Los expertos en el comportamiento humano han identificado que entre las causas de algunos trastornos emocionales se pueden incluir las heridas religiosas. Estas son producto de formas de expresión religiosas que ya sea por su naturaleza abusiva o un pre-condicionamiento de individuo Antes de sugerir algunas soluciones a este podemos ver algunos comportamientos tóxicos en los ministerios.
Lo primero que los expertos denominan como toxico es cuando fuera de la denominacion o iglesia especifica no se puede hallar salvación. Como cristianos sabemos que la salvacion se halla en Cristo no importa la denominacion a la cual pertenezcamos. Otro que sale a relucir siempre es el énfasis en la relevancia personal del líder y como nuestro bienestar está sujeto a nuestra respuesta a esa persona. Otra cualidad de la religión tóxica está en la actitud hacia aquellos que se separan y siguen su camino tranquilos, mientras se hacen ataques públicos en contra de su carácter.
Déjenme ofrecer algunas soluciones a la vida cristiana saludable. Esto lo hacemos abriendo el espacio para que ustedes aporten otras soluciones personales al tema.
1. Amigo fiel
Primero, el creyente debe desarrollar una relación directa con el Señor en su vida.
2. La palabra
Otra cualidad del cristiano saludable es la lectura frecuente de la palabra de Dios. Aquí es donde se aprende de verdad y se crece espiritualmente. Oír de Dios a través de su palabra es “priceless” cuando hablamos de salud espiritual.
3. ”Let’s have church!”
Y finalmente estar seriamente envueltos en ministerio dentro de una iglesia saludable te ayuda a dar de gracia todo lo que recibes. Hay demasiados cristianos llenos de conocimiento que por no dar a otros se desaniman y se alejan. Cuando estás en la iglesia regularmente te mantienes al tanto de lo que se dice y pasa para que tu crecimiento sea uno consistente.
Espero que estas ideas abran tu corazón a más formas de cómo llevar un cristianismo saludable. De nuestra parte nos estamos esforzando para ser los líderes y la iglesia saludables que propicien una vida espiritual sana y de mucho fruto.
-Pedro L. Torres