Recuerdo que hace algunos años, en mi casa ni se nos ocurría hablar o criticar a un siervo de Dios. Hiciera lo que hiciera, yo me crié un con un temor de Dios increíble, respecto a hablar ligeramente acerca de cualquier persona y mucho menos si se trataba de alguien que servía a Dios. Teníamos muy en claro que en la misma lista bíblica del homicida aparece el chismoso. Y sabíamos lo que significaba la murmuración y la maldición que eso podía traer a nuestras vidas. Reconozco que soy de la vieja escuela, he aprendido a bendecir. Y si no puedo hacerlo, mejor cierro la boca.
Hoy en día, y gracias a las redes sociales, cualquier necio que dice llamarse "cristiano" escribe lo que se le antoja sin el mas MINIMO temor de Dios. Neófitos que creen que pecado es solo lo que se dice y no lo que se escribe. Me encuentro a diario con personas que ni siquiera tienen la talla espiritual, la altura moral y jamás han hecho nada productivo con sus vidas, diciendo: "Fulanito es un falso profeta", "Mengano es un apóstata", "Zultano predica un falso evangelio"
NUNCA EN LA HISTORIA HA HABIDO TANTA MURMURACION Y LIGEREZA DE PALABRAS OCIOSAS COMO EN LOS TIEMPOS DE LAS REDES SOCIALES.
Solo pido una cosa: Que Dios sepa perdonar tanta basura virtual que sale de algunos hipócritas y no quisiera estar en sus zapatos!
A mis amigos de siempre: no cometan jamás el error de creer que porque se escudan tras una red social (twiiter, facebook, youtube o cual sea) pueden escribir lo que se les antoje, aún cuando sean "anónimos", Dios lo sabe todo. El también sabe lo que escribes y dices.
Usa todos los medios (aún este) para bendecir, para sumar.
Y si no tienes nada bueno para decir de alguien: mejor no digas nada.
Y a los religiosos de siempre: Qué bueno que se inventaron las redes sociales para que puedan sacar todo el veneno acumulado sin tener que mostrar la cara; realmente hay inventos que están hechos a la medida!