sábado, 19 de enero de 2008

Hay que arrojar la capa

Predicado por Pastor Jose A. Quintero:


Marcos 10:
 46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.  47 Y oyendo que era Jesús Nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!  48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!  49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.  50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.  51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.  52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús.


Capa- ihmation, pieza de ropa, vestidura, vestido.

Bartimeo, aunque no veía, conocía y había escuchado de Jesús. Esto concuerda con la Palabra, ya que la fe viene por el oír. Y aun con no tener vista, el sabia que Jesús era muy seguido por la gente. El sabía que multitudes le seguían.
Esto produjo que el gritara, para que Jesús le escuchara. El sabia que a Jesús siempre le seguía una multitud. El conocía que Jesús no andaba solo por ahí, como un llanero solitario, sino que estaba con gente, por que la gente sabía que su ministerio era de Dios, o estaban por los panes y los peces.
Este es un relato donde vemos un gran acto de fe: Así como a la mujer sirofenicia le pidió las migajas para su hija (recordemos que Cristo no había venido para los gentiles, sino para la casa de Israel), este ciego con su gritería movió a Jesús. Así como la mujer del flujo se acerco calladita a donde el, sin que El se diera cuenta, y actuó en fe, así este ciego grito:
¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

Misericordia (en hebreo hesed, en griego eleeo, que proviene de eleos): Amor divino que se extiende a otros cuando se ha experimentado en la propia relación con Dios. Solo proviene por la gracia de Dios. Es usada en el caso del buen samaritano como splangjnizomai, que quiere decir que las entrañas anhelan esto, que sale de su corazón. (Entrañas es usado como corazón en nuestro idioma hoy día).

CAPA- signo de impedimento (lo que se cuelga en los carros para que las personas que tienen vehículos de motor puedan estacionar en lugares especiales para ellos, denota su impedimento y limitación).

El verso 50 en otras versiones dice que dando un salto, y esto implica que no espero mas para ir a donde Cristo. Pero me quiero concentrar también en esta parte:

Arrojando su capa:
El no espero mucho, el quería ser libre de su impedimento. Su fe le movió a ello. El tampoco quería que esto fuera de impedimento para llegarse al Señor. Bartimeo obro muy diferente a como obro el joven rico en este mismo capitulo, los versos 17-22, que no siguió a Jesús. La capa para el ciego era tan importante como las posesiones para el joven rico, lo único que Bartimeo arrojo su capa, el joven rico se quedo con su dinero. Bartimeo no quería que nada impidiera su seguir de Cristo.
Pero notemos también como este ciego vino como el era. La capa era una pieza de ropa. La capa no permitía ver a un hombre que era ciego, pero que el resto de su cuerpo estaba bien. La capa era todo lo que lo protegía de la lluvia, del sol, del granizo, de la nieve, era su refugio. La capa ponía limitaciones en el. No permitía ver su corazón. El no quería limitaciones para venir a Cristo, el quería venir como era, esto demostró su sinceridad.
La capa puede ser los afanes de la vida, con este ritmo de vida a diario, muchos lo dejan para luego, es decir, esta semilla cae entre las malas hierbas y no crece (Mateo 13:22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.), otros creen que lo que están haciendo impide venir a Cristo, a otros su tradición no les deja venir a la verdad del evangelio, a otros es su religiosidad que no le permite vivir la plenitud de un evangelio de poder. La capa puede ser tus posesiones, relaciones del pasado, todo lo que tengas. Pero Cristo amo a este ciego y le concedió su milagro así como era, mirando su corazón, le concedió el milagro a la sirofenicia, la mujer del flujo toco su manto, resucito la hija del principal de la sinagoga (un hombre importante) Jairo, ¡así el desea darte tu milagro!
El es nuestro sanador, nuestro restaurador:
Isaias 61:1-4:
El vino a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;  2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;  3 a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.  4 Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.
El nos sana, nos restaura, nos liberta, nos prospera, pero lo más importante: El nos salva y por su sacrificio somos perdonados y podemos obtener la vida eterna.
Este es tiempo de jubileo, es tiempo en el cual en nuestra iglesia miles de vidas serán restauradas, las familias serán restauradas, vendrá fruto fresco y abundante a su casa. Dios esta levantando una nueva generación, habrá un paso de batón, vendrá una generación dispuesta a todo. Una generación que no cuestionara las cosas que pasaban, solo que actuaran en fe. Una generación que evita imponer las estructuras tradicionales del pasado a los esfuerzos de renovación presentes. Una generación que comprende que las estructuras y formas de ayer muy frecuentemente no son aptas para manejar la dinámica actual de renovación espiritual. Una generación que no le pone trabas al Espíritu Santo, que solo se mueve a través de su dirección. Que busca de su presencia-ver Hechos 1, que es bereana (estudiosa de la Palabra-ver Hechos 17). Hechos 1 habla de esto, también Hechos 2 como ellos esperaron por el derramamiento del Espíritu Santo. Una generación guiada por la gracia, que no tenga nada de una ley gastada y vieja. Pero esta generación también tendrá un vino nuevo derramado sobre ella, el Poder del Evangelio, el poder de la unción del Espíritu Santo.