Belzeebú, el rey de las moscas, envía a sus moscas, a sus demonios a influenciarnos con el conocimiento incorrecto. Y tú me preguntarás: “Pero, Griselle, ¿quieres decir que un cristiano puede estar endemoniado?” No, no estoy diciendo eso. Ese es un tema muy escabroso en la iglesia; que ha dividido el cuerpo por siglos. De hecho, si estudiamos con cuidado, lo cuatro Evangelios, nos daremos cuenta de que Jesús no dijo nada al respecto. Si Jesús no nos dio esa información, es porque, Él consideró que no la debíamos tener o que no la íbamos a saber manejar. Así que si Él no nos dio esa información, nosotros no debemos ceder a la tentación de especular al respecto. De hecho, la Biblia no dice qué son ni de dónde salieron los demonios. Solo dice que existen, que pertenecen y representan el reino de las tinieblas y que pueden habitar dentro de una persona, y que es el deber del creyente echarlos fuera –Mateo 3:15; Lucas 9:1.
Pero debemos reconocer dos cosas:
Primero, que Jesús mismo dijo, que no todo el que dice ser de Él lo es –Mateo 7:21. Jesús dijo que la señal distintiva de un hijo/a del Reino es la obediencia a su Palabra -Lucas 6:6. Con eso quiero decir, que dentro de la estructura humana que llamamos iglesia (con letra minúscula, la organización eclesiástica) hay personas que no pertenecen a la Iglesia (con letra mayúscula, el cuerpo espiritual de Cristo); porque sencillamente no quieren obedecer la Palabra de Señor. Son religiosos que quieren llegar al Reino de los cielos a su forma y por sus méritos- vestidos como a ellos les parece –( En la parábola de las bodas, Jesús dijo que aquellos que fueran encontrados en el salón del banquete sin estar vestidos con el vestido correcto serían echados afuera y allí sería el lloro y el grujir de dientes- Mateo 22:1-14; 7:22. No nos toca a nosotros señalarlos, porque solamente Jesús tiene derecho a juzgar el corazón). Así que dentro de la estructura humana, las organizaciones eclesiásticas que nosotros hemos hecho, sí pueden haber personas que digan que pertenecen al Reino de los cielos, pero la verdad es que pertenecen al reino de las tinieblas. (Jesús dijo que el trigo y la cizaña crecían juntos-Mateo 13:25-38).
Segundo, debemos aclarar que la palabra que algunas de las traducciones al español traducen como endemoniado, es una palabra griega que significa influenciar o energizar. Así que la palabra lo que significa es estar bajo la influencia de un demonio. La palabra en griego no dice ni implica que el demonio está dentro o fuera de la persona; solamente implica que lo influencia, lo energiza con ideas, emociones, pensamientos, sentimientos contrarios al Reino de la luz. Veamos un ejemplo bíblico tratado por el propio Jesús.
Pedro, uno de los discípulos más cercanos al Señor, estuvo 3 años y medio caminando con el propio Jesús; lo conoció de primera mano. En Mateo 16:13-27 y Marcos 8:27-38, vemos a Pedro sacar por su boca una idea que no era del Reino de la luz, sino del reino de las tinieblas. Jesús les había preguntado si ellos reconocían Su identidad; y Pedro, usado por el Espíritu Santo, declaró lo que es el fundamento, la roca sobre la cual se ha construido la Iglesia de Jesucristo en la tierra: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Jesús le dijo que ese principio había sido producido en el espíritu de Pedro por el Espíritu Santo.
Acto seguido, Jesús comienza a explicarle a sus discípulos lo que sucedería cuando llegaran a Jerusalén: lo arrestarían, lo enjuiciarían, lo azotarían y luego lo crucificarían… Inmediatamente, Pedro, el mismo discípulo que unos segundos antes estaba haciendo declaraciones gloriosas, abrió su bocota y dio un consejo que no era del Reino de la luz, sino del reino de las tinieblas. De hecho, Jesús lo reprende diciéndole: “¡Aléjate de mí Satanás! Me eres tropiezo…”. ¡Le dijo Satanás! ¿Quién era Satanás, Pedro o la idea? La idea, el comentario… Ese comentario fue una idea que entró en la mente de Pedro; y Pedro la aceptó sin procesarla, sin llevarla cautiva a la totalidad de la Verdad establecida en la Palabra (2 Co. 10:5); la vomitó sin digerir, y Jesús la reprendió porque vio su fuente de procedencia. ¿Estaba Pedro endemoniado? No, Jesús no dijo eso. Jesús dijo que la energía que había salido por la boca de Pedro, provenía d Satanás. ¿Se dan cuenta? Todos, absolutamente todos nosotros somos vulnerables a la influencia demoniaca, porque todavía estamos en este cuerpo y todavía estamos en un mundo caído.
Entonces, podemos concluir que los demonios utilizan todas las hendijas o puertas que dejemos abiertas para entrar en nuestras vidas para influenciarnos con su energía negativa. La Biblia dice Eclesiastés 10:1-3: “Las moscas muertas hacen heder y corrompen el perfume del perfumista; así es una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable. La unción del sacerdote, del profeta o del rey; la unción tuya y la unción mía pueden ser echada a perder por una triste e insignificante mosca (ideas, emociones, sentimientos, conocimientos, etc,) muerta que Belzeebú y sus moscas introduzcan en nuestra alma de forma imperceptible… ¡Cuidado!
Por: Griselle M. Trujillo ellirio@email.com
Pero debemos reconocer dos cosas:
Primero, que Jesús mismo dijo, que no todo el que dice ser de Él lo es –Mateo 7:21. Jesús dijo que la señal distintiva de un hijo/a del Reino es la obediencia a su Palabra -Lucas 6:6. Con eso quiero decir, que dentro de la estructura humana que llamamos iglesia (con letra minúscula, la organización eclesiástica) hay personas que no pertenecen a la Iglesia (con letra mayúscula, el cuerpo espiritual de Cristo); porque sencillamente no quieren obedecer la Palabra de Señor. Son religiosos que quieren llegar al Reino de los cielos a su forma y por sus méritos- vestidos como a ellos les parece –( En la parábola de las bodas, Jesús dijo que aquellos que fueran encontrados en el salón del banquete sin estar vestidos con el vestido correcto serían echados afuera y allí sería el lloro y el grujir de dientes- Mateo 22:1-14; 7:22. No nos toca a nosotros señalarlos, porque solamente Jesús tiene derecho a juzgar el corazón). Así que dentro de la estructura humana, las organizaciones eclesiásticas que nosotros hemos hecho, sí pueden haber personas que digan que pertenecen al Reino de los cielos, pero la verdad es que pertenecen al reino de las tinieblas. (Jesús dijo que el trigo y la cizaña crecían juntos-Mateo 13:25-38).
Segundo, debemos aclarar que la palabra que algunas de las traducciones al español traducen como endemoniado, es una palabra griega que significa influenciar o energizar. Así que la palabra lo que significa es estar bajo la influencia de un demonio. La palabra en griego no dice ni implica que el demonio está dentro o fuera de la persona; solamente implica que lo influencia, lo energiza con ideas, emociones, pensamientos, sentimientos contrarios al Reino de la luz. Veamos un ejemplo bíblico tratado por el propio Jesús.
Pedro, uno de los discípulos más cercanos al Señor, estuvo 3 años y medio caminando con el propio Jesús; lo conoció de primera mano. En Mateo 16:13-27 y Marcos 8:27-38, vemos a Pedro sacar por su boca una idea que no era del Reino de la luz, sino del reino de las tinieblas. Jesús les había preguntado si ellos reconocían Su identidad; y Pedro, usado por el Espíritu Santo, declaró lo que es el fundamento, la roca sobre la cual se ha construido la Iglesia de Jesucristo en la tierra: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Jesús le dijo que ese principio había sido producido en el espíritu de Pedro por el Espíritu Santo.
Acto seguido, Jesús comienza a explicarle a sus discípulos lo que sucedería cuando llegaran a Jerusalén: lo arrestarían, lo enjuiciarían, lo azotarían y luego lo crucificarían… Inmediatamente, Pedro, el mismo discípulo que unos segundos antes estaba haciendo declaraciones gloriosas, abrió su bocota y dio un consejo que no era del Reino de la luz, sino del reino de las tinieblas. De hecho, Jesús lo reprende diciéndole: “¡Aléjate de mí Satanás! Me eres tropiezo…”. ¡Le dijo Satanás! ¿Quién era Satanás, Pedro o la idea? La idea, el comentario… Ese comentario fue una idea que entró en la mente de Pedro; y Pedro la aceptó sin procesarla, sin llevarla cautiva a la totalidad de la Verdad establecida en la Palabra (2 Co. 10:5); la vomitó sin digerir, y Jesús la reprendió porque vio su fuente de procedencia. ¿Estaba Pedro endemoniado? No, Jesús no dijo eso. Jesús dijo que la energía que había salido por la boca de Pedro, provenía d Satanás. ¿Se dan cuenta? Todos, absolutamente todos nosotros somos vulnerables a la influencia demoniaca, porque todavía estamos en este cuerpo y todavía estamos en un mundo caído.
Entonces, podemos concluir que los demonios utilizan todas las hendijas o puertas que dejemos abiertas para entrar en nuestras vidas para influenciarnos con su energía negativa. La Biblia dice Eclesiastés 10:1-3: “Las moscas muertas hacen heder y corrompen el perfume del perfumista; así es una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable. La unción del sacerdote, del profeta o del rey; la unción tuya y la unción mía pueden ser echada a perder por una triste e insignificante mosca (ideas, emociones, sentimientos, conocimientos, etc,) muerta que Belzeebú y sus moscas introduzcan en nuestra alma de forma imperceptible… ¡Cuidado!
Por: Griselle M. Trujillo ellirio@email.com