La cobertura apostólica y profética Apóstol Eduardo Peraza www.diosproveera.org
Tiene la oportunidad de recibir capacitación, además de tiempos de oración, consejería
y guía en los pasos ministeriales. Visitas (en cuanto sea posible del apóstol o
delegados apostólicos) entre otras cosas.
¿Qué es lo ideal para ambas partes tener en la cobertura?
Tiene que existir mucha comunicación, oración, transparencia, sujeción, visión y debe
de entenderse lo importante de la paternidad (por cierto es algo que se ha torcido
mucho)
¿Qué es la paternidad espiritual?
Paternidad, no es decir que el apóstol es un padre de multitudes, que a muchos ni
conoce.
En nuestra vida humana, el ejemplo de paternidad, esta distorsionado ya que las
familias, han sido desmembradas. Pero la paternidad o el modelo del Padre, no es el
humano sino el divino.
Esto tiene que ver con varios puntos, de parte del padre espiritual, y del hijo espiritual,
por ejemplo:
Padre espiritual.
Formación apostólica, impartición apostólica y profética (lo que sabemos enseñamos,
pero lo que tenemos impartimos), amor, cuidado, apoyo en oración, ayuno, visitas
periódicas a sus hijos (hasta donde sea posible), corrección, llevar revelación,
instrucción entre otras cosas.
Hijos espirituales.
Fidelidad, sometimiento espiritual (no es esclavitud), honra, transparencia, compromiso
de oración para la cobertura (Ministerio), dar el diezmo de diezmos, trabajar en la
formación de discípulos apostólicos, entendiendo el gobierno de Dios aquí en la tierra.
Se debe tener sumisión que es el elemento clave para que un gobierno, familia, o
empresa funcione. Pero en El reino la “sumisión” no es que la cobertura tiene
supremacía, tampoco es rendición o esclavitud ni mucho menos manipulación para
sacar provecho o ventaja de los que están “bajo cobertura”. Estas cosas por mencionar
solo algunas.
Este tema como dicen popularmente “tiene mucha tela que cortar”.
Hay personas que
están en contra de las coberturas, porque alegan que no hay ningún pasaje que sea
precisamente, una dirección dejada por Dios para esto. Pero si vemos las diferentes denominaciones del cristianismo, entre ellas las iglesias;
católicas, bautistas, evangélicas, bíblicas, pentecostales, luteranas, metodistas etc.,
todas ellas “trabajan bajo la misma cobertura”. Si una iglesia católica, va a fundar otra
en otro pueblo o ciudad, ellos dirán, es una iglesia nuestra, así lo podemos decir del
bautista o del pentecostal. Ellas ayudan y apoyan a la nueva iglesia que está en
formación, de acuerdo a su doctrina, sus costumbres y lo que ellos interpretan de
acuerdo a la Biblia. Con la única diferencia que no todos están de acuerdo con que el
líder sea un apóstol, teniendo claro que esa la palabra apóstol significa “enviado”
Entonces, en una cobertura apostólica, podemos decir que es una iglesia o ministerio
que ayuda a otra u otros ministros que están en formación. El apoyo no es un asunto
meramente económico. Esto conlleva a cosas más importantes que el dinero.
Hay un pasaje que muchos han tomado para explicar lo de la cobertura.
Isaías 4: 5-6 “Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de
Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad
de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque
sobre toda la gloria habrá un dosel, y habrá un abrigo para sombra
contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión
y contra el aguacero”
Este mismo pasaje lo leemos de las versiones, Biblia de las Américas, y Nueva Versión
Internacional.
Isaías 4: 5-6 “entonces el SEÑOR creará sobre todo lugar del
monte Sion y sobre sus asambleas, una nube durante el día, o sea
humo, y un resplandor de llamas de fuego por la noche; porque
sobre toda la gloria habrá un dosel; será un cobertizo para dar
sombra contra el calor del día, y refugio y protección contra la
tormenta y la lluvia” (BLA)
Isaías 4: 5-6 “Entonces el SEÑOR creará una nube de humo durante
el día y un resplandor de fuego llameante durante la noche, sobre
el monte Sión y sobre los que allí se reúnan. Por sobre toda la
gloria habrá un toldo que servirá de cobertizo, para dar sombra
contra el calor del día, y de refugio y protección contra la lluvia y la
tormenta” (NVI)
De ahí toman, el abrigo, el toldo, la sombrilla, el dosel, para simbolizar, la cobertura,
pero esa cobertura no es de ningún hombre, sino de la misma presencia de Dios.
Pero estos versículos están describiendo los días de la peregrinación de Israel por el
desierto, la protección, la guía y la Gloria de Dios Padre.
La cobertura apostólica y profética Apóstol Eduardo Peraza www.diosproveera.org
Estas situaciones las siguen celebrando el pueblo judío cada año en la Fiesta de los
Tabernáculos.
No queremos entrar en discusiones, pero si queremos ir a la palabra, para poder
entender lo que es una cobertura. En ese mismo pasaje de Isaías cuatro, vemos algo
que se toma hoy en día.
Isaías 4: 1 “Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel
tiempo, diciendo: Nosotras comeremos nuestro pan, y nos
vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu
nombre, quita nuestro oprobio”
Hay iglesias o Ministerios, que no necesitan de ayuda económica, pero si necesitan
ayuda ministerial. En nuestro Ministerio Internacional Dios Proveerá nos escriben de
muchos países para solicitar cobertura, casi en la mayoría de los casos, piden la
cobertura, porque piensan que la cobertura es una ayuda económica, o el envió
de dinero para construir la iglesia. En una oportunidad, nos escribieron pidiendo
la “cobertura”, para un orfanato, donde se alimentaba a más de doscientos (200)
niños, y querían que les ayudáramos con la comida mensualmente.
Entonces, existen personas que piensan que la cobertura es que un Ministerio
los ayude o los mantenga con sustento económico, y también hay otros
Ministerios que ofrecen la “cobertura” a cambio de los diezmos y de regalos
“especiales” para el ungido del Señor. Para nosotros ambos casos están
errados.
Lo que por gracia recibimos, por gracia damos.
Con esto no es que estamos en contra de los diezmos ni de las ofrendas, pero
no es un asunto para negociar.
1 Pedro 5: 2 “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuera, sino voluntariamente; no por
ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto”
Este mismo versículo en otra versión dice:
1 Pedro 5; 2 “Cuiden de las ovejas de Dios que han sido puestas a
su cargo; háganlo de buena voluntad, como Dios quiere, y no
forzadamente ni por ambición de dinero, sino de buena gana”
(DHH)
Pero también la Biblia nos enseña respecto a los siervos de Dios, que no viven del aire,
también los siervos de Dios tienen necesidades como los demás mortales, y
necesidades físicas y económicas. Porque cuando Pedro, les está hablando a los ancianos de la iglesia, que deben de
trabajar por voluntad propia y no por avaricia del dinero, no dijo que no se les ayudara,
que no le compartieran de lo que tienen, ahí Pedro les está hablando a los ancianos del
presbiterio.
Jesús le habla a los discípulos respecto al obrero, y Pablo le habla a los creyentes o
sea a la iglesia.
Juan 4: 36 “El que trabaja en la cosecha recibe su paga, y la
cosecha que recoge es para vida eterna, para que tanto el que
siembra como el que cosecha se alegren juntamente” (DHH)
1 Timoteo 5: 17-18 “Los ancianos que gobiernen bien, sean tenidos
por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en
predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al
buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario”
Gálatas 6: 6 “El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio,
debe compartir con su maestro toda clase de bienes” (DHH)
Por eso, es mejor hacer caso a la palabra y honrar a los que le sirven a Dios, pero que
no sea por manipulación. Ni una persona le puede dar dinero a algún siervo de Dios a
cambio de una palabra profética, ni un siervo de Dios debe de ministrar a otros a
cambio de dinero.
Lo digo porque hay personas que van donde un profeta como los del mundo van donde
el adivino, eso no puede ser. Y otros que son usados por Dios, no oran sino pasan la
factura, eso tampoco debe de ser así.
Creo que debemos de ser equitativos, el que recibe la instrucción de Dios, debe de
estar consciente de que el obrero es digno de su salario, y el que ministra, que aunque
la persona no le de nada, Dios tiene cuidado de cada uno.
2 Corintios 9: 6 “Pero esto digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente segará”
Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues
todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”
Un apóstol, o sea el Ministerio Quíntuple que da la “cobertura” debe de cuidar a sus
rebaños, debe de trabajar fuertemente, con los demás miembros del Ministerio
Quíntuple, perseverando en la oración y en la palabra. Capacitando a otros, y
evangelizando siempre. Pero tiene que tener un amor como “paternal”.
Un apóstol (que da cobertura) es aquel que por lo general recibe y toma a hombres que
no tienen dirección, propósito y destino, y les enseña, los ama y los ayuda a encontrar
su el rumbo de su vida en Dios.
La cobertura es necesaria, ya en la Biblia, nunca encontramos iglesias “solas”, todas
trabajan en equipo con un presbiterio profético y apostólico.
Pero hay una cobertura que nunca falla, esa es la cobertura Jesucristo y del Espíritu
Santo.
Mateo 18: 20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
Con esta cobertura todo es posible, y nada de lo malo, puede afectar. Aleluya.
Ejemplo de la jerarquía divina
Este es un ejemplo de cómo es el gobierno apostólico.
Muy contrariamente a lo que se
cree, un apóstol, no es la máxima autoridad.
Cuando se trabaja de esta manera hay un balance equilibrado, siendo Dios el Todo,
Jesucristo la cabeza y trabajando junto al cuerpo el Espíritu Santo y el Ministerio
angelical.
Dios Padre
Jesucristo
como
cabeza
Guerreros
Maestros
Presbiterio
profético
Espíritu
Santo
Salmistas
Pastores,
evangelistas
Presbiterio
apostólico
Ministerio
Angelical. Un gobierno eclesiástico sin algunos ministerios, dará una iglesia desequilibrada.
Dios quiere que trabajemos en la unidad, hasta que lleguemos a la estatura del hijo de
Dios.
Efesios 4: 11-16 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros; evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para
que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la
actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir
edificándose en amor”