El Poder de la Sangre de Cristo #3
La sangre que brotó de la cabeza de Cristo nos libertó de la maldición de la ley. Hoy podemos vivir una vida de libertad y abundancia, gracias a esa corona de espinas.
Juan, 19:2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura;
Mat 27:28-31 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,
y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
La maldición de la desobediencia incluye las espinas…
Gén 3:16-18 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
Ninguna maldición viene de la nada…
Pro 26:2 Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo,
Así la maldición nunca vendrá sin causa.
Señales de una maldición:
1. Problemas mentales o emocionales
2. Enfermedades crónicas que se repiten
3. Esterilidad
4. Rompimientos matrimoniales o una tendencia a tener problemas familiares
5. Una continua insuficiencia financiera
6. Tener una tendencia a sufrir accidentes
7. Un historial de familiares con tendencias suicidas
La Maldición detiene todo mover de Dios…
Jos 7:10-13 Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros.
Si la maldición viene por el pecado, Dios nos dio un remedio para ello…
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Pro 28:13
El único sacrificio que nos libera de la maldición es el de Cristo…
Heb 10:3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Heb 10:12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
La Sangre de Cristo puede deshacer toda maldición en nuestra vida…
1 Juan 1:5-7 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Ya el precio de nuestra maldición fue pagada en la Cruz por la Sangre de Cristo…
Gál 3:13-14 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
El decreto de maldición anulado…
Col 2:13-15 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.