Él ungido se va a manifestar cuando ninguno de los que dicen ser ungidos, puede manifestarse.
Y estos no son los que hacen cosas grandes, sino los que tienen el poder para vencer al enemigo, cuando los demás tiemblan, y caen.
1 Samuel 17
10 Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.
11 Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.
Pero lo más triste, es que si se muestran desafiantes ante el caído, el débil, o el que no está al nivel supuestamente de ellos.
1 Samuel 17
28 Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.
29 David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?
Pero no solamente su hermano, y el mayor; trató de quitarle la visión a David, como lo que sucede en muchos lugares en donde el mayor trata de opacar al menor (no va y sea le quite el puesto)
Él juzgó las acciones de David sin tan siquiera sospechar o interesarse en los planes de Dios con David, ya que Eliab estuvo cuando David fue ungido. Al escuchar a su hermano menor hacer preguntas.
Se llenó de ira, al escuchar lo que él hablaba con los que no sabían qué hacer y tenían miedo.
Ya que son personas que piensan que son ellos los que libertan. ( ver tema cuando me adueño de la bendición¬)
Las preguntas del ungido siempre tienen la finalidad de ayudar.
Su hermano no podía entender esto. Su nivel de espiritualidad era muy bajo. Los que no hablan en fe, no entienden, solo juzgan, critican, señalan, califican y clasifican—
Notemos las dos preguntas de Eliab: “¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?”
Eliab bruscamente le declara: “Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido” (17:28). En otras palabras le dice: “Yo sé, que tú eres un orgulloso.
Esta historia se parece a la de José, cuando sus hermanos lo trataron de orgulloso.
Esto deja ver no solamente la raíz de amargura de su hermano Eliab, sino la razón del porque Dios no lo escogió a él, como Samuel creyó al verlo, ya que aunque era fuerte, también era rencoroso y orgulloso.
Posiblemente el hecho de que David fuera escogido como rey y no él, le había producido una espina en su corazón contra David.
1 Samuel 16
6 Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido.
7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Eliab tenía tal presencia que llego a impresionar al mismo profeta de Dios.
Pero lo que agrada a las personas lo desecha Dios. Más que apariencia, Dios busca un corazón conforme a Él.
Eliab tenía todo menos el corazón que Dios deseaba en un ungido. La manera como trató a David demostró la clase de corazón que tenía: un corazón malo y un espíritu soberbio.
El ungido tiene que separarse de los que son como Eliab, que hablan y piensan que por sus años de experiencia, los hacen mejores y más calificados, porque se les olvido que quien actúa en uno es el Espíritu primero, no la letra (ver tema la senda antigua).
El orgullo y la soberbia, no los deja ver que fueron reemplazados, por gente no con experiencia, pero si con unción.
1 corintios 1
27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Los lleva a criticar a los que Dios ha puesto en remplazo de ellos.
Porque comenzaba a ser evidente la manifestación de alguien que era diferente.
Una de las cosas más grandes en David es que después de que su hermano le trato de intimidar, el se alejo, pero no para llorar, ni para decir que Dios se había equivocado, porque él no era tan fuerte, y no tenía la experiencia de sus hermanos.
David supo defenderse, pero no con peleas sin sentido, ya que el que sabe que es ungido, no necesita hablar, solo continua en el propósito para el Cual Dios lo ungió, y ese propósito era ser rey.
1 Samuel 17
29 David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?
30 Y apartándose de él hacia otros, preguntó de igual manera; y le dio el pueblo la misma respuesta de antes.
Por eso ¿tú quieres saber cuál es el primer propósito de Dios para tu vida?
Apocalipsis 1
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Y el segundo propósito es:
1 Pedro 2
9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Porque el verdadero ungido enseña a otros a ser reyes y sacerdotes, no súbditos y esclavos de él o de un sistema.
Mientras que tú no entiendas que eres llamado a ser rey, tú no le puedes servir a Dios
Porque tu vas a actuar como los que estaban con Saúl, con miedo, y vas a ser estorbo porque Dios tiene grandes cosas contigo, y tú lo vas a decir: eso es imposible, yo no creo que eso se pueda, no hay que ser realistas, no hay conque, pero de donde, etc.
Después de que entiendas, y pases esta etapa, continúa la manifestación de un ungido en niveles más altos; porque aunque Saúl había perdido la unción de Dios, no había perdido el lugar de rey.
1 Samuel 17
31 Fueron oídas las palabras que David había dicho, y las refirieron delante de Saúl; y él lo hizo venir.
32 Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.
Tristemente, ésta es una de las cosas que más sucede en el pueblo de Dios; es que nuestro corazón a desfallecido, a causa de permanecer demasiado tiempo con personas que nunca han entendido que son reyes y sacerdotes, como lo que le sucedió a Eliab.
que aunque no han perdido la salvación, si perdieron la unción, para ir a vencer al enemigo en el territorio de cada uno.
Bien dice la palabra
Marcos 4
20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Marcos 4
13 Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
14 El sembrador es el que siembra la palabra.
Muchas veces entendemos que ésta palabra se refiere a vivir un treinta por ciento en santidad; cuando la santidad es innegociable. Pero recuerda El sembrador es el que siembra la palabra, no, tu intelecto, experiencia, o posición
Lucas 1
Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, Que nos había de conceder
Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos
En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
Hebreos 12
12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Este treinta se refiere, es a aquellos que solo creen en la salvación del alma, pero no entienden el poder, la autoridad, y la posición que se les ha dado como reyes y sacerdotes.
Y estos no son los que hacen cosas grandes, sino los que tienen el poder para vencer al enemigo, cuando los demás tiemblan, y caen.
1 Samuel 17
10 Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.
11 Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.
Pero lo más triste, es que si se muestran desafiantes ante el caído, el débil, o el que no está al nivel supuestamente de ellos.
1 Samuel 17
28 Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.
29 David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?
Pero no solamente su hermano, y el mayor; trató de quitarle la visión a David, como lo que sucede en muchos lugares en donde el mayor trata de opacar al menor (no va y sea le quite el puesto)
Él juzgó las acciones de David sin tan siquiera sospechar o interesarse en los planes de Dios con David, ya que Eliab estuvo cuando David fue ungido. Al escuchar a su hermano menor hacer preguntas.
Se llenó de ira, al escuchar lo que él hablaba con los que no sabían qué hacer y tenían miedo.
Ya que son personas que piensan que son ellos los que libertan. ( ver tema cuando me adueño de la bendición¬)
Las preguntas del ungido siempre tienen la finalidad de ayudar.
Su hermano no podía entender esto. Su nivel de espiritualidad era muy bajo. Los que no hablan en fe, no entienden, solo juzgan, critican, señalan, califican y clasifican—
Notemos las dos preguntas de Eliab: “¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?”
Eliab bruscamente le declara: “Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido” (17:28). En otras palabras le dice: “Yo sé, que tú eres un orgulloso.
Esta historia se parece a la de José, cuando sus hermanos lo trataron de orgulloso.
Esto deja ver no solamente la raíz de amargura de su hermano Eliab, sino la razón del porque Dios no lo escogió a él, como Samuel creyó al verlo, ya que aunque era fuerte, también era rencoroso y orgulloso.
Posiblemente el hecho de que David fuera escogido como rey y no él, le había producido una espina en su corazón contra David.
1 Samuel 16
6 Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido.
7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Eliab tenía tal presencia que llego a impresionar al mismo profeta de Dios.
Pero lo que agrada a las personas lo desecha Dios. Más que apariencia, Dios busca un corazón conforme a Él.
Eliab tenía todo menos el corazón que Dios deseaba en un ungido. La manera como trató a David demostró la clase de corazón que tenía: un corazón malo y un espíritu soberbio.
El ungido tiene que separarse de los que son como Eliab, que hablan y piensan que por sus años de experiencia, los hacen mejores y más calificados, porque se les olvido que quien actúa en uno es el Espíritu primero, no la letra (ver tema la senda antigua).
El orgullo y la soberbia, no los deja ver que fueron reemplazados, por gente no con experiencia, pero si con unción.
1 corintios 1
27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Los lleva a criticar a los que Dios ha puesto en remplazo de ellos.
Porque comenzaba a ser evidente la manifestación de alguien que era diferente.
Una de las cosas más grandes en David es que después de que su hermano le trato de intimidar, el se alejo, pero no para llorar, ni para decir que Dios se había equivocado, porque él no era tan fuerte, y no tenía la experiencia de sus hermanos.
David supo defenderse, pero no con peleas sin sentido, ya que el que sabe que es ungido, no necesita hablar, solo continua en el propósito para el Cual Dios lo ungió, y ese propósito era ser rey.
1 Samuel 17
29 David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?
30 Y apartándose de él hacia otros, preguntó de igual manera; y le dio el pueblo la misma respuesta de antes.
Por eso ¿tú quieres saber cuál es el primer propósito de Dios para tu vida?
Apocalipsis 1
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Y el segundo propósito es:
1 Pedro 2
9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Porque el verdadero ungido enseña a otros a ser reyes y sacerdotes, no súbditos y esclavos de él o de un sistema.
Mientras que tú no entiendas que eres llamado a ser rey, tú no le puedes servir a Dios
Porque tu vas a actuar como los que estaban con Saúl, con miedo, y vas a ser estorbo porque Dios tiene grandes cosas contigo, y tú lo vas a decir: eso es imposible, yo no creo que eso se pueda, no hay que ser realistas, no hay conque, pero de donde, etc.
Después de que entiendas, y pases esta etapa, continúa la manifestación de un ungido en niveles más altos; porque aunque Saúl había perdido la unción de Dios, no había perdido el lugar de rey.
1 Samuel 17
31 Fueron oídas las palabras que David había dicho, y las refirieron delante de Saúl; y él lo hizo venir.
32 Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.
Tristemente, ésta es una de las cosas que más sucede en el pueblo de Dios; es que nuestro corazón a desfallecido, a causa de permanecer demasiado tiempo con personas que nunca han entendido que son reyes y sacerdotes, como lo que le sucedió a Eliab.
que aunque no han perdido la salvación, si perdieron la unción, para ir a vencer al enemigo en el territorio de cada uno.
Bien dice la palabra
Marcos 4
20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Marcos 4
13 Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
14 El sembrador es el que siembra la palabra.
Muchas veces entendemos que ésta palabra se refiere a vivir un treinta por ciento en santidad; cuando la santidad es innegociable. Pero recuerda El sembrador es el que siembra la palabra, no, tu intelecto, experiencia, o posición
Lucas 1
Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, Que nos había de conceder
Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos
En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
Hebreos 12
12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Este treinta se refiere, es a aquellos que solo creen en la salvación del alma, pero no entienden el poder, la autoridad, y la posición que se les ha dado como reyes y sacerdotes.