jueves, 13 de octubre de 2016

Definicion de Obispo: Cliff Bell.

La palabra obispo es un término bíblico (1 Ti.3:1; Tito 1:7; 1P.2:25). “Obispo” en el griego es “Episkopeés” La definición de la palabra griega implica alguien que supervise, incluyendo las cualidades de inspeccionar (observar) y elegir, presidir.
El obispo del Nuevo Testamento no se refiere a un sacerdote. El sacerdocio del Antiguo Testamento fue acabado porque ya no hay necesidad de hacer más sacrificios. Un sacerdote es un intermediario. En el Nuevo Testamento Cristo Jesús es el único Sumo sacerdote y Su sacrificio una vez por siempre ya está hecho. Tenemos ahora el sacerdocio de todo creyente, porque todos somos llamados a ser ministros de reconciliación. (Hebreos Capítulos 4 al 10 hablan de Cristo nuestro Sumo Sacerdote; Apoc. 1:5-6 y 5:10 hablan del sacerdocio del creyente; 2ª Cor. 5:18-10 habla de nuestro ministerio de reconciliación.)
Lo que Cristo estableció para presidir y gobernar a Su iglesia son los 5 Ministerios (Efesios 4:11): apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
El término “obispo” puede ser correctamente utilizado como un título, que distingue a un ministro de los cinco ministerios y que supervisa a otras personas y otros ministerios. El obispo puede ser el pastor mayor de una iglesia local, el profeta apostólico o el apóstol profético sobre varios ministros e Iglesias. No es necesariamente un llamado a los cinco oficios; al contrario es un papel administrativo el cual es dado por otros y no por uno mismo.
O sea, un obispo es alguien que ya establecido y reconocido como uno de los Cinco Ministerios de Efesios 4:11, y reconocido por otros como un líder entre ellos. Es alguien a quien rendirle cuentas.
El uso del título "obispo" no es inapropiado, si la persona que tiene el título llena los requisitos y si el motivo y propósito de su uso están de acuerdo a los principios bíblicos. Pero si el oficio del obispo se desarrolla en una pirámide como el sistema papal lo hizo durante el deterioro de la Iglesia, entonces es algo erróneo.
En su libro, Los Profetas y el Movimiento Profético, en Capítulo 13, el Dr. Bill Hamon escribe lo siguiente:
«Dos Extremos De Orgullo Que Deben Ser Evitados. Ya he comenzado a escuchar en algunos campamentos, dos enseñanzas que no tienen bases bíblicas y que excesivamente limitan la función de los ministros con los dones de ascensión. La primera es: que sólo los apóstoles pueden gobernar y ser los administradores principales. La segunda es: que sólo los profetas pueden profetizar dirección, dones y ministerio.
El semillero del cual estas plantas de extremismo han brotado es la lista aliterada de palabras que contienen una sola descripción que han sido dadas para identificar el ministerio principal de cada uno de los ministros de los cinco oficios. Esta lista establece, que los apóstoles gobiernan, los profetas guían, los pastores guardan, los evangelistas reúnen, y los maestros establecen. Debido a estas dos palabras - "gobernar" para el apóstol y "guían" para el profeta - la enseñanza ha comenzado a extenderse entre ciertos círculos de líderes influyentes de la Iglesia, que los profetas no están supuestos a ejercer ningún ministerio de administración, tal como ser pastor de una iglesia, presidente de su propia organización, o ser obispo / supervisor de una comunidad internacional de ministros.
Diligentemente he buscado y no puedo encontrar versículos que ponen limitaciones a los ministros de los cinco oficios. No hay pautas de cuándo, dónde, cómo, o lo que algunos pueden o no ministrar. No hay ejemplos bíblicos o versículos que declaren que algunos de los ministros de los cinco oficios pueden o no ejercer ciertas posiciones en la Iglesia, y otros no.
En los escritos de Pablo a Timoteo y a Tito, él les dio directrices en cuanto a los requisitos y normas para los obispos, ancianos y diáconos (1 Ti.3:1-13; Tito 1:5-9). Estas son instrucciones y requisitos generales, para aquellos que estarán en el liderazgo dentro de la Iglesia de Cristo; pero no hay declaraciones en el Nuevo Testamento que hagan distinción entre los ministros de los cinco oficios en relación a las normas de carácter, a las experiencias sobrenaturales, o las distinciones o directrices dadas acerca de las posiciones que pueden ejercer dentro de la estructura de la Iglesia.
Cinco puntos importantes deben ser considerados y entendidos acerca de los ministros de los cinco oficios:
(1) Todos son un ministerio de dirección; esto es, ellos son una extensión del ministerio de dirección de Jesucristo, la Cabeza de la Iglesia. Ellos no son ministerios del “Cuerpo”, como los dones y ministerios que el Espíritu Santo da a los miembros del Cuerpo corporal de Cristo. Técnicamente hablando, ellos no son los dones del Espíritu Santo, sino los dones de ascensión del mismo Jesucristo.
(2) Todos los ministros de los cinco oficios han sido llamados para gobernar, guiar, reunir, establecer y guardar al pueblo de Dios. Sin embargo, cada uno ha recibido gracia y habilidad especial en una de las áreas, más que los demás. Estas explicaciones de una palabra no deben ser vistas como limitaciones en las actividades de cada ministro, sino más bien, como una palabra descriptiva de la unción individual y de la habilidad dada por Cristo.

(3) No es bíblico ni sabio colocar a un apóstol, profeta, evangelista, pastor, o maestro en situaciones que limiten su unción y actividad. No hay Escrituras que sugieran que los ministros de los cinco oficios estén limitados a tener ciertas actividades ministeriales o posiciones de liderazgo. Los cinco dones de ascensión de Cristo se entrelazan e integran de la misma forma que sucede con los nueve dones del Espíritu Santo. 
Los ministros de los cinco oficios no son ministerios independientes, separados el uno del otro; sino más bien, son ministerios interdependientes, muy bien relacionados los unos con los otros en Cristo. Ellos son el ministerio de los cinco oficios de un solo Cristo; son las cinco partes de un todo. Esto requiere que todos los cinco ministerios trabajen juntos para llevar a cabo la plenitud del ministerio de Cristo a su Cuerpo. Ninguno es inferior o superior, pero todos han sido ungidos y establecidos por Dios para un propósito específico.

(4) Es perjudicial para la función de los ministros de los cinco oficios, el ser clasificado en categorías con detalles, acerca de su personalidad, desempeño y posición. El Espíritu Santo se contrista cuando la gente formula métodos para evaluar y determinar un cargo de ministerio de los cinco oficios por medio de una técnica de psicoanálisis o perfil de personalidad. Dios no permitirá que nada tome Su lugar en esta área.
(5) Cada ministro de los cinco oficios conoce mejor su llamado y ministerio. No es la prerrogativa del profeta dar directrices, instrucciones y restricciones sobre el ministerio del apóstol. Asimismo al apóstol no le ha sido concedido la autoridad de parte del Dios Padre, de ser papá y director sobre el profeta. Sólo un profeta conoce realmente el ministerio y función de un profeta. Es más un profeta no debe tratar de encerrar a otro profeta en su papel profético, personalidad o desempeño. Sin embargo, todos nosotros debemos recibir el uno del otro y estar sujetos a la corrección y a ajustes en la metodología y relaciones ministeriales.»
profeta CLIFF BELL