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Alguien hizo la pregunta acerca de la vigencia de los apóstoles y profetas hoy en día. Es una buena pregunta. Pues cuando yo era un niño nunca escuchábamos de apóstoles ni profetas. Ahora que estos ministerios han sido restaurados o reconocidos en la iglesia parece que todos quieren ser un apóstol o un profeta. De hecho, en algunos lugares hay tantos ministros que se han declarado apóstol que ya no es nada especial. Algunos que obviamente solo tienen ganas de ser visto y adulado por los hombres ahora se están proclamando “patriarcas” en vez de apóstoles para que sean más especiales que los demás.
Es cierto que hay muchos abusos relacionados a los que se dicen apóstol y profeta. Pero podríamos decir lo mismo acerca de cada ministerio y cada don que Dios nos ha dado. Hay falsos pastores y falsos maestros. Hay además los que tienen llamado y don verdadero pero que faltan entendimiento y entrenamiento. Otros no han permitido que Dios perfeccione su carácter lo suficiente para soportar el llamado que tienen. Hay que mencionar también que hay una diferencia entre ser llamado y ser comisionado. Así que tenemos falsos ministros de todo tipo y también tenemos a los que son cristianos con llamado pero que son inmaduros, no-entrenados y que por falta de carácter abusan de su don.
Apesar de los abusos, no podemos negar o ignorar lo verdadero por temor de lo falso o de lo mal-hecho. La existencia de lo falso ayuda a comprobar que hay también lo verdadero. Nadie imita a algo que no existe. No puede existir billetes falsos sino que haya también billetes verdaderos. Hay que dedicarnos a ser un pueblo que se prepare y que procure producir el fruto correcto juntamente con nuestros dones. Porque seremos conocidos por nuestro fruto – no por nuestros milagros ni nuestros títulos. Que el corazón de Dios sea estampado sobre nuestros corazones para que ejerzamos nuestros dones de la forma que a Él le agrade.
Ahora entiendo que una razón principal por lo cual yo nunca escuchaba de apóstoles y profetas en los años atrás no es porque no existían, pero no conocíamos cómo reconocerlos como tal. Yo creo que Martín Lutero era un apóstol. Pienso igual acerca de Juan Wesley, John Knox y otros reformadores. Apóstoles y profetas siempre han existido, pero no siempre han sido reconocidos.
También hemos tenido profetas, pero como fuimos entrenados a no reconocerles como tal les dimos otros nombres. Yo creo, por ejemplo, que el Dr. James D. Kennedy, fundador de la Iglesia Presbiteriana en Coral Ridge, Florida, EEUU (ahora con el Senor) era un profeta a la nación de los Estados Unidos.
Por siglos la iglesia ha colocado todos los cinco ministerios en el rol del pastor. Conozco de denominaciones que ofrecen una iglesia que pastorear a cada graduado de su seminario – a pesar de su verdadero llamado y unción.
Tengo amigos que están pastoreando iglesias y su llamado verdadero es el de evangelista. Cada domingo predican el mensaje de la salvación de otra forma. Los miembros de la congregación son todos salvos, pero carecen de enseñanza, carecen de ser equipados en sus dones. Esas iglesias resultan como cunas grandes de cristianos bebés que nunca crecen más allá de la salvación. Los que desean crecer en Dios tienen que conseguir su alimento espiritual en otro lado. Por las expectativas de los hombres y por una teología limitada muchos hombres tratan de funcionar en un ministerio al cual nunca fueron llamados ni ungidos por Dios. Los que tienen llamado profético se quedan frustrados porque no tienen el entrenamiento, reconocimiento ni libertad de ejercer el ministerio al cual Dios les ha llamado y ungido.
Efesios 4:11 – 13 dice: 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Este pasaje nos revela que Cristo mismo constituyó a los cinco ministerios para el fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. Todos estos cinco ministerios seguirán ministrando hasta que lleguemos a un varón perfecto, a la medida de la plenitud de Cristo. La meta de los cinco ministerios es capacitar a los santos para que los santos se levanten a ser un reflejo de Cristo en la tierra, siendo Su Cuerpo en acción. (Romanos 8:29, Juan 14:12, 1ª Corintios 12:27).
La palabra “hasta” en Efesios 4:13 es la palabra griega mechri (Strongs # 3360). Esta palabra es una palabra clave para entender el propósito de todos los cinco ministerios. Esta palabra griega aparece 17 veces en el Nuevo Testamento. La Versión Reina Valera Revisada 1960 la traduce “hasta” cada vez con una sola excepción. Filipenses 2:30 habla de Epafrodito quien estuvo “próximo a (mechri) la muerte” , por causa del Evangelio. Aun aquí, algunas otras versiones la traduce “hasta”. Estudiando el uso de la palabra mechri a través del Nuevo Testamento y usando mis lexicones y diccionarios bíblicos es bien claro que significa “hasta”. Si usted no tiene una concordancia griega Englishman’s le daré todas aquí las citas en que aparece la palabra mechri en el Nuevo Testamento: Mat. 11:23, 28:15; Marcos 13:30; Lucas 16:16; Hechos 10:30, 20:7; Rom. 5:14, 15:19; Gal. 4:19, Efe. 4:13; Fil. 2:8; 2:30; 1ª Tim. 6:14; 2ª Tim. 2:9; Heb. 3:14, 9:10, y 12:4. Cristo constituyó a los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros HASTA que lleguemos a la plenitud de Cristo.
Bíblicamente es más fácil decir que los pastores ya no son vigentes que decir esto acerca de los apóstoles y profetas. Hay más escrituras que hablan del ministerio del apóstol y profeta que lo hay acerca de pastores en el Nuevo Testamento. ¿Por qué entonces aceptamos tan rápidamente el ministerio del pastor pero no del apóstol y profeta? En gran parte es por la preparación que hemos tenido, por lo que hemos sido enseñados y según lo que hemos experimentado.
Yo era cristiano por años antes que aprendí que yo podía oír la voz de Dios por mí mismo. Yo conocía bien la escritura, pero nunca me fue explicado que todos los cristianos podíamos oír la voz de Dios y profetizar (Juan 10:27; 1ª Cor. 14:1, 12, 31, 39). Como nunca lo creía, no lo hacía, no lo experimentaba. En el Reino de Dios, no recibimos ni experimentamos nada sin revelación y fe. El mundo quiere verlo para creerlo, pero con Dios hay que creerlo antes de verlo.
Este pasaje en Efesios 4:11-16 comprueba que los ministerios el apóstol y profeta son vigentes porque se necesita todos los cinco ministerios para capacitar a los santos adecuadamente a la imagen de Cristo. Cada uno de los cinco ministerios es una quinta parte de la plenitud del ministerio de Cristo. Cristo es el único que ejerció todos los cinco ministerios al mismo tiempo. Cuando Él ascendió al cielo (Ef. 4:8) dividió Su manto en cinco porciones y lo repartió a los hombres así como Él quiso.
No hay ninguna escritura que comprueba que los ministerios del apóstol y del profeta cesarán de ser ejercitados. Cristo mismo los constituyó en la iglesia y el hombre nunca los podrá acabar – mucho menos con los argumentos teológicos. Seguirán ministrando hasta que cumplen el propósito por lo cual Cristo los estableció. Cristo está edificando a su Iglesia (Mateo 16:18) para sea una iglesia gloriosa, poderosa y victoriosa. Para llevarnos a ese fin, estamos viendo los tiempos de la restauración de todas las cosas según la profecía en Hechos 3:21. Verdades bíblicas anteriormente ocultas a nosotros están siendo reveladas por el Espíritu Santo así como nos está iluminando nuestro entendimiento (Deut. 29:29; Efesios 1:17-19). No son verdades nuevas, sino verdades ya establecidas en las Escrituras y en los Cielos pero desconocidas y descuidadas por nosotros. 2ª de Pedro 1:12 nos exhorta que estemos establecidos en la verdad presente – o sea toda la verdad bíblica que Dios nos ha revelado hasta el día de hoy.
Dios no solo quiere que vivamos con el poder que experimentó la iglesia Primitiva, Él quiere que la superemos. Jesús dijo que los creyentes harán obras mayores que Él, que el rio del Espíritu Santo fluirá de nuestro interior, que señales y milagros nos seguirán, que la manifestación de los dones del Espíritu deben abundar de nuestras vidas (Juan 14:12, Juan 7:38; Marcos 16:16-18; 1ª Cor. 14:12). Como todavía no hemos visto esto, todos los cinco ministerios son necesarios.
Unos ejemplos de verdades restauradas en la historia de la iglesia son:
En los 1500’s, la justificación mediante la fe.
En los 1600’s, el bautismo en agua por inmersión,
la práctica de hacer llamadas al altar para recibir la salvación.
En los 1700’s la doctrina de la vida de santidad
En los 1800’s, la sanidad divina
En los 1900’s el bautismo del Espíritu Santo con el hablar en lenguas,
los dones del Espíritu Santo a través de algunos
En los últimos 50 años revelación ha sido dada en cuanto a
la práctica de la imposición de las manos,
sanidades en masa para el uso del evangelismo,
el uso práctico de los dones del Espíritu Santo por cada creyente,
los ministerios del profeta y apóstol y el poder de la alabanza.
Algunos utilizan la siguiente escritura para decir que ya no son vigentes los ministerios del apóstol y del profeta.
1ª Corintios 13:8-12 8 “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Dicen que la Biblia se refiere a lo que es perfecto, y ahora que tenemos el canon completo ya no necesitamos a la profecía. Pero note usted el contexto de la frase. Dice que cuando llega “lo perfecto” no solamente se acabará la profecía y las lenguas, pero también “veremos cara a cara” en vez de “por espejo, oscuramente.” Cuando viene lo perfecto ya no conoceremos parcialmente. Para mi es obvio que lo perfecto todavía no ha llegado. Aun con la Biblia completa todavía tenemos entendimiento parcial y vemos por espejo oscuramente.
Efesios 4 es claro que Cristo viene para una iglesia que ha llegado a la medida de la estatura de Él mismo. Hay muchas escrituras que hablan de la madurez y perfección de la Iglesia. De hecho hay más escrituras que hablan de la madurez de la iglesia que del rapto de la iglesia. Algunas escrituras son: Efesios 1:17-19; Proverbios 4:18; Eclesiastés 2:9; Isaías 42:18-22; Joel 2:23-26; Hageo 2:9; Malaquías 4:2; Juan 16:13; 2 Corintios 3:18; Efesios 2:21; 4:12, 5:27; Filipenses 3:14; 2 Tesalonicenses 1:3; Hebreos 5:14, 6:1,2; 1 Pedro 2:2.
Efesios 5:27 dice que Cristo presentará a si mismo “una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” Romanos 8:29 es otra escritura que nos indica que la meta de Dios para nosotros es que seamos hechos conformes a la imagen de Cristo. Para mi es claro que seguimos necesitando todos los cinco ministerios para que seamos moldeados a la imagen completa de Cristo. Los maestros, pastores y evangelistas son partes esenciales del ministerio completo de Cristo, pero solo son partes. Los apóstoles y profetas también son partes esenciales. Sin todas las cinco partes no seremos equipados adecuadamente para reflejar la persona y ministerio completo de Jesucristo a este mundo.
Yo comparo los cinco ministerios a los cinco dedos de la mano o a los cinco sentidos que tenemos (el ver, el oír, el olfato, etc.) Se puede existir sin uno o dos de los dedos o de los sentidos, pero le será mucho más difícil. Y cuando Dios nos ha dado los cinco, ¿Por qué no aprovechar de los cinco?
Efesios 2:20 revela que la iglesia está fundada sobre los ministerios del apóstol y profeta. Algunos concluyen que los apóstoles de la iglesia primitiva echaron el fundamento y ya no hay necesidad entonces de esos ministerios. Pero el fundamento tiene que seguir activo y vivo así como Cristo, la Piedra principal del ángulo sigue ejerciendo Su posición y ministerio en esta casa espiritual hecha de piedras vivas ( 1ª Pedro 2:5).
Tal vez algunos tienen miedo de que los apóstoles y profetas de hoy vayan a producir nuevas escrituras. ¡Claro que no! Los apóstoles y profetas de hoy no van a escribir nuevas escrituras. Las escrituras establecidas siguen siendo la vara de medir para toda revelación o profecía. Pero Dios sí habla hoy a Sus hijos y a Su Iglesia. Una de las maneras que lo hace es a través de Sus profetas (2ª Crónicas 20:20). Esto era la verdad no solamente en el Antiguo Testamento pero en el Nuevo Testamento. El Libro de Los Hechos es el patrón para la iglesia del Nuevo Testamento.
Romanos 8:14 revela que los hijos de Dios son guiados por Su Espíritu. Juan 10:27 declara que las ovejas de Cristo oyen Su voz. Juan 14 y 16 hablan del Consolador, el Espíritu Santo que nos revelará, nos declarará, nos guiará a toda la verdad y que nos enseñará todas las cosas. La Biblia establece principios que podemos aplicar, pero no nos indica cada detalle para la vida. Por eso necesitamos la voz del Espíritu Santo hoy. En Juan 18:37 Jesús revela que nos que son de la verdad oyen Su voz. Necesitamos las Sagradas Escrituras, pero también necesitamos la revelación del Espíritu Santo para poder entenderlas y aplicarlas a nuestras vidas y para darnos dirección específica.
Es precisamente por eso que necesitamos los profetas hoy día. La Biblia no le puede indicar cuál de los miembros de su iglesia es el que Dios ha escogido para un puesto de liderazgo. El hombre mira al exterior, mas Dios mira el corazón. En el caso de David, aun Samuel hubiera escogido a uno de sus hermanos mayores. Pero Dios sabía cuál hijo tenía el corazón inclinado hacia Él. Así también a Iglesia Primitiva dependía del Espíritu Santo para esas decisiones. En Hechos 13 los creyentes en Antioquía estaban ministrando al Señor y Dios les habló por medio de la profecía para apartar a Pablo y a Bernabé para la obra del ministerio. Los profetas son usados por Dios aun hoy mismo para indicar llamamientos y para impartir dones espirituales (1ª Tim. 4:14; 2ª Tim. 1:6).
¿Para qué los profetas? Los profetas hoy en día hacen todo lo que hacían los profetas en la Biblia menos establecer escritura. Note usted que sí hay una diferencia entre el profeta del Antiguo Testamento y el del Nuevo Testamento por razones de que estamos bajo un pacto nuevo y mejor. Doy gracias a Dios que estamos bajo Su gracia y no bajo la Ley. Podemos ofrecer misericordia, gracia, perdón, reconciliación y restauración en vez de palabras de condenación y juicio. Jesús dijo en Juan 6:63, “Las palabras que yo os digo, son espíritu y son vida.”
Para mayor entendimiento acerca de los profetas hoy día recomiendo que usted consiga los siguientes libros por el Dr. Bill Hamon. Los tres se puedan conseguir por la Internet.
Profetas y Profecía Personal (publicado por Destiny Image)
Los Profetas y el Movimiento Profético (publicado por Peniel)
Los Profetas - Peligros y Principios (publicado por Peniel)
Bendiciones, Cliff Bell