Al sernos revelados los secretos sobre las habitaciones de Dios en la Escritura (tabernáculos y templos), nosotros descubrimos que hay cinco grandes estructuras que Dios ha dado a Su pueblo en diversas generaciones y que son usadas para revelarnos Su Plan Eterno con la Humanidad. Cuatro de ellas están fundadas en el Viejo Testamento. En los tiempos antiguo testamentarios, Dios movió como Gran Maestro Edificador, a los hombres a construir dichas estructuras.
Estas cinco estructuras son:
1.- El Arca de Noé
2.- El tabernáculo de Moisés
3.- El Tabernáculo de David
4.- El Templo de Salomón
5.- La Nueva Jerusalén; la Ciudad de Dios (en el Nuevo Testamento)
El eslabón entre estas cinco grandes estructuras de revelación es muy evidente en la Biblia y el conocer un poco de las mismas nos ayudará a conocer el Plan de Dios con la Iglesia.
1.- EL ARCA DE NOÉ (GÉNESIS 6:14-16).
Brevemente se nos describe en este texto el Arca de Noé; el Arca de seguridad para sus días. El diseño o modelo y patrón del Arca le fue dado a Noé por revelación divina. No surgió el modelo en Noé, pero sí en la mente y corazón de Dios. Esta fue un Arca de Salvación para hombres y animales quienes entraron por la puerta del Arca de tres aposentos. El Arca simbolizaba la salvación hecha o puesta a disposición del hombre por la Divinidad. El Arca tuvo un énfasis simbólico en los números uno y tres. El “uno” habló de Dios, el Único Dios, inicio y origen de todo. El “tres” habló de la Unidad de la Divinidad; Dios en Tres Divinas Personas. El Arca generacionalmente habló del Plan que el Dios Trino y Uno diseñó para salvar al hombre. En el arca de Noé, el Dios Creador, miró al mundo pecador y le dio un Plan de Salvación que simbólicamente fue anunciado y que apuntó a Cristo, la Verdadera Sabiduría de Dios.
Esta fue un Arca con tres pisos (tres historias de tres Personas Divinas).
Esta fue la historia de un Dios Salvador manifestado en Tres Personas.
El Arca tuvo un fundamento (Fundación), símbolo del Padre Dios.
El Arca tuvo una única puerta, símbolo del Dios – Hijo.
El Arca tuvo una Ventana, símbolo del Espíritu Santo (con su paloma).
Dios estaba con Noé, su familia y con los animales en aquella Arca. Es muy significativo que esta Arca fue un anuncio profético del Arca del Pacto que estaría con Israel. Esta verdad revelada en el Arca se conservaría en cada santuario. Cada uno tuvo sólo un Arca (Dios).
2.- EL TABERNÁCULO DE MOISÉS (ÉXODO 25-40).
Dios le entregó a Moisés el diseño del tabernáculo en el monte. Esta sería la segunda estructura de revelación que contendría en su simbolismo nuevas verdades del Plan de Dios. Cada pieza del santuario, revelaría la Obra redentora de Cristo, su muerte y su mediación. Este tabernáculo, su sacerdocio y las ofrendas entregadas a Jehová, señalaron la obra sacrificial de Jesucristo como Templo Viviente, como Sumo Sacerdote de nuestra fe y como Cordero de Dios inmolado desde antes de la fundación del mundo. Amén.
En el Arca de Noé, Dios nos enseñó que el Dios Trino y Uno tenía un plan de salvación para la raza humana; en Moisés y su tabernáculo nos mostró cuál y quién era el Plan. Aleluya.
El énfasis del número simbólico (Dios habló siempre por símbolos) recayó en el número uno. El Tabernáculo y su ritual tuvo una Puerta; Un Altar del Sacrificio; Un Candelero de Oro; Una Mesa de los Panes de la Proposición; Un Altar del Incienso; Un Velo; Un Arca y Un Lugar Santísimo. El Santuario de Moisés nos habló de Un Sumo Sacerdote, Un Sacrificio, Un Cordero, Un Mediador y Una Sangre. Todo apuntó a Jesucristo: el Plan de Dios.
Los símbolos usados por Moisés y sus ceremonias anunciaron proféticamente la Venida de Jesús, Su Muerte Mediadora y Su Victoria en la Cruz del Calvario.
3.- EL TABERNÁCULO DE DAVID (I CRÓNICAS 15:17; II DE SAMUEL 6).
David levantó una tienda (enramada) para el Arca de Dios mientras aún se encontraba en pie el Tabernáculo de Moisés en Gabaón. El no anuló la verdad revelada por Moisés, pero fue más allá. El tomó el Arca y la colocó en una tienda e hizo fiesta alrededor de ella. David estableció un orden revelado por Dios en los cantos, en la música y en el uso de instrumentos y coro para la Casa de Dios. Todo lo establecido por él, siguió derecho una vez que el rey Salomón su hijo, edificó el Templo. David plantó su tienda o tabernáculo en Sión bajo la revelación del Espíritu.
En Noé, Dios anunció un Plan de Salvación. A través de Moisés y su tabernáculo, nos mostró el Plan y a través de David, nos enseñó para qué nos salvan. Somos salvados para alabarle y adorarle de muchas maneras: libres y perdonados.
David nos da un vislumbre de la Gracia perdonadora de Dios que hace a los hombres que creen el Plan, Jesucristo, libres para danzar, gritar y alabar a Dios (Salmo 150).
4.- EL TEMPLO DE SALOMÓN.
Dios le reveló a David el diseño del Templo; su hijo Salomón lo edificó. Es la estructura más grande y significativa del Viejo Testamento. Es la personificación en una estructura de todo aquello que se tenía antes y había desaparecido.
En el templo vemos en sombra la realidad de los Cielos. El énfasis en esta Obra es el número cinco, el diez y el doce; aunque siempre el número uno tuvo su relevancia suprema.
Estos números hablaron de la multiplicación del ministerio de Cristo en Su Casa (Efesios 4:11) con un profundo testimonio del Espíritu. El cinco habló de sus cinco ministerios (apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro), multiplicándose en la Iglesia. Salomón tuvo en el Templo diez candeleros (cinco de cada lado), diez lavacros o fuentes (cinco de cada lado) y diez mesas para el pan (cinco de cada lado). Sus medidas se centraron en el doce, tipo del gobierno apostólico y en el veinticuatro, tipo del gobierno divino en la glorificación.
Salomón y su Templo, edificado con las maderas más finas recubiertas de oro, plata y piedras preciosas, habló de la Iglesia y el Reino al ser glorificada. Esta estructura nos enseñó cual es el final del Plan: adoración, santificación y gloria de Dios.
Las cuatro estructuras hablaron paso a paso de Jesús como el Plan de Dios, el Mediador de Jehová, el Motivo de Nuestra Alabanza y de Nuestra Adoración. Las cuatro estructuras mostraron el Plan de Dios obrando en la Iglesia: salvándola, enseñándole a alabarle y adorarle y finalmente llenándola de Su Gloria.
5.- LA NUEVA JERUSALÉN, LA CIUDAD DE DIOS.
Las anteriores cuatro estructuras fueron todas diseñadas por el Espíritu Santo; Dios fue Quien tomó la iniciativa en cada caso. Él comprometió Su Nombre y Su Gente en el edificio de estructura material. Soberanía Divina y responsabilidad humana fluyeron juntas en el edificio del Templo de Salomón. Pero cuando esto vino a aplicarse a la Ciudad de Dios, la Nueva y Celestial Jerusalén, la última estructura es sólo Dios, en Sí mismo, Quién es el Arquitecto y Constructor sin la ayuda de ningún hombre.
La Biblia nos habló de esta Ciudad (Hebreos 11:10-16; 12:22-24 y Apocalipsis 3:12,21-22). Cuando venimos a los detalles de esta Ciudad de Dios, nos encontramos que Ésta es la personificación o incorporación de todas las estructuras antiguas con sus simbolismos y verdades tipificadas en ella. La Ciudad de Jerusalén es la Ciudad de Salvación, es el tabernáculo de Dios con los hombres. Dios y el Cordero son el Templo allí. Allí Dios estará morando con Su Pueblo para siempre. La Iglesia se desposará con su Novio, el Cordero de Dios y viviremos con Él por la Eternidad, alabándole y glorificándole. Dios morará en Su Ciudad Real (Nueva Jerusalén), con Sus redimidos por siempre en eterna alabanza y adoración. La Iglesia se envolverá en su ministerio eterno: la adoración y junto a los ángeles le exaltaremos por siempre.
“Iglesia, adórale a Él con la más excelente adoración”. Es tu destino. Amén.
DIOS ESTÁ COMPROMETIDO CON SU ESTRUCTURA.
Dios está comprometido con Su Estructura, si el hombre la establece en la tierra, Él vendrá y la llenará con Su Gloria.
A través de la historia, hombres se han empeñado en levantar o erigir hermosos edificios y estructuras, magníficas en diseño arquitectónico. Templos bellos se han construido con gran gloria y en un orden definido para conmemorar un nombre para si mismos. No obstante ninguno puede compararse con la estructura que Dios, el Sabio Maestro Constructor diseñó.
ÉL dio los diseños por revelación e inspiración a sus ungidos quienes edificaron de acuerdo al “Divino Patrón” mostrado a ellos por el Espíritu.
Reyes paganos construyeron templos para si mismos o su gente y sacerdocio, pero todo vino a ser no más que templos idolátricos y “habitación para los demonios” a su tiempo.
Pero el Templo de Dios, vino a ser la Habitación de Su Gloria, de Su Presencia y de Su Espíritu. Allí, Él se comunicaba con Su Pueblo, Dios mismo estaba comprometido en las estructuras diseñadas, pues...Él mismo ordenó que se edificaran.
Él es el Arquitecto de Su Ciudad, es el Sabio Edificador y quién proveyó de los planos para Su Casa. Él la quiso para vivir junto a sus redimidos. Aleluya.
Dios está comprometido en Su estructura, si la establecemos según Su diseño; Él vendrá y la llenará con su Gloria. Amén.
Asimismo, Dios diseñó los principios que deben regir la vida de adoración de Su Casa.
Si nosotros, como reyes y sacerdotes, le adoramos en espíritu, como conviene a “la más excelente adoración”, Él vendrá y llenará la Casa con Su Gloria. El compromiso divino con el hombre que edifique la estructura diseñada por Dios, será la Visitación del Rey de Reyes y la manifestación y establecimiento de Su Gloria. Amén.
Estas cinco estructuras son:
1.- El Arca de Noé
2.- El tabernáculo de Moisés
3.- El Tabernáculo de David
4.- El Templo de Salomón
5.- La Nueva Jerusalén; la Ciudad de Dios (en el Nuevo Testamento)
El eslabón entre estas cinco grandes estructuras de revelación es muy evidente en la Biblia y el conocer un poco de las mismas nos ayudará a conocer el Plan de Dios con la Iglesia.
1.- EL ARCA DE NOÉ (GÉNESIS 6:14-16).
Brevemente se nos describe en este texto el Arca de Noé; el Arca de seguridad para sus días. El diseño o modelo y patrón del Arca le fue dado a Noé por revelación divina. No surgió el modelo en Noé, pero sí en la mente y corazón de Dios. Esta fue un Arca de Salvación para hombres y animales quienes entraron por la puerta del Arca de tres aposentos. El Arca simbolizaba la salvación hecha o puesta a disposición del hombre por la Divinidad. El Arca tuvo un énfasis simbólico en los números uno y tres. El “uno” habló de Dios, el Único Dios, inicio y origen de todo. El “tres” habló de la Unidad de la Divinidad; Dios en Tres Divinas Personas. El Arca generacionalmente habló del Plan que el Dios Trino y Uno diseñó para salvar al hombre. En el arca de Noé, el Dios Creador, miró al mundo pecador y le dio un Plan de Salvación que simbólicamente fue anunciado y que apuntó a Cristo, la Verdadera Sabiduría de Dios.
Esta fue un Arca con tres pisos (tres historias de tres Personas Divinas).
Esta fue la historia de un Dios Salvador manifestado en Tres Personas.
El Arca tuvo un fundamento (Fundación), símbolo del Padre Dios.
El Arca tuvo una única puerta, símbolo del Dios – Hijo.
El Arca tuvo una Ventana, símbolo del Espíritu Santo (con su paloma).
Dios estaba con Noé, su familia y con los animales en aquella Arca. Es muy significativo que esta Arca fue un anuncio profético del Arca del Pacto que estaría con Israel. Esta verdad revelada en el Arca se conservaría en cada santuario. Cada uno tuvo sólo un Arca (Dios).
2.- EL TABERNÁCULO DE MOISÉS (ÉXODO 25-40).
Dios le entregó a Moisés el diseño del tabernáculo en el monte. Esta sería la segunda estructura de revelación que contendría en su simbolismo nuevas verdades del Plan de Dios. Cada pieza del santuario, revelaría la Obra redentora de Cristo, su muerte y su mediación. Este tabernáculo, su sacerdocio y las ofrendas entregadas a Jehová, señalaron la obra sacrificial de Jesucristo como Templo Viviente, como Sumo Sacerdote de nuestra fe y como Cordero de Dios inmolado desde antes de la fundación del mundo. Amén.
En el Arca de Noé, Dios nos enseñó que el Dios Trino y Uno tenía un plan de salvación para la raza humana; en Moisés y su tabernáculo nos mostró cuál y quién era el Plan. Aleluya.
El énfasis del número simbólico (Dios habló siempre por símbolos) recayó en el número uno. El Tabernáculo y su ritual tuvo una Puerta; Un Altar del Sacrificio; Un Candelero de Oro; Una Mesa de los Panes de la Proposición; Un Altar del Incienso; Un Velo; Un Arca y Un Lugar Santísimo. El Santuario de Moisés nos habló de Un Sumo Sacerdote, Un Sacrificio, Un Cordero, Un Mediador y Una Sangre. Todo apuntó a Jesucristo: el Plan de Dios.
Los símbolos usados por Moisés y sus ceremonias anunciaron proféticamente la Venida de Jesús, Su Muerte Mediadora y Su Victoria en la Cruz del Calvario.
3.- EL TABERNÁCULO DE DAVID (I CRÓNICAS 15:17; II DE SAMUEL 6).
David levantó una tienda (enramada) para el Arca de Dios mientras aún se encontraba en pie el Tabernáculo de Moisés en Gabaón. El no anuló la verdad revelada por Moisés, pero fue más allá. El tomó el Arca y la colocó en una tienda e hizo fiesta alrededor de ella. David estableció un orden revelado por Dios en los cantos, en la música y en el uso de instrumentos y coro para la Casa de Dios. Todo lo establecido por él, siguió derecho una vez que el rey Salomón su hijo, edificó el Templo. David plantó su tienda o tabernáculo en Sión bajo la revelación del Espíritu.
En Noé, Dios anunció un Plan de Salvación. A través de Moisés y su tabernáculo, nos mostró el Plan y a través de David, nos enseñó para qué nos salvan. Somos salvados para alabarle y adorarle de muchas maneras: libres y perdonados.
David nos da un vislumbre de la Gracia perdonadora de Dios que hace a los hombres que creen el Plan, Jesucristo, libres para danzar, gritar y alabar a Dios (Salmo 150).
4.- EL TEMPLO DE SALOMÓN.
Dios le reveló a David el diseño del Templo; su hijo Salomón lo edificó. Es la estructura más grande y significativa del Viejo Testamento. Es la personificación en una estructura de todo aquello que se tenía antes y había desaparecido.
En el templo vemos en sombra la realidad de los Cielos. El énfasis en esta Obra es el número cinco, el diez y el doce; aunque siempre el número uno tuvo su relevancia suprema.
Estos números hablaron de la multiplicación del ministerio de Cristo en Su Casa (Efesios 4:11) con un profundo testimonio del Espíritu. El cinco habló de sus cinco ministerios (apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro), multiplicándose en la Iglesia. Salomón tuvo en el Templo diez candeleros (cinco de cada lado), diez lavacros o fuentes (cinco de cada lado) y diez mesas para el pan (cinco de cada lado). Sus medidas se centraron en el doce, tipo del gobierno apostólico y en el veinticuatro, tipo del gobierno divino en la glorificación.
Salomón y su Templo, edificado con las maderas más finas recubiertas de oro, plata y piedras preciosas, habló de la Iglesia y el Reino al ser glorificada. Esta estructura nos enseñó cual es el final del Plan: adoración, santificación y gloria de Dios.
Las cuatro estructuras hablaron paso a paso de Jesús como el Plan de Dios, el Mediador de Jehová, el Motivo de Nuestra Alabanza y de Nuestra Adoración. Las cuatro estructuras mostraron el Plan de Dios obrando en la Iglesia: salvándola, enseñándole a alabarle y adorarle y finalmente llenándola de Su Gloria.
5.- LA NUEVA JERUSALÉN, LA CIUDAD DE DIOS.
Las anteriores cuatro estructuras fueron todas diseñadas por el Espíritu Santo; Dios fue Quien tomó la iniciativa en cada caso. Él comprometió Su Nombre y Su Gente en el edificio de estructura material. Soberanía Divina y responsabilidad humana fluyeron juntas en el edificio del Templo de Salomón. Pero cuando esto vino a aplicarse a la Ciudad de Dios, la Nueva y Celestial Jerusalén, la última estructura es sólo Dios, en Sí mismo, Quién es el Arquitecto y Constructor sin la ayuda de ningún hombre.
La Biblia nos habló de esta Ciudad (Hebreos 11:10-16; 12:22-24 y Apocalipsis 3:12,21-22). Cuando venimos a los detalles de esta Ciudad de Dios, nos encontramos que Ésta es la personificación o incorporación de todas las estructuras antiguas con sus simbolismos y verdades tipificadas en ella. La Ciudad de Jerusalén es la Ciudad de Salvación, es el tabernáculo de Dios con los hombres. Dios y el Cordero son el Templo allí. Allí Dios estará morando con Su Pueblo para siempre. La Iglesia se desposará con su Novio, el Cordero de Dios y viviremos con Él por la Eternidad, alabándole y glorificándole. Dios morará en Su Ciudad Real (Nueva Jerusalén), con Sus redimidos por siempre en eterna alabanza y adoración. La Iglesia se envolverá en su ministerio eterno: la adoración y junto a los ángeles le exaltaremos por siempre.
“Iglesia, adórale a Él con la más excelente adoración”. Es tu destino. Amén.
DIOS ESTÁ COMPROMETIDO CON SU ESTRUCTURA.
Dios está comprometido con Su Estructura, si el hombre la establece en la tierra, Él vendrá y la llenará con Su Gloria.
A través de la historia, hombres se han empeñado en levantar o erigir hermosos edificios y estructuras, magníficas en diseño arquitectónico. Templos bellos se han construido con gran gloria y en un orden definido para conmemorar un nombre para si mismos. No obstante ninguno puede compararse con la estructura que Dios, el Sabio Maestro Constructor diseñó.
ÉL dio los diseños por revelación e inspiración a sus ungidos quienes edificaron de acuerdo al “Divino Patrón” mostrado a ellos por el Espíritu.
Reyes paganos construyeron templos para si mismos o su gente y sacerdocio, pero todo vino a ser no más que templos idolátricos y “habitación para los demonios” a su tiempo.
Pero el Templo de Dios, vino a ser la Habitación de Su Gloria, de Su Presencia y de Su Espíritu. Allí, Él se comunicaba con Su Pueblo, Dios mismo estaba comprometido en las estructuras diseñadas, pues...Él mismo ordenó que se edificaran.
Él es el Arquitecto de Su Ciudad, es el Sabio Edificador y quién proveyó de los planos para Su Casa. Él la quiso para vivir junto a sus redimidos. Aleluya.
Dios está comprometido en Su estructura, si la establecemos según Su diseño; Él vendrá y la llenará con su Gloria. Amén.
Asimismo, Dios diseñó los principios que deben regir la vida de adoración de Su Casa.
Si nosotros, como reyes y sacerdotes, le adoramos en espíritu, como conviene a “la más excelente adoración”, Él vendrá y llenará la Casa con Su Gloria. El compromiso divino con el hombre que edifique la estructura diseñada por Dios, será la Visitación del Rey de Reyes y la manifestación y establecimiento de Su Gloria. Amén.