Amados, Los tiempos espirituales que estamos viviendo marcan una guerra de decretos en Iberoamérica
"Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz." Eclesiastés 3:8
El decreto es una ley emitida por la máxima autoridad de gobierno de un país; tiene poder para establecer autoridad y reglamentos a obedecer por un pueblo.
En los tiempos bíblicos de la Reina Ester hubo un decreto Real que apoyaba el genocidio de la raza hebrea. Este crimen era inevitable ya que estaba apoyado por las leyes del Reinado de ese entonces y ejecutado por el Primer Ministro cuyo nombre era Aman. Era toda una maquinaria diabólica que perseguía borrar del mapa de la Historia a la simiente de Abraham. Pero Dios fiel a su promesa dirigió estratégicamente a un intercesor; que buscaba el bienestar de su pueblo; su nombre: Mardoqueo. A su vez Mardoqueo llamo al corazón de la Reina Ester para que se vuelque en el amor por su verdadera identidad a salvar el pueblo Hebreo. Todo esto se concreto con un AYUNO NACIONAL solicitando la intervención del Altísimo.
En los tiempos actuales en el mundo espiritual hay un primer ministro de maldad sobre todo Iberoamérica que ha decretado muerte sobre niños que tienen que trabajar en alta horas de la madrugada en las calles de las ciudades; sobre ancianos abandonados por un sistema de seguridad social corroído por la corrupción; sobre jóvenes inocentes empujadas a la prostitución juvenil; sobre jóvenes sedientos de paternidad pero envueltos en pandillas y drogas debido al éxodo de sus padres a otros países donde pueden trabajar; sobre infantes que no tienen cuidado pediátrico debido a que el hospital se quedo sin recursos por causa de la injusticia social.etc, etc, etc....
Donde abunda el pecado sobre abunda la gracia y es ahí donde Espíritu Santo esta llamando a los hijos de Dios como Mardoqueos para que levanten a la Iglesia Ester la cual determinará la salida en el Nombre de Jesucristo de todo este genocidio. Esta Iglesia Ester es diferente y tiene carga no por su propio reino sino por el Reino de los Cielos y todos sus habitantes; esta Iglesia esta equipada para contra decretar en el Espíritu Santo y en el poder del Nombre de Jesucristo toda la estructura de maldad impuesta sobre el Continente Iberoamericano.
"Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz." Jeremías 29:7
En nuestra propia vida como Iberoamericano este decreto nos afecta en el mundo espiritual y por ende en lo natural. Las buenas nuevas son que en Jesucristo esta abierto un nuevo tiempo y un nuevo comienzo para establecer un horizonte lleno de fe y esperanza donde nuestros sueños espirituales se conviertan en testimonio. Pero para esto se hace necesario caminar en la revelación de quienes somos en el Señor Jesucristo y como en El podemos ser entrenados apostólicamente para decretar que las promesas del Altísimo se manifestaran en nuestras Naciones y sus aparatos productivos; para decretar que gobiernos de las Naciones caerán rendidos ante el modelo financiero establecido por la gracia abundante que solamente hallamos en el Mesías Jesús.
Son tiempos de aprender que ni el capitalismo ni el socialismo son la respuesta al hambre; son tiempos de entender que el hambre es un ESPIRITU DE JUICIO; son tiempos de discernir que Dios bendice la tierra y su fertilidad en base a las acciones de sus habitantes; son tiempos de huir de un falso evangelio gnóstico que enseñó que lo espiritual y lo natural están separados y escapar al evangelio de Jesucristo quien en su sangre nos enseño que Cielo y Tierra se reconcilian para mostrar la manifestación de oración y ayuno del pueblo del Señor.
Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. Salmos 2:7-8, AMÉN!!! (para entendidos)