerdotes: Iesous el sumo sacerdote, hijo de Josadoc o Josedec, quien vivió después del exilio (Ant. 20.10.1 §234; la misma persona que Iesous en la LXX de Hag 1:1, Zac 3:1); Iesous el hermano de Onías (Ant. 12.4.11 §236), también conocido como Jasón, el sumo sacerdote de c. 175-72 a. C. (más acerca de él abajo);Iesous ben Sie, sumo sacerdote alrededor del tiempo del nacimiento de Jesús (Ant. 17.13.1 §341); Iesous hijo de Damneo (Ant. 20.9.1 §203), 63 d. C.; y Iesous hijo de Gamaliel (Ant. 20.9.4 §213), 63-64 d. C. Como judío que era bi- o trilingüe, Josefo indudablemente sabía que la forma convencional griega de escribir Yeshuaʿ era Iesous.
Aquí hay el manuscrito más temprano de Josué LXX (ms 2648, Schøyen Collection), el cual muestra que “Josué” (Yehoshua) es traducido como Iesous en el griego –
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Y aquí hay una referencia al sacerdote Josué (Yehoshua) en Zac 3:1 LXX en el א ms [15]; su nombre también esIesous –
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Josefo también se refiere a Jesús de Nazaret como Iesous en Antigüedades 18.3.3 §63 y 20.9.1 §200, con la misma forma que él usó para Josué y todos los demás.[16]
Aparte de las referencias a Josué ben Nun y a Jesús de Nazaret, el Nuevo Testamento menciona otros tres hombres con el mismo nombre. En Lucas 3:29, uno de los ancestros de Jesús también se llamaba Iesous. En Hechos 13:6, un mago judío tenía el nombre de Bar-Jesús, el cual es una versión griega de la aramea “bar” (hijo de) y luego Iesous. Otro caso interesante surge en Colosenses 4:11 – “Jesús, llamado Justo.” El mismo nombre, la misma ortografía que Josué en la Septuaginta y Jesús en los evangelios. Iesous es un nombre judío/hebreo; Iustus en latín significa “el justo.” Como muchos judíos, él tenía un nombre judío, y uno griego o latín que sonaba parecido. Esta es la razón por la cual Sha’ul/Paulus, Pablo el apóstol, tenía nombres en hebreo y latín que rimaban.
Iesous el ancestro de Jesús de Nazaret fue llamado así generaciones antes de la crucifixión. ¿Lo llamarían sus padres, así como una broma? ¿Lo molestarían los niños por lo que significaba su nombre, “¡Mira, es un caballo!” o “¡Él es un cerdo!”? ¡Por supuesto que no! Y a Jesús el Justo (Col 4:11) – ¿le dieron sus padres un nombre insultante? En ambos casos, ellos les dieron a estos hombres el nombre Iesous porque era un nombre bíblico, popular, y uno honorable.
Los judíos dejaron de ponerle a sus niños Iesous al inicio del segundo siglo d. C., por razones obvias; ni los cristianos primitivos llamaron a sus niños Iesous. Había rabinos y otros judíos con el nombre hebreo Yehoshua (la versión más larga del nombre).
     3. “Jesús es un nombre griego pagano.” ¡FALSO!
Mi búsqueda TLG revela que hay alrededor de 300 referencias a personas llamadas Iesous desde antes de Jesús de Nazaret, y cada una de ellas se refiere a un hombre judío. En cambio, TLG no rinde una sola instancia de alguna persona gentil con ese nombre. Esto es debido a que es derivado del hebreo y era estrictamente un nombre judío, como los griegos y los judíos sabían bien. Una luz interesante es arrojada en este hecho por el ejemplo de Iesous el hermano de Onías (Josefo, Ant. 12.4.11 §236), mencionado arriba: cuando él quiso llegar a ser más griego, él cambió su nombre que tenía un sonido muy, muy judío Iesous al nombre griego Jasón. Como su cambio de nombre podría sugerir, él trató de forzar a los judíos a aceptar las costumbres griegas.
Yo reto al lector a mostrarme ejemplos de un griego pagano con el nombre Iesous. De hecho, aquellos que hacen estudios sobre nombres propios han argumentado que Yeshuaʿ/Iesous era el nombre más popular en Israel en el primer siglo d. C. En las inscripciones y los papiros del periodo, hasta el segundo siglo d. C, hay muchas referencias a hombres judíos llamados Iesous.[17]
   4. “Iesous no tiene que ver etimológicamente con el nombre hebreo Yeshuaʿ.” ¡FALSO!
La evidencia hasta este punto muestra que solo hay una base posible para el nombre escrito Iesous en letras griegas: era siempre y únicamente la forma griega del nombre Yeshuaʿ, el cual era la forma corta del nombre transmitido por Josué ben Nun; y Iesous fue el nombre de muchos otros judíos desde el tercer siglo a. C. y hasta el segundo siglo d. C.
Si ese es el caso, entonces ¿por qué es Iesous escrito de esa manera?
La razón es doble y fácilmente evidente para cualquiera que estudia griego, especialmente la Septuaginta y otra literatura judía del periodo del Segundo Templo.
(A) En griego, cuando alguien desea catalogar o conjugar una palabra (el término técnico es “declinar”) como un sustantivo masculino, se le agrega un sonido de “s”, la letra griega sigma (ς), al final.[18]
La llamada “inflexión” ocurre en la mayoría de los idiomas. En inglés y en español usualmente se señalan los sustantivos plurales con una “s” (tienda a tiendas, niño a niños). El hebreo también señala sus sustantivos: muchos sustantivos femeninos terminan con “ah” (berakah, ishshah, Sarah, mishpajah); los plurales masculinos usualmente terminan con “im” (kerubim).
Muy simplemente, los nombres en griego son conjugados (¡NO pervertidos, ni distorsionados!) al agregarle un sonido de “s” (la letra sigma, ς) al final. Esa es la razón por la que tantos nombres griegos de varones terminan con un sonido de “s”: Zeus, Hades, Ares, Aquiles, Teseo en griego, Theseus); Sócrates, Aristóteles, Alexandros (Alejandro el Grande), Heródoto (en griego, Herodotos).[19] Si usted mira los nombres en la Septuaginta, muchos nombres judíos agregan una sigma al final: Mosheh (Moisés) se convierte en Mouses, Ezra se convierte en Esdras, Yeshayahu (Isaías) se convierte en Esaios, Yirmeyahu (Jeremías) se convierte en Ieremías, Yonah (Jonás) se convierte en Ionas, Tsefaniyah (Sofonías) se convierte en Sophonias. ¿Alguien quiere afirmar que estos nombres fueron todos vandalizados por ser representados con letras griegas, o por hacer que suenen como un cerdo, un caballo, o Zeus? En el Nuevo Testamento, Juan el Bautista pasa de ser Yehohonan a Ioannes, su padre es Zacharias; el sacerdote judío Qayapha (Caifás) se convierte en Caiaphas; entre los seguidores de Jesús, Kepha (Pedro) cambia a Kephas (Cephas), Iakov (Jacobo) a Iakobos (¡”b” porque no hay sonido “v” en el griego!); Barnabas (Bernabé) toma una “s” al final. Yeshuaʿ también toma una “s” al final. Esta es la forma normal, natural, no-hay causa-para-pánico en que los idiomas funcionan.
(B) Nuevamente, cualquiera que estudia ambos idiomas sabe que cuando los idiomas son transcritos del hebreo al griego, el sonido “sh” (la letra hebrea shin, שׁ) se escribe con el sonido de una “s”. Yeshuaʿ es escrito con la letra shin en hebreo, pero el griego no tiene ese sonido y entonces se sustituye por una sigma (σ o ς). Hay un montón de paralelos en otros idiomas: pedirle a un griego parlante decir “sh” sería como pedirle a un angloparlante usar la “r” gutural en francés o vibrar la “rr” como lo hace el español – el idioma “receptor” no lo admite, así que algo más es sustituido. Para dar un ejemplo paralelo, la letra ñ en español no existe en inglés – es por eso que en la escuela la maestra nos dijo que el nombre de la primera carabela de Colón era The Nina, mientras que su nombre real era La Niña. Es un tecnicismo, y a menos que alguien sea un profesor de exploradores del siglo 15, no importa mucho cómo usted lo pronuncie.
Así: el nombre hebreo para Josué, Yeshuaʿ, (A) agrega un sonido de “s” al final e (B) intercambia el sonido de “sh” por el de “s”, y entonces se convierte en Iesous. Estas son las reglas normales para transliterar un nombre del hebreo al griego. No hay misterio, no hay conspiración.
Por cierto, el nombre para el Mesías viene de Mashiach a Messias en el griego, por la misma razón – es el título para un hombre, por consiguiente, añade la sigma final, y el sonido de la shin resulta en un sonido de “s”. En el caso del apóstol Pablo, las mismas dos reglas aplican: Sha’ul en el hebreo se vuelve Saulos (Σαῦλος) en el griego.
   5. “Yeshuaʿ tiene un significado en hebreo, pero Iesous no significa nada en griego.” ¡FALSO!
Si alguien le dice que el nombre “Jesús” no significa nada en español, entonces usted podría responder que ¡“Messiah” o “Mashiach” o “Yeshuaʿ” no significa nada en español, tampoco! ¡“Oh, pero por supuesto que sí,” alguien dirá, “Yeshuaʿ significa ‘él salvará’!” Bueno, sí lo hace. Pero solo si usted ya sabe hebreo o, como es más probable, si alguien se lo ha explicado a usted.[20] De la misma forma Iesous significa “él salvará” bajo las mismas condiciones: si alguien que conoce el nombre hebreo, lo escribe en letras griegas, se lo explica a usted. Esto es justo lo que el teólogo judío Filón hace en su libro del 1er siglo d. C. – Sobre el cambio de nombres 121 (versión Triviño 3.121) –
…Pero Moisés también cambia el nombre de Osea en Josué [Iesous], con lo que transforma el particular proceso hacia un estado en el estado mismo. “Osea”, en efecto, significa “éste tal es salvado”: “José” [Iesous], en cambio, significa “salvación del Señor”, nombre para el mejor de los estados.
El escritor del 2do siglo d. C. de la Epístola de Bernabé 12 (la cual es incorrectamente atribuida al Bernabé de Hechos) hace lo mismo, y extrae una comparación entre el Josué ben Nun en el Antiguo Testamento y Jesús de Nazaret, puesto que ambos tenían el nombre.
12.8. ¿Qué dice, además, Moisés a Josué (o Jesús), hijo de Navé, profeta que era, después de ponerle este nombre, con el solo fin de que el pueblo oyera que el Padre lo pone todo patente acerca de su Hijo Jesús? 9. Dícele, pues, Moisés a Josué, hijo de Navé, después de ponerle este nombre, cuando lo mandó como explorador de la tierra: Toma un libro en tus manos y escribe lo que dice el Señor, a saber: que el Hijo de Dios arrancará de raíz, en los últimos días, a toda la casa de Amalec. 10. He aquí otra vez a Jesús, no como hijo del hombre, sino como hijo de Dios, si bien manifestado por figura en la carne.
Pero ¿qué si nadie en su círculo sabe cómo leer hebreo? ¿Cómo sabría lo que Yeshuaʿ o Iesous significa? De hecho, la Biblia misma nos dice la respuesta en Mateo 1:21 – “Y dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Ya sea que se pronuncie Yeshuaʿ o se escriba en letras griegas como Iesous, su nombre significa “Él salvará” = Jesús salvará a su pueblo de sus pecados. Por cierto, Mateo 1:21 prueba sin lugar a duda que el nombre de Jesús en hebreo era Yeshuaʿ, y no Yahushuah o Yahoshua, nombres que no significan “Él salvará.” De hecho, yo no conozco de ningún caso en las Escrituras o en cualquier otro lado de algún nombre Yahushuah.
Y, de hecho, cada persona que tuvo el nombre Iesous entre el tercer siglo a. C. y el segundo siglo d. C, siendo por definición judío, hubiera sido capaz de decirle precisamente lo que Iesous significaba – “¡Claro, significa, ‘él salvará’! ¡Al igual que en la Biblia!”
   6. “Iesous fue fabricado por un enemigo de la fe y significa ‘¡He aquí el caballo!’ O tal vez ‘un cerdo’ o ‘Viva, Zeus’ o algo por el estilo.” ¡FALSO!
Con todo respeto, esta es la idea menos sólida de todas, y obviamente no viene de la mente de alguien que ha estudiado a fondo los idiomas bíblicos. Alguien ha simplemente colocado sonidos juntos para “realmente explicar” las raíces del nombre Iesous, y ha hecho un verdadero desastre de las cosas.
La etimología es el estudio de las raíces de las palabras; etimológicamente, “sous” no tiene nada que ver con la palabra hebrea para “caballo” (aún el lector que no lee hebreo puede detectar que sus, סוּס, está escrito con dos usos de la letra samech ס, no shin שׁ). Esto muestra que las palabras no tienen relación alguna. Y ya que estamos en ello, vamos a disipar esta idea de “¡Viva Zeus!”[21] El nombre Zeus (Ζεύς) en griego está escrito, no con una sigma, sino con un sonido de “z”, una zeta (ζ, la cual es capitalizada como Ζ). No tiene el mismo diptongo que Iesous, sino que en su lugar hay uno “eu.” No solo no tiene ninguna relación con el nombreIesous en ortografía, Zeus y Iesous ni siquiera riman, no en el griego. Esto me sugiere que la teoría de Viva Zeus, fue probablemente inventada por un anglo parlante, puesto que las dos palabras riman un poco en inglés.
Las palabras Zeus y Iesous no tienen nada en común – excepto que ambas son sustantivos masculinos, y por eso tienen la sigma final. ¿Y cómo se le ocurre que algún conspirador podría torcer el nombre de Yeshuaʿ para honrar al dios Zeus – y luego escribir y pronunciar completamente mal el mismo nombre de Zeus? Esta teoría parece descansar en una afirmación solitaria en un libro de 1983 – por lo menos, esta es la “prueba” que todos citan. J. C. J. Metford escribe que “los nombres griegos que terminan con sus, seus, y sous (que son pronunciaciones fonéticas para Zeus) fueron unidas por los griegos a los nombres y áreas geográficas como medio de darle honor a su deidad suprema, Zeus.”[22] Pero tomar esto como evidencia que Iesous está basado en Zeus es un argumento falaz, que sigue esta forma “Los griegos adjuntaban dichos finales a algunos nombres propios con el fin de honrar a Zeus; Iesous tiene una terminación que se asemeja a ese tipo; por lo tanto, el nombre Iesous fue creado para honrar a Zeus.” Es la falacia de decir “Todas las vacas comen pasto; las vacas son mamíferos; por lo tanto, todos los mamíferos comen pasto.” Además, ya sea o no que esta práctica fuera generalizada no importa – ¡los judíos ya habían escrito el nombre de Josué como Iesous tan temprano como el 300 a. C., y no tenían ninguna intención de honrar a Zeus!
Las personas del Movimiento del Nombre Sagrado tienen la desafortunada tendencia, encontrada en demasiada “erudición” en línea estos días, de citarse unos a otros, hacer referencia a trabajos desactualizados, o encontrar afirmaciones extrañas en algún libro, lo que resulta en blogs que son cámaras de eco de un proponente citando a otro como una “autoridad experta.” Por ejemplo, “Algunas autoridades, que han pasado todas sus vidas estudiando los orígenes de los nombres creen que ‘Jesús’ en realidad significa – ‘¡Viva Zeus!’”[23] Entonces también, esta cita de Metford mencionada arriba es pasada de mano en mano, sin que nadie lo busque en el original o verifique su aseveración. Yo sé que así es que funcionan las redes sociales, pero en este caso es particularmente vergonzoso ver cuántas publicaciones en internet son trabajos descuidados en que se copia y pega, publicados por personas que afirman hablar con autoridad, pero quienes han hecho poca a ninguna investigación de primera mano en los idiomas originales; quienes no han siquiera consultado fuentes secundarias de renombre tales como DTNT o TDNT o TDOT o HALOT.
Ya sea que se trate de la teoría del cerdo, la historia del caballo, o de conspiraciones de Horus o Zeus, esto no es erudición seria; es la búsqueda desesperada de una u otra prueba para desacreditar los datos de la historia. De hecho, todo el asunto me lleva de vuelta a 1980, cuando la miniserie de TV “Shogun” salió. Yo nunca la vi, pero tuvo un impacto en mi vida: algunos tipos me llamaron “Shogun” por alrededor de un mes después de ser transmitido. Bueno, alguien que diga que Iesous “realmente” viene de caballo, cerdo, o Zeus es casi tan absurdo como decir que mi nombre “significa literalmente” que yo soy un Shogun, un caudillo militar japonés del siglo 16 en lugar de, como yo sé, alguien cuyos ancestros europeos tenían un nombre sin ninguna relación.
   8. “El uso de Jesús u otras formas es un complot del Vaticano para blasfemar a Dios y al Salvador. Si usted usa esa forma, usted ha caído en su trampa y es apóstata.” ¡FALSO!
No soy mucho de las teorías paranoides de conspiración, pero sigamos la corriente y tiremos de este hilo y veamos donde nos lleva: Si el nombre Iesous fuera inventado por el Vaticano como una forma blasfema, esto significa lo siguiente:
Paso 1 – los líderes de la iglesia latín parlante de alguna manera tuvieron acceso a una máquina de tiempo (¡El Paso 1 hubiera sido la parte complicada!)
Paso 2 – ellos lo usaron para retroceder en el tiempo al primer siglo d. C. para asegurarse que todas las 1270 instancias de su nombre en todos los 6.000 manuscritos griegos resultantes del primer siglo en adelante tuvieran una única forma del nombre del Señor, Iesous
Paso 3 – por si acaso ellos cambiaron el nombre de Josué ben Nun a Iesous en las dos referencias del Nuevo Testamento que lo mencionan
Paso 4 – ellos entonces saltaron más atrás en el tiempo con el fin de amenazar a punta de cuchillo a miles de padres judíos para obligarlos a ponerle a sus bebés varones Iesous durante los años entre el tercer siglo a. C. e inicios del segundo siglo d. C., aunque todos (en teoría) debían haber odiado el nombre
Paso 5 – ellos entonces amenazaron a Iesous Iustus, Iesous ben Sirac, y a otros para que no se cambiaran sus nombres una vez que ellos llegaron a la adultez y se dieron cuenta que ellos fueron maldecidos con un apodo estúpido y malvado
Paso 6 – (¿ya está usted exhausto?) ellos entonces se devolvieron aún más atrás en el tiempo al año 280 a. C., para forzar a los traductores de la Septuaginta a usar el nombre Iesous como la forma griega del nombre de ese hombre de Dios, Josué.
Paso 7 – el equipo de conspiración regresa a su propio país
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¿Está persuadido por esta teoría? Yo tampoco.
Digamos por el bien del argumento que alguien decidió honrar a Zeus deformando el nombre de Yeshua a Iesous. ¿Cuándo habrían hecho esto, alrededor del año 100 d. C., yo supongo? En ese caso, nosotros tendríamos que hacernos la vista gorda a 400 años de pruebas contundentes (del 300 a. C. a 100 d. C.) lo cual prueba que lo opuesto es verdad. Si la conspiración fue hecha por Constantino, entonces tenemos que ignorar unos descomunales 600 años de evidencia.
Oh, y una cosa más. Todas las buenas tramas tienen que incluir el elemento de la “conspiración del silencio.” Y entonces, de acuerdo con otra teoría no relacionada, ¡todos los miles de personas que trabajaron en el lanzamiento a la luna en 1969 tuvieron que ser amenazadas para no decirle a nadie la “auténtica” verdad, la cual era que la caminata de Armstrong en la luna se llevó a cabo en un estudio de películas en la Tierra! Así, tenemos que reforzar el plan de arriba:
Paso 6b – el Vaticano usa la misma máquina del tiempo para extenderse por alrededor de cuatro siglos con el fin de amenazar a toda persona judía para que no desembuche acerca de cuán horrible, blasfemo, y pervertido era el nombre de Iesous; y también para advertir a todos que mantuvieran la cara seria cada vez que ellos hablaban con amigos que tenían ese nombre
La alternativa al pensamiento de conspiración es que “entre más simple es la solución, siendo todas las cosas iguales, más probable ser el que está en lo correcto” (la llamada Navaja de Ockham). En este caso, la solución que toma en cuenta todos los datos es que el nombre de Iesous era muy común, siglos antes del nacimiento de cualquier papa del Vaticano.
Yo podría agregar que, ninguno de los datos que yo proveo aquí son de mi propia interpretación personal. Si usted consulta con un auténtico rabino judío o erudito, alguien que está familiarizado con la Septuaginta o el judaísmo del Segundo Templo, yo estoy seguro que ellos estarán de acuerdo con lo que estamos diciendo. Por supuesto, yo me estoy refiriendo a eruditos judíos reales tales como Jacob Neusner (PhD de Columbia), Emanuel Tov (PhD de Hebrew University), o Lawrence Schiffman (PhD de Brandeis), no a “expertos” de YouTube, no figuras sombrías que afirman ser especialistas.
   8. “Los nombres en griego o latín están por definición contaminados con paganismo; por lo tanto, el Señor no podría tener el nombre Iesous.” ¡FALSO!
Por un lado, Iesous no es un nombre griego o latín o Católico Romano – es un nombre estrictamente judío que resulta ser pronunciado en una forma que era inteligible en el idioma griego. Fueron los apóstoles mismos quienes usaron esa forma. Y si los apóstoles imaginaron que los nombres griegos eran “sucios,” entonces ¿por qué ellos mismos andaban por ahí con nombres griegos? Cuando lleguemos al cielo, esa es una pregunta que tendremos que hacerle a Andrés, Felipe, los dos Simones, por no hablar de los siete diáconos Esteban, Felipe, etc. – todos ellos tenían nombres griegos per se. Andrés significa “hombre varonil” en griego, pero no en hebreo. Felipe significa “a quien le gustan los caballos.” Son los nombres que les dieron sus padres, sin pista aparente que ellos estaban cayendo en apostasía.
Afirmar que la ortografía griega de su nombre de alguna manera vincula a Jesús el Salvador con el paganismo griego es tan lógico como decir que mi nombre germánico “Gary” me hace un Nazi, o mi apellido sueco me hace un adorador del dios nórdico Tor.
   9. “Si usted afirma seguir a Jesús, entonces usted no puede ser salvo, porque ‘no hay otro nombre por el cual nosotros podamos ser salvos’ excepto por Yeshuaʿ.” ¡FALSO!
Aquí es donde nuestro estudio no es simplemente acerca de palabras, sino acerca de cuidado pastoral: estas disparatadas leyendas acerca del nombre de Iesous se vuelven tóxicas en el punto cuando las personas predican, “A menos que usted diga el nombre sagrado como yo lo hago, entonces usted no puede ser salvo, porque cada vez que usted usa Iesous (o Jesús, o Jesus, o cualquiera de sus cientos de formas), usted está cometiendo blasfemia y puede incluso estar condenando su alma.”
¿Por qué es esto problemático?
Primero que todo, seamos claros en algo: cada vez que alguien escribe un blog en español y dice que nosotros debemos usar el nombre “Yeshuaʿ” – ¡escribiéndolo en letras romanas, letras latinas, como en la iglesia romana! – entonces tampoco esa persona está escribiendo Yeshuaʿ como fue escrito originalmente. Ellos escriben “Mesías” con ese final, ¡lo cual no está bien! Ellos se quedan cortos y por sus propias luces deben, supongo, esperar venir al sufrimiento en el juicio final.
Segundo, cuando Pedro le dice al Sanhedrín que “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12), él probablemente les habló en arameo. Sin embargo, el autor del libro de Hechos compuso este relato en griego, y usó el nombre Iesous, sin ninguna cita al pie mencionando al lector que por favor no pronunciar el nombre en la forma que él acababa de escribirla. Adicionalmente, “nombre” en este versículo es un hebraísmo. Significa “en la autoridad de” y “de parte de”; no significa “solo pronunciándolo así.” Pablo exorciza al demonio de la joven esclava filipense “en el nombre de Jesucristo” (Hechos 16:18) – Pablo está predicando en el dialecto local, griego koiné, y Hechos registra que Iesous era la forma del nombre que Pablo usó. Confrontado con el poder del Señor, ningún demonio puede guiñar y decir, “¡Ah! ¡Usted pronunció el nombre con un sonido de ‘s’ no con el sonido ‘sh,’ así que yo voy a seguir tal y como estoy!”
Tercero, una persona tras otra afirma que uno tiene que pronunciar el nombre exactamente, precisamente, como es en hebreo – pero entre ellos no tienen nada parecido a un consenso sobre cuál es la verdadera pronunciación. Aquí están las formas que yo he visto proclamadas como EL ÚNICO VERDADERO NOMBRE; probablemente haya otros:
Yeshua
Yehoshua
Jehoshuah
Jehoshua
Yahusha
YaHshua
Yahuwshuwa
Yahawahshah
Yahushua
Yaishua
Yahawash
Yahawashi
YâHShWāH
Y así sucesivamente.
Por cierto, todos ellos son escritos y pronunciados diferente en el hebreo, esto es, ellos no son el mismo nombre. Según mis cuentas, las personas que insisten en uno y solo uno de los nombres de arriba tienen cerca de 1 entre 13 posibilidades de escapar a la condenación. De estos, Yeshua de verdad existe en las Escrituras Hebreas, también Yehoshua; los otros son formas inventadas, de personas que no conocen el hebreo, o quizás que han visto la luz a través del estudio místico o “revelaciones” o reescrito el nombre a través de sus propios experimentos informales con la Concordancia Strong.
De hecho, la idea que la pronunciación del nombre del Señor deba ser precisamente, científicamente, exactamente pronunciado en esta forma y no otra es una señal de que las personas malinterpretan lo que estamos haciendo cuando invocamos el nombre del Señor. Ellos están tratando el nombre divino como si fuera un fetiche, una fórmula mágica. En la magia, ¡usted debe pronunciar el nombre de forma exacta, o todo podría estallar en su cara! El movimiento Nombre Sagrado se ha convertido al Movimiento del Nombre Mágico. Interesantemente, tenemos muchos papiros mágicos del primer siglo d. C. en adelante, donde paganos y judíos magos usaban el nombre Iesous (también Yahvé) con el fin de curar o echar demonios como unabracadabra, una palabra de poder. Los hijos de Esceva cometieron el mismo error en Hechos 19:13 cuando ellos trataron de echar fuera un demonio “En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica.” Su error no radica en cómo pronunciaron ellos Iesous – ellos usaron la misma pronunciación que Pablo usó con la joven macedonia – sino en la forma vergonzosa que ellos trataron de explotar su nombre por ganancias.
Cuarto, aún si las personas concuerdan en que su nombre es Yeshuaʿ, es sorprendente que entre los creyentes mesiánicos[24] casi nadie pronuncia auténticamente la letra final Yeshuaʿ (ayin, ע, en hebreo, representada por el superíndice ʿ), el cual tiene un profundo sonido gutural, del tipo que uno hace cuando el doctor pone un depresor de la lengua en la garganta. A la luz de sus propios estándares, ¿pueden los de la secta del Nombre Sagrado estar realmente seguros que el Señor los escucha y entiende cuando ellos oran con tal descuidada dicción? Y si alguien quiere decir, “¡Bueno, no importa tanto, puesto que en español no tenemos el sonido ayin!” – entonces ¿no es esto caer nuevamente en lo que la Biblia Griega hace cuando cambia el sonido shin? Si esta justificación es válida para una letra hebrea, entonces ciertamente podemos aplicarla a otra.
Bueno, por supuesto, el Señor es tan sabio y poderoso y cariñoso, que él nos entiende cuando oramos y no se confunde por diferencias de pronunciación insignificantes. Decir otra cosa es reducirlo a un dios como Baal: nosotros tendríamos que gritar más fuerte para hacerlo entendernos (véase 1 Reyes 18:27).
Quinto, como usted, yo creo en un Dios quien es el Señor de todas las naciones y todos los idiomas, como la Biblia claramente nos dice: “porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación” (Apoc 5:9). El Cordero de Dios no impedirá que sea parte de su pueblo escogido aún si su idioma no tiene un sonido “sh” de shin, sin dejar de mencionar la letra ayin.
Es cuando usted insiste que solo usted y sus amigos, con su especialmente-genuina-históricamente correcta pronunciación, verán la bendición de Dios, o peor, pueden entrar al reino, que su grupo se ha vuelto extraño, sectario, parecido a una secta. Usted ha montado un Shibolet, definitivamente cerrando la puerta al reino a aquellos que no pueden o no pronuncian una shin, justo como cuando Jefté asesinó a sus enemigos en Jueces 12:4-6 –
Entonces reunió Jefté a todos los varones de Galaad, y peleó contra Efraín; y los de Galaad derrotaron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y de Manasés. Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a los de Efraín; y aconteció que cuando decían los fugitivos de Efraín: Quiero pasar, los de Galaad les preguntaban: ¿Eres tú efrateo? Si él respondía: No, entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil.
Si usted “mata” a los santos de Dios al insistir en su propia pronunciación, rechazando una forma que el soberano Espíritu Santo aprobó 1230 veces el nombre Iesous solo en el Nuevo Testamento, usted está cometiendo una matanza infinitamente peor que la en contra de los efraimitas. Usted le está diciendo a los hijos de Dios con su ligero ceceo que ellos “no hablan lo suficientemente bien” para merecer su gracia.
“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Rom 10:9) Así pues, invócalo, invoca a Yeshuaʿ o Jesus en inglés, o Jesús en español, o Gesù en italiano, o İsa en turco, o Isus en bosnio, o เยซู (Yesu) en tailandés. Solo asegúrese de que usted lo invoque.
Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá;
Y habitarán allí, y la poseerán.
La descendencia de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre** habitarán en ella.
**un hebraismo para “amarlo a Él”
(Salmo 69:35-36)

NOTAS:
[3] Un ejemplo típico de copiar-y-pegar se encuentra en http://www.eliyah.com/nameson.htm
Véase también http://www.slideshare.net/kwinfree/the-greatest-secret-in-history

[8] Véase la página de inicio de TLG aquí – https://stephanus.tlg.uci.edu/index.php#login=true
[9] Para el archivo de todas estas referencias, descargue el archivo pdf aquí:https://openoureyeslord.files.wordpress.com/2016/06/ceb9ceb7cf83cebfcf85cf82-in-tlg-first-1000-referencias.pdf
[10] Otra aparición de Iesous se encuentra en una fórmula mágica atribuida a Astrampsychus Magus del 4to siglo a. C.; usa a Josué hijo de Nun y otros nombres bíblicos para emitir hechizos mágicos (ver línea 10).
Capture magia

Probablemente estos nombres fueron agregados al texto durante la época Bizantina, y entonces no los contamos como un testigo pre-Septuaginta a la forma Iesous. Otra posible referencia temprana a Iesous se encuentra en uno de los Papiros de Oxirrinco, el cual W. Foerster, “ ̓Ιησοῦς,” TDNT, 10 tomos (Grand Rapids: Eerdmans, 1984), 3:284, data como desde el 6to-5to siglo a. C. Pero Foerster leyó incorrectamente la inscripción del Papiro IV, 816 en B. P. Grenfell y A. S. Hunt, eds., The Oxyrhynchus Papyri: Part IV (Oxford: Horace Hart, 1904), 4:257 §816. De hecho, ellos afirman que el papiro en cuestión es de “B. C. 6–5” (lo cual en su sistema significa 6-5 a. C., durante el reinado de Augusto; ver lo mismo en Moulton y Milligan, abajo). –
grenfell
[11] La edición original 1611 de la versión King James, por esa razón, representa el griego Iesous como “Iesus.” También John es Iohn, Judea es Iudea, etc. Véase como un ejemplo Marcos 1 (http://www.kingjamesbibleonline.org/1611_Mark-Chapter-1/).

[12] Las versiones judías post-cristianas del Antiguo Testamento Griego – Aquila, Símaco, Teodoción – también usan Iesous para Josué, nuevamente, sin ningún sarcasmo). Los rabinos rechazaron la helenización (la erosión de los valores tradicionales judíos por los griegos), pero no tuvieron ningún escrúpulo al traducir el Antiguo Testamento al griego. Vea por ejemplo en la Misná, Meguilá 1.8: “Rabán Simeón ben Gamaliel decía: no permitieron que los libros (sagrados) fueran escritos sino en griego.” (versión del Valle, énfasis agregado) El comentario del Talmud babilónico sobre este pasaje habla favorablemente de este principio y apunta a la Septuaginta como evidencia.
[13] “…De la quinta [tribu]: Isaac, Jacob, Jesús, Sabateo, Simón y Leví … De la octava: Teodosio, Jasón, Jesús, Teódoto, Juan y Jonatán. …” (versión Diez Macho)
[14] K. W. L. Müller, Fragmenta historicorum Graecorum, 5 tomos (Paris: Didot, 1841-1870), 3:210-44.
[16] El así-llamado Testimonium Flavianum en Josefo Ant. 18.3.3 §63 fue probablemente modificado bajo la influencia cristiana: “Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, si es licito llamarlo hombre, porque realizo grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y muchos gentiles. Era el Cristo. Delatado por los principales de los judíos, Pilatos lo condeno a la crucifixión. Aquellos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, porque se les apareció al tercer día resucitado; los profetas habían anunciado este y mil otros hechos maravillosos acerca de el. Desde entonces hasta la actualidad existe la agrupación de los cristianos.” El hecho de que Josefo llama a Jacobo el hermano de Iesous en Ant. 20.9.1 §200), cuando habla favorablemente de Jacobo, muestra que Josefo usó casualmente el nombre de Iesous para Jesús de Nazaret sin ningún sentido de ironía o insulto, sin referencia a caballos, cerdos, Horus, o Zeus.
[17] Hay un excelente resumen de los datos concernientes a los nombres Josué, Iesous, Yehoshua, y Yeshua en el artículo de W. Foerster, “ ̓Ιησοῦς,” TDNT 3:284-87. Véase también K. H. Rengstorf, “ ̓Ιησοῦς,” Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, ed. Coenen, Beyreuther, Bietenhard, 4 tomos (Salamanca: Sígueme, 1980), 2:378 – “El nombre de Jesús estuvo bastante extendido en el judaísmo de Palestina, así como en el de la diáspora, tanto en la época anterior a Cristo, como en los primeros tiempos de la era cristiana. Según Arist 48 s (s. II a. C; se discute la fecha exacta) lo llevaron dos de los escribas palestinenses que tomaron parte en la traducción del pentateuco del hebreo al griego en Alejandría. Probablemente se remonta aún más atrás en el tiempo, aquel Jesús de la casa de Sirac, que da su nombre al escrito por él compilado (Eclo hebreo: 50, 27; griego: 50, 27 [29]). Flavio Josefo, el historiador judío que vivió en el s. I d. C. y procedía de una familia sacerdotal de Palestina, en su vasto escrito en lengua griega, nombra por lo menos a diecinueve personas que llevaron tal nombre, pertenecientes a la historia antigua y moderna de su pueblo; de ellos, la mitad son contemporáneos de «Jesús, el llamado Cristo» (Ant. XX, 200), a quien también menciona. Hacia comienzos de la era cristiana, el nombre aparece también en numerosos textos judíos no literarios, entre ellos en inscripciones funerarias (p. ej. ZNW 22 [1923] 283: Leontopolis = Tell el Yehudieh al nordeste del Cairo) y en osarios de los alrededores de Jerusalén. Están redactados parte en hebreo o arameo, parte en griego; uno de los arameos contiene el nombre de Yesü’a bar Y’hoseph (Jesús, el hijo de José; ELSukenik, Jüd. Gráber Jerusalems um Christi Geburt, Jerusalem, 1931, 19 s con reproducciones).” El diccionario de Moulton y Milligan provee otros datos, hace casi un siglo, cuál artículo cito – “As showing that the name Ἰησοῦς, the Greek form of the Hebrew Joshua, was widely spread amongst the Jews both before and after the beginning of the Christian era, we may cite such passages as P Oxy IV. 816, the fragment of an account written before the end of i/b.c., where ]ς Ἰσιδώρου καὶ Ἰησοῦς occurs; P Lond 1119a2 (a census-return—a.d. 105) (= III. p. 25) τῆς Ἰ̣ησοῦτος μητ(ρὸς) Τ̣α̣[; and an ostrakon of a.d. 103–4 registering the poll-tax of a Jew described as Σαμβαθίω(ν) ὁ καὶ Ἰησοῦς Παπίου (Archiv vi. p. 220: cf. Meyer Ostr. p. 150 with Deissmann’s note). In the magical P Par 5741233 (iii/a.d.).” Ver J. H. Moulton y G. Milligan, eds., The Vocabulary of the Greek Testament(Grand Rapids: Baker, 1995 [orig. 1914]), 301. Hay algún apoyo en los manuscritos para una lectura alternativa de Mat 27:16-17, que Barabás en realidad se llamaba Jesús también: “¿A quién quieren que les libere, a Jesús Barabás o a Jesús a quien llaman el Mesías?” (v. 16); está incluido en la edición NA-28 del Nuevo Testamento, puesto que “una mayoría del Comité era de la opinión que el texto original de Mateo tenía el doble nombre en ambos versos y que Ἰησοῦν fue suprimido deliberadamente en la mayoría de los testigos por consideraciones reverenciales.” Véase Bruce M. Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament (2da ed.; London; New York: United Bible Societies, 1994), 56, nuestra traducción. También se debería mencionar el artículo por Sawyer y Fabry, “ישׁע,” en Theological Dictionary of the Old Testament, G. J. Botterweck and H. Ringgren, eds., 15 tomos (Grand Rapids: Eerdmans, 1990), 6:441-63, quien muestra que nombres paganos que usan la raíz ysha, salvar, eran usados en culturas paganas muchos antes de Josué; la referencia más temprana conocida es de Ur en 2048 a. C. (443).
[18] Algo similar ocurre con los nombres en inglés que provienen del español (o italiano). Los nombres de los hombres se escriben con una “o” al final – Antonio, Alejandro, Emilio, Fernando, mientras que los nombres de las mujeres pueden ser escritos con una “a” – Antonia, Alejandra, Emilia, Fernanda. En español, la tragedia de Shakespeare se llama “Romeo y Julieta,” ¡donde queda bien claro cuál es el hombre y cuál la mujer!
[19] En el mismo orden de ideas, muchos nombres griegos femeninos terminan con un sonido de “a” – en la mitología griega, Hera, Atenea, Atalanta; en el Nuevo Testamento, Junia [forma correcta de la mujer en Rom. 16:7], Julia, Lidia, Evodia, Priscila.
[20] ¿Y quién sabría lo que las palabras semíticas “Aleluya” o “Amén” o “Hosanna,” “Maranata” o “Rabí” o “Corbán” significan – palabras que fueron transliteradas directamente al Nuevo Testamento Griego – a menos que alguien le dijera?
[22] J. C. J. Metford, Dictionary of Christian Lore and Legend (ed. rev.; London: Thames and Hudson, 1991), 126, nuestra traducción.
[23] Les Aron Gosling, “‘Yeshua’ or ‘Jesus’ – Which?” Biblical Research Institute, 1996, nuestra traducción.
[24] Entre los creyentes mesiánicos de habla inglesa, con respecto a la vocal final pataj, ellos hacen la cosa típica del inglés y mascullan (la palabra técnica es “reducen”) el sonido final a shwa (ᵊ), el sonido corto “uh”, cuando el sonido hebreo es “ah”; y segundo, ellos pronuncian incorrectamente la primera sílaba como “Yeh” cuando debe ser “Ie” (Ie-SHU-a es correcto).
“¿Yeshua? ¿Iesous? ¿Jesús? ¿Alguna otra forma? ¿Quién está en lo correcto?” por Gary S. Shogren, PhD, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica