jueves, 10 de diciembre de 2009

¡MÁS DE LO MISMO…..! LA IGLESIA DEBE INTERCEDER CONTRA LA GUERRA DEL DIABLO A SUS MINISTROS: Carta del Apostol Dr. Rony Chaves a RAMCU

Nota aclaratoria: Recibimos esta palabra profetica de nuestra hija espiritual Sandra desde El Salvador. Hace varios dias mientras oraba con mi esposa en la sala Dios me dio una palabra en torno a esto. Son tiempos de cumplimiento y tiempos de confirmacion y creemos que Dios ya ha comenzado a derrumbar personas asi, que difaman y que dicen mentiras (ya vimos que Dios saco a la luz la creacion del falso testimonio de Ambar Diaz y los malvados que supuestamente lo crearon ya han salido a la luz y han sido descubiertos) les espera el mismo fin. Asi que leela y esperamos que Dios te hable a tu corazon antes de que sigas difamando o antes de que Dios tumbe tu pagina/blog o te corte las manos o la lengua, por que si usas las manos para difamar en vez de la lengua, eso te sera cortado (seria mejor para que entres al Reino de Dios manco y no con 2 manos te vayas al infierno).
Bendecidos.

A finales del siglo pasado fui invitado como orador al Congreso Mundial del Dr. Morris Cerullo en los Estados Unidos. En una de las noches de la actividad, el Hno. Cerullo dio un anuncio profético que llamó poderosamente la atención del público asistente que acudía en gran cantidad a aquel prestigioso auditorio de California. Su mensaje profético nos sacudió a todos. El Espíritu Santo usó a Su siervo para marcarnos pautas y estrategias para el éxito de nuestros ministerios para el Nuevo Milenio que asomaba. Pero, en medio de las declaraciones positivas del Señor, recibimos también palabras preventivas para prepararnos contra los ataques de satanás. El Hno. Morris usó una frase interesante pero desafiante a la vez, que todos repetimos en voz alta: “Guerra contra la guerra del diablo”. Con esta expresión, Dios introducía la próxima forma de operar del infierno y su líder lucifer contra los ministros de la Iglesia. Esto es lo que satán haría:

1. Levantaría un ala de murmuración y mentiras contra ministros reconocidos del Evangelio.

2. Levantaría una ola de calumnias y difamaciones contra los llamados “Tele-evangelistas” para tratar de destruir su imagen y credibilidad.

3. Tergiversaría sus enseñanzas y mentiría acerca de las mismas para que perdieran las gentes el deseo de escucharlos.

4. Haría trampas para hacer caer en descrédito a los hombres de Dios y a la Iglesia.

5. Levantaría una gran oposición contra los ministros más reconocidos en medio de la Iglesia; serían sus propios hermanos quienes provocarían una equivocada persecución.

6. Usaría diversos medios de comunicación secular y evangélica para frenar el crecimiento de ministerios de avanzada en el Reino de Dios.

El mensaje desató en la audiencia una preocupación sana, comentarios y sobre todo oración; mucha oración. De inmediato vino el consejo preventivo del Espíritu Santo para todos los ministros; ésto es lo que deberíamos hacer para contrarrestar el ataque satánico:

1. Lo primero desde luego, hacer la guerra a la guerra del diablo orando, intercediendo violentamente contra el infierno.

2. Ayunando para frenar el movimiento de espíritus demoníacos de engaño, calumnia, mentira, difamación y temor.

3. Trabajando sin temor; no permitiendo que las calumnias y medias verdades crearan un ambiente de pánico que detuviera nuestro accionar.

4. Enterar a la Iglesia de las estrategias del infierno contra los siervos de Dios y movilizarla a la oración y a la declaración profética en contra de las artimañas del diablo.

5. Uniéndonos más: ministros, iglesias y pueblo en general. No permitir el juego del demonio.

Casi diez años han pasado y aunque muchos de los asistentes de aquel Congreso del Dr. Cerullo hicimos pacto de cuidado y apoyo mutuo, otros lo olvidaron. No más entró en año 2000 y comenzó satán a bombardear a ministros e iglesias influyentes para calumniarlas, afectarlas en su crecimiento y restarles con mentiras, la credibilidad social necesaria para su expansión y éxito. La Iglesia, tristemente, en muchas partes de América no supo tratar con el asunto y fue influenciada mal por el diablo. Las mentiras, difamaciones y artimañas del demonio fueron creídas por muchos evangélicos, quienes torpe e inmaduramente las propagaron como verdad, creando un ambiente negativo para el desarrollo del Evangelio y del Reino.

Como un ministro itinerante por años, he visto el accionar de satán contra los ungidos de Dios en diversas ciudades tal y como se nos anunció por el Espíritu Santo. Mas, la Iglesia no tomó su parte del mensaje en un alto porcentaje, no oró, no ayunó, no se unió y no profetizó para sus ministros anulando los decretos demoníacos. Satán continúa asechando y causando opresión a congregaciones y pastores con plena libertad y ante la pasividad del Liderazgo cristiano. El está a sus anchas, calumniando y destruyendo la imagen de apreciados siervos de Dios para bloquear así su efectividad y el crecimiento de la Iglesia de Jesucristo.

Más de los mismo…..

No deberíamos asombrarnos hoy ante la estrategia mentirosa de lucifer; ésto ya estaba anunciado, él no se detendrá, está dolido por las derrotas que le han causado los ungidos de Jehová. El diablo traerá más de lo mismo; mentiras, calumnias y difamaciones. Con claridad podemos llamar a ésto, opresión y persecución. No debemos extrañarnos; más bien, debemos estar atentos y listos para cortar con sus mentiras y engaños. Hoy más que nunca, el Cuerpo de Cristo debe cerrar filas, el enemigo es sólo uno, el diablo. Debemos hoy agruparnos bajo una sola bandera, la de Cristo; y pelear espiritual y maduramente en un mismo Ejército, el de Jehová, contra el enemigo común de todos, satán. Siete cosas debemos hacer en los próximos años, me indica el Espíritu Santo. He aquí la lista de las mismas.

1. Convocar oración e intercesión vigorosa contra satán y sus huestes.

2. Levantar cadenas de ayuno y oración por la Iglesia y sus ministros.

3. Cubrir en oración a los hogares de los siervos de Dios y su labor para el Reino.

4. Confesar la Palabra sobre ellos y profetizar la victoria contra el mal.

5. Establecer decretos proféticos de crecimiento, expansión e influencia.

6. Adorar mucho al Padre para limpiar la atmósfera de la nación.

7. Quebrar los decretos y hechizos del maligno contra el Liderazgo Cristiano.

Así el diablo, también tendrá más de lo mismo para él; derrotas y más derrotas para el infierno. Amén.