Cada escuela los tiene. Ellos son la pesadilla de todos los niños de 43 libras y de las niñas de trenzas con dinero para la merienda. Son las amenazas de el patio de recreo. Parece que nunca serán atrapados, y hay muy pocos que puedan o se enfrentaran a ellos.
En un momento de la historia, el más grande de los "bullies" en el vecindario de Israel fueron los asirios. Los habitantes de Nínive, eran crueles y arrogantes. Oír su nombre hacia a los Israelitas temblar y lloriquear. Cien años antes, Jonás trató de huir de ellos, y por una buena razón. Sus crímenes de guerra eran legendarios.
Pero el querido Nahum, cuyo nombre significa,"consuelo", trae buenas noticias a Israel: el gran bully por fin va a llegar a su fin. ¿Y quién los defenderá ahora? Dios mismo.. Jonás había demostrado la compasión de Dios hacia los agresores y les había dado la oportunidad de cambiar. Ahora, un siglo después de su renovación de breve duración, Nahum se cansó.
Nahum dibuja un retrato cósmico terrible de Dios, que puede terminarle el trabajo a cualquier bully, no importa lo grande y agresivo que sea. Dios es lento para la ira, él no es impulsivo.
Pero cuando Dios ha esperado con paciencia infinita para que los culpables cambien, ¡cuidado! Las fuerzas más poderosas de la naturaleza, el torbellino, la tormenta, el terremoto y las inundaciones no son sólo una sombra de lo impresionante de su poder, sino que son sus herramientas, como un martillo es la herramienta de un trabajador.
La verdadera fuerza, es la fuerza detrás del martillo. Y este trabajador, el Dios de a Israel, ha declarado a los bullies, "Serán destruidos y desaparecerán"
(Nahum 1.12).
El retrato de Nahum es un estudio en contrastes y misterios: Dios también es "bueno, fortaleza en el tiempo de angustia. Él cuida de los que confían en él "
( Nahum 1.7). Dios es a la vez severo y amable, justo y amoroso.
El mundo está lleno de bullies. Tal vez nunca han mirado al retrato de el Dios de Nahum. El verlo les traerá tanto terror en sus corazones, como si miraran hacia el ojo de un torbellino.
Pero en cuanto a ti, mantén el retrato de Nahum presente la próxima vez que te enfrentas a un abusador. Dios ve la injusticia y, a su vez, hará justicia a los desvalidos e inocentes. Si la historia de Jonás nos recuerda que el día de su venganza podría no ser hoy, entonces la historia de Nahum nos asegura de que ciertamente ese día vendrá.