lunes, 28 de septiembre de 2015

Abusos y bendiciones del Movimiento Apostólico Contemporáneo: Apostol Joseph Mattera (traducido al español por Margi Spencer)

Como alguien que ha sido parte del Movimiento Apostólico desde 1989, he visto lo bueno, lo malo y lo feo. Dicho esto, creo que todos los dones del ministerio quíntuple mencionados en Efesios 4:11 siempre han estado presentes a lo largo de historia de la iglesia (los líderes estaban funcionando en estos aspectos, usando estos títulos o no) . En consecuencia, he conocido a muchos líderes que legítimamente funcionaban en el liderazgo apostólico y he conocido a muchos que han utilizado el título sin frutos apostólicos y legitimidad. (Por ejemplo, yo he tenido la suerte de conocer y trabajar con muchos líderes apostólicos pendientes y legítimos en la Reforma Apostólica como John Kelly, C. Peter Wagner, Ron Cottle, Bill Hamon, Emanuele Cannistraci, Harry Jackson;, todos con los que sirvo en el consejo de ICA; y muchos otros demasiado numerosos para mencionarlos en este artículo, no sólo en los EE.UU. sino por todo el mundo.) (Con la frase ”liderazgo apostólico” me refiero a un líder que funciona en el don del ministerio del apóstol mencionado en Efesios 4:11)

Al examinar las Escrituras podemos decir muchas cosas con respecto a las señales de los verdaderos apóstoles. Pero hoy me estoy refiriendo a un líder que maneja una red de iglesias y/o lidera una poderosa iglesia apostólica con bastante influencia en su comunidad. Por otra parte, las iglesias apostólicas también tienden a satisfacer muchas de las necesidades prácticas de sus comunidades, como enviar líderes a plantar iglesias o enviar líderes al campo de los negocios para transformar la sociedad.
Las siguientes son algunas de las bendiciones de reconocimiento del liderazgo apostólico:
1. Cuando reconocemos el título también podemos liberar más fácilmente la función.

Algunos de los que favorecen el uso del título de “apóstol“ dicen que tenemos que reconocer a los apóstoles de la misma manera que necesitamos reconocer a los militares por sus uniformes, títulos y grados para poder permitir sus funciones. No tener el título causa confusión en la cadena de mando, así como entre la población civil , ya que no se sabe quién es el responsable por hacer cumplir las leyes del país y protegernos.

2. El reconocimiento de la Sede Apostólica sólo permite la designación del Ministerio Quíntuple del Nuevo Testamento.

Algunos defensores de la utilización del título de “apóstol” dicen que la expresión más pura del Cuerpo de Cristo en la historia de la iglesia fue la iglesia del primer siglo, la comunidad que reconocía los dones ministeriales de Efesios 4:11. Si eso fue lo suficientemente bueno para Jesús y para la iglesia primitiva, debería ser necesario para nosotros si queremos cosechar el mismo tipo de fruto.
3. Reconocer el ministerio apostólico también puede ayudar a marcar el comienzo de una nueva reforma apostólica.

Algunos defensores de la Sede Apostólica dicen que es evidente que la vieja manera de hacer las cosas a través de denominaciones jerárquica ha muerto o esta al morir (con la excepción de las denominaciones pentecostales como las Asambleas de Dios, la mayoría de las denominaciones están en declive). Al reconocer el ministerio apostólico, podríamos acelerar aún más la reforma apostólica que se basa en la galvanización del pacto, las asociaciones voluntarias de pastores y líderes de las regiones, independientemente de las afiliaciones confesionales para alcanzar a las ciudades y las naciones.

Esta reforma reconoce a los líderes visionarios en cada región que Dios ha ungido para unir el Cuerpo de Cristo y proporcionar el cambio social. A menudo, los obispos denominacionales y/o los superintendentes son gente sólo dotadas como administradores sin capacidad de liderazgo para impulsar a las iglesias en la ciudad o la nación. El reconocimiento del liderazgo apostólico (independientemente de su afiliación denominacional) puede eliminar este bloqueo y desatar la autoridad y el poder del Reino de Dios en una ciudad.

4. Redes apostólicas son algunos de los movimientos más grandes de la expansión del cristianismo en la tierra hoy dia.

Al examinar lo que ocurre en Asia, África y América Latina vemos que la mayor expansión de la iglesia de hoy proviene del liderazgo apostólico y de sus redes de iglesias que están produciendo grandes movimientos. Así, la gran expansión actual y mundial de la iglesia no está siendo llevada a cabo por las denominaciones tradicionales. Incluso cuando se trata de denominaciones que suelen cooperar con visionarios apostólicos que pueden o no pertenecer a la denominación.

5. Esto ayudará a la Iglesia a expandirse desde ser local hasta ser extra- local, porque la naturaleza de la Sede Apostólica es de enviar a otros como un pionero para establecer un nuevo territorio para Dios.

Por lo general, el ministerio pastoral se centra internamente en sólo una congregación. El liderazgo apostólico siempre tiene que ver con la expansión del Reino de Dios. Consecuentemente, cuando el liderazgo apostólico es reconocido y alentado, la iglesia es nutrida por el liderazgo total - no sólo pastores congregacionales , sino también pastores de comunidades y ciudades.

En la iglesia primitiva los apóstoles sólo permanecían en una iglesia local el tiempo suficiente para establecer los ancianos y pastores que cuidarían de la iglesia. Despues los apóstoles eran apoyados financieramente y enviados para establecer nuevas iglesias y alcanzar nuevos territorios.

Por lo tanto, sin esta comprensión apostólica podríamos limitar la expansión del reino en gran medida.
Algunos abusos de la Sede Apostólica:

(Por ” abusos” me refiero al mal uso de el título o la posición. Para ser justos, la mayoría de estas mismas cuestiones se pueden utilizar para los pastores, obispos en cualquier denominación, y cualquiera que intente utilizar un título o posición de poder para beneficiarse a sí mismo. Sin embargo, puesto que soy parte del movimiento apostólico , estoy centrado en los temas que afectan a este movimiento. )

1. Muchos líderes que utilizan el título no tienen frutos apostólicos.

He de reconocer que, en los 30 años que he estado expuesto al ministerio apostólico , un gran porcentaje de los dirigentes que se dicen ser apóstoles les faltan fruto apostolico en su ministerio. Esto me demuestra que estos líderes están utilizando el título de forma artificial como una especie de prestigio y para recibir concesiones especiales para sí mismos. Pero, ¿no se dan cuenta que corren el riesgo de hacerse quedar mal a sí mismos?

Por ejemplo, casi sin excepción, todos los líderes apostólicos legítimos que conozco en la región de Nueva York no se dicen ser apóstoles, sino que simplemente permiten que sus frutos hablen por ellos. El más fruto que uno tiene, lo menos que necesitamos utilizar el título entre los líderes consiervos.

2. Muchos líderes apostólicos tienen un estilo de liderazgo autocrático.

Por desgracia, con demasiada frecuencia los que gravitan a la utilización de un título como “apóstol ” (e incluyo el titulo “obispo," para ser justos) tienden a tener un enfoque autocrático con un estilo de liderazgo pesado de arriba hacia abajo. Son propensos a dar estrategias y comandos sin permitir que un equipo ayude a desarrollar y tomar decisiones durante el proceso. Los autócratas raramente desarrollan líderes autóctonos y a menudo tienen dificultad para cultivar relaciones transparentes con sus verdaderos hijos e hijas espirituales.

Para ser justos, también sé que muchos líderes apostólicos que si han usado el título son fantástico en la colocación de liderazgo y el desarrollo de estrategias eficaces a través de los equipos y los grupos de estudio ad hoc, como el Apóstol John Kelly y como los que sirvo como consiervo en el Concilio Apostólico ICA. (Sin embargo, con demasiada frecuencia, muchos líderes apostólicos gobiernan sin el asesoramiento de líderes apostólicos veteranos, como los mencionados miembros del consejo de ICA.)
3. Muchos de los que se dicen ser apóstoles tienen un espíritu independiente y no funcionan bien con lideres apostolicos, confesionales o lideres de asociaciones evangélicas.

Dado que viajo mucho ministrando por todo el mundo he escuchado varias ”historias de guerra” que implican los llamados "apóstoles" que piensan que están por encima de otros líderes y arrogantemente sólo admiten los esfuerzos del ministerio que ellos mismos inician y/o lideran.

Por otra parte, muchos de ellos también creen que todos los líderes denominacionales son odre viejo y los desprecian y descartan. El hecho de que alguien está en el movimiento apostólico, no significa que son favorecidos por Dios o superiores a los líderes denominacionales. Hay muchos líderes denominacionales maravillosos que manifiestan frutos apostólicos y unción apostólica sin el título de “apóstol.”

4. Algunos identificados en el movimiento apostólico han causado división en ciertos países.

Algunos líderes apostólicos están dispuestos a trabajar con otros grupos y, en su inseguridad, han efectivamente causado conflictos y división en lugar de la unidad en el Cuerpo de Cristo. (Por supuesto, ¡podríamos decir lo mismo de cada expresión del cristianismo!) Lamentablemente, estos pocos le han dado a todo el movimiento la reputación de ser oportunistas arrogantes que construyen sus propios imperios, más que el reino de Dios. Como resultado, en varias naciones donde yo ministro no se me permite usar la palabra ”apostólico” por todo el bagaje negativo que connota.

5. Algunos en el apostolado son jerárquicos y creen que tienen más autoridad dada por Dios que los pastores locales de su región.

Algunos han usado el título para promoverse a sí mismos artificialmente y piensan que por ser llamados al apostolado o porque usan el titulo "apóstol" automáticamente tienen más autoridad en su región que todos los otros pastores y líderes.

Algunos incluso han declarado que son el "apóstol" de su ciudad o nación - una designación que un verdadero apóstol rechazaría porque exhibe el orgullo y la presunción, así como la falta de respeto hacia otros líderes clave en la región, que pueden ejercer más influencia que ellos mismos. En ciudades como Nueva York hay tantas redes, grupos étnicos y movimientos que sería prácticamente imposible que una sola persona fuera realmente el “apóstol de la ciudad" A pesar de que he trabajado en esta ciudad desde hace más de 30 años todavía hay líderes y redes apostólicas clave que me son desconocidos (y que probablemente nunca han oído hablar de mí tampoco).

Desafortunadamente, algunos están tan enamorados de los títulos, los protocolos y las jerarquías que pierden de vista la naturaleza de Cristo y de los primeros apóstoles, que edificaron la iglesia con el liderazgo de servicio y que eran anti-jerárquicos (favor de leer Marcos 10:42-45 ).

6. Algunos en la Sede Apostólica han tomado pastores e iglesias lejos de sus asociaciones y los ponen bajo su " cobertura“

En mis viajes he oído hablar de algunos líderes apostólicos de los EE.UU. que ofrecian ayuda financiera a pastores pobres en países en desarrollo si salian de sus denominaciones y se unian a su red de iglesias. Tal comportamiento ha causado mucha desconfianza entre los líderes denominacionales y evangélicos. Los verdaderos líderes apostólicos no construyen deshonrando el fundamento de otros líderes y definitivamente nunca tratan de construir sus ministerios mediante el soborno o tomando ventaja de líderes vulnerables que viven lejos de sus líderes espirituales (a menos que haya una razón ética para dejar dicho padre espiritual).

7. Muchos apóstoles son autoproclamados.

(Para ser justos, muchos pastores y obispos son auto-designados también.)

Como en la película El Apóstol con Robert Duvall, muchos escuchan la enseñanza apostólica y se nombran a sí mismos o le piden a los ancianos de las iglesias que los designen como apóstoles. Creo que si una persona tiene una verdadera vocación y unción apostólica los pastores en su propia comunidad o región lo reconocerán e incluso iniciaran su nombramiento.

No tiene significado alguno cuando los líderes se honran o designan a sí mismos.

8. Muchos apóstoles han sido nombrados y reconocidos por líderes fuera de su ciudad o región.

He oído hablar de muchos líderes que van a otros países para ser comisionados como apóstoles y/o ordenados por alguien de afuera sin consultar a los líderes locales que trabajan en la misma comunidad.

En mi opinión este tipo de acción es muy presuntuosa y carece de sabiduría en la mayoría de los casos, ya que un verdadero apóstol no se celebra como tal en su propio patio trasero, ya que no necesitan un extraño para darles legitimidad.  Por supuesto, si dicho líder es parte de una organización apostólica fuera de su región, entonces es muy apropiado que su padre apostólico lo ordene como apóstol, aunque venga del extranjero. Sin embargo, su líder apostólico debe consultar primero con pastores y líderes locales y hacer que participen en el proceso y la ceremonia, algo que será más legítimo y respetado por todos. Así no ordenan a un líder como un apóstol que ha mentido o exagerado su influencia local a los extranjeros y previene que la ceremonia apostólica se convierta en el hazmerreír de la región.

9. Muchos de ellos tienen el título sin el debido proceso.

He visto a jóvenes líderes con potencial apostólico siendo ordenados como apóstoles precozmente antes de que fueran lo suficientemente maduros como para cargar el manto. Aunque creo que Timoteo tenia probablemente 30 años o menos cuando funcionaba apostólicamente con Pablo, esta es la excepción a la regla. En la mayoría de los casos el proceso de la madurez, de funcionar y seguir creciendo apostólicamente antes que se impongan las manos sobre ellos y se les otorgue el título y el reconocimiento pleno oficialmente, no daña a un joven líder.

El reconocimiento de la Sede Apostólica en los líderes jóvenes sólo es necesario si en realidad están liderando una red apostólica y/o de la iglesia y la obra se les hace difícil sin tener el título otorgado por su apóstol u obispo.

Puesto que los líderes apostólicos tienen mucha responsabilidad y tienen que lidiar con mucho estrés, en la mayoría de los casos es más seguro que los líderes mayores y más maduros sean establecidos como apóstoles y obispos, ya que son financieramente más estables y ya han vencido las tempestades de mantener su matrimonio, su familia y su ministerio con equilibrio y éxito.

10. Muchos tienen la revelación y el lenguaje apostólico sin unción o don apostólico.

He visto a muchos pastores que se entusiasman con la verdad apostólica y luego se identifican como apóstoles sólo porque tienen la revelación apostólica.

Pueden incluso ser capaces de enseñar y predicar el apostolado mejor que los verdaderos apóstoles. Pero esto sólo demuestra que son maestros ungidos, no necesariamente apóstoles.

Tener la revelación apostólica no equivale automáticamente a producir frutos apostólicos. Es mucho más fácil enseñar una verdad que vivirla. Es mucho más fácil proclamar la estructura apostólica del Nuevo Testamento que construir con éxito una red apostólica multigeneracional.

En conclusión, si un líder usa el título o no, tenemos que recordar que el atributo más importante de una líder en el reino es tener la actitud de un siervo. Cualquiera puede  aspirar a ser un apóstol para poder tener el título sin probablemente ser un apóstol legítimo o hasta quizás ser un apóstol inmaduro, como muchos lo son. Las mayores señales de un apóstol son el quebrantamiento y la humildad, como leemos en II Corintios, Capítulos 11 y 12.

¡Que Dios use este artículo para promover las bendiciones de la Sede Apostólica y minimizar los abusos de algunos! Y que los escépticos de la Sede Apostólica no tiren la fruta sana con la podrida al estigmatizar negativamente al movimiento y a todo líder apostólico simplemente porque saben que algunos de los líderes son abusivos.


Translation by:


Norman & Margi Spencer, Senior Leaders
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