En Hechos 19, Lucas registra la más exitosa fundación de iglesia en la historia del cristianismo. Se inicio esta obra con doce discípulos poco fervorosos; pero en treinta meses creció a tal proporción que más de veinticinco mil ciudadanos alborotaron en un teatro como protesta a la floreciente iglesia porque la economía pagana se estaba yendo a la quiebra.
Si hoy tuviéramos una situación similar, todas las industrias de pecado –la pornografía y la industria sexual, los inmorales programas de televisión, los abastecedores de tabaco y alcohol (para nombrar unos pocos)– de igual manera reaccionarían con vehemencia en contra de la gran oleada del evangelio que estuviera arrasando a la cultura secular.