viernes, 14 de febrero de 2014

Los Profetas, la Segunda Venida de Cristo y la Gloria Postrera: Cristo Viene - Suplemento Octubre 2013 - Por: Apóstol Dr. Rony Chaves

La Profecía de Hageo

“En el mes sétimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová 
por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla a hora a Zorobabel hijo 
de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo 
sacerdote y al resto del pueblo diciendo:
¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria 
primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de 
vuestros ojos?
Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate Josué hijo 
de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, 
dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de 
los ejércitos.
Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi 
Espíritu estará  con vosotros, no temáis.
Porque así dice Jehová de los Ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar 
los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las 
naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria 
esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el 
oro, dice Jehová de los ejércitos.
La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho 
Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los 
ejércitos.” 
Hageo 2:1-9

La profecía de Hageo vino en el mes séptimo y en el día veintiuno.

Esta palabra venía dirigida a Zorobabel, el gobernador de Jerusalén, a Josué el sumo sacerdote representantes del liderazgo de Israel y también al pueblo.

Lo primero que hace el profeta es recordar el esplendor de la casa de Dios en su gloria primera, para compararla luego con la trágica decadencia de los días de la profecía.
Él hace un énfasis, la casa estaba en ruinas, era como nada en realidad, ante sus ojos.

Obviamente, al detenerse la construcción, era necesario inyectar una nueva motivación a los líderes edificadores- Este fue el contenido de la profecía:

1. Esfuérzate.  Esta expresión es una orden a Zorobabel, a Josué y al pueblo. No fue una queja, fue una motivación. Fue palabra directora, ‘vuelvan al trabajo’ parecía decir el profeta. ‘Levántense y restauren la casa’ podría leerse como la intención del Señor. Amén.

2. Cobrad ánimo y trabajad; porque yo estoy con vosotros. Este anuncio profético implicaba el por qué del esforzarse.  Porque el Señor mismo prometía estar con ellos en la batalla y labor de reconstrucción. La sola promesa de la presencia del Señor, debía motivar al trabajo, debía levantar el ánimo del pueblo. El Señor anunciaba su respaldo. Aleluya.

3. Según el pacto que hice con vosotros. Esta era la verdadera razón de la promesa y de la presencia del Señor. Él es un Dios de pacto y él les recordaba que su Espíritu estaría con ellos porque él tenía alianza con Israel como no la tenía con otro pueblo sobre la tierra.

4. Así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. Si el desánimo y el temor fueron el obstáculo más grande contra la edificación. Ahora el Señor les animaba a seguir construyendo garantizándole la presencia del Espíritu entre ellos. Esto sería el motivo de su coraje no de su temor. El Dios del cielo, les da la razón para no temer, el Espíritu estaría en medio de ellos; gloria a Dios.

5. Haré temblar los cielos y la tierra. Dios habla del futuro, él sacudirá las naciones a través de su pueblo. Aleluya. Todo será sacudido, Dios se prepara para hacer temblar todas las estructuras religiosas y políticas de las naciones a través de Su pueblo edificador. Esta es una promesa profética antes de la venida del Señor.

6. Y vendrá el Deseado de las naciones. Antes de que Jesucristo vuelva, Dios restaurará Su Casa, la Iglesia, para recibir Su gloria. A pesar de que cuando Jesús en su entrada al Templo restaurado, cumplió esta Escritura, la mejor parte se ha reservado para los últimos días. Días en los cuales Dios llenará Su Casa, la Iglesia, con Su Presencia Manifiesta o Gloria Shekinah. Amén.

7. Mía es la plata, y mío es el oro. El profeta Hageo declara a los constructores: Cobren ánimo, vuelvan al trabajo y esfuércense, porque Jehová, Quien es un Dios de pacto estará con vosotros para cumplir Su alianza con nuestros padres. Él va a llenar Su Casa con Su Gloria otra vez cuando envíe al Mesías al Templo. Trabajad, pues aunque los enemigos se oponen, el Señor es el dueño de toda riqueza y Él nos dará oro y plata para edificar al traer sacudimiento y temblor sobre naciones vecinas. Hageo estaba declarando que todo lo que se necesite en la reconstrucción de la Obra será suplido por Jehová, nuestro proveedor. Aleluya.

8. La Gloria postrera. El Señor anuncia que se propone mostrar una gloria mayor en la casa postrera de la reedificación. Dios a través de Hageo profetiza que la gloria primera de la Casa de Jehová será menor que la manifestación de Su Presencia postreramente. 
Dios está por soltar una gloria mayor. El proceso de reedificación del Templo nos anuncia profética y simbólicamente lo que vendrá a la Iglesia, el Templo del Espíritu Santo. Amén.

Un trabajo en Equipo

“Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al 
pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros dice Jehová.
Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador 
de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el 
espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa 
de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día veinticuatro del mes sexto, 
en el segundo año del rey Darío.” 
Hageo 1:13-15

En este período de restauración nacional en Israel, Dios nos ha mostrado la necesidad que tiene el pueblo de Dios de trabajar para reconstruir en unidad. Este es un trabajo corporativo. Gobernadores, sacerdotes, levitas, cantores y profetas, debieron unirse en los días de Nehemías, Esdras, Hageo y Zacarías. 

En el Nuevo Testamento, el Señor levanta apóstoles y profetas para operar junto a los otros ministerios y el pueblo. Amén.

Los apóstoles son simbolizados por los edificadores. Apóstoles son constructores. Estos se levantaron mientras los profetas profetizaron en la antigüedad.

Dios está levantando edificadores apostólicos a través del apoyo que brindan los profetas.
Cada nación requiere que Dios levante a sus profetas, los cuales no tomarán la responsabilidad de los apóstoles, pero les apoyarán y levantarán.

La tarea de los profetas es apoyar a los apóstoles edificadores. Gloria a Dios.

La adoración que debe dársele a Dios, debe ser nacional y corporativa, de todo el pueblo. Los hombres ungidos fueron levantados por el Señor para guiar al pueblo en el ejercicio del oficio nacional de exaltar al Todopoderoso en unión de su reyes, príncipes y sacerdotes.
La intención de Dios nunca fue usar solo a un hombre, sino a través de un ungido o más, movilizar a toda una nación, en la adoración nacional corporativa para Jehová, el Señor. Aleluya.

La tarea de ayer y de hoy, fue, es y será una labor en equipo.

Por eso Dios nos revela en la vida de Israel a estos dos ministerios, apóstoles y profetas; tan necesarios hoy para preparar la Casa de Dios para la manifestación de la Gloria postrera. Amén.

Dios quiere que nosotros edifiquemos una Iglesia Apostólica, no una tradicional y humanista. Necesitamos edificar con fundamento apostólico. Apóstoles y profetas son imprescindibles hoy para reedificar el Cuerpo de Cristo. Gloria a Dios.

Es bueno recordar que los edificadores prosperaban según la profecía de los profetas. El ministerio del profeta trae una unción dada por Dios para hacer prosperar a los edificadores. Profetas acercan la prosperidad al pueblo; hacen que nuestros ministerios crezcan, se multipliquen y cobren ánimo. Amén.

Por años la Iglesia ha dependido de la unción y oficio de los pastores. Ellos no tienen la unción  apostólica para edificar, por tanto su visión ha sido menor, desatando a veces oposición a los líderes apostólicos. Creo que ha llegado la hora de ver emerger Apóstoles y Profetas para activar la construcción.

La profecía de Zacarías

“Me mostró al sumo sacerdote Josué; el cual estaba delante del ángel 
de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
Y dijo Jehová a Satanás; Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha 
escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es este un tizón arrebatado del incendio?
Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.
Y habló el ángel y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: 
Quitad esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu 
pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las 
ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.” 
Zacarías 3:1-5

Zacarías el profeta, trajo una profecía sorprendente para los líderes de Israel; una para cada uno.

Es en los días de mayor oposición a la obra de edificación, cuando el ánimo estaba decayendo que Hageo y Zacarías profetizaron para el pueblo.

Zacarías se dirigió específicamente a Josué, el sumo sacerdote y a Zorobabel, el gobernador. Esta palabra a ellos dada les levantó el ánimo y les mostró no solo la obra del enemigo sino también la gran Obra de Gracia del Espíritu Santo a su favor. Amén.

Dios usó a varios profetas en el proceso además de Nehemías y Esdras, quienes hicieron realmente una labor apostólica. Ellos fueron gobernador y maestro. Pero además de ellos, Jehová usó a Hageo y Zacarías como profetas para hablar a la nación. Sin duda, Dios trabaja en equipo.

Visión sobre el Sumo Sacerdote Josué
A través de esta curiosa visión, el profeta Zacarías muestra a Josué y al liderazgo las razones del ataque y el porqué de su falta de progreso.

1. El profeta vio a Josué delante del ángel de Jehová, pero a su mano derecha estaba Satanás para acusarle. Los profetas como guerreros intercesores, han tenido siempre la facultad de ver lo que otros no ven, la raíz espiritual de cada mal.

Es satanás, el verdadero instigador de la férrea oposición de los enemigos de los edificadores.

El diablo es también el enemigo principal de los apóstoles hoy. Pero es necesario el ministerio del profeta para discernir la fuente espiritual del ataque.

2. En la visión, Jehová da la sorpresa al enemigo y a Josué. Es Dios mismo quien realiza la guerra contra satanás cuando sus siervos ceñidos a sus diseños, edifican Su Casa. Amén.

3. Este ataque de desánimo de satanás puede causar que nos veamos sin poder y sin una posición de victoria en la pelea.

El profeta ve a Josué vestido con vestiduras viles, aunque Dios afirma al diablo que Josué era un hombre redimido por Él; “un tizón arrebatado del incendio” como tú y yo. Amén.

Era necesario el profeta para revelar como satanás rebaja nuestra actitud mental y nos vemos como pecadores comunes no redimidos por Dios.

Por eso Dios mandó quitar los vestidos viles y poner ropas de gala, como un símbolo de la purificación que Él había hecho de Josué al quitar su pecado. Aleluya.

Podemos ver con claridad la obra tan positiva sobre un líder espiritual a través de un profeta. Con la profecía de Zacarías, Josué se levantó y continuó el trabajo.

4. En la visión dada a Zacarías, Josué tenía en su cabeza la necesidad de una mitra limpia y vestiduras sacerdotales limpias en su cuerpo. El ángel de Jehová dio la orden: Pongan mitra limpia en su cabeza y vestiduras limpias.

La mitra representa autoridad, unción y representatividad. Dios le mostraba a Josué por el profeta de dónde venía su autoridad y llamado sacerdotal. El diablo ni sus sirvientes eran enemigos suficientes para detenerlo. Gloria a Dios.

Al final de la visión de Josué, Dios le anuncia que él es un personaje simbólico y que en medio del proceso representativo enviará al Renuevo, esto es al Mesías de Israel. Aleluya.
 
El ángel exhorta a Josué a caminar rectamente. Este es el único requisito del Señor para darle autoridad, gobierno y un lugar entre los grandes líderes de Israel.

Palabra de Jehová a Zorobabel
En medio del ataque más fuerte, el Señor habló a su gobernador. Así también él le habla a los apóstoles edificadores de Su Casa. 

“Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es Palabra de Jehová a 
Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza sino con mi Espíritu, 
ha dicho Jehová de los ejércitos.¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante 
de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera  piedra con 
aclamaciones de Gracia, gracia a ella.” 
Zacarías 4:6-7
1. A través de Zacarías, Jehová le da estrategia de batalla a Zorobabel: es con mi Espíritu que pelearás, usarás diseños dados a ti por el Santo Espíritu, era la idea de Dios. No usarás en la batalla dos cosas usualmente usadas en la guerra: el ejército y la fuerza, solo mi Espíritu es necesario. Profetas traen dirección estratégica en la guerra espiritual territorial.

2. El anuncio de Dios es conmovedor. Él habla al monte y al reino humano opositor que se levanta contra Zorobabel. Dios muestra su apoyo total para su enviado apostólico. Él anuncia que es por Su Gracia que las tareas reiniciarán. La construcción seguida adelante por Su Gracia y Poder. Gloria a Dios. Hoy Dios también anuncia por medio de este episodio profético de Israel, su compromiso con sus escogidos y enviados apostólicos para realizar la tarea de reconstrucción de Su Iglesia. La Obra se hará por Su Gracia y por Su Espíritu. Amén.

“Vino palabra de Jehová a mí, diciendo: las manos de Zorobabel echarán el 
cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán, y conocerás que Jehová de 
los ejércitos me envió a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de 
las pequeñeces se alegrarán, y verá una plomada en la mano de Zorobabel: 
estos siete son los ojos de Jehová que recorren toda la tierra” 
Zorobabel 4:8-10 

3. Zacarías para afirmar su llamado y la autoridad de sus palabras, introduce al Espíritu del Señor, representado en los siete ojos de Jehová, como aquel que mira el corazón de los hombres y les llama según Su voluntad. ¡Qué palabras de aliento para Zorobabel! Dios mismo afirma el llamado de Zacarías como profeta y el de Zorobabel como gobernador y tipo del apóstol, al comprometerse a cumplir sus palabras él anuncia que el pueblo sabrá que estos son sus siervos al declarar que los cimientos serán echados por Zorobabel y que también él mismo, acabará la reconstrucción de la Casa de Dios. Profetas y apóstoles son vistos a través de las sombras y símbolos de esta historia. Juntos, volverán a echar los cimientos de la Casa de Dios y la reedificarán para que venga el Renuevo, el Mesías a reinar y morar par siempre con Su Pueblo. Amén.

“Hablé más y dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha y a la 
izquierda del candelabro?
Hablé aún de nuevo y le dije: ¿qué significan las dos ramas de olivo que por 
medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda 
la tierra” 
Zacarías 4:11-14

4. ¡Qué forma tan gloriosa del Señor de honrar a hombres llamados por Él! ¡Qué manera tan especial de levantar su autoestima ministerial y su ánimo. Zorobabel y Josué, son señalados por Dios a través del profeta como sus ungidos. Dios es el Señor de ellos. Gloria a Dios.

5. Es en medio de tal confirmación que debemos recordar que Zacarías hizo varias afirmaciones. La primera, dejó claro que los cimientos del Templo serían echados y acabada su construcción. 

Segunda, que no se pueden menospreciar las cosas pequeñas, porque es desde allí, desde donde el Señor construye las cosas más grandes por su sola Gracia y Soberana Voluntad. 
Tercero, la alegría vendría como resultado de la obra misionera constructiva. Al verlo, se alegrarían.

Cuarto, que es en la mano de Zorobabel en la que Él pondría el nivel o plomada para trazar los cimientos y orientar la construcción del templo del Señor.

La plomada en su mano habla de equilibrio y balance en los apóstoles. A ellos es dada la autoridad para trazar las cuerdas y el nivel de la construcción. Ellos son los autorizados para orientar la reedificación de los trabajos del templo.

La primera piedra con aclamación

“¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a 
llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.”
Zacarías 4:7

La alabanza y la adoración merecen especial atención en este proceso de restauración. 

En cada paso de la reedificación de Jerusalén y el templo, los líderes enviados por Dios, entendieron que era determinante para el éxito de sus gestiones, restaurar a su posición a los sacerdotes, levitas, músicos y cantores la alabanza y adoración al Señor, garantizaría Su Presencia en medio de la batalla y el trabajo de reconstrucción.

Pero además debemos aprender la lección; la primera piedra sería sacada con aclamaciones de Gracia. Esto significa que la alabanza y el júbilo ayudan y estimulan a los edificadores. También implica que cuando el júbilo, las aclamaciones, la alabanza y la alegría están presentes en el pueblo de Dios; el Espíritu ya comenzó la tarea de reconstrucción. 

Cada vez que alcemos la voz con júbilo y aclamación para el Señor, la construcción de Su Casa se acelera. Aleluya.

La Gloria Postrera

“Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos 
diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará 
de sus raíces, y edificará el Templo de Jehová. Él edificará el templo de 
Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono y 
habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos.” 
Zacarías 6:12-13

El Renuevo de la profecía antiguotestamentaria es en esencia, Jesucristo, el Mesías que vino al templo de la reconstrucción en Jerusalén, trayendo gloria en su Primera Venida a la tierra. El Verbo de Dios se encarnó y vimos Su Gloria. Mas al igual que en los días de Zorobabel, el Señor está tomando Su Templo actual, la Iglesia y la está preparando para el cumplimiento cabal de esa profecía. 

Jesús volverá otra vez, es la promesa. Él hará su Parousía (su aparición celestial) en su Segunda Venida a reinar. La Casa, Su Cuerpo, Su Iglesia o Tabernáculo ha empezado a ser restaurado y reedificado por Apóstoles, Profetas y Salmistas. En ella será vista Su Gloria con mayor esplendor. Amén.

“La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha 
dicho Jehová de los ejércitos.” 
Hageo 2:9