Dijo: Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén… Amós 1:2Una de las formas como Dios está moviéndose en este tiempo es a través de los juicios que estamos viendo. Vemos guerras, vemos cómo la tierra gime por el dolor, el hambre, el fuego, el clima, las enfermedades, y todo porque no ha habido un verdadero arrepentimiento en el corazón del pueblo. Sabemos que Dios es un Dios celoso y que no comparte su gloria con nadie, esto quiere decir ¡nosotros! Pero el mundo sigue de mal en peor.Vemos que el profeta Amós comienza declarando una palabra de juicio contra estas naciones vecinas, y lo que me mueve es, como Amós dice, que Jehová rugirá desde Sion. En otra palabras, hay un león que se pasea entre el pueblo de Dios. Ese león va moviéndose de acuerdo a nuestra actitud y a nuestra relación con el Padre. El león está rugiendo y marcando su territorio. Los enemigos de Dios conocen ese rugir.Este es el tiempo del rugir del león en nosotros. La alabanza desata el rugir, y Dios, como el León, se pasea en medio de la alabanza.Escucho al león rugiendo en este tiempo. Porque la alabanza es el arma que usará Dios para llevarnos a nuestro próximo nivel de gloria. Iremos de gloria en gloria hasta parecernos al León de la Tribu de Judá. La Biblia dice que los guerreros que llegaron a David tenían cara de león. Dios está buscando salmistas y músicos, con espíritu de león, para provocar el sonido que jamás se ha escuchado en la tierra.Por todas partes está escuchándose el rugir de Dios. La iglesia está preparándose para el mover más poderoso de los tiempos. Prepara tu garganta para liberar el sonido de Dios. El libro de Apocalipsis dice:“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”.Apocalipsis 5:5 Cuando desatemos el sonido de Dios nuestras lágrimas serán cambiadas por risas y nuestro lamento por baile. No es tiempo de llorar, ¡es tiempo de rugir!¡Impresionante! la raíz del adorador es la alabanza.Porque la alabanza es la fuente que está en nosotros, es el sonido del LEÓN. Ese es Dios. Entonces Dios rugirá desde nosotros para quebrantar y hacer pedazos a nuestro enemigo. El rugir de Dios es para traer dos cosas: destruye y establece su reinado.Por eso, cuando estemos pasando por cosas difíciles, el león que está dentro de nosotros se levanta en forma de alabanza para arrancar lo que se cruza por el camino. Ahí surge la guerra espiritual, el león (Jesús) contra los animales (los demonios).… Jehová rugirá desde Sion… ¿desde dónde? ¡Desde usted! Amós 1:2¡Atrévete a RUGIR este día por tu familia, tus hijos, tu ministerio, tus finanzas, tus negocios, tu enfermedad, tu liberación y tú completa restauración! ¡ALELUYA!El león quiere rugir, pero a veces lo impedimos. Tú te conviertes también en un león. ¿Por qué tú eres lo que tú alabas!¡RUGE! ¡RUGE! ¡RUGE! te dice el Espíritu de Dios.Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? Amós 3:8El rugir de Dios desata lo profético en una atmósfera de alabanza. El deseo de Dios es que nos mantengamos alabando, para que el enemigo de las almas no tome ventaja en ningún momento. El rugir en nosotros trae convicción en el mundo espiritual y natural. Ante la presencia de Dios la tierra tiembla.Tu alabanza manifiesta poder, dominio, reino, y exalta al que está sentado en el trono, nuestro Señor Jesucristo. Como dicen las Escrituras, “Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?Cuando Dios escucha la alabanza Él se prepara para hablar después de escuchar a su pueblo declarar victoria. La alabanza estimula a Dios. El rugir del León de la tribu de Judá, es decir el león de la tribu de la alabanza que eres tú, nos impulsa a declarar palabras proféticas hacia nuestro destino. Por eso no importa lo que esté al frente de ti, si tú alabas ya estás profetizando hacia dónde vas. Saúl comenzó a profetizar cuando comenzó a alabar a Dios juntamente con los músicos y cantores profetas (I Samuel 10:5-6).El profeta Samuel le dice a Saúl, en el verso 6, y vendrá sobre ti el Espíritu de Jehová con poder. Significa que cuando Saúl comenzara a alabar, el poder de Dios iba a manifestarse cambiándolo de hombre natural a león espiritual. El león representa poder, reino, dominio y juicio. El cordero representa ternura, templanza, apacibilidad, sacrificio y mansedumbre.El profeta Habacuc fue un músico y cantor que conocía la unción profética para desatar los juicios de Dios. Se dice que Habacuc era, quizás, miembro del coro del templo. Vemos en los versos 16 al 19 un cántico de afirmación y confianza que Habacuc deposita en su Dios, a pesar de las circunstancias.También vemos la canción de los cinco ayes contra la antigua potencia (Habacuc 2:16-19). Continuemos orando para que los efectos del Carnaval sean anulados, implementa un Plan de Adoración especialmente del 8 al 12 de Febrero.
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