Advertencia: Antes de proceder a romper maldiciones generacionales, usted debe cubrirse bien con la sangre de Cristo, atar todo lo antagonico que se mueve alrededor suyo y ayunar al menos 3 dias, aunque sea un ayuno parcial. Lo mismo es recomendado si va a dar este estudio en su iglesia, para que no vaya a ser que el enemigo se le levante en contra (aunque no lo declaramos, pero es mejor ser precavidos que despues tener que lamentar). Hablamos por experiencia propia y de otros ministros.
Agradecemos su atencion y bendiciones.
Por: Pastor Jose A. Quintero
Pro 26:2
Como el gorrión en su vagar y la golondrina en su vuelo así la maldición no viene sin causa.
Caso 1: Comparemos 2 hombres; 1 es un criminal convicto, el otro, un abogado exitoso. El criminal convicto viene de un hogar destruido, en el cual su padre era alcohólico y criminal habitual, su madre lo abandono cuando este hombre tenia 2 años, su abuelo era el ladrón del pueblo, su bisabuelo era un forajido del viejo oeste. El abogado, por su parte, su padre era maestro y su madre trabajadora social, fue criado en el evangelio, su abuelo fue pastor y su bisabuelo fue diácono en su iglesia y el abogado hoy día, sirve a Cristo. Lo más curioso es que estas personas no conocieron a sus abuelos y mucho menos, a sus bisabuelos.
Caso 2: Un delincuente habitual tiene 4 hijos con una mujer cuya madre es cristiana. La oración de esta abuela impide que estos 4 nietos salgan criminales o personas de mala conducta. Sin embargo, una hermana de este hombre, cristiana también, tiene 2 hijos con un hermano de uno de los compañeros de fechorías de este delincuente, y no le da la apropiada cobertura de oración a sus hijos y estos salen ambos con problemas de drogas, que era como el delincuente habitual tenia como manera de mantenerse, vendiendo drogas, las cuales consumía de manera habitual también. Para cerrar, uno de sus hermanos también tuvo ese mismo problema, aunque luego vino a los pies de Jesucristo. Lo mas impresionante: Estos jóvenes no conocieron a su tío personalmente; este abandono su hogar cuando estos tenían apenas 5 años de edad y se fue a Estados Unidos de su país de origen y no tuvieron contacto físico ni de ninguna manera con el por algunos 15 años, y para culminar, estos jóvenes siempre lo tuvieron a el como su modelo de conducta a seguir, sin haberlo conocido.
Caso 3: Mujer cristiana, sierva de Dios, madre fue violada y la tuvo a ella, ella es violada y tiene a su hija, su hija es violada y tiene a su nieta.
Caso 4: Matrimonio cristiano, los padres de ambos divorciados, todos los hermanos de ellos divorciados, ellos terminan divorciados. Una de las hermanas de ella ya tiene una hija divorciada, la cual es cristiana también.
Estos casos son reales. ¿Casualidad? No creo, pero si algo que tenemos que entender, y es que la Biblia habla de este tipo de conductas repetitivas. Se le conoce como maldiciones generacionales.
Que es maldición:
Esto no es un nuevo concepto, es algo que esta desde el principio de los tiempos. En la Biblia se menciona por primera vez en Génesis 3:14-21. Desde allí se comenzó a hacer las diferencias entre maldición y bendición. La maldición es definida como una palabra o expresión que desea el mal para alguna persona u objeto. Se espera que la maldición suelte una fuerza negativa y maligna que actué en contra de la felicidad y propicie el fracaso del maldecido. También se define como el daño o mal sobre otra persona que puede causar hasta la muerte. Es algo real y es una sentencia.
Es decir, la maldición desata palabras negativas que oprimen y acusan, desprotección, desgracia y miseria. Comentarios como de tal palo, tal astilla implican que se esta desatando una maldición o bendición para los hijos de la persona de la cual se habla.
El caso mas común a nivel mundial de maldiciones es el de los Kennedy. Esto es algo común en los periódicos o revistas a nivel mundial. Se hablo de la muerte de John F. Kennedy Jr., que murió en un accidente de avión. Se le llama La maldición de los Kennedy por que varios hijos, nietos, sobrinos y hermanos han muerto a edades jóvenes de maneras trágicas. No le paso a el por que era una mala persona, sino debido a la iniquidad que fue transferida de generación a generación.
1. El concepto generacional: Este concepto se encuentra más de 700 veces en la Biblia. Por ende, se entiende por esto que Dios es un Dios generacional, ya que una y otra vez El se presenta como el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob (Éxodo 3:6). Esto se ve cuando Dios se presenta a Moisés, ya que El mismo presenta dentro de sus elementos básicos como un Dios que vive y conoce generaciones (Éxodo 34:5-7).
2. Las áreas en que nos afectan: Todas las áreas de nuestras vidas como las conocemos son afectadas: Nuestras familias, las finanzas, nuestra salud, nuestros sentidos, el alma y nuestra vida espiritual (Deuteronomio 28 habla claramente en torno a las áreas afectadas por esto).
Estudiando la herencia:
Según el diccionario de la Real Academia (Versión cibernética): (Del lat. haerentia, n. pl. del part. act. de haerēre, estar adherido, infl. en su significado por heredar).
1. f. Derecho de heredar.
2. f. Conjunto de bienes, derechos y obligaciones que, al morir alguien, son transmisibles a sus herederos o a sus legatarios.
3. f. Rasgo o rasgos morales, científicos, ideológicos, etc., que, habiendo caracterizado a alguien, continúan advirtiéndose en sus descendientes o continuadores.
4. f. Rasgos o circunstancias de índole cultural, social, económica, etc., que influyen en un momento histórico procedentes de otros momentos anteriores.
5. f. Biol. Conjunto de caracteres que los seres vivos reciben de sus progenitores.
Hay 3 tipos de herencia:
1. Genética: Son las características físicas que heredamos de nuestros padres (la nariz de mi padre, el pelo de mi madre). Se trasmite por los genes. Las enfermedades hereditarias (diabetes, migrañas, cáncer) vienen de los genes.
2. Ambiental: Son las cosas que heredamos por nuestro medio ambiente, como el idioma, la visión de vida y hasta nuestras condiciones sociales.
3. Espiritual: El pasaje que mas habla de esto es Job 8:8-10: 8 Pregunta, te ruego, a las generaciones pasadas, y considera las cosas escudriñadas por sus padres. 9 Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra. 10 ¿No te instruirán ellos y te hablarán, y de sus corazones sacarán palabras?
La herencia constituye, por ende, el porque nosotros somos así, el porque nos pasan cosas sin explicación, porque en mi pueblo hay tal o cual conducta, por que papi tuvo ese problema y yo lo tengo también, y otras preguntas que al parecer no son contestadas ante la lógica humana.
Las causas de la maldición:
Desobedecer la Palabra de Dios, sus estatutos y normas, es decir, practicar pecado:
Deuteronomio 28:1-2: 1:Y sucederá que si obedeces diligentemente al SEÑOR tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra. 2: Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al SEÑOR tu Dios:
Ignorancia:
Oseas 4:6: Mi pueblo perece por falta de conocimiento.
Practicas de las vidas de nuestros antepasados (idolatría, adivinación [lectura de manos, consulta a hechiceros, magos, santeros y brujos]); enfermedades generacionales (asma, artritis, presión alta, cáncer y otras); pactos de los antepasados a ser pasados de generación en generación; situaciones generacionales (todas las mujeres han sido violadas en la familia):
Éxodo 20:5b: Por que yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.
Tener objetos en la casa que sean de practicas ocultistas o religiosidad (muñecos de otros países que tengan que ver con brujería y los compramos sin saberlos [un pastor en Puerto Rico compro una sombrilla en una de las Islas de Sotavento, si mas no me equivoco Antigua, como souvenir de recuerdo por sus vacaciones y comenzó a ver problemas en su casa sucediendo desde que la llevo a su casa y un día orando, por que no era algo común, Dios le hablo de la sombrilla y el se sorprendió y buscando información, se dio cuenta que en esa isla hay un culto a la deidad de la lluvia en el cual sacan sombrillas y se abren luego de darse con ellas unos a otros para que la deidad se alegre y les mande lluvia en una sequía y uno de sus problemas fue que en su casa un día, después de unas lluvias, se le lleno el patio trasero de agua y se le metió el agua a su casa y le dañó algunas pertenencias y enseres eléctricos y donde ellos viven no es zona inundable y a el fue al único que eso le paso], rosarios, regalos de familiares que sabemos o que hasta no sabemos que se pasan de generación en generación, figuras de cerámica con fines de brujería como las muñecas sin rostro y las muñecas negras del voodoo u otros similares).
Es decir, las maldiciones vienen por no conocer a Dios, por desobedecerle o por conocerle y seguir haciendo lo que se quiere.
Señales que identifican cuando hay maldiciones:
Colapso mental (vida con traumas mentales).
Desintegración familiar (es decir, divorcios y abandono de seres queridos sin explicación).
Escasez económica.
Accidentes frecuentes.
Enfermedades crónicas y/o hereditarias.
Estancamiento espiritual (no se puede orar, discernir la voz de Dios, recibir el bautismo en el Espíritu Santo, asistir a la iglesia con frecuencia por que siempre hay un problema o algo pasa, diezmar por que siempre se esta en un hoyo).
Fracasos en proyectos (comienza algo y nunca lo termina).
Esterilidad.
Impotencia.
Abortos.
Ejemplos bíblicos de maldiciones o conductas generacionales pasadas de padres a hijos a nietos:
Solo por mencionar algunos, aquí hay varios casos de maldiciones y bendiciones generacionales en la Biblia:
Noe maldice a su hijo Cam y desata la maldición sobre su hijo Canaan: Génesis 9.
Abram engaña al faraón y le dice que Sara era su hermana y no su esposa-Génesis 20. Luego Isaac engañó a Abimelec en Génesis 26, lo cual trajo consecuencias sobre Jacob ya que Labán lo engaño (Génesis 29) y los hijos de Jacob engañaron a Siquem y a su padre Hamor en Génesis 34.
Jacob suplantó a su hermano Esaú en su nacimiento y en el recibimiento de la bendición y luego Fares, de su descendencia, suplantó a Zara y salio primero que el en Génesis 46.
Dios establece en la ley que ningún bastardo entrara en la congregación, es decir, en el templo, ni hasta su décima generación. Un bastardo no es otra cosa que un hijo que no conoce a su padre-Deuteronomio 23:2.
El hijo de Esaú (Génesis 27:39-40) se casó con Mahalat, hija de Ismael, de quien se levantó un pueblo fiero y guerrero (Génesis 16). De la unión de estos, salio Edom (Génesis 36), un pueblo que hasta hoy ha estado en guerra con la descendencia de Jacob, Israel.
La bendición de prosperidad que tuvo Abraham hizo que Leví, su biznieto (su cuarta generación después de el) la obtuviera (Hebreos 7:8-10), ya que cuando Abraham pago los diezmos, Leví los pago.
Hay un ejemplo bíblico que quiero tocar, y es el de Jesús con el joven ciego en Juan 9:2, que sus discípulos le preguntaron que quien había pecado, si el o sus padres. La respuesta de Cristo fue una peculiar y El les dice que no es si el pecó o sus padres, sino que su ceguera era para que un milagro sucediera (a eso es que se refiere cuando dice las obras de Dios). Cristo no dio énfasis en el pecado, sino que dio énfasis en el milagro que iba a recibir ese joven. Ahora bien, los fariseos cuestionaron a sus padres si el había sido ciego de nacimiento, lo cual infiere que había una relación padre-hijo en este caso y una autoridad, aun cuando este joven tenia edad para hablar por su mismo (verso 23). Este ejemplo implica 2 cosas: El comienzo del rompimiento de una maldición generacional y la autoridad espiritual de los padres de una persona en torno a una enfermedad y el conocimiento de estos de ello. Y esto infiere el comienzo de un proceso para romper la maldición generacional, y es, aceptando a Cristo.
Como ser libres de la maldición:
Después de haber probado bíblicamente que las maldiciones generacionales y las bendiciones generacionales son algo real y vigente para estos tiempos, tenemos que entender que esto no se queda ahí. El que conoce la verdad es hecho libre, es algo bíblico y real y si conocemos a Cristo quedamos libres y la palabra dice verdaderamente, es un verbo de acción repetitiva, es decir, que es una certeza que esto va a pasar. Pero ahora, la cuestión es que hay unas consecuencias de pecado de generaciones pasadas las cuales nos traen consecuencias a nosotros por esto. Inclusive, aun después de convertirnos, seguimos haciendo cosas que no queremos y que nos damos cuenta que nuestros padres hacían (ejemplo: De un hogar donde los padres tuvieron problemas de crédito, el hijo se convierte y aun después de su conversión por varios años, sigue teniendo problemas de crédito) y se hacen un patrón repetitivo de conducta padres-hijos. Es decir, tenemos que ser libres de las cosas que decimos NO VOY A HACERLO y aun continuamos haciendo.
Juan 8:32-36 es un contexto clave para entender esto de las maldiciones y como romperlas. Jesucristo se les presento como alternativa para esto y que era la única, por que aun cuando Israel eran hijos de Abraham, no eran libres por que no reconocían a Cristo. Por ende, la primera respuesta para ser libres de las maldiciones generacionales es naciendo de nuevo, aceptando a Cristo como Nuestro Señor y Salvador (Romanos 10:7-11).
Ahora bien, hay una cuestión: Probando en los ejemplos anteriores uno ve que la salvación de la persona no es suficiente para romper con maldiciones generacionales en nuestras vidas, por culpa de los pecados de nuestros antepasados y de consecuencias de nuestras propias vidas (ejemplo: mal crédito por pagar mal, eso no se quita con la salvación) y entender que la ley de la siembra y la cosecha es un concepto generacional por que le servimos a un Dios generacional. Cuando se hace la confesión de fe y la oración del pecador, quien es limpiado por la sangre de Cristo soy yo, no las consecuencias de los pecados que no fueron limpiados por la sangre de Cristo en mis antepasados inconversos. ¿Cómo rompemos las maldiciones en nuestras vidas?
Hay varias maneras de hacerlo, y yo recomiendo que dejes que el Espíritu Santo te guíe para que hay que hacer en tu vida en torno a esto:
1. Confesar a Jesucristo como Señor y Salvador (esto nos quita la legalidad de Satanás en nuestras vidas y hace que espiritualmente salgamos de su reino y por ende, el no tiene parte ni suerte sobre nosotros).
2. Reconozca que las maldiciones tienen una raíz espiritual.
3. Romper las maldiciones a través de la oración.
4. Arrepentirse de acciones que hubieran abierto puertas para que entrara la maldición.
5. Perdonarnos a nosotros mismos de nuestras acciones y pecados.
6. Perdonar a todos los que han pecado y actuado mal contra nosotros (es decir, romper raíces de amargura).
7. Limpiar nuestras casas (y esto quiere decir, nuestras casas, donde vivimos) de objetos que puedan traer esta maldición a nuestras vidas.
8. Renunciar a todo pecado personal o al contacto con las causas de las maldiciones.
9. Renunciar a los pecados de nuestros padres y pedir a Dios perdón por esos pecados que ellos cometieron y están trayendo consecuencias en nuestras vidas.
10. Renunciar a las ataduras y pactos que nosotros mismos cometimos en el ocultismo o que sepamos que algún familiar nuestro cometió y pedir perdón por esto.
Un buen ejemplo de una oración que se puede hacer para romper estas maldiciones que son tan reales es esta:
Padre Celestial vengo ante Ti, en el nombre de mi Señor Jesucristo, y vengo ante Ti para admitir que soy pecador y te pido que me perdones todos mis pecados, y ahora Señor en el nombre de Jesucristo y por el poder de su sangre rompo toda maldición de familia, toda maldición generacional y todo pacto antiguo en mi vida desde la primera, segunda, tercera, cuarta y hasta la décima generación. Reclamo la sangre de Jesucristo sobre mi mente, mi espíritu y mi cuerpo. Rompo todo yugo y toda atadura de mi pasado y corto esos lazos por el poder de la sangre de Jesús. Declaro ahora mismo que soy libre, reclamo mi libertad en este mismo instante y la sangre de Jesucristo me ha hecho libre.
Asimismo y en el nombre de Jesucristo hoy tomo la decisión de soltar mi pasado con todos sus traumas, sus desilusiones, su amargura, su odio, su ira, su falta de perdón y deseo de venganza. Me arrepiento de todas estas cosas y le cierro hoy la puerta de mi mente con la sangre de Jesús.
Ahora Señor Jesucristo, llena mi corazón con tu gozo y paz sobrenatural y te pido que me des tu capacidad y sabiduría para pensar y actuar de una manera santa. En el nombre de Jesús. Amén