sábado, 17 de noviembre de 2012

Quince Tesis hacia una re-encarnación de la Iglesia por Wolfgang Simson



1. La Iglesia es una Manera de Vivir, no una serie de reuniones religiosas.
Antes de que fueran llamado Cristianos, los seguidores de Cristo fueron llamados "El Camino". Una de las razones fue que literalmente habían encontrado "el camino de vivir". La naturaleza de la Iglesia no es reflejada en una serie constante de reuniones religiosas lideradas por clérigos profesionales en lugares santos reservados especialmente para experimentar a Jesús, sino en la manera profética como seguidores de Cristo viven sus vidas cotidianas en familias espirituales extendidas como respuesta vívida a las preguntas que encara la sociedad, en el lugar donde más cuenta: en sus hogares.


2. Tiempo para cambiar el sistema          
Al alinearse a los moldes religiosos del día, la iglesia ortodoxa después de Constantino en el siglo 4 AD adoptó un sistema religioso que consistía en esencia en el Antiguo Testamento, completo con sacerdotes, altar, un templo Cristiano (catedral), incienso y un estilo Judío de adoración tipo sinagoga. La iglesia católica romana siguió adelante y canonizó el sistema. Lutero reformó el contenido del Evangelio, pero de manera remarcable dejó las formas exteriores de la "Iglesia" sin tocar; las iglesias libres liberaron el sistema del Estado, los Bautistas entonces lo bautizaron, los Cuaqueros lo limpiaron, el Ejército de Salvación lo metió en un uniforme, los Pentecostales lo ungieron y los Carismáticos lo renovaron, pero hasta el día de hoy, nadie realmente lo cambió. Es tiempo de hacer justamente eso.


3. La Tercera Reformación.
Al redescubrir el Evangelio de salvación por fe y gracia solamente, Lutero comenzó a reformar la Iglesia por medio de una reformación de teología. En el siglo 18, a través de movimientos como los MORAVIANoS, hubo una recuperación de una nueva intimidad con Dios, la cual llevó a una reformación de espiritualidad, la Segunda Reformación. Ahora, Dios está tocando a los mismos odres, iniciando una Tercera Reformación, una reformación de estructura.


4. De Casas-Iglesia a Iglesias-Casa
Desde los tiempos del Nuevo Testamento, no hay tal cosa como "una casa de Dios". Dios no vive en templos hechos con manos humanas. La Iglesia es el pueblo de Dios. La Iglesia, por lo tanto, estuvo y está en casa donde la gente está en casa: en hogares normales y corrientes. Allí, el pueblo de Dios comparte sus vidas en el poder del Espíritu Santo, tienen "comida-cultos", es decir, comen cuando se reúnen; muchas veces, ni siquiera titubean en vender propiedades privadas y compartir bendiciones materiales y espirituales, enseñarse mutuamente en situaciones de la vida real cómo obedecer la Palabra de Dios al estilo diálogo y no al estilo profesor, oran y profetizan juntos, bautizan, y pierden su cara y su ego al confesar sus pecados, ganando así una nueva identidad como cuerpo al experimentar amor, aceptación y perdón.

5. La Iglesia debe volverse pequeña para crecer a ser grande
La mayoría de iglesias de hoy en día están simplemente demasiado grandes para proveer verdadera comunión. Se han convertido en "comuniones sin comunión". La Iglesia del Nuevo Testamento era un grupo pequeño, típicamente entre 10 y 15 personas. No crecía hacia arriba a congregaciones grandes entre 20 y 300 personas llenando una catedral y haciendo imposible una real comunicación mutua, sino que se multiplicaba hacia los lados como células orgánicas una vez habiendo alcanzado alrededor de 15-20 personas. Entonces, si posible, reunía a todos los Cristianos en celebraciones que alcanzaban a toda la ciudad como en el atrio del Templo de Salomón en Jerusalén. La iglesia congregacional tradicional tal como la conocemos es, estadísticamente hablando, ni grande ni bella, sino más bien un triste compromiso, una iglesia-casa demasiado grande y una celebración demasiado pequeña, y le faltan las dinámicas de ambas.
6. Ninguna iglesia es liderada por un Pastor solamente
La iglesia no es liderada por un Pastor, sino apoderada por un Anciano, una persona local de sabiduría y realidad. Las iglesias locales (iglesias-casa) están entonces siendo conectadas en un movimiento por la combinación de ancianos y miembros de los llamados cinco ministerios (Apóstoles, Profetas, Pastores, Evangelistas y Maestros), circulando "de casa en casa", donde los ministerios apostólicos y proféticos tienen un rol especial de poner fundamentos (Efesios 2:20 y 4:11-12). Un Pastor es una parte muy necesaria del equipo entero, pero no puede cumplir más que una parte de la tarea entera de "perfeccionar a los santos para la obra del ministerio" y debe ser complementado sinergéticamente por los otro cuatro ministerios para funcionar debidamente.

7. Las piezas correctas – juntadas de la manera equivocada
Al hacer un rompecabezas, necesitamos tener el patrón correcto para las piezas, si no, el producto final, el cuadro entero, sale mal y las piezas individuales no tienen mucho sentido. Esto ha ocurrido a grandes partes del Cristianismo: Tenemos todas las piezas correctas, pero las hemos juntado mal, por tradición, celos religiosos y una mentalidad de poder y control. Tanto como el agua existe en tres formas, hielo, agua y vapor, los cinco ministerios mencionados en Efesios 4:11-12, los Apóstoles, Profetas, Pastores, Maestros y Evangelistas pueden ser hallados hoy, pero no siempre en las formas correctas y en los lugares correctos: Han sido congelados en el sistema rígido del Cristianismo institucionalizado; existen como agua clara; o se evaporaron en el aire liviano de ministerios libres e iglesias "independientes", sin deberle cuentas a nadie. Ya que es mejor regar flores con la versión líquida de agua, estos cinco ministerios para perfeccionar a los santos tendrán que ser transformados de vuelta a nuevas - y al mismo tiempo muy antiguas - formas para que todo el organismo espiritual pueda florecer y los "ministros" individuales puedan encontrar su rol y lugar apropiado en el organismo entero. Esta es una razón más por la cual necesitamos volver al original y molde del Creador para la Iglesia.

8. Dios no deja a la Iglesia en las manos del clero burocrático
Ninguna expresión de una iglesia del Nuevo Testamento es jamás liderada por sólo un "hombre santo" profesional cumpliendo el negocio de comunicar con Dios y entonces alimentar a algunos consumadores religiosos relativamente pasivos al estilo Moisés. La Cristiandad ha adoptado este método de religiones paganas o, en el mejor de los casos, del Antiguo Testamento. El fuerte profesionalismo de la iglesia desde Constantino ha sido una maldición por suficiente tiempo, dividiendo al pueblo de Dios de manera artificial en laicos y clérigo. Según el Nuevo Testamento (1 Tim 2:5), "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre." Dios simplemente no seguirá bendiciendo eternamente a profesionales religiosos que se meten a la fuerza entre la gente y Dios. El velo se rasgó, y Dios está permitiendo que la gente acuda a El directamente a través de Jesucristo, el único Camino. Para habilitar el sacerdocio de todos los creyentes, el sistema presente de una iglesia profesionalizada y burocrática con sus castas institucionalizadas de "hombres santos" tendrá que cambiar por completo. La burocracia es el sistema más demoníaco de todos los sistemas administrativos, ya que hace básicamente sólo dos preguntas: sí o no. No hay lugar para espontaneidad y humanidad, ningún lugar para vida real. Esto puede estar bien para la política y para compañías, pero no para la Iglesia. Dios parece estar liberando a Su Iglesia de una cautividad babilónica de burócratas religiosos y espíritus controladores al dominio público, en manos de gente común y corriente, hecha extraordinaria por Dios, gente que, como en los tiempos antiguos, puede todavía oler a pescado, perfume y revolución.

9. Retorno de formas organizadas a formas orgánicas del Cristianismo
El "Cuerpo de Cristo" es una descripción vívida de un ser orgánico, no un ser organizado. La Iglesia en su nivel local consiste en una multitud de familias espirituales quienes están orgánicamente relacionadas entre sí como una red, donde la manera como las piezas funcionan juntas es una parte integral del mensaje del ser entero. Lo que se convirtió en un máximo de organización con un mínimo de organismo debe ser cambiado a un mínimo de organización para permitir un máximo de organismo. Muchas veces y como una camisa de fuerza, la demasiada organización ha asfixiado al organismo por temor a que algo podría ir mal. El temor es el contrario de la fe y no exactamente una virtud Cristiana. El temor quiere controlar, la fe puede confiar. Por lo tanto, el control puede ser bueno, pero la confianza es mejor. El Cuerpo de Dios está confiado por Dios en las manos de gente con una mentalidad de mayordomo, con un don carismático sobrenatural de creerle a Dios que él está todavía en control, aún si ellos no lo están. Un desarrollo de redes regionales y nacionales, relacionadas por medio de la confianza, no un nuevo arreglo de ecumenismo político, es necesario para que vuelvan a surgir formas orgánicas de Cristianismo. 

10. De la adoración a nuestra adoración a la adoración a Dios
La imagen de gran parte de la Cristiandad contemporánea puede ser resumida como gente santa viniendo regularmente a un lugar santo en un día santo en una hora santa para participar en un ritual santo conducido por un hombre santo vestido en vestiduras santas contra una retribución santa. Ya que esta empresa tipo funcionamiento llamada "culto de adoración" requiere mucho talento organizacional y burocracia administrativa para seguir funcionando, moldes formalizados e institucionalizados se desarrollaron rápidamente en tradiciones rígidas. Estadísticamente, una "reunión de adoración" tradicional de 1-2 horas de duración se traga muchos recursos, pero produce muy poco fruto en términos de discipular a gente, es decir, en vidas transformadas. Económicamente, es una estructura de "alto imputo y bajo resultados". Tradicionalmente, el deseo de "adorar en la manera correcta" ha llevado a mucho denominacionalismo, confesionalismo y nominalismo. Esto no sólo ignora el hecho de que Cristianos son llamados a "adorar en espíritu y en verdad", no en catedrales con himnarios en las manos, sino que también ignora que la mayor parte de la vida es informal, y así lo es el Cristianismo como "el Camino de Vida". ¿Necesitamos dejar de ser actores poderosos y comenzar a actuar poderosamente?
11. Deja de llevar gente a la iglesia, y comienza a llevar la iglesia a la gente
La iglesia está cambiando de vuelta de ser una estructura "Ven" a ser una estructura "Ve". Como uno de los resultados, la Iglesia necesita dejar de intentar llevar a personas "a la iglesia" y comenzar a llevar la Iglesia a la gente. La misión de la Iglesia no será cumplida jamás simplemente añadiendo a la estructura existente; hará falta nada menos que una proliferación de la iglesia por medio de una multiplicación espontánea de ella misma a áreas de la población del mundo donde Cristo aún no es conocido.          

12. Redescubriendo la "Cena del Señor" como una cena real con comida real
Las tradiciones de la iglesia consiguieron "celebrar" la "Cena del Señor" en una forma homeopática y profundamente religiosa, con unas pocas gotas de vino, una galleta sin sabor y una cara triste. No obstante, la "Cena del Señor" era una cena substancial con un significado simbólico, no una cena simbólica con un significado substancial. Dios está restaurando la comida como parte de nuestras reuniones.
13. De denominaciones a celebraciones metropolitanas
Jesús llamó a un mover universal, y lo que llegó fueron una serie de compañías religiosas con cadenas globales comercializando sus marcas especiales de Cristianismo y competiendo entre ellas. Por medio de esta estigmatización del Cristianismo, la mayor parte del Protestantismo se ha vuelto, por lo tanto, insignificante políticamente y muchas veces más preocupado con especialidades tradicionales y luchas religiosas internas que con desarrollar un testimonio colectivo ante el mundo. Jesús simplemente jamás invitó a la gente a organizarse en denominaciones. En los primeros días de la Iglesia, los Cristianos tenían una identidad dual: eran verdaderamente Su Iglesia y verticalmente convertidos hacia Dios, y entonces se organizaron según la geografía, es decir, convirtiéndose también horizontalmente entre ellos en la tierra. Esto sólo significa vecinos Cristianos organizándose en vecindarios - o iglesias-casa, donde comparten sus vidas localmente, sino Cristianos reuniéndose como una identidad colectiva todas las veces que puedan para celebraciones que involucran la ciudad o región entera, expresando que la Iglesia de la ciudad o región es un cuerpo. La autenticidad en los vecindarios conectado con una identidad colectiva regional o metropolitana harán a la Iglesia no sólo políticamente significante y espiritualmente convincente, sino que también permitirán un retorno al modelo bíblico de la Iglesia metropolitana.
14. Desarrollando un espíritu a prueba de persecución
Crucificaron a Jesús, el Jefe de todos los Cristianos. Hoy en día, sus seguidores están más interesados en títulos, medallas y respetabilidad social o, lo peor de todo, permanecen callados y muchas veces ni son dignos de ser notados para nada. "Bienaventurados sois cuando os persiguen", dice Jesús. El Cristianismo bíblico es una amenaza sana al ateísmo y al pecado pagano, un mundo vencido por la avaricia, el materialismo, la envidia y cualquier cantidad de pautas demoníacas de ética, sexo, dinero y poder. El Cristianismo contemporáneo en muchos países es simplemente demasiado inofensivo y cortés como para valer la pena perseguir. Mas cuando Cristianos una vez más viven las pautas del Nuevo Testamento para la vida y, por ejemplo, llaman al pecado, conversión o persecución ha sido, es y será la reacción natural del mundo. En vez de anidarse cómodamente en zonas temporales de libertad religiosa, los Cristianos tendrán que prepararse para ser una vez más descubiertos como los principales culpables contra el humanismo global, la esclavitud moderna de tener que entretenerse y la adoración categórica del Yo, el centro equivocado del universo. Eso es por qué los Cristianos van a sentir y necesitan sentir la "tolerancia represiva" de un mundo que perdió todos los absolutos y por lo tanto se niega a reconocer y obedecer a su creador Dios con sus pautas absolutas. Acoplado con la creciente ideologización, privatización y espiritualización de la política y la economía, Cristianos tendrán más pronto de lo que la mayoría se imagina su oportunidad de estar felizmente acusado en la compañía de Jesús, y necesitan prepararse ahora para el futuro, desarrollando un espíritu a prueba de persecución y una estructura más a prueba de persecución. 
15. La Iglesia vuelve a casa
¿Dónde está el lugar más fácil, digamos, donde un hombre puede ser espiritual? Escondido detrás de un gran púlpito y engalanado en ropas santas, predicando palabras santas a multitudes anónimas y después desapareciendo en una oficina. ¿Y cuál es el lugar más difícil y por lo tanto más significante donde un hombre puede ser espiritual? En casa, en la presencia de su esposa e hijos, donde todo lo que hace y dice es automáticamente sometido a un examen espiritual contra la realidad, donde toda hipocresía es en manera efectiva escardada, y verdadera autenticidad puede crecer. Mucho de la Cristiandad ha rehuido la familia como lugar de derrota espiritual y organiza actuaciones artificiales en edificios sagrados, muy lejos de la vida real. Como Dios está queriendo recuperar los hogares, la iglesia vuelve a sus raíces y vuelve al lugar de donde vino: literalmente, vuelve a casa, completando el círculo de la historia de la Iglesia en el final de la historia del mundo.
Ahora que Cristianos de todas las clases sociales, todas las denominaciones y trasfondos sienten un eco claro en su espíritu a lo que el Espíritu de Dios está diciendo a la Iglesia y comienzan a escuchar globalmente para actuar localmente, comienzan a funcionar como un cuerpo una vez más. Se organizan en iglesias-casa en el vecindario y se reúnen en celebraciones regionales o metropolitanas. Estás invitado a formar parte de este movimiento y poner tu propia contribución.

Tal vez también tu casa se convierta en una casa que cambia el mundo.