¿Acaso tienes un área coja que te impide caminar?, ¿tu vida de oración se reduce a la raquítica tarea de hilvanar 2 o 3 frases sin sentido, antes de quedarte dormido?, ¿tu comunión con el Señor es nula?, ¿estas a la puerta, sabes todo lo que pasa dentro de la iglesia pero también sabes lo que ocurre fuera?, ¿vives en la mitad como un cristiano nominal?, ¿sabes demasiado para considerarte un inconverso, pero no lo suficiente para ser un santo?, ¿vives en santidad un poco, pero también pecas un poco?, ¿alabas al Señor y también maldices otro poco, levantas tu vista al cielo otras veces, pero tus ojos son vagabundos en ocasiones?
Cojo del alma, minusválido espiritual, lisiado ministerial, paralitico del corazón a causa de un estúpido hábito oculto y la horrible sensación de que Dios ya no te quiere recibir.
¡le dije al Señor que vino a verlo pero dice que ya no puede recibirlo, usted es demasiado inmundo para presentarse aquí!¡Lo siento!,
LO OCULTO ARRUINANDO LO PÚBLICO.
Si te sientes identificado tengo algo que decirte, puedes excusarte que no lo puedas lograr, puedes excusarte que ese habito te domina por completo…
¡PERO DIOS TIENE UN ESCUADRÓN DIFERENTE!
Un escuadrón de agentes que se levantan una y otra vez, sus métodos son diferentes pero resultan, no tienen mentalidad del montón, son únicos en su estirpe, con licencia para atar demonios, es la fuerza especial en combate contra los ejércitos invasores, combatientes espirituales en estado de alerta, la fuerza de choque del nuevo siglo.
Un escuadrón para las líneas de vanguardia, una división armada y peligrosa que pone las reglas, violentos espirituales que solo pelean en las ligas mayores, la peor pesadilla del infierno que jamás se haya levantado, un ejército de intocables al servicio del general de generales, agentes de ultra espionaje espiritual en el campo enemigo, una brigada de ancianos, hombres, mujeres, jóvenes, señoritas y niños entrenados para ganar.
Una fuerza que desconoce la palabra derrota, los únicos capaces de descender al mismo infierno y desafiar al enemigo.
Combatientes que no esperan que las cosas ocurran, sino ellos son las circunstancias, un ejército que entra en escena inesperadamente, soldados sin margen de error, agentes con una sola consigna evangelizar o morir, retroceder nunca, rendirse jamás, soldados en alerta roja que viven en el ojo del huracán, no hay una tercer opción.