LO SUBLIMINAL QUE NOS ATA
Por: Mirenllelí Ortiz García
“Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2nda Corintios 11:14)
Estamos viviendo en unos tiempos en donde muchos ignoramos ciertas cosas que de ser ignoradas pueden ser perjudiciales para nuestra vida espiritual. Ciertamente, olvidamos que el enemigo de las almas tiene una labor incesante y que está por el mundo buscando a quien matar, engañar y robar, siendo llamado el “dios del mundo” (2nda Corintios 4:4). Esto que el enemigo hace, esos ataques o dardos de fuego son lanzados de diversas direcciones. Muchas personas no perciben estos ataques que son efectuados con la mera intención de desviar nuestra mirada o enfoque en Dios y de hacernos resbalar. Son estrategias malignas y que resultan en muchos casos cuando no estamos con la mirada puesta en la roca incorruptible e inmovible que es Cristo.
A través de los años hemos visto como el enemigo busca maneras disimuladas para adentrarse a nuestra mente. El usa lo subliminal, se disfraza de ángel de luz como bien dice la palabra de Dios. Muchas de las cosas que para nuestra vista y oídos parecen inofensivas, están cargadas de estos mensajes subliminales del enemigo. No es algo que sea muy obvio a simple vista, pero cuando buscamos los orígenes o los propósitos reales de eso que vemos, quedamos sorprendidos y muchas veces defraudados.
Hemos visto que los medios cada vez más acaparan las masas y miles de personas diariamente tienen contacto con ellos. Los medios como: la tv, la radio, los periódicos y el internet son vistos por millones de personas, pero, ¿qué se esconde detrás de estos medios?, ¿qué moviliza a estos medios a querer actuar de una manera controladora o manipulativa? Vemos como la tv, está llena de programas y de anuncios con mensajes de doble sentido y de dudosa moralidad, escuchamos en la radio programación en donde se expresan temas que no son aptos para los oídos de nuestros niños y mucho menos aptos para nosotros (aún así son los de mayor audiencia), vemos a diario periódicos bañados de sensacionalismo amarillista y cargados de morbo, porque esto vende. Entonces, ¿qué moviliza a estos medios? . La realidad es esta, y es la codicia, el deseo de obtener beneficios o ganancias al tratar de controlar o bombardearnos con mensajes escondidos.
Sepan esto, y es que lo primero que enseñan en las clases de comunicaciones y mercadeo es a usar la sicología para acaparar sectores e identificar a los consumidores (esto es tú y yo). Constantemente, las corporaciones están contratando sicólogos, sociólogos y expertos en mercadeo y relaciones públicas, para analizar el mercado o posibles nuevos mercados. A base de estos estudios es que ellos hacen y realizan sus campañas y vemos que cada día más, estas van llenas de mensajes subliminales y ocultos que apelan a mucho más que a comprar el producto que se vende sino que apelan a otras áreas morales; apelan hasta a la sexualidad en desmedida y a una conducta antimoral. ¿Qué sucede cuando los que están a cargo de estas corporaciones no tienen una base cristiana y moral? Lamentablemente, vemos como el enemigo utiliza ampliamente estos sectores y medios para llenar nuestra mente de tal vez, estos mensajes que nadie ve como negativos a menos que analicemos con profundidad o pidamos discernimiento de Dios.
La música es otro elemento muy bien utilizado por el enemigo para repetitivamente llenarnos la mente de pensamientos negativos o pensamientos poco morales. Tengamos esto bien claro, si Dios se mueve en la alabanza y en la música con mensaje edificante, ¿qué se mueve cuando la música no es de Dios o no es de edificación? Realmente, lo que se movería en ese entorno no sería de Dios. El enemigo antes de ser quien es ahora, era un querubín, fue creado un ángel protector y también tenía el talento y la responsabilidad de ser el músico principal en la gran corte celestial. Se dice del enemigo en las escrituras que él era por decir así un ángel musical” pues de él brotaba la música, en esencia él era un instrumento y esa música que el ejecutaba nacía con excelencia de él y era hermosa para Dios. Tal vez por esto, se llenó de soberbia queriendo recibir gloria, honra y honor al tratar de igualarse a Dios; y esa soberbia, lo llevó a cometer una rebeldía en contra de Dios; recibiendo como paga el destierro del cielo. Pero, ahora anda por el mundo y si bien conoce la música, sabe el poder que tiene está en el ámbito espiritual. Así que no está demás decir, que tenemos que estar vigilantes y apercibidos de lo que entra no sólo por nuestros ojos sino también por nuestros oídos.
¿A quién le servimos con lo que vemos y escuchamos? ¿Qué mensaje recibimos a través de los temas que vemos o escuchamos? ¿Son de edificación a nuestra alma o tienen un mensaje cargado de negatividad? Lo que vemos o escuchamos repetitivamente se queda grabado en nuestro subconsciente y tiene repercusiones grandes sobre nuestro ser. Tengamos en cuenta que la primordial batalla del enemigo la tiene en nuestra mente. Es ahí donde él logra entrar con mayor facilidad y es donde empieza a llenarnos de pensamientos negativos y de tentaciones. Muchas veces, creemos que son pensamientos nuestros y la realidad es que son puestos en nuestra mente por el mismo enemigo para que al hacerlos nuestros pensamientos y a darlos por ciertos perdemos terreno en nuestra fe y se le hace mucho más fácil atacarnos en otras áreas. Recordemos, que el usa la mentira para envolvernos, decimos en la mente: “eso no es nada malo”, “nadie se enterará”, “sólo será por esta vez”, “esas son exageraciones puedo hacerlo si soy libre”, y muchas otras cosas más que vienen a la mente acompañadas de la tentación, sepa que en esa hora está siendo bombardeado por el enemigo y es momento de caer en cuenta de quién le está atacando y activar su fe como escudo y usar la palabra de Dios como espada para combatir ese ataque mental.
Les exhorto a que evalúen en su hogar, ¿qué cosas está dejando entrar al mismo que pueden de alguna manera llevar un mensaje subliminal erróneo, anti moral a la mente en el que pueda afectar a los suyos y hasta a usted mismo? De hecho, hace poco tuve que echar a la basura una figura decorativa de mi hogar. La razón de esto, es que descubrí a través de un documental que esta figura no era tan decorativa era procedente de África y era utilizada en rituales y ceremonias paganas en una tribu en la que se daba una niña para que fuera violada por todos los hombres de esa tribu. Demás, está decirle, mi sorpresa y mi disgusto al conocer la verdad detrás de esa decoración. Así hay muchas cosas en nuestro hogar que a simple vista parecen inofensivas pero cuando rebuscamos su origen vemos que es algo que no procede de Dios ni es usado como Dios pensaría fuera correcto. Así vemos con ciertas vestimentas, amuletos, accesorios, adornos, que tienen significados dentro del ocultismo o de celebraciones paganas y los tenemos en nuestros hogares de adorno. ¿A quién estamos evocando con este tipo de cosas? Ciertamente, no es a Dios. Hay muchas cosas que tal vez por falta de conocimiento ignoramos y de alguna manera u otra el enemigo aprovecha para usarlas y atarnos más a sus artimañas. No seamos “marionetas” del enemigo, despertemos del letargo y del sueño y abramos nuestros ojos espirituales, pidiendo siempre discernimiento de Dios para diferenciar lo que es correcto a lo que no es correcto. Recordemos que “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (Efesios 6:12)
Seamos proactivos y no seamos reactivos. Ya conociendo cuales son las artimañas del enemigo, seamos vigilantes y cautelosos ante este. No con temor a él porque quien está con nosotros es más poderoso que ese ser (1era Juan 4:4), pero teniendo en cuenta que sus ataques son reales y que con la oración (comunicación con Dios), el ayuno (entrar en un tiempo de comunión plena con Dios sometiendo la carne al espíritu), la lectura de la Biblia (conocer y educarse sobre la palabra de Dios que es viva y eficaz en todo tiempo), así como congregarse con otros hermanos en la iglesia (para obtener el pan de vida que es la Palabra de Dios); podemos combatir estos ataques de manera pro activa y conocerle de lejos antes que se acerque a nuestra morada. Resistamos al enemigo sometiéndonos a Dios y acobijándonos fielmente en El y en Su poder. (Santiago 4:7)