Hace pocos días el tema del “hablar en lenguas” se hizo muy popular en mi país. Al observar las diversas reacciones que el tema provocó y notar la gran desinformación bíblica que tiene un gran número personas sobre el asunto, ignorancia que les ha llevado a la burla de quienes las hablan ; y lo más peligroso aún para ellos,a mofarse del Espíritu Santo, Quien es el Dador Sobrenatural de estos gloriosos dones a los hombres que le creen,es que pensé que sería bueno para todos aportar un poco del conocimiento bíblico que nos dan las Sagradas Escrituras sobre el particular. Veamos :
“El que viene tras mí (Jesús) cuyo calzado
yo no soy digno de desatar, El es más poderoso que yo;
El os bautizará con Espíritu Santo y fuego”.
Mateo 3: 11.
EL ESPÍRITU SANTO Y SU OBRA
El Espíritu Santo es Dios. Él es la Tercera Persona de la Santa Trinidad de Dios. La vida de Jesucristo estuvo totalmente equilibrada porque dependió siempre de Él.Su relación con el Espíritu fue armoniosa y estrechamente ligada. Jesús, vivió una vida santa, Su cuerpo y mente nunca permitieron nada que afectara la relación con el Espíritu. Jesús nunca le contristó; el Espíritu Santo permanentemente estuvo con Jesús y fluyó constantemente con Él. El Espíritu Santo es, tristemente, la Persona ignorada en la Iglesia y en el mundo, pero es Él, el Ejecutivo de la Trinidad. Él es el Consejero y Edificador del pueblo de Cristo.
El Espíritu Santo es el Edificador de la Iglesia en el presente tiempo. Él es el que convence al hombre de justicia, de pecado y de juicio. Él es Quien en realidad nos lleva a entender Quién es Jesús. Amén.
El Espíritu Santo es una Persona (Dios) amorosa, dulce, hermosa, y sumamente cariñosa. Él es Alto y Sublime, es Dios mismo.
Él puede manifestarse de maneras sorprendentes y diferentes. Él puede manifestarse a través de las circunstancias; puede revelarse y darse a conocer al hombre en diversidad de tiempos, experiencias, ocasiones y formas. Él es Soberano. Amén. Su propósito al revelarse a nosotros es que lo “Conozcamos a Él como nuestro Consolador” (Paracleto en griego). Aleluya.
El Espíritu Santo se revela en la Biblia como una Persona Santa; Él posee cualidades que determinan la personalidad:
1- Intelecto (piensa)
“Lo cual también hablamos, no con palabras ensenadas por humana sabiduría, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. I Corintios 2:13.
2- Emociones
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. Efesios 4:30.
3- Voluntad
“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu repartiendo a cada uno en particular como El quiere”. I Corintios 12:11.
El Espíritu Santo, actúa como una persona, veamos:
1- Él habla
“Y mientras Pablo pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí tres hombres te buscan”. I Timoteo 4:1.
2- Él Consuela
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñara todas las cosas y os recordará lo que os he dicho”. Juan 14:26.
3- Él guía o dirige
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. Romanos 8:14.
4- Él testifica
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”. Romanos 8:6.
5- Él se enoja
“Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu”. Isaías 63:10.
6- Él ayuda
“Y de igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad,...”. Romanos 8:26.
7- Él enseña
“Y enviaste tu buen Espiritu para enseñarles,...”. Nehemías 9:20.
Al Espíritu Santo se le puede tratar como si fuese una persona y obtener respuesta de Él como la de una persona, no de una fuerza.
Se le puede obedecer (Hech. 10:19-21 ); se le puede intentar mentir (Hech. 5:3), se le puede constristar (Efesios 4:30), se le puede blasfemar (Hech. 12:31), se le puede resistir (Hech. 7:51 ) y se puede tener intimidad con Él.II Cor. 13:14).
Pero así como descubrimos que el Espíritu Santo no es una fuerza, sino una Persona, también la Biblia nos enseña que Él es Dios. Amén.
Él es Eterno (Hebreos 9.14), Omnipotente (Job 33:4), Omnipresente (Salmo 139:7-11) y Omnisciente (Isaías 40:13-15). Las Sagradas Escrituras le atribuyen “Atributos Divinos”, reconociendo su Deidad. Aleluya.
Jesús habló de Él en el Nuevo Testamento, llamándole el Consolador: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de Verdad...”Juan 14:16-17.
Esta expresión Consolador viene del término griego “Parakletos” que significa: “uno llamado a estar al lado de”. Esto implica que Jesús enviaría al Espíritu Santo para estar al lado nuestro y ayudarnos en nuestro caminar.
Por eso es que su labor o funciones son las de un “amigo verdadero”, las de un “ayudador”.
1- Él nos guía y dirige a toda verdad. Juan 16:13.
2- Él nos enseña. Juan 14:26.
3- Él nos revela a Jesucristo. II Cor. 3:18.
4- Él nos redarguye de pecado. Hechos 2:37.
5- Él nos da poder para testificar. Hechos 4:31.
6- Él nos inspira. II Pedro 1:21.
7- Él nos limpia y santifica II Tesalonicenses 2:13.
8- Él nos perfecciona. Filipenses 1:6.
9- Él nos transforma de gloria en gloria. II Cor. 3:18
10- Él nos da poder y Sus dones. I Corintios 12:411 .
11- Él nos faculta para obrar milagros. Hebreos 2:4.
12- Él nos prepara para la Venida de Jesús. Efesios 4:30.
La Biblia es un libro lleno de símbolos que expresan maravillosas verdades de la revelación de Dios al hombre. Con respecto al Espíritu Santo; el Padre Dios, nos habla de Él a través de figuras que expresan con claridad Su Obra y Función. Algunos de ellos son:
1- La Paloma
“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendió como paloma, y venía sobre El”. Mateo 3: 16.
2- El Viento
“El Espíritu de Dios me hizo y el soplo del Omnipotente me dio vida”. Job 33:4.
3- El Candelabro de Oro (tipo de la luz del Espíritu).
Este fue puesto en el Lugar Santo como única fuente de luz para iluminar el caminar de los sacerdotes. Éxodo 25: 31, 32, 36 y Efesios 1:17-18.
4- El Aceite (tipo de la unción)
“Pero vosotros tenéis la unción (aceite) del Santo (Espíritu), y conocéis todas las cosas”. I Juan 2.20.
5- El Vino
“Porque estos no están ebrios como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne”. Hechos 2:15, 16 y 17.
6- El Fuego
“El os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Mateo 3:11.
Lo más extraordinario de la justificación y salvación que Jesús provee para nosotros es que nos hace Templos del Espíritu Santo, morada del Dios Viviente.
Somos lavados en Su Sangre, regenerados por Su Espíritu para ser llenos de Su Poder, bautizados en el Espíritu Santo para testificar al mundo del Amor de Dios en Cristo. Por eso Jesús al prometerle a sus seguidores al Consolador, estaba anticipando no sólo Su muerte en la cruz por el pecado, sino también Su victoria y Resurrección. Esto implicaba que el ser humano transformado iba a recibir con esta Promesa del Padre, a la Persona del Espíritu Santo, para llenarlo y capacitarlo para hacer las mismas obras y milagros de Jesús por todo el mundo. Amén.
La Promesa del Padre querido amigo es una Persona,
el maravilloso Espíritu Santo de Dios.
LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
Y hecho este estruendo, se juntó la multitud: y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad ¿No son galileos estos que hablan?
¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua, en la que hemos nacido?
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Sirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
PRIMER DISCURSO DE PEDRO
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Porque estos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños, y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré mi Espíritu y profetizarán.
Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Hechos 2:1-21.
El Bautismo del Espíritu Santo
Una vez que hemos comprendido que la Promesa del Padre; la que Jesús mencionó a sus discípulos, es La Persona del Espíritu Santo, estamos listos para recibir Su bautismo y muchas llenuras de Su Poder. Amén.
Después de resucitar Jesús se apareció a sus discípulos durante 40 días, enseñándoles acerca del Reino de Dios (Hechos 1:3). Él les enseño que antes de estar listos para anunciar a Las Naciones el Evangelio de Cristo, necesitaban una nueva y gran experiencia. Ellos necesitaban ser sumergidos (bautizados) o llenos a plenitud en el Espíritu Santo.
“Y estando juntos, los mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la Promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”. Hecho 1:4-5.
Este bautismo fue predicado por Juan al señalar a Jesús como el que bautizaría en Espíritu Santo y fuego. (Mateo 3:1 1).
Jesús fue crucificado en la Fiesta de la Pascua y resucitado en el primer día de la semana (domingo); a los cincuenta días de este glorioso evento, el Espíritu Santo descendió sobre la tierra. En el día de Pentecostés (50 días de la Pascua), el Espíritu fue enviado por el Padre para cumplir la Promesa y todos los discípulos “fueron llenos del Espíritu Santo”. (Hechos 2:4). El Espíritu se manifestó de una forma sobrenatural y abrió la puerta a la Iglesia hacia lo sobrenatural. Los discípulos comenzaron a hablar en otras lenguas no aprendidas por ellos, según el mismo Espíritu les daba que hablasen. Aleluya.
Para entrar al Reino de Dios, uno debe nacer de nuevo; para entrar en la sobrenaturalidad del Reino, uno debe ser lleno del Espíritu.
El hecho de haberse convertido a Cristo y haber nacido otra vez, no nos confiere la llenura del Santo Espíritu automáticamente. En Hechos 8, las personas entregaron sus vidas a Cristo, pero necesitaron que los Apóstoles les impusieran las manos para recibir el bautismo del Espíritu Santo. Gloria a Dios.
En el caso de Saulo de Tarso (el apóstol Pablo), según Hechos 9, primero él dio su vida a Cristo, luego, Ananías le impuso las manos para que recibiera el Espíritu Santo. Hay una diferencia clara entre la conversión (nuevo nacimiento) y la llenura (bautismo) en el Espíritu Santo. Ambas cosas, conversión y llenura, pueden suceder al mismo tiempo. Este es el caso de Cornelio y su casa. El creyó a Jesús por el mensaje de Pedro y al creer, el Espíritu Santo cayó sobre él y lo llenó con Su poder junto a su familia (Hechos 10).
Jesús dejó en Sus enseñanzas muy claro que hay diferentes manifestaciones del Espíritu. La regeneración por el Espíritu (nuevo nacimiento o conversión) y el bautismo del Espíritu son obras distintas. Ser bautizado en el Espíritu no es un requisito para la salvación o para ir al cielo. Es ofrecido a los que creen. (Hechos 2:38).
Pero si es un requisito para operar en el poder sobrenatural de Dios. (Hechos 1 :8).
Existe una exigencia divina para ser lleno del Espíritu Santo, el candidato para ser bautizado del Espíritu, si debe haber nacido de nuevo;él debe ser creyente en el Señor Jesucristo. Amén.
La llenura o bautismo del Espíritu está reservada para los que conocen a Jesús como Su Salvador. (Marc 16:15-18).
El Bautismo en el Espíritu Santo es un regalo de Dios, es gratuito, debes recibirlo por fe; hoy no hay que esperan varios días como los primeros discípulos en Jerusalén. La espera de ellos era el mandato inicial; el Espíritu vino y ahora no hay que esperarlo; Él está aquí.
En el libro de los Hechos, capítulo 2, vemos como el Espíritu Santo se derramó sobre discípulos judíos (israelitas), pero en el capítulo 10, en casa de Cornelio, se derramó sobre los gentiles (no judíos). Esto mostró que el Plan Divino es llenar a todo hombre que crea en Jesús, sin importar su nacionalidad. Aleluya.
“Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios”. (Hechos 10: 45-46).
El Bautismo del Espíritu Santo no es un mero concepto; no, es una experiencia y como tal, tiene una evidencia clara de que es una experiencia que le ha ocurrido a un cristiano. La evidencia inicial del Bautismo del Espíritu Santo,tanto para judíos (Hechos 2) como para gentiles,fue EL HABLAR EN OTRAS LENGUAS : “y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban”. Hechos 19:6. A las lenguas, se sumó en ellos, la profecía. Amén.
PERSONAS QUE RECIBIERON EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO EN EL NUEVO TESTAMENTO
1- Jesús: Mateo 3:13-17, Lucas 4:18-19.
2- Los Apóstoles y los discípulos en el Aposento Alto. Hechos 2:1-13.
3- Los samaritanos bajo la predicación de Felipe. Hechos 8:1-25.
4- Saulo de Tarso (Pablo) Hechos 9:1-17.
5- Cornelio y su familia. Hechos 10:1-48.
6- Los efesios ante la ministración de Pablo. Hechos 19:1-6.
¿ PARA QUÉ DEBEMOS SER LLENOS O SUMERGIDOS POR EL ESPÍRITU SANTO ?
1- Para ser verdaderos testigos de Cristo. Hechos 1:8; 4:29-31.
2- Para tener la señal de un verdadero creyente. Marcos 16: 18.
3- Para ser buenos líderes en la Iglesia. Hechos 6:1-7.
4- Para tener un ministerio poderoso al Cuerpo de Cristo. Hechos 9:17-18.
5- Para interceder como conviene (orar) I Cor. 1 4: 14-15; Rom. 8:26-27.
6- Para adorar guiado por el Espíritu. I Cor. 14:14-15, Hechos 2:11.
7- Para adorar como agrada al Padre. Juan 4:15-17.
8- Para recibir el Poder de Dios. Hechos1:8.
9- Para caminar en la sobrenaturalidad de Dios. Juan 14:12.
SÍMBOLOS DEL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1- El Aceite de la Santa Unción (Éxodo 30:22-33)
Este se usaba para ungir (frotar con aceite, mojar) todo lo que se consagraba para el Servicio de Dios; en especial a los sacerdotes del orden (familia) de Aarón. Esto era un símbolo maravilloso.
A- El Aceite representaba la llenura del Espíritu y la necesidad de que todo instrumento (humano) de la Casa de Dios, sea lleno de Él.
B- El derramamiento del aceite sobre los sacerdotes antiguos simbolizaba que los sacerdotes del Nuevo Testamento (todos los creyentes según Apocalipsis 1:6) fueran llenos del Espíritu Santo.
C- El Aceite de la unción sólo podía aplicarse a sacerdotes. Esto habla de que la llenura del Espíritu sólo es para creyentes. Amén.
2- La llenura del Espíritu Santo en el paso del Jordán
El paso de Israel por el Río Jordán hacia la Tierra Prometida simbolizó el bautismo del Espíritu Santo para la Iglesia, como algo necesario para vivir victoriosamente.
A- Pablo dijo que el paso por el Mar Rojo era un símbolo del Bautismo en Agua.
B- El paso por el Río Jordán bajo dirección de Josué, representó la llenura del Espíritu, necesaria para tomar posesión de la Tierra Prometida (victoria) espiritualmente hablando. Josué 3: 14-17.
En el “Bautismo en el Espíritu Santo, el creyente recibe la evidencia inicial del mismo, al HABLAR EN OTRAS LENGUAS . Junto a este regalo de Dios, muchos creyentes profetizaron; lo cual indica que pueden tener otras manifestaciones más. Es importante señalar que el “HABLAR EN LENGUAS” , edifica el creyente y le hace hablar misterios con Dios que fortalecen su hombre interior.
Por eso el HABLAR EN LENGUAS debe ser una práctica continua cada día para el creyente, esto nos capacitará para ser usados con otros dones del Espíritu (profecía, milagros, fe, sanidades, etc.).
Pablo exhorta a los cristianos a ser llenos del Espíritu cada día, esto es tener un bautismo y muchas llenuras del Espíritu Santo . “No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución; antes sed llenos del Espíritu,...” Efesios 5:18.
Ese bautismo debe ser ministrado al creyente con paz y suavidad. Nadie debe ser forzado ni manipulado para recibirlo. Los apóstoles imponían las manos a la gente y eran llenos, pero también Dios los llenaba sin que nadie los tocara; Él nos llenará soberanamente. Amén.
ORACIÓN PARA RECIBIR “ LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO ” HOY
Oh Espíritu Santo, Consolador Bendito, quiero invitarte con todo mi corazón a llenarme con Tu poder. Sumérgeme en Tus Aguas vivas, bautízame con Tu infinito poder.
Dame de Tu potencia y de Tus dones. Tómame y lléname cada día, quiero ser bautizado de Tí.
Dame de Tus LENGUAS DE FUEGO, dame de Tu gloria y tómame para ser testigo de Tu Gracia.
Señor Jesucristo, Tú que bautizas en Espíritu Santo y fuego, Tú que eres mi Señor, Redentor y Bautizador, bautízame con Tu Espíritu Santo. Aviva la llama que hay en mí y enciende mi pasión por Tu Presencia.
Toma mi lengua, mi mente y todo mi ser y lléname de tu Espíritu Santo.
Yo te adoro Señor, te exalto y te glorifico...y recibo de Ti mi gran bendición.
¡ Amén y Amén !