lunes, 20 de julio de 2015

Iglesias Abusadoras y como dejarlas: Pat Zukeran (Ministerios PROBE)

Todos estamos familiarizados con sectas tradicionales como los mormones o los Testigos de Jehová. Sin embargo, hay otros grupos con características de sectas que no encajan en el mismo perfil que las sectas tradicionales. Se los suele llamar "iglesias abusadoras" o aun "sectas basadas en la Biblia", y aparentan por fuera ser ortodoxas en sus creencias doctrinales. Lo que diferencia a estos grupos o iglesias del cristianismo ortodoxo genuino es su metodología y filosofía del ministerio abusadoras y similares a las sectas.
En su libro Churches That Abuse (Iglesias que abusan), el Dr. Ronald Enroth analiza cuidadosamente varias de estas iglesias en todo Estados Unidos. Revela los métodos sectarios que usan estos grupos y señala varias marcas distintivas de las iglesias abusadoras. A esta altura presentaré brevemente cada una de estas características y a lgunas propias mías. Más adelante trataré cada una de estas características con mayor detalle.
Primero, las iglesias abusadoras tienen un estilo de liderazgo orientado hacia el control. Segundo, los líderes de este tipo de iglesias usan la manipulación para lograr la sumisión total de sus miembros. Tercero, hay un estilo de vida rígido y legalista que involucra numerosos requisitos y detalles minuciosos de la vida diaria. Cuarto, estas iglesias tienden a cambiar de nombre a menudo, especialmente una vez que son expuestos por los medios. Quinto, la desaprobación de otras iglesias es frecuente, porque se consideran superiores a todas las demás iglesias. Sexto, estas iglesias tienen un complejo de persecución y consideran que son perseguidas por el mundo, los medios y otras iglesias cristianas. Séptimo, las iglesias abusadoras apuntan específicamente a los jóvenes adultos de entre dieciocho y veinticinco años de edad. La octava y última señal de las iglesias abusadoras es la gran dificultad que tienen los miembros para salir de estas iglesias, un proceso que suele estar marcado por el dolor social, psicológico o emocional.
Las personas involucradas en una iglesia que parece reflejar estas características harían bien en evaluar la situación en profundidad y dejar la iglesia, si corresponde. La permanencia puede aumentar los riesgos de dañar sus relaciones familiares y multiplica la probabilidad de perder su perspectiva. Los miembros de este tipo de iglesias suelen desarrollar una visión distorsionada de la realidad, desconfían de todos, y sufren de estrés, temor y depresión. Algunos ex miembros llegan a experimentar estas cosas luego de huir de una iglesia abusadora. Hay también varios casos documentados en los que la relación con una iglesia abusadora ha llevado a la muerte de personas o sus familiares. Algunas de estas iglesias tienen redes de muchas iglesias hermanas. En algunos casos, estos grupos se han separado de denominaciones más tradicionales. En ocasiones, los nuevos grupos han sido denunciados por la denominación madre. Este tipo de grupos suelen disfrazarse al cambiar frecuentemente el nombre de su organización, especialmente ante publicidad adversa. Esta práctica hace que la verdadera naturaleza de estas organizaciones sea más difícil de determinar para la persona poco suspicaz.
Algunas iglesias abusadoras tienen ministerios universitarios en todo el país. En algunas universidades, estos movimientos estudiantiles se encuentran entre los grupos más numerosos de sus respectivas universidades.
Es importante hoy que los cristianos conozcan la Biblia y sepan cómo reconocer este tipo de iglesias, para no caer en sus trampas. A fin de ayudar a las personas a estar más conscientes de iglesias que podrían estar abusando de sus miembros, ahora quiero ahondar en mayor detalle en las ocho características que mencioné anteriormente.

Liderazgo orientado hacia el control

Una característica fundamental de una iglesia abusadora es el liderazgo orientado hacia el control. El líder de una iglesia abusadora es dogmático, autosuficiente, arrogante y el punto focal espiritual en la vida de sus seguidores. El líder supone que está más sintonizado espiritualmente con Dios que nadie más. Afirma tener una comprensión de la Biblia que nadie más tiene. O tal vez diga que recibe revelaciones personales de Dios. Debido a estas afirmaciones, la posición y las creencias del líder no pueden ser cuestionadas; sus afirmaciones son concluyentes. Para miembros de este tipo de iglesia o grupo, cuestionar al líder equivale a cuestionar a Dios. Si bien el líder tal vez no diga esto, esta actitud se ve claramente por el tratamiento de quienes se atreven a cuestionar o desafiar al líder. El líder del movimiento suele tomar decisiones personales por sus seguidores. El pensamiento individual está prohibido; de esta forma, los seguidores se vuelven dependientes del líder.
En la jerarquía de este tipo de iglesia, el líder no rinde -o tiende a no rendir- cuentas a nadie. Aun cuando haya una junta de ancianos, suele estar formado por personas leales al líder y que nunca estarán en desacuerdo con él. Este estilo de liderazgo no está avalado por la Biblia. Según la Biblia, todos los creyentes tienen el mismo acceso a Dios y son iguales ante Él, porque fuimos hechos a su imagen, y todos estamos bajo la autoridad de la Palabra de Dios. En 1 Tesalonicenses 5:21 se indica a los creyentes que midan todas las enseñanzas contra la Palabra de Dios. Hechos 17:11 dice que aun el apóstol Pablo estaba bajo la autoridad de la Biblia, y se elogia a los de Berea porque verificaron las enseñanzas de Pablo contra las Escrituras. Tanto los líderes como los laicos deben vivir de acuerdo con la Biblia.

Manipulación de los miembros

Las iglesias abusadoras se caracterizan por la manipulación de sus miembros. La manipulación es el uso de fuerzas exteriores para lograr que otros hagan lo que alguien quiere que hagan. Aquí la manipulación se usa para hacer que las personas se sometan al liderazgo de la iglesia. Las tácticas de manipulación incluyen el uso de la culpa, la presión de sus pares, la intimidación y las amenazas de juicio divino de Dios por la desobediencia. A menudo, se lleva a cabo una dura disciplina pública para promover el ridículo y la humillación.
Otra táctica es la filosofía del "pastoreo". Según se practica en muchas iglesias abusadoras, esta filosofía requiere que cada miembro responda personalmente ante otra persona de mayor experiencia. Uno debe revelar todos sus pensamientos y sentimientos personales a esa persona y discutir con ella sus decisiones futuras. Esta información personal no se usa para ayudar al miembro sino para controlarlo.
Otra forma de control es el aislamiento. Las iglesias abusadoras pueden interrumpir el contacto entre un nuevo miembro y su familia, amigos y toda otra persona no asociada con la iglesia.
¡Qué diferente es este estilo de liderazgo del liderazgo de Jesús, el Buen Pastor, quien conduce a sus ovejas amorosamente, amablemente, humildemente y sacrificialmente!

Un estilo de vida rígido y legalista

La tercera característica de las iglesias abusadoras es el estilo rígido y legalista de sus miembros. Esta rigidez es un resultado natural del estilo de liderazgo. Las iglesias abusadoras exigen la devoción inquebrantable a la iglesia de sus seguidores. La lealtad a la iglesia tiene prioridad por sobre la lealtad a Dios, la familia o cualquier otra cosa.
A menudo se presiona a los miembros a asistir a estudios bíblicos cinco, seis o siete días a la semana. Existe un requisito para hacer evangelismo; se debe cubrir cierta cuota de contactos, y algunas iglesias llegan a exigir que los miembros completen tarjetas de tiempo que registran cuántas horas han dedicado al evangelismo, etc. Se hacen programas diarios para la persona, con lo cual está cumpliendo el ministerio de la iglesia interminablemente. Ex miembros de una iglesia me dijeron que estuvieron trabajando para la iglesia desde 5:00 a.m. hasta 12:00 p.m., cinco días a la semana.
Los miembros de este tipo de iglesias frecuentemente abandonan la escuela, dejan de trabajar o aun desatienden sus familias para hacer el trabajo exigido por la iglesia. Hay también pautas para el vestido, las citas, las finanzas, etc. Este tipo de detalles se consideran de gran importancia en estas iglesias.
En iglesias como éstas, las personas comienzan a perder su identidad personal y empiezan a actuar como robots programados. Muchas veces, la presión y las exigencias de la iglesia harán que el miembro tenga una crisis nerviosa o caiga en una depresión severa. Al pensar en estas características, vienen a mi mente las palabras de Jesús acerca de los fariseos, que "atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas" (Mateo 23:4). ¡Qué contraste con el estilo de liderazgo de Jesús, que dijo: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo . . . Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana" (Mateo 11:28-30)!

Cambios frecuentes del nombre del grupo/iglesia

Una cuarta característica de las iglesias abusadoras es el hábito de estar constantemente cambiando el nombre de la iglesia o el ministerio universitario. A menudo, un cambio de nombre es en respuesta a publicidad desfavorable en los medios. Algunas iglesias abusivas han cambiado su nombre varias veces en el transcurso de unos pocos años.
Si usted está en una iglesia de este tipo, que ha cambiado de nombre varias veces debido a la mala publicidad, o si siente la presión incesante de vivir de acuerdo con sus exigencias, probablemente sea tiempo de evaluar cuidadosamente el ministerio de la iglesia y su participación en ella.

Desaprobación de todas las demás iglesias

Consideremos ahora la quinta característica: las iglesias abusadoras suelen desaprobar a todas las demás iglesias cristianas. Se consideran una élite espiritual. Sienten que ellas solas tienen la verdad, y todas las demás iglesias se han corrompido. Por lo tanto, no se asocian con las d emás iglesias cristianas. Suelen referirse a ellas mismas como algún grupo especial, como "los boinas verdes de Dios", "el remanente fiel" o "el ejército de Dios del final de los tiempos". Hay un sentido de orgullo en las iglesias abusadoras, porque los miembros sienten que tienen una relación especial con Dios y con su movimiento en todo el mundo. En su libro Churches That Abuse, el Dr. Ron Enroth cita a un ex miembro de uno de estos grupos que dice: "Si bien no lo decíamos abiertamente, en el fondo de nuestro corazón realmente sentíamos que no había un lugar en el mundo como nuestra asamblea. Pensábamos que el resto del cristianismo estaba de recreo". Sin embargo, la Biblia deja en claro que no hay grupos o iglesias que son una élite espiritual. Efesios 4:3-6 dice: "Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos".
La iglesia cristiana universal está unida por el mismo Dios, el mismo Espíritu Santo y las creencias fundamentales de la Biblia, que incluyen cosas como la trinidad, la autoridad de la Biblia, la muerte y resurrección de Jesús, la deidad de Cristo, la justificación solo por la fe, etc. En estas verdades fundamentales, estamos unidos. Una iglesia que considera que es una élite y no se relaciona con otras iglesias no está motivada por el espíritu de Dios sino por el orgullo divisivo.

Complejo de persecución

La sexta característica es consecuencia natural de la anterior. Como las iglesias abusadoras se consideran una élite, esperan persecución del mundo y aun se nutren de esto. La crítica y la exposición de los medios son consideradas una evidencia de que son la verdadera iglesia, perseguida por Satanás. Sin embargo, la persecución recibida por iglesias abusadoras es diferente de la persecución que recibió Jesús y los apóstoles.
Jesús y los apóstoles fueron perseguidos por predicar la verdad. Las iglesias abusadoras atraen gran parte de su prensa negativa por sus propias acciones. Sin embargo, toda crítica recibida, independientemente de su origen -cristiano o secular- siempre se considera como un ataque de Satanás, aun cuando las críticas estén basadas en la Biblia. Esto hace que sea difícil testificar a una persona de una iglesia de este tipo, porque verá su intento por compartir el evangelio con ella como persecución. A menudo, en casos como estos, cuando se me acusa de persecución, simplemente respondo: "Estoy aquí hablándole con la Palabra de Dios, en la que usted dice creer. ¿Cómo puede ser esto persecución?". Este enfoque suele ayudar a continuar el diálogo con un miembro de una iglesia abusadora que ha sufrido un lavado de cerebro que le hace creer que toda oposición es persecución.

Apuntar a jóvenes adultos

La séptima característica de las iglesias abusadoras es que tienden a apuntar a jóvenes adultos de entre 18 y 25 años de edad, de clase media, de buena educación, idealistas y a menudo cristianos inmaduros. Los jóvenes adultos son el grupo de edad perfecto en el cual centrarse porque suelen estar en busca de una causa a la cual entregar su vida, y necesitan amor, afirmación y aceptación. A menudo estas iglesias brindan esto, y los líderes suelen adoptar el papel de padres sustitutos.

Proceso de salida doloroso

La octava característica es un proceso de salida doloroso y difícil. Los miembros de muchas de estas iglesias temen salir por la intimidación, presión y amenazas de juicio divino. A veces, los miembros que salen son acosados y perseguidos por líderes de la iglesia. La mayor parte del tiempo, los ex miembros son ridiculizados y humillados públicamente ante la iglesia, y se les dice a los miembros que no tengan ninguna relación con ningún ex miembro. Esta práctica se llama evitacion.
Muchas personas que dejan iglesias abusadoras por la intimidación y el lavado de cerebro llegan a sentir que lo han dejado a Dios mismo. Ninguno de sus anteriores compañeros quiere tener comunión con ellos, y se sienten aislados, abusados y temerosos del mundo. Un ex miembro de un ministerio universitario específico dijo: "Si uno se va sin la aprobación del liderazgo, recibe condena y culpa. Mi pastor me dijo que pensaba que era satánico que yo me fuera y se preguntó si yo podría continuar mi experiencia de salvación".
Déjeme concluir esta discusión compartiendo algunas formas prácticas de alcanzar a las personas involucradas en iglesias abusadoras. Primero, debemos comenzar por la oración. Testificar a los que han tenido un lavado de cerebro de iglesias abusadoras suele ser intimidante y difícil. A menudo, los líderes no permiten que un miembro individual se encuentre con una persona de afuera, a menos que esté acompañado por una persona mayor y más experimentada entrenada en el debate y/o la intimidación. Por lo tanto, debemos orar {1} por una oportunidad de hablar con la persona y {2} para que esté abierta a lo que tenemos para compartir.
Segundo, confronte amorosamente a la persona y presente algunos temas bíblicos. A menudo, las iglesias abusadoras tienen una enseñanza estrafalaria o un error teológico que pueden ser señalados. En su libro Churches That Abuse, el Dr. Ron Enroth documenta varios ejemplos de esto. Por ejemplo, el líder de una iglesia tenía enseñanzas extrañas basadas en sus afirmaciones de que tenía revelaciones extrabíblicas de Dios.{3}. Estos incluían leyes alimenticias, comportamiento sexual, decoraciones hogareñas, y más. El líder de otro grupo llamaba a los médicos "deidades médicas". También decía que los remedios tenían nombres demoníacos y, si eran tomados, abrían a la persona a la influencia demoníaca. {4} Señalar errores, inconsistencias y creencias estrafalarias puede abrir la mente de una persona e impulsarla a comenzar a hacer preguntas.
Tercero, comparta artículos que encuentre en periódicos o revistas sobre la iglesia específica bajo discusión. El libro del cual he citado a menudo, Churches That Abuse, es un excelente recurso. La clave es lograr que la persona comience a hacer preguntas e investigar las respuestas por su cuenta. Dígale que verifique todo con la Biblia y que no tema hacer preguntas. Si el líder tiene miedo o duda en contestar las preguntas sinceras de un miembro, la madurez de este liderazgo puede quedar en duda.
Jesús, sin embargo, dijo que la verdad significa libertad y no esclavitud. Dijo: "Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8:32).

Proceso de salida doloroso
En un artículo anterior, hablé de las características de las iglesias abusadoras.{1} Como resultado de las preguntas y opiniones que recibí, pensé que sería útil compartir algunos pasos positivos para recuperarse de la experiencia de una iglesia abusadora.
Dejar una situación con una iglesia malsana puede dejar algunas cicatrices muy profundas. Un ejemplo de los daños colaterales es el proceso de salida tan doloroso. Quienes dejan una iglesia malsana sufren aislamiento, amargura, vergüenza, pena e ira. Esto se aúna a la confusión y a la pregunta de cómo Dios pudo permitir que ocurriera. También se reprochan a sí mismos por involucrarse con un grupo así y quedarse en la organización el tiempo que se quedaron.
Un hombre que dejó una situación malsana dijo: "Estoy confundido por las emociones que siento. En ocasiones, me alegro de haber dejado la organización. Disfruto de nuevas libertades que tengo en Cristo y el alivio de cargas que llevaba por muchos años. En otras ocasiones, sufro el dolor por los años perdidos y las amistades perdidas. Es como experimentar una muerte en la familia". Los Ryan, que dejaron una situación de abuso, dicen: "El abuso espiritual es un tipo de abuso que daña la raíz misma de lo que uno es. Nos deja espiritualmente desorganizados y emocionalmente separados del amor sanador de Dios". {2}
Dado que una parte tan grande de su identidad estuvo basada en su posición y sus relaciones en la iglesia, muchos miembros que salen tienen dificultades para ajustarse a la vida diaria en la sociedad. Muchos sufren de lo que los sociólogos denominan "pérdida de rol". Su propósito estaba tan vinculado con la iglesia que muchos sufren de la ansiedad de no saber dónde encajan o cuál será el futuro. Están en una situación de "vacío". En casos severos, ex miembros dependían tanto de la iglesia que llegaron a tener que aprender tareas cotidianas como abrir y manejar sus propias cuentas bancarias.
Muchos terminan por abandonar la iglesia o la religión. Un ex miembro escribió: "Sé que cuando las personas finalmente deciden irse por su cuenta, están tan golpeadas y confundidas que no saben a qué aferrarse como verdadero, comparado con lo que deben descartar como falso. Muchos dejan de buscar a Dios y abandonan la iglesia por completo".{3}
En su libro, Recovering from Churches that Abuse (Cómo reponerse de iglesias abusadoras), el Dr. Ronald Enroth dice que las víctimas del abuso de iglesias sufren del desorden de estrés postraumático. {4} Muchos son incapaces de confiar en nadie --incluso Dios--, lo cual complica el proceso, dado que el desarrollo de relaciones saludables es esencial para el proceso de recuperación.
Si bien la salida es difícil, la recuperación no es imposible. ¡Hay esperanza! Tenga presente que el proceso de sanidad no es el mismo para todas las personas. Para algunos, la sanidad puede llevar años; para otros, puede ocurrir en unos pocos meses. Algunos podrán recuperarse con la ayuda de una comunidad cristiana madura, mientras que otros tal vez necesiten asesoramiento cristiano profesional.

Como discernir lo bueno de lo abusivo

¿Cómo discernimos una iglesia sana de una iglesia abusadora? Lamentablemente, las iglesias abusadoras pueden existir en denominaciones evangélicas y mayoritarias. No son solo iglesias marginales en el círculo exterior del evangelicalismo. Las iglesias que pueden ser rotuladas como "espiritualmente abusadoras" van de las levemente abusadoras --iglesias con prácticas abusivas esporádicas-- a los casos severos en las que son manipuladoras y controladoras. He aquí algunas preguntas que pueden ayudarlo a saber si usted se encuentra en una situación malsana.
Primero, ¿invita el liderazgo al diálogo, consejo, evaluación y preguntas fuera de su círculo inmediato? Los pastores autoritarios se sienten amenazados por cualquier opinión contraria, sea de adentro o de afuera del grupo. Se desalienta a los miembros del grupo de hacer preguntas difíciles. La regla es: no hacer preguntas y no hacer olas. Un pastor saludable acepta de buen grado aún las preguntas difíciles, en tanto que en una iglesia malsana el desacuerdo con el pastor es considerado deslealtad y es virtualmente igual a desobedecer a Dios. Se usa lenguaje espiritual para disfrazar la manipulación que ocurre. Las personas que cuestionan son rotuladas como rebeldes, insubordinadas y disruptivas de la armonía del cuerpo. Se hacen intentos de hacerlos callar. La única forma de tener éxito es estar de acuerdo con el proyecto, apoyar a los líderes, menospreciar a los que no están de acuerdo.
Segundo, ¿existe un sistema de rendición de cuentas o mantiene el pastor el pleno control? Los pastores autoritarios no desean un sistema de rendición de cuentas. Tal vez tengan una junta, pero está formada por personas serviles que él escoge, en última instancia.
Tercero, ¿la personalidad de un miembro se vuelve en general más fuerte, más alegre y más confiada como resultado de estar con el grupo? El uso de la culpa, el temor y la intimidación suele producir miembros con baja autoestima. Muchos son abatidos por el legalismo, mientras que el ser asertivo es una señal de que uno no puede ser enseñado y, por lo tanto, no es espiritual.
Cuarto, ¿se fortalecen los compromisos familiares? Las obligaciones de la iglesia son valoradas más que las familiares. Si bien muchos podrán reconocer de labios para afuera que la familia es una prioridad, en la práctica no actúan en consecuencia. Mis colegas en Probe, Don y Deanne, conocen una madre que tuvo que conseguir un permiso especial de su iglesia para asistir al casamiento de su hijo, porque coincidía con un evento de la iglesia. La iglesia la hizo sentir culpable porque estaba eligiendo a su familia por sobre Dios. En otro caso, sé de mujeres que perdieron la noche del baile de graduación de su hijo e hija para asistir a una reunión de la iglesia que se celebraba a veinte minutos de su casa. El esquema mental es que la lealtad a Dios significa lealtad a la iglesia. La calidad espiritual de una persona está determinada por su lealtad a la iglesia.
Quinto, ¿alienta el grupo el pensamiento independiente, el desarrollo de capacidades de discernimiento y la elaboración de nuevas ideas? Las iglesias abusadoras recurren al uso de la presión para hacer que los seguidores se amolden, y hay baja tolerancia a toda diferencia de creencia (de una naturaleza no esencial) y comportamiento. Hay un énfasis legalista en seguir las reglas y una necesidad de mantenerse dentro de límites fijados. La unidad se define como conformidad. Estos líderes evalúan todas las formas de espiritualidad cristiana de acuerdo con su propio sistema prescrito.
Sexto, ¿está preocupado el grupo con mantener una buena imagen pública que no coincide con la experiencia del círculo interior?
Séptimo, ¿alienta el liderazgo a que los miembros fomenten relaciones y conexiones con la sociedad más amplia que no sean solo para su propio interés? Las iglesias abusadoras se especializan en tácticas que crean una dependencia total de la iglesia mientras se protegen y aíslan del mundo "pecaminoso".
Finalmente, ¿hay una alta tasa de agotamiento entre los miembros? A fin de obtener la aprobación o demostrar que uno es un "verdadero discípulo", las iglesias abusadoras exigen niveles de servicio que son muy agotadores.
Si esto son rasgos de personalidad del grupo al que está asistiendo, tal vez se encuentre en una iglesia abusadora y debería pensar en dejar la organización.

El perfil de un líder abusador

Philip Keller nos dio una seria advertencia en su libro, Predators in Our Pulpits (Depredadores en nuestros púlpitos): "La mayor amenaza de la iglesia hoy no viene de afuera sino de adentro, de nuestro propio liderazgo".{5}A menudo, una iglesia abusadora está edificada alrededor del líder que practica algunas formas malsanas de pastoreo. Muchos de estos líderes vienen de iglesias que fueron abusadoras o tienen una necesidad de significación no satisfecha. Muchos pueden haber comenzado con intenciones nobles, pero sus problemas personales no resueltos los hacen volverse dependientes de su ministerio para satisfacer sus necesidades. En su libro, Healing Spiritual Abuse (Cómo sanar el abuso espiritual), Ken Blue hace una sobresaliente tarea en identificar a un liderazgo malsano. Estas son algunas características de un líder abusador.
Los líderes abusadores usan su posición para exigir lealtad y sumisión. Ken Blue afirma: "He oído a muchos pastores decir a sus congregaciones: 'Como yo soy el pastor, ustedes deben seguirme'. Esta demanda no estaba basada en la verdad o en que su liderazgo sea dirigido por Dios, sino en su cargo. Esta es una falsa base de autoridad . . . toda apelación a la autoridad basada en la posición, el cargo, el título o la función es falsa. La única autoridad que Dios reconoce y a la que debemos someternos, es la verdad". {6} Otros líderes usan títulos como "el hombre de Dios" o "el ungido de Dios", para que otros los traten con reverencia especial y poder mantenerse por encima de la rendición de cuentas a la que está sujeto el resto de la congregación. "Si mediante la apelación a su posición, afirmaciones únicas o unciones especiales, los líderes logran crear una jerarquía en la iglesia, pueden controlar más fácilmente a los que están debajo de ellos. También pueden defenderse de todo el que pudiera cuestionarlos". {7}
Una de las lecciones de la Biblia es que todos los hombres y mujeres son falibles. Por lo tanto, todas las personas, especialmente los líderes, necesitan algún sistema de rendición de cuentas. Si bien los pastores son llamados a liderar a sus congregaciones, están bajo la autoridad de la Palabra de Dios. Cuando actúan de forma contraria a la Biblia necesitan ser confrontados, y el comportamiento incorrecto necesita ser corregido. En 2 Samuel 22, el profeta Natán confrontó al rey David por su pecado. En Gálatas 2, Pablo confrontó a Pedro, el líder de los apóstoles, por no actuar de acuerdo con la verdad. "Pablo declaró con esta acción que la verdad siempre excede en rango a la posición o cargo en la iglesia. La verdad --y su autoridad-- no está arraigada en la personalidad o en el cargo. Se deriva de la palabra de Dios y la verdad que ésta proclama".{8} Blue continua: "Pablo enseñó que el cuerpo de Cristo es un organismo vivo no jerárquico".{9}
En vez de alimentar y cuidar del rebaño, estos pastores se alimentan del rebaño y lo usan para satisfacer sus necesidades de significación. Ken Blue nos da un ejemplo de "un pastor cuya iglesia no ha crecido numéricamente en doce años. Frustrado por su manifiesta falta de éxito, se volvió a la congregación para satisfacer su necesidad. Les ha impuesto un programa de construcción con la esperanza de que unas instalaciones más nuevas, más grandes y más atractivas atraigan más personas. La congregación se ha dividido sobre este tema. Muchos han dejado la iglesia, y los que quedan están cargados con la deuda".{10}
Sé de otros pastores que han reprendido a su personal y su congregación cuando no aparecieron en una función de la iglesia. Muchos miembros estaban ocupados con compromisos familiares, trabajo, y necesitaban tiempo personal para el descanso, pero se vieron presionados para asistir a numerosos eventos de la iglesia. Estos líderes veían su éxito en términos de la asistencia a sus funciones y necesitaban su presencia para satisfacer su sentido de valía.
Los verdaderos líderes espirituales se definen por el ejemplo de Cristo: "El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor" (Mateo 20:26). El liderazgo como el de Cristo consiste en ser un siervo.
Los verdaderos líderes obtienen la lealtad de sus ovejas por la calidad de su carácter y su actitud de siervo. Los miembros se someten libremente a un liderazgo como el de Cristo, y no tienen que ser forzados a seguirlo. Los buenos pastores aligeran la carga de sus ovejas, mientras que los falsos les agregan cargas.
Si usted se encuentra en una situación de este tipo, lo primero que tiene que hacer es orar por el líder. Segundo, de una forma amable y gentil, confróntelo, hablando de lo que usted considera que son prácticas malsanas en su liderazgo. Podría requerir algún tiempo para que sus palabras tengan efecto, así que tenga paciencia. Sin embargo, como ocurre en muchos casos, el líder podría ponerse a la defensiva y rechazar su consejo y a su vez hacer acusaciones contra usted. En tales casos, tome nota que usted fue obediente a Dios, y ahora debe dejar que el Señor obre en el corazón del líder. Santiago 3:1, Ezequiel 34 y otros pasajes contienen serias advertencias de que Dios juzgará a los pastores que usan a las ovejas para satisfacer sus necesidades y no pastorean al rebaño de Dios como un mayordomo. Es mejor dejar la situación y dejar que Dios trate a su manera con el líder y su organización.

El camino hacia la recuperación

Como discutimos anteriormente, salir de la situación de una iglesia abusadora o malsana es un proceso muy doloroso, pero la recuperación y la sanidad son posibles. El Dr. Ronald Enroth, en su libro, Recovering from Churches that Abuse (Cómo recuperarse de iglesias abusadoras), y Stephen Arterburn y Jack Felton, en su libro Toxic Faith (Fe tóxica), ofrecen algunos pasos muy útiles para la recuperación.
Cuando usted se da cuenta de que está en una iglesia autoritaria, es mejor salir y hacer un corte completo. Muchos miembros se quedan, pensando que su presencia ayudará a cambiar la situación, pero esto es altamente improbable. De hecho, la permanencia puede perpetuar la existencia de la organización.
Reconozca que ha existido el abuso. Negarlo solo demorará la recuperación.
A continuación, desarrolle relaciones con cristianos maduros que escuchen su historia y lo apoyen en el proceso de sanidad. En un entorno seguro y contenedor usted podrá compartir sus sentimientos, experiencias, esperanzas y luchas. Si bien puede ser difícil, entienda que la recuperación raramente ocurre en el aislamiento. Usted debe aprender a confiar nuevamente, aun cuando sea mediante pequeños y vacilantes pasos.
Espere luchar con algunas emociones difíciles. Reconozca que usted pasará por un proceso de luto; luto por años perdidos, amigos perdidos, y la pérdida de la inocencia. Usted tal vez sienta también culpa, vergüenza y temor. Es natural que se sienta como un tonto y experimente dudas en cuanto a su propia capacidad. Estas son, en realidad, emociones saludables que no deben ser contenidas. Lamentarse por malas decisiones es una señal de crecimiento, y con el tiempo usted dejará atrás esas emociones. Por lo tanto, es crucial encontrar personas que sean de apoyo y lo ayuden a tratar con sentimientos difíciles. Para algunos, el aconsejamiento cristiano profesional es necesario. Busque un consejero que entienda la dinámica de los sistemas abusadores y que pueda brindar el cuidado y el calor necesarios.
Vuelva a renovar su andar con Dios. Reconozca que usted adquirió una imagen distorsionada de Él, y céntrese en recuperar una comprensión bíblica adecuada de sus atributos y su carácter. No renuncie a la verdadera iglesia, a pesar de sus imperfecciones. De hecho, lo aliento a visitar numerosas iglesias saludables. Es refrescante ver cuán diverso es el cuerpo de Cristo, y que hay muchas formas diferentes de expresar nuestro amor y compromiso con Cristo.
Luego, ¡relájese! Disfrute de las libertades que acaba de encontrar. Tómese tiempo para la recreación física, el arte, la música y la simple diversión. Luego de salir, los antiguos miembros podrán sentirse culpables por no servir a Dios en una iglesia, pero esto es incorrecto. El Señor sabe que necesitamos tiempo para hacer luto, reflexionar y sanarnos de nuestra pérdida.

Cómo salir fortalecido de la experiencia

Si bien salir de una iglesia abusadora puede dejarnos con cicatrices mentales y emocionales, hay esperanza de recuperación y plenitud. De hecho, este intenso proceso puede fortalecer nuestra fe y comprensión de Dios y de lo que significa caminar con Él. Aquí van algunos consejos que pueden ayudarlo a vencer la pasada experiencia de abuso espiritual.
Una de las formas en que podemos crecer a partir de esta experiencia tiene que ver con una comprensión correcta del carácter de Dios. Mientras estamos en una organización autoritaria, nuestra visión de Dios se vuelve distorsionada. Vemos a Dios como alguien que nos ama por lo que hacemos por Él. Cada vez que faltamos a un estudio bíblico o no convertimos a alguien, Dios de alguna forma se disgusta y tenemos que trabajar más duro para recuperar su aprobación.
En contraste con esta falsa imagen, 1 Juan 4:8 dice que "Dios es amor". En otras palabras, Dios nos acepta incondicionalmente. Solo pide que recibamos el don de gracia que ha provisto para nosotros, su Hijo Jesucristo. Una vez que recibimos a su Hijo, nuestra aceptación nunca está basada en nuestras obras sino en nuestra posición como sus hijos e hijas. Para muchos que han vivido bajo una falsa imagen de Dios, enfrentarse a la gracia y el amor de Dios puede ser una experiencia renovadora.
Relacionado con esto está la adicción a las actividades de la iglesia. Muchos igualan los asuntos de la iglesia con la madurez espiritual. Sin embargo, estos asuntos en realidad nos impiden tratar con el dolor y los verdaderos problemas de nuestra vida. Nuestra adicción a la actividad religiosa se convierte en un obstáculo para una auténtica relación con Dios.
Otra lección valiosa que podemos aprender es que nuestra identidad está en Cristo, no en la organización o en las relaciones dentro del grupo. Muchos de nosotros encontramos nuestra significación en nuestro ministerio, nuestra posición en la iglesia, la dependencia que otros tienen de nosotros o el respeto que logramos de otros a quienes ministramos. Cuando nos quitan esto, nos sentimos vacíos, hasta sin un propósito. Este es un tiempo oportuno para darnos cuenta de que nuestro valor y autoestima están seguros por nuestra relación con Cristo. Esto nos ayuda a volvernos más dependientes de Cristo y menos de otros.
Finalmente, la Biblia enseña que Dios puede hacer surgir lo bueno de una mala situación. Romanos 8:28 dice que "sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". Esta promesa se aplica aun a aquellos que han sido abusados espiritualmente. A través del dolor y el proceso de sanidad, Dios puede modelarnos para volvernos más como Él. En Génesis 50, a pesar de todo el mal que le hicieron sus hermanos, José puede decir finalmente: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo" (v. 20). Si nos acercamos más a Dios en nuestro tiempo de necesidad, podemos ser sanados y vencer nuestro pasado doloroso.

¿Pueden cambiar las iglesias abusadoras?

Aquellos que se encuentran en iglesias autoritarias suelen quedarse a pesar de las dificultades, porque hay una esperanza subyacente de que la iglesia puede cambiar. Aun después de dejarla, suelen permanecer muy interesados en los asuntos de la iglesia anterior, porque esperan que pueda ocurrir todavía la restauración.
¿Pueden cambiar las iglesias abusadoras? Aun cuando con Dios todas las cosas son posibles, es mi opinión que es altamente improbable que ocurra esto. Si bien algunas pocas han cambiado, son las excepciones.
¿Por qué es tan difícil el cambio en estas organizaciones? Una razón es que el cambio suele comenzar en el liderazgo. Sin embargo, la estructura de liderazgo está diseñada para que el líder tenga control sobre el personal. Si bien podría haber una junta, los integrantes de la junta son elegidos en última instancia por el líder autoritario. Él elige hombres y mujeres leales a él, que no lo cuestionan ni le hacen rendir cuentas. Por lo tanto, se aísla de tratar con temas difíciles o abordar sus prácticas malsanas.
Los líderes disfuncionales también se resisten a cambiar porque sería un reconocimiento de un fracaso. A fin de tener un auténtico cambio de corazón, los líderes deben reconocer primeramente un problema y arrepentirse. Sin embargo, un líder que se considera a sí mismo como "el hombre de Dios" o el vocero de Dios raramente se humillará confesando sus fallas. La plenitud espiritual y la renovación no pueden lograrse hasta que se reconozca el comportamiento malsano y sea tratado. A menos que se confronte este comportamiento, la posibilidad de un verdadero cambio se reduce.{11}
En la mayoría de los casos, el liderazgo centra la culpa en otros. Los que se fueron de la iglesia no estaban consagrados, eran personas que saltan de iglesia en iglesia, etc. Stephen Arterburn escribe: "Todo el que se rebela contra el sistema debe ser atacado personalmente para que las personas piensen que el problema está en la persona, y no en el sistema".{12} Suele ser inútil señalar la fallas, porque una iglesia abusadora vive en un mundo de negación. Muchos de los líderes mismos están engañados. Si bien son sinceros en sus esfuerzos, tal vez no tengan ninguna idea de que su estilo de liderazgo sea malsano y dañino. Suelen ser tan narcisistas y están tan centrados en alguna cosa grande que están haciendo para Dios que no notan las heridas que están causando en sus seguidores.{13}Estos líderes suelen torcer las Escrituras para justificar su comportamiento malsano. La mayoría de los miembros están de acuerdo con esto porque suponen que los pastores conocen la Biblia mejor que ellos.
Finalmente, las iglesias autoritarias hacen todos los esfuerzos para asegurarse de preservar un buen nombre e imagen. Así que el liderazgo suele funcionar en el secretismo. Los miembros que no están de acuerdo son amenazados y se les dice que permanezcan en silencio o son apartados silenciosamente.
Por estas razones, opino que lo mejor es dejar una iglesia abusadora o malsana. Aprenda a dejar las cosas y dejar que Dios trate con ese grupo. Solo Él puede llevar a la gente al arrepentimiento. Si bien es doloroso, dejar una iglesia malsana y unirse a un cuerpo sano de creyentes comenzará el proceso de sanidad y abrirá nuevas puertas de comunión, adoración y servicio para usted.

Notas:
  1. Ronald Enroth, Churches That Abuse (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1992), p. 118.  Volver
  2. Ibid., p. 181.  Volver
  3. Ibid., p. 128.  Volver
  4. Ibid., p. 170.   Volver

  1. Pat Zukeran, "Iglesias abusadoras", 1993, Probe Ministries,www.probe.org/espanol/abusadoras.html  Volver
  2. Ken Blue, Healing Spiritual Abuse, (Downer's Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1993), 15.  Volver
  3. Ronald Enroth, Recovering From Churches that Abuse, (Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing, 1994), 26.  Volver
  4. Ibid., 39.  Volver
  5. Philip Keller, Predators in our Pulpits, (Eugene, Ore.: Harvest House, 1988), 12.  Volver
  6. Blue, 27-28.  Volver
  7. Ibid., 29.  Volver
  8. Ibid., 30.  Volver
  9. Ibid., 34.  Volver
  10. Ibid., 65.  Volver
  11. Enroth, 152.  Volver
  12. Arteburn, Stephen. Toxic Faith (Nashville, Tenn.: Oliver Nelson Publishing, 1991), 260.  Volver
  13. Blue, 13-14.  Volver
Bibliografía

  • Arterburn, Stephen and Felton, Jack. Toxic Faith. Nashville, TN: Oliver-Nelson Books, 1991.
  • Blue, Ken. Healing Spiritual Abuse. Downer's Grove, IL: InterVarsity Press, 1993.
  • Enroth, Ronald. Recovering From Churches That Abuse. Grand Rapids, MI.: Zondervan Publishing, 1994.
  • Enroth, Ronald. Churches That Abuse. Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing, 1992.
  • Johnson, David and Vanvonderen, Jeff. The Subtle Power of Spiritual Abuse. Minneapolis, MN: Bethany Publishers, 1991.
  • Yeakley, Flavil. The Discipling Dilemma. Nashville, TN: Gospel Advocate Co., 1988.
  • Zukeran, Patrick. A Critique of the International Church of Christ. Master's Thesis, Dallas Theological Seminary, 1995
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