martes, 15 de diciembre de 2009

Muere el evangelista Oral Roberts: Fue quien se gano para Cristo a Yiye Avila





Tomado de univision.com:

TULSA, Oklahoma, EE.UU. (AP) - Oral Roberts, el evangelista que ascendió desde las humildes carpas de avivamiento cristiano para fundar una organización multimillonaria y una universidad de Oklahoma que lleva su nombre, falleció el martes a los 91 años.

Roberts murió de complicaciones de neumonía en Newport Beach, California, informó vía telefónica su portavoz A. Larry Ross, desde Carrollton, Texas. El evangelista fue hospitalizado tras caerse el sábado. Ya había sobrevivido dos infartos en la década de 1990 y una cadera rota en el 2006.

El evangelista fue un pionero en dos frentes: ayudó a introducir el cristianismo carismático a las principales corrientes evangélicas en Estados Unidos, y llevó a la televisión sus característicos sermones de avivamiento, una nueva frontera para la religión en el país.

Roberts superó la tuberculosis a los 17 años, y consideraba que ese triunfo lo llevó a convertirse en uno de los ministros más famosos en Estados Unidos.





Renunció a ser un pastor local en la población de Enid en 1947 para ingresar en un ministerio evangélico en Tulsa y orar por la curación completa de las personas: su cuerpo, mente y espíritu. Esa filosofía hizo que muchos lo llamaran un "sanador de fe", una etiqueta que él rechazó declarando: "Dios sana. Yo no".

Para las décadas de 1960 y 1970, ya era escuchado y visto por millones en todo el mundo gracias a la radio, la televisión y diversas publicaciones y presentaciones personales. Se mantuvo en la televisión hasta el siglo actual, como copresentador del programa "Miracles Now" (Milagros Ahora), con su hijo Richard. Publicó decenas de libros y dirigió centenares de cruzadas religiosas. Una fotografía famosa lo mostraba trabajando en un escritorio con un letrero en el que se leía: "No hagas ningún plan pequeño aquí".

Roberts decía que sus habilidades como orador eran resultado de su fe, y afirmaba: "He sido ungido con la palabra de Dios y el espíritu del Señor entra en mí como un resorte enrollado. Cuando estoy listo para seguir, mi mente está afilada como una navaja. Sé exactamente lo que voy a decir y me siento como un león".