Segunda parte:
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INTRODUCCIÓN
El tema de la paternidad espiritual es tan crucial en este tiempo de avivamiento con resultado de crecimiento de la Iglesia.. El tema es central porque el Cuerpo de Cristo necesita verdaderos padres y verdaderas madres que ayuden a desarrollar hijos saludables y maduros Aunque hablamos, entonces, de paternidad espiritual, estamos incluyendo también el ministerio de algunas mujeres como madres espirituales dentro del cuerpo de Cristo. Concebimos, pues, a la paternidad espiritual como paternidad y maternidad, pero por razones de conveniencia hablaremos de paternidad espiritual.
I. ¿QUÉ ES PATERNIDAD ESPIRITUAL?
A. Somos hijos de Dios
Al hablar de paternidad espiritual es necesario recordar que por sobre todas las cosas, todos los que hemos recibido a Cristo como Señor de nuestra vida, somos hijos de Dios. Esta relación esta por encima de cualquier otra relación de paternidad, incluyendo la relación de paternidad natural. Dios es Padre de todos.
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”. (Romanos 8:15-17)
Como resultado de esta relación de hijos de Dios, todos somos hermanos, pues somos hijos del mismo Padre Celestial. Sin embargo, aunque esta es una verdad eterna, también es cierto que en virtud del desarrollo espiritual y del llamado de Dios para algunos de sus hijos, en la Iglesia hay algunos que han sido constituidos para ser padres o madres espirituales, han sido establecidos como ancianos o ancianas con llamado al gobierno dentro del cuerpo de Cristo. Por lo tanto lo que veremos adelante tiene que ver con las características que estos padres y madres espirituales desarrollan como parte de su llamado.
B. El corazón de los padres hacia los hijos
En el libro de Malaquías hay una profecía en la cual el Señor expresa que El enviaría el espíritu de Elías y que el espíritu de Elías vendría para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y el de los hijos hacia los padres. El espíritu de Elías tiene que ver con el Espíritu Santo trayendo un mover en medio del pueblo de Dios, para desarrollar a los hijos del Reino como ministros competentes. También el Espíritu de Elías tiene que ver con el espíritu apostólico-profético que le da paternidad al pueblo de Dios, la iglesia, habilitándola para alcanzar su madurez y pleno desarrollo.
“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”. (Malaquías 4:5-6)
Ese es el mismo espíritu que vino en doble porción sobre Eliseo, para desarrollar un ministerio poderoso y que tuvo un alcance mayor que el del “padre Elías”. Haciendo las mismas tareas, pero con un mayor alcance.
Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. (2 Reyes 2:9-11)
C. ¿Quién es un padre espiritual?
Podríamos utilizar muchos conceptos para definir a un padre, sin embargo lo definiremos diciendo que un padre es:
1. Fuente
a. De amor
Ser amado es una de las necesidades mas grandes que los seres humanos experimentamos. Los padres espirituales son fuente de amor, del amor del Padre Celestial, ya que el amor de cualquier padre espiritual solamente es un pálido reflejo del amor de Dios.
“Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo”. (Filipenses 1:8)
b. De seguridad
Un padre es fuente de seguridad de su hijo, pues representa una figura de autoridad y de superioridad frente a los enemigos. Una tarea fundamental de un padre es proporcionar esta seguridad a sus hijos, al tratarlos con ternura, con amor, y enfrentar con valentía todo adversario que se levanta en contra de su hijos.
“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos .Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios”. (1ª Tesalonicenses 2:7-9)
c. De las cosas de Dios
Se refiere a “engendrar espiritualmente” la naturaleza divina y los proyectos que Dios ha puesto en algunos seres humanos, de tal manera que la multiplicación de familias espirituales se realice.
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19)
2. Alimentador
Nutrir para el crecimiento. El padre tiene alimento preparado, es “la mesa de la casa”. Por eso el hijo, aunque tenga muchas opciones de alimento, busca comer de la mesa del padre. El padre, debido a que conoce las necesidades de su hijo, sabe cual es el alimento necesario para el saludable crecimiento, qué dosis es la apropiada y cuando darle el alimento. Esto es parte del cuidado paternal. Solamente los verdaderos padres alimentan adecuadamente a sus hijos espirituales.
“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”. (1ª Pedro 2:2)
3. Sostén
Otra tarea de los padres es la de servir de sostén o soporte emocional, espiritual y aún en otras áreas a sus hijos. Una necesidad esencial de todo hijo es saber que tiene un padre al que puede acudir en momentos de necesidad o angustia. El padre se vuelve un apoyo importante para sus hijos, solamente saberlo cerca en los momentos de necesidad es mucho de lo que los hijos buscan.
4. Proveedor
Aunque los hijos hayan crecido, en términos generales, los padres siempre son buscados por los hijos en búsqueda de apoyo en momentos de necesidad, porque saben que los padres son fuente de recursos. Un padre es un proveedor de recursos materiales, pero también de recursos espirituales. Los padres pueden proveer visión, unción, dirección, consejo, etc. Hay momentos en los que incluso los padres pueden ser fuente de provisión de dinero para sus hijos espirituales.
Los atributos mencionados arriba describen varias características centrales de un padre espiritual. Sin embargo, podemos agregar otras características que describen ciertas funciones que ellos desarrollan:
5. Buscan multiplicarse en otros
Un deseo “natural” en los padres es reproducirse en los hijos, es decir transmitir lo que ha recibido del Señor, impulsando a sus hijos para que lleguen mas allá de donde ellos han llegado. Por eso los padres quieren que sus hijos sean una extensión de su ministerio y que tengan todavía mas de lo que ellos tienen. Una forma de multiplicarse es tener muchos hijos que reproduzcan su unción y llamado.
“…Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.” (2º Reyes 2:9)
6. Transmiten vida
Los padres espirituales, al igual que los padres naturales, transmiten vida a sus hijos, la vida de Dios. Lo hacen al cubrirlos espiritualmente, al interceder por ellos, al imponerles manos, al entrenarlos en el ministerio, etc. La vida espiritual se transmite al engendrar los hijos, al dar a luz ministros, siervos de Dios.
7. Tienen un corazón tierno
“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos”. (1ª Tesalonicenses 2:7-8)
En la iglesia del siglo XXI hay muchos maestros, pero pocos dispuestos a establecer relaciones de padres a hijos espirituales. Hay miles de tutores (tienen seguidores, creyentes), pero… ¿Quién es padre?
D. Funciones de un padre espiritual
Los padres espirituales proveen a sus hijos, por lo menos cuatro aspectos muy importantes para su desarrollo. Estos aspectos son claves pues ayudan al crecimiento de los hijos:
1. Protección.
Es responsabilidad de los Padres servir como una cobertura, como una protección para aquellos que son sus hijos espirituales. Esta protección se da tanto en el ámbito espiritual como en el natural. En el espiritual es fungir como protección contra los ataques de espíritus de maldad. Es hacer la función de escudo, pararrayos, nube, paraguas o como dice el salmo 91 como alas de protección “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad” (Salmos 91:4).
Pero la protección no solo es espiritual, también a veces es natural, es decir, protección de las críticas, murmuraciones e incluso de ataques legales o físicos lanzados en contra de los hijos, dando la cara por ellos, usando la autoridad espiritual a favor de ellos. De la misma manera que un padre natural sale a defender la integridad física, emocional o moral de sus hijos, así lo hacen los padres espirituales.
2. Compartir una visión.
Un padre espiritual tiene una visión mas amplia, general y de largo plazo que aquellos que son sus hijos y es una de sus funciones compartir esa visión con ellos. Es posible que algunos hijos tengan visiones muy especiales reveladas por Dios; sin embargo, Dios anda buscando personas con un corazón paternal para revelarles Su visión. Los padres transmiten esa visión a sus hijos.
3. Ejemplo.
También los padres espirituales sirven de ejemplo a sus hijos. Ejemplos en carácter, conducta, ministerio y en como ser padres de otros.
“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. (Juan 13:15)
“Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros”. (1ª Cor. 4:6)
“presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito 2:7)
Los padres espirituales se constituyen en ejemplo de matrimonios santos y consagrados a Dios, ejemplos en el manejo del dinero, ejemplos en la crianza de los hijos, etc. Deben ser hombres íntegros, con un carácter probado, que caminan en rectitud delante del Señor y delante de los hombres. Es decir que tienen un carácter de siervos.
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo”. (1ª Timoteo 3:3-7)
4. Corrección.
La corrección tiene varios sentidos. Uno de ellos tiene que ver con corregir lo deficiente, es decir, corregir lo que esta mal en la vida de los hijos, esto tiene el sentido de punitivo. Es decir, confrontar el pecado para que sea sacado de la vida de los hijos. Es el concepto de cortar lo malo.
“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé” (Tito1:5)
También la corrección tiene el concepto de ayudar a mejorar la vida y el carácter. Es decir, llevar a los hijos a mejores niveles en sus vidas. Para esto los padres espirituales deben usar la Palabra de Dios, pues esta es útil para corregir.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2ª Timoteo 3:16-17)
Entonces una tarea central de los padres es desarrollar un proceso de perfeccionamiento del carácter de los hijos espirituales. Esto también implica disciplinarlos. La palabra corrección en griego es la palabra paideuo que significa corregir o instrucción. Otros conceptos relacionados con este son, la disciplina y el de ejercicio en la piedad, estos aluden al entrenamiento de los dones y del carácter. Por lo tanto corrección no solo tiene que ver con enfrentar lo negativo en los hijos, sino también con fortalecer lo positivo en ellos.
5. Empoderamiento.
Empoderamiento es proveer a los hijos las condiciones para que tomen decisiones y ayudarles a desarrollar sus capacidades espirituales, físicas y emocionales. También implica delegarles fe, equiparlos espiritualmente, activarlos en los dones, etc.
Además el empoderamiento significa generar oportunidades ministeriales para que los hijos espirituales se desarrollen, vincularlos con aquellos que les provean el equipamiento o entrenamiento que como padres no están en la capacidad de proveer.
Por otro lado, el empoderamiento también implica el presentarlos delante del Señor, intercediendo a favor de los hijos para que el Espíritu Santo los llene de Su poder, y para que el Señor los lleve a nuevas dimensiones en su vida.
A. ¿Quién es un hijo espiritual?
Los hijos espirituales son aquellos que han sido engendrados por medio del ministerio de un padre. También son hijos aquellos, que aunque no han sido engendrados, ellos solicitan a un padre su cobertura y paternidad espiritual.
No todos los hijos espirituales se encuentran en el mismo nivel de madurez. Esto es importante saberlo, pues depende en que nivel un hijo se encuentre, así será el tipo de trato que hay que darle y el tiempo que se tiene que esperar para que llegue a la estatura del varón perfecto.
1. Responsabilidades de los hijos
a. Obediencia
Los hijos deben obedecer a sus padres espirituales. Esto significa apegarse al principio bíblico de la sumisión a la autoridad espiritual.
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. (Efesios 6:1)
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. (Col. 3:20)
Aquellos que quieren tener paternidad espiritual sobre ellos, deben saber que requiere que un hijo aprenda a someterse a ellos. La obediencia implica hacer todo aquello que el señor nos mande a través de ellos; no es solamente decir si lo haré y no hacerlo.
Este principio presupone que los padres espirituales no les van a pedir a sus hijos que hagan algo que vaya en contra de la Palabra de Dios, como tampoco cosas que atenten en contra de la integridad de sus hijos espirituales. El sometimiento debe hacerse en el Señor de igual manera que el ejercicio de la autoridad.
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. (Romanos 13:1-2)
Si un hijo no obedece lo que su padre espiritual le indica que haga, realmente se está saliendo de la cobertura espiritual: por lo tanto, los padres deben estar atentos a la obediencia y considerarla un asunto central en las relaciones de paternidad.
b. Rendir cuentas
Otra responsabilidad de los hijos es rendir cuentas a sus padres espirituales. El rendimiento de cuentas es sobre su vida, familia, y ministerio. El rendir cuentas de forma figurada es como darle una copia de la llave de la casa que es su vida, a sus respectivos padres, para que estos tengan libertad para entrar en su vida en cualquier momento y evaluarla.
Los padres deben tener la libertad para corregir a los hijos en aquellas áreas que ellos disciernen y consideren que están actuando de forma incorrecta. El rendir cuentas debe ser frecuente, a solicitud de los hijos o a solicitud de los padres. Debe establecerse periódicamente cuando tener tiempos de rendimiento de cuentas, pero debe quedar establecido también que este rendimiento de cuentas puede ser espontáneo; es decir, que de acuerdo con las circunstancias o necesidades pueden reunirse para tiempos de evaluación.
“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso” (Hebreos 13:17)
El rendir cuentas debe ser sobre aspectos de la vida personal de los hijos, de sus relaciones matrimoniales, para los casados, de sus finanzas, de la relación con sus hijos, de la doctrina o del ministerio, etc. Esto debe volverse tan natural en la relación de padres e hijos que no debe ser forzado. Debe ser resultado de una relación de confianza.
“El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre” (Prov.27:17)
Un hijo debe comentar a su padre espiritual situaciones de inminente peligro de pecado, antes de caer en el para que pueda interceder, aconsejarlo y corregirlo si es necesario. Este aspecto es un punto de evaluación de la confianza y de verdadera paternidad espiritual.
c. Respeto
Además de los aspectos anteriores, las relaciones de paternidad espiritual requieren respeto de parte de los hijos hacia sus padres espirituales. El respeto incluye honrarlos delante de los demás, hablando bien de ellos, destacando sus virtudes; reconocer sus méritos, su experiencia. Esto implica aprender a escucharlos y buscarlos para recibir consejo del Señor a través de ellos, recibiendo sus palabras como palabra del Señor.
Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. (Rom. 13:7)
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros” (1ª Tes. 5:12-13)
El respeto o la estima como le llama el apóstol Pablo, deben ser como resultado de su trabajo, de su dedicación y de su amor hacia los hijos. El respetar los padres es prácticamente una obligación para los hijos, el apóstol le dice a los hermanos de roma que deben pagar el respeto y la honra que le deben a los que los dirigen; entonces el respeto debe considerarse como una deuda que los hijos tienen hacia sus padres espirituales.
d. Financiera
Por último, queremos destacar la responsabilidad que los hijos tienen con sus padres espirituales en lo financiero. Cuando una persona busca a un padre espiritual para recibir su cobertura, es importante que lo bendiga financieramente. Una forma en que lo puede hacer es dándole los diezmos de todo aquello con lo que el Señor le bendiga y dándole ofrendas cuando el Señor se lo ordene.
Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. (Génesis 14:18-20)
II. PATERNIDAD APOSTOLICA-PROFETICA
A. Diferentes tipos de paternidad
La paternidad apostólico-profética puede expresarse de varias maneras dependiendo de las relaciones que se desarrollen entre los hijos y los padres espirituales. También depende de las distancias de comunicación que se establezcan. Así podemos tener entre otras las siguientes formas de paternidad:
1. Progenitores
Hay hijos espirituales que han sido engendrados espiritual y/o ministerialmente por el apóstol o el profeta. En este caso la relación es muy estrecha, ya que hay vínculos no solamente espirituales, sino también emocionales, familiares, pastorales, etc.
Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. (1ª Cor. 4:15)
En términos estrictos esto es paternidad espiritual, o paternidad apostólico-profética, pues implica no solamente desarrollar ministerialmente a una persona, sino también desarrollarla espiritualmente.
Aunque un apóstol o un profeta no hay engendrado espiritualmente a una persona, el puede haberla engendrado ministerialmente, al haberla entrenado, equipado, impulsado, etc. y en tal caso también el puede ser considerado un progenitor.
2. Mentores
Un mentor es aquel que ni ha engendrado espiritual ni ministerialmente a una persona, pero si lo ha orientado, lo corrige, lo capacita, los supervisa, le pide cuentas en todas las áreas de su vida o en un área en particular..Un concepto de mentor es entrenador, es decir, alguien que desarrolla vidas y capacidades en las personas a quienes mentoriza.
Los mentores pueden ser personales o generales (es decir, sobre toda la vida de la persona) o específicos o particulares ( en un aspecto o algunos aspectos de la persona por ejemplo el área ministerial, familiar, financiero, etc.). Los mentores no necesariamente deben estar tan cercanos todo el tiempo con sus mentorizados, incluso su contacto puede no ser personal, por ejemplo puede ser a través de medios de comunicación.
3. Consejeros
Otro tipo de relación de paternidad es la de consejero, suele ser más circunstancial y orientada a la resolución de problemas en áreas particulares de la vida o ministerio de los aconsejados. Sin embargo, en la relación generalmente media un sentido de paternidad, donde el aconsejado reconoce no solo la experiencia, sino la autoridad paternal del consejero. Este tipo de relación, en muchos casos, es de corta duración.
4. Intercesores
A veces los padres espirituales son los intercesores de los hijos espirituales. No todo intercesor es padre espiritual, pero todo padre espiritual es intercesor de sus hijos espirituales.
5. Entrenadores
Debemos considerar la función de padre espiritual que algunos entrenadores pueden desarrollar. Hay algunos que por su experiencia ministerial pueden ser buscados por muchos para que los ayuden a desarrollarse. Estos entrenadores pueden ser personales o pueden ser impersonales, llevando a cabo el trabajo de entrenamiento a través de materiales u otros medios como los medios de comunicación, el Internet, etc.
Muchos generales del ejército de Dios pueden caer en esta categoría. Ellos han sido capacitados por el Señor a través de muchos años de ministerio y son de edificación para los nuevos ministros o para aquellos que están en proceso de entrenamiento.
CONCLUSIÓN
El cuerpo de Cristo necesita que los padres espirituales funcionen plenamente, para que los hijos puedan ser llevados adelante en el proceso de madurez. Dios está levantando en este tiempo a hombres y mujeres que tienen el llamado a desarrollarse como padres y madres para que ayuden a crecer a los hijos que ya son parte del Cuerpo de Cristo y aquellas multitudes que están a punto de ser engendrados como hijos e hijas espirituales. El clamor universal es Señor levanta a padres y madres espirituales con las características espirituales y los dones naturales que ayuden a prepararnos para tu venida. ¡Levántalos Señor!