El templo de Salomón, dedicado al Señor, fue una de las maravillas del mundo conocido.
La Biblia habla de cómo reyes y reinas de todas las naciones vinieron a Jerusalén para oír la sabiduría de Salomón y ver la Casa que él había edificado para el Señor, y para contemplar la Gloria de Su Reino.
Ellos vinieron para:
1.- Oír sabiduría
2.- Ver la Casa del Señor
3.- Ver la Gloria del Reino.
Salomón es un tipo clásico de Cristo en Su reino eterno, lleno de sabiduría y con una gloria extraordinaria. La Casa o Templo del Señor representa a la Iglesia perfeccionada y glorificada reinando con Cristo Jesús (nuestro verdadero Salomón) para siempre.
Salomón también representa al Espíritu Santo edificando a la Iglesia (el Templo de Dios), y perfeccionándola como Novia del Cordero. Siendo David, tipo de Cristo el diseñador de la Casa.
Una de las más comentadas visitas al Templo fue la de una reina gentil. La Reina de Sabá, que vino a ser un día esposa de Salomón y figura de la Iglesia Gentil que vino a ser la Esposa del Rey de los judíos, Cristo Jesús. Aleluya.
Ella vino de los confines de la tierra para ver y oír la Sabiduría de Salomón. Esto fue tan grandioso que Jesucristo mismo lo mencionó en sus días (Mateo12:38-42).
Esta visita fue sólo un ejemplo de tantos otros que profetizaron de cómo los gentiles junto con los judíos vendrán para ver y oír la Sabiduría de Dios en La Iglesia; La Casa del Nuevo Pacto del Señor (Efesios 3:10).
Lo que impresionó a la Reina de Sabá es un vislumbre de lo que asombrará al mundo en la Iglesia. En ella será vista la manifestación del Reino y la Sabiduría de Dios; la Iglesia mostrará todo aquello que glorifique a Dios.
Los “extranjeros “que no conocen al Señor podrán ver en la Iglesia la excelencia del Reino de Nuestro Salomón: Cristo Jesús.
LO QUE “VIO” Y “OYO” LA REINA DE SABÁ.
(I REYES 10:1-10; II CRÓNICAS 9:1-9.)
Estas fueron las cosas que más sorprendieron a la reina:
1) La Excelencia de la fama del Nombre del Señor.
El Templo tuvo que ser construido para el Nombre del Señor. Los otros reyes construyeron para sus deidades pero este Templo era para el Dios verdadero (I Reyes 8:16-21;29-35,42,43).
Este siempre fue un lugar para Su Nombre.
La Iglesia es la habitación para el Nombre del Señor (Jehová), en el Nombre del Señor Jesucristo (Mateo 28:18).
Obviamente el servir a Dios, había dado renombre y fama a Salomón. Pero Aquel que había levantado al rey era el que querían conocer; su Nombre era Jehová.
2) La Excelencia de la Casa que él hubo construido para Dios.
Salomón fue un sabio maestro edificador, asimismo el apóstol Pablo lo fue en
la Iglesia. Él preparó la casa espiritual de Dios para ser llena de Su Gloria.
La Casa del Señor está para ser establecida en los últimos días, santificada para Su Nombre (Isaías 2:1-5; II Corintios 3:9-10; Hebreos 3;1-5 y I Timoteo 3:15).La Casa dedicada al Señor tuvo una belleza y esplendor extraordinarios, pero sobretodo tuvo el diseño divino.
3) La Excelencia de la comida de su mesa.
Ella vio la comida de su mesa y se impresionó. No era cualquier persona sino una reina, acostumbrada al deleite de ricos manjares. Aún así, se impresionó de lo que se servía en la mesa de Salomón.
Esta figura es un alegoría clásica de la clase de alimentación que el Señor proveerá para el hambre de Su Iglesia a través de La Palabra revelada (Hebreos 5:12-14; Juan 4:32-34).
4) La Excelencia de la situación de sus siervos.
Los creyentes están sentados en lugares celestiales con Cristo (en la mesa del Rey) (I Samuel 9:1-13; Efesios 2:6; Apocalipsis 3:21;).
Siendo ella una reina, rodeada de sirvientes reales, es interesante observar que fue impactada por la condición de los siervos de Salomón. Ellos eran prósperos y se veían muy bien en su estado físico. Igualmente la Iglesia es y será prosperada en gran manera para asombrar al mundo.
5) La Excelencia de las habitaciones de sus ministros u oficiales (atención a ellos).
La asistencia u atención a ellos, habló de su oficio, su lugar, su posición y estancia en la presencia del rey (Salmo 134). La forma en que ellos vivían, mostró la prosperidad del Reino y la bondad de su rey. Su estado físico y espiritual de alto nivel fue impactante para la reina de Sabá.
6) La Excelencia de sus vestidos.
La reina pudo tener a los mejores sastres de su corte. Su impresión al ver los vestidos de los servidores del rey, sólo habla de un nivel de bendición y vestiduras incomparables.
La Iglesia será vestida de lino fino de justicia divina; el único vestido que Dios acepta (Isaías 52:1; 61:3; Apocalipsis 19:7-8).
7) La Excelencia de los maestresalas.
Esta fue una posición de gran responsabilidad ante el Rey. Fue semejante a la de un mayordomo. Ellos debían probar todos los alimentos antes que le fueran dados al Rey. Hay en la casa de Dios aquellos que cumplen esta función (Génesis 40:9-13; Nehemías 2:1;)
8) La Excelencia de la subida o escalinata de Salomón a la Casa de Dios.
La reina fue impresionada por la subida de Salomón a la Casa del Señor. Cuanto más, los no creyentes serán impresionados por nuestra entrada a la Casa de Dios (Salmos 24:3-4; 100:4; 122:1-2).
La reina recibió una lección tremenda de devoción a Jehová por parte de Salomón. Su adoración fue tan exquisita y su concentración en hacerlo de continuo, lo llevó a edificar una escalinata especial para ir al Santuario a adorar.
9) La Excelencia de sus siervos felices.
La felicidad en el servicio de sus siervos era evidente. A ella le impactó positivamente. El gozo es una señal infalible de la presencia del Señor. El gozo del Señor es nuestra fortaleza (Salmo 1:1-3; 144:12-15).
10) La Excelencia de Su Divina Sabiduría.
Sabiduría, conocimiento y entendimiento caracterizó todo lo que Salomón dijo e hizo (Proverbios 1:1-6).
La reina de Sabá fue rendida y conmovida por todo lo que vio y oyó en Jerusalén. Ella bendijo a Dios y a Salomón por todo. Ella reconoció al Dios de Israel como el Verdadero Dios, por lo que vio y oyó. Dio presentes de gratitud a Jehová y al rey.
La lección es amplia y buena. El mundo pecador no regenerado podrá encontrar a Dios a través de la Sabiduría de Dios en la Iglesia. Los príncipes de las naciones podrán encontrar la gloria, conocimiento y sabiduría de Dios en Su Iglesia.
UNO MAYOR QUE SALOMÓN.
Jesús dijo de Sí mismo “Uno mayor que Salomón está aquí”. El es Rey de Reyes. El Reina en Su Casa; en Su Iglesia y Su gran deseo es manifestar en plenitud la Sabiduría de Dios y así provocar a los gentiles pecadores a acercarse hacia la Gloria de Su Reino.
El etíope, funcionario de Candace, rey de Etiopía, encontró a Cristo a través del ministerio de Sabiduría de Felipe, el evangelista (Hechos 8).
Asimismo, la Iglesia manifestará al mundo Su Gloria.
UNO MAYOR QUE EL TEMPLO.
En Mateo 12:42, Jesús se proclama como “Uno mayor que Salomón” y en el
Verso 6, como “Uno mayor que el Templo”. Nosotros sabemos que sólo Jesucristo podía hacer esa declaración.
Cristo es el Tabernáculo, el Templo de Dios. Ezequiel 11:16, afirma que El Señor le sería por santuario a Israel. El santuario no es un lugar lejos, sino una Persona: Dios.
Es muy significativo que la Gloria de Dios nunca más retornó al Templo reconstruido bajo la restauración de los profetas. En Mateo 17:1-5, sin embargo, la Gloria de Dios se manifiesta en Jesús, en el monte de la transfiguración. Él es el Templo.
Nosotros le adoramos a Él, Quien es Tabernáculo y Templo, no un lugar, sí una Persona.
El es el cumplimiento personal de todo lo que fue simbolizado y tipificado materialmente en el Tabernáculo y el Templo. Él es el Templo puro y santo de Dios, inmaculado y lleno con la Gloria del Padre; en Quien habitó la plenitud de la Deidad y del Nombre de Dios.
La adoración en el templo hoy es para adorar a Dios en Cristo, Quien es el Templo (según El afirmó en Juan 2:19-21). Jesús mismo dijo:”Destruid este templo, y en tres días lo levantaré....Más él hablaba del templo de su cuerpo”...
En este lugar está uno mayor que el Templo.
Por qué decimos esto:
1) El Templo fue construido por la Sabiduría de Dios; Cristo es la Sabiduría de Dios personificada.
2) El Templo fue hecho según el modelo dado por el Espíritu a David. Cristo fue hecho en la carne de acuerdo al diseño divino por el Espíritu.
3) El Templo está embellecido por dentro y por fuera. Cristo es enteramente bello, por dentro y por fuera.
4) El Templo fue la atracción para toda la adoración de Israel. Cristo es la atracción para Dios el Padre para toda nuestra adoración.
5) El velo del templo fue rasgado al llegar el cumplimiento de los tiempos. Cristo murió por todo pecador en el cumplimiento de los tiempos.
6) El Templo fue rico en gloria y riqueza. Cristo en rico en gloria y riqueza.
7) El Templo fue manchado y destruido por Babilonia. Cristo fue santo, pero murió por los hombres y fue levantado por el Padre.
8) El templo estaba localizado en un lugar geográfico. Cristo está presente universalmente por el Espíritu Santo en Su pueblo.
9) El Templo fue construido por un rey para ministración sacerdotal. Cristo es Rey y Sacerdote según el orden de Melquisedec, que consiste en que todo creyente es rey y Sacerdote.
10) El Templo fue la habitación temporal de Dios para recibir sacrificios y ofrendas de Israel. Cristo es la “Habitación Eterna“ de Dios.
LA DEDICACIÓN DEL TEMPLO.
El Día de la Dedicación: fue un día para recordar en la historia nacional de Israel.
La Casa de Dios fue coronada con Su Gloria y Su Presencia, sellando de esa forma todo el bello trabajo hecho para Dios.
Algunos elementos presentes en la dedicación del Santuario:
1) La fiesta de Tabernáculos (I Reyes 8:1-2; II Crónicas 5:2).
La dedicación ocurrió en el séptimo mes . Salomón pudo dedicar el templo en la fiesta de la Pascua o en la de Pentecostés, pero el Espíritu Santo lo dirigió a hacerlo en la de Los Tabernáculos.
2) El número 7 estuvo presente.
La dedicación del Templo estuvo estampada con el número 7. Fue dedicado en el séptimo mes y Salomón estuvo edificándolo 7 años y fue terminado y perfeccionado (I Crónicas 6:37; II Crónicas 8:16).
· Siete días de preparación tuvo el pueblo (Levítico 23:22.25).
· Siete días para la dedicación del altar (Levítico 23:27-32).
· Siete días para la dedicación del templo.
3) El Arca de Dios en el Lugar Santísimo.
El Arca fue llevada en sublime procesión desde el Monte de Sión (en el Tabernáculo de David) hasta el Templo en el Monte Moriah, y colocada en Su Hogar: el Santísimo Lugar.
4) Músicos y cantores.
· Según el orden establecido por David 30 años antes.
· Vestidos de lino fino (pureza y justicia de Dios).
· Los 120 trompetistas (simboliza el final del gobierno de la carne y el comienzo de la vida en el Espíritu).
· Un acuerdo. Cantores y músicos vinieron a ser uno. Todos cantaron “El Señor es bueno y para siempre es su misericordia”. Dios entonces, trajo Su Gloria.
5) La Nube de Gloria. La Shekinah o Gloria de Dios ante la música y el canto, descendió y llenó la Casa de Jehová.
6) El Estrado de bronce de Salomón (II Crónicas 6:12-13).
En la dedicación el rey, delante del pueblo se arrodilló en éste y levantó las manos al cielo para honrar a Dios.
7) La oración dedicatoria de Salomón.
8) El fuego de gloria del Señor. Al terminar Salomón de orar, el fuego divino descendió y consumió el holocausto.
9) Sacrificios dedicados a Él.
10) La bendición de Salomón al pueblo para concluir el día de dedicación
(II Crónicas 6:4-11).
LA ESCALINATA DE SALOMÓN.
A pesar de que el espacio no nos permite ahondar mucho el tema, este es riquísimo y de profunda enseñanza.
No quiero finalizar este capítulo sin volver a lo que impresionó a la Reina de Sabá. Una de estas cosas fue la escalinata que Salomón edificó para subir a la Casa del Señor. Esta escalinata es señalada en II Crónicas 9:11 “Curiosamente” en un pasaje paralelo de I de Reyes 10, específicamente en el verso 5, la escalinata es sustituida por esto:”Y sus holocaustos que ofrecía en la Casa de Jehová, quedó asombrada”.
No hay casualidades ni negaciones en la Biblia. Todo fue escrito con propósito. La escalinata de Salomón, aunque se podía ver y palpar términos materiales, era tan solo la parte visible de la verdadera escalinata espiritual que el rey había edificado para subir a la Casa de Dios y adorar.
En realidad, la reina quedó impresionada por la forma tan entregada, sincera y profunda en que Salomón amaba y adoraba a su Dios.
Toda la excelencia, brillo y esplendor vividos por Israel en los días de Salomón tenía su base en las ofrendas y en la adoración dadas a Jehová.
Toda la prosperidad del rey, de sus príncipes y súbditos se debió a la forma excelente de su adoración.
Todo el asombro e impacto causado ante los Reyes de las naciones fue la consecuencia de brindarle a Jehová (la más excelente adoración” que pueblo alguno y rey alguno le dieron al Señor.
Esa adoración excelente, sin escatimar nada para Dios que practicó David y heredó y vivió Salomón debe ser restaurada en la Iglesia. Ese es el tabernáculo del cual Amós profetizó diciendo que volvería a ser levantado, no un templo material, sino un verdadero modelo de vida espiritual basado en darle a Dios “la más sublime adoración”.
Cuando la Iglesia adore a Dios como lo hicieron Moisés, David y Salomón, veremos Su Gloria como ellos la vieron; descenderá el fuego divino como ante ellos descendió y asombraremos a los príncipes de este mundo con la Sabiduría divina.
Quiera Dios que el Espíritu Santo conmueva a su Iglesia y la lleve a darle a Él continuamente, “la más excelente adoración” Amén.
La Biblia habla de cómo reyes y reinas de todas las naciones vinieron a Jerusalén para oír la sabiduría de Salomón y ver la Casa que él había edificado para el Señor, y para contemplar la Gloria de Su Reino.
Ellos vinieron para:
1.- Oír sabiduría
2.- Ver la Casa del Señor
3.- Ver la Gloria del Reino.
Salomón es un tipo clásico de Cristo en Su reino eterno, lleno de sabiduría y con una gloria extraordinaria. La Casa o Templo del Señor representa a la Iglesia perfeccionada y glorificada reinando con Cristo Jesús (nuestro verdadero Salomón) para siempre.
Salomón también representa al Espíritu Santo edificando a la Iglesia (el Templo de Dios), y perfeccionándola como Novia del Cordero. Siendo David, tipo de Cristo el diseñador de la Casa.
Una de las más comentadas visitas al Templo fue la de una reina gentil. La Reina de Sabá, que vino a ser un día esposa de Salomón y figura de la Iglesia Gentil que vino a ser la Esposa del Rey de los judíos, Cristo Jesús. Aleluya.
Ella vino de los confines de la tierra para ver y oír la Sabiduría de Salomón. Esto fue tan grandioso que Jesucristo mismo lo mencionó en sus días (Mateo12:38-42).
Esta visita fue sólo un ejemplo de tantos otros que profetizaron de cómo los gentiles junto con los judíos vendrán para ver y oír la Sabiduría de Dios en La Iglesia; La Casa del Nuevo Pacto del Señor (Efesios 3:10).
Lo que impresionó a la Reina de Sabá es un vislumbre de lo que asombrará al mundo en la Iglesia. En ella será vista la manifestación del Reino y la Sabiduría de Dios; la Iglesia mostrará todo aquello que glorifique a Dios.
Los “extranjeros “que no conocen al Señor podrán ver en la Iglesia la excelencia del Reino de Nuestro Salomón: Cristo Jesús.
LO QUE “VIO” Y “OYO” LA REINA DE SABÁ.
(I REYES 10:1-10; II CRÓNICAS 9:1-9.)
Estas fueron las cosas que más sorprendieron a la reina:
1) La Excelencia de la fama del Nombre del Señor.
El Templo tuvo que ser construido para el Nombre del Señor. Los otros reyes construyeron para sus deidades pero este Templo era para el Dios verdadero (I Reyes 8:16-21;29-35,42,43).
Este siempre fue un lugar para Su Nombre.
La Iglesia es la habitación para el Nombre del Señor (Jehová), en el Nombre del Señor Jesucristo (Mateo 28:18).
Obviamente el servir a Dios, había dado renombre y fama a Salomón. Pero Aquel que había levantado al rey era el que querían conocer; su Nombre era Jehová.
2) La Excelencia de la Casa que él hubo construido para Dios.
Salomón fue un sabio maestro edificador, asimismo el apóstol Pablo lo fue en
la Iglesia. Él preparó la casa espiritual de Dios para ser llena de Su Gloria.
La Casa del Señor está para ser establecida en los últimos días, santificada para Su Nombre (Isaías 2:1-5; II Corintios 3:9-10; Hebreos 3;1-5 y I Timoteo 3:15).La Casa dedicada al Señor tuvo una belleza y esplendor extraordinarios, pero sobretodo tuvo el diseño divino.
3) La Excelencia de la comida de su mesa.
Ella vio la comida de su mesa y se impresionó. No era cualquier persona sino una reina, acostumbrada al deleite de ricos manjares. Aún así, se impresionó de lo que se servía en la mesa de Salomón.
Esta figura es un alegoría clásica de la clase de alimentación que el Señor proveerá para el hambre de Su Iglesia a través de La Palabra revelada (Hebreos 5:12-14; Juan 4:32-34).
4) La Excelencia de la situación de sus siervos.
Los creyentes están sentados en lugares celestiales con Cristo (en la mesa del Rey) (I Samuel 9:1-13; Efesios 2:6; Apocalipsis 3:21;).
Siendo ella una reina, rodeada de sirvientes reales, es interesante observar que fue impactada por la condición de los siervos de Salomón. Ellos eran prósperos y se veían muy bien en su estado físico. Igualmente la Iglesia es y será prosperada en gran manera para asombrar al mundo.
5) La Excelencia de las habitaciones de sus ministros u oficiales (atención a ellos).
La asistencia u atención a ellos, habló de su oficio, su lugar, su posición y estancia en la presencia del rey (Salmo 134). La forma en que ellos vivían, mostró la prosperidad del Reino y la bondad de su rey. Su estado físico y espiritual de alto nivel fue impactante para la reina de Sabá.
6) La Excelencia de sus vestidos.
La reina pudo tener a los mejores sastres de su corte. Su impresión al ver los vestidos de los servidores del rey, sólo habla de un nivel de bendición y vestiduras incomparables.
La Iglesia será vestida de lino fino de justicia divina; el único vestido que Dios acepta (Isaías 52:1; 61:3; Apocalipsis 19:7-8).
7) La Excelencia de los maestresalas.
Esta fue una posición de gran responsabilidad ante el Rey. Fue semejante a la de un mayordomo. Ellos debían probar todos los alimentos antes que le fueran dados al Rey. Hay en la casa de Dios aquellos que cumplen esta función (Génesis 40:9-13; Nehemías 2:1;)
8) La Excelencia de la subida o escalinata de Salomón a la Casa de Dios.
La reina fue impresionada por la subida de Salomón a la Casa del Señor. Cuanto más, los no creyentes serán impresionados por nuestra entrada a la Casa de Dios (Salmos 24:3-4; 100:4; 122:1-2).
La reina recibió una lección tremenda de devoción a Jehová por parte de Salomón. Su adoración fue tan exquisita y su concentración en hacerlo de continuo, lo llevó a edificar una escalinata especial para ir al Santuario a adorar.
9) La Excelencia de sus siervos felices.
La felicidad en el servicio de sus siervos era evidente. A ella le impactó positivamente. El gozo es una señal infalible de la presencia del Señor. El gozo del Señor es nuestra fortaleza (Salmo 1:1-3; 144:12-15).
10) La Excelencia de Su Divina Sabiduría.
Sabiduría, conocimiento y entendimiento caracterizó todo lo que Salomón dijo e hizo (Proverbios 1:1-6).
La reina de Sabá fue rendida y conmovida por todo lo que vio y oyó en Jerusalén. Ella bendijo a Dios y a Salomón por todo. Ella reconoció al Dios de Israel como el Verdadero Dios, por lo que vio y oyó. Dio presentes de gratitud a Jehová y al rey.
La lección es amplia y buena. El mundo pecador no regenerado podrá encontrar a Dios a través de la Sabiduría de Dios en la Iglesia. Los príncipes de las naciones podrán encontrar la gloria, conocimiento y sabiduría de Dios en Su Iglesia.
UNO MAYOR QUE SALOMÓN.
Jesús dijo de Sí mismo “Uno mayor que Salomón está aquí”. El es Rey de Reyes. El Reina en Su Casa; en Su Iglesia y Su gran deseo es manifestar en plenitud la Sabiduría de Dios y así provocar a los gentiles pecadores a acercarse hacia la Gloria de Su Reino.
El etíope, funcionario de Candace, rey de Etiopía, encontró a Cristo a través del ministerio de Sabiduría de Felipe, el evangelista (Hechos 8).
Asimismo, la Iglesia manifestará al mundo Su Gloria.
UNO MAYOR QUE EL TEMPLO.
En Mateo 12:42, Jesús se proclama como “Uno mayor que Salomón” y en el
Verso 6, como “Uno mayor que el Templo”. Nosotros sabemos que sólo Jesucristo podía hacer esa declaración.
Cristo es el Tabernáculo, el Templo de Dios. Ezequiel 11:16, afirma que El Señor le sería por santuario a Israel. El santuario no es un lugar lejos, sino una Persona: Dios.
Es muy significativo que la Gloria de Dios nunca más retornó al Templo reconstruido bajo la restauración de los profetas. En Mateo 17:1-5, sin embargo, la Gloria de Dios se manifiesta en Jesús, en el monte de la transfiguración. Él es el Templo.
Nosotros le adoramos a Él, Quien es Tabernáculo y Templo, no un lugar, sí una Persona.
El es el cumplimiento personal de todo lo que fue simbolizado y tipificado materialmente en el Tabernáculo y el Templo. Él es el Templo puro y santo de Dios, inmaculado y lleno con la Gloria del Padre; en Quien habitó la plenitud de la Deidad y del Nombre de Dios.
La adoración en el templo hoy es para adorar a Dios en Cristo, Quien es el Templo (según El afirmó en Juan 2:19-21). Jesús mismo dijo:”Destruid este templo, y en tres días lo levantaré....Más él hablaba del templo de su cuerpo”...
En este lugar está uno mayor que el Templo.
Por qué decimos esto:
1) El Templo fue construido por la Sabiduría de Dios; Cristo es la Sabiduría de Dios personificada.
2) El Templo fue hecho según el modelo dado por el Espíritu a David. Cristo fue hecho en la carne de acuerdo al diseño divino por el Espíritu.
3) El Templo está embellecido por dentro y por fuera. Cristo es enteramente bello, por dentro y por fuera.
4) El Templo fue la atracción para toda la adoración de Israel. Cristo es la atracción para Dios el Padre para toda nuestra adoración.
5) El velo del templo fue rasgado al llegar el cumplimiento de los tiempos. Cristo murió por todo pecador en el cumplimiento de los tiempos.
6) El Templo fue rico en gloria y riqueza. Cristo en rico en gloria y riqueza.
7) El Templo fue manchado y destruido por Babilonia. Cristo fue santo, pero murió por los hombres y fue levantado por el Padre.
8) El templo estaba localizado en un lugar geográfico. Cristo está presente universalmente por el Espíritu Santo en Su pueblo.
9) El Templo fue construido por un rey para ministración sacerdotal. Cristo es Rey y Sacerdote según el orden de Melquisedec, que consiste en que todo creyente es rey y Sacerdote.
10) El Templo fue la habitación temporal de Dios para recibir sacrificios y ofrendas de Israel. Cristo es la “Habitación Eterna“ de Dios.
LA DEDICACIÓN DEL TEMPLO.
El Día de la Dedicación: fue un día para recordar en la historia nacional de Israel.
La Casa de Dios fue coronada con Su Gloria y Su Presencia, sellando de esa forma todo el bello trabajo hecho para Dios.
Algunos elementos presentes en la dedicación del Santuario:
1) La fiesta de Tabernáculos (I Reyes 8:1-2; II Crónicas 5:2).
La dedicación ocurrió en el séptimo mes . Salomón pudo dedicar el templo en la fiesta de la Pascua o en la de Pentecostés, pero el Espíritu Santo lo dirigió a hacerlo en la de Los Tabernáculos.
2) El número 7 estuvo presente.
La dedicación del Templo estuvo estampada con el número 7. Fue dedicado en el séptimo mes y Salomón estuvo edificándolo 7 años y fue terminado y perfeccionado (I Crónicas 6:37; II Crónicas 8:16).
· Siete días de preparación tuvo el pueblo (Levítico 23:22.25).
· Siete días para la dedicación del altar (Levítico 23:27-32).
· Siete días para la dedicación del templo.
3) El Arca de Dios en el Lugar Santísimo.
El Arca fue llevada en sublime procesión desde el Monte de Sión (en el Tabernáculo de David) hasta el Templo en el Monte Moriah, y colocada en Su Hogar: el Santísimo Lugar.
4) Músicos y cantores.
· Según el orden establecido por David 30 años antes.
· Vestidos de lino fino (pureza y justicia de Dios).
· Los 120 trompetistas (simboliza el final del gobierno de la carne y el comienzo de la vida en el Espíritu).
· Un acuerdo. Cantores y músicos vinieron a ser uno. Todos cantaron “El Señor es bueno y para siempre es su misericordia”. Dios entonces, trajo Su Gloria.
5) La Nube de Gloria. La Shekinah o Gloria de Dios ante la música y el canto, descendió y llenó la Casa de Jehová.
6) El Estrado de bronce de Salomón (II Crónicas 6:12-13).
En la dedicación el rey, delante del pueblo se arrodilló en éste y levantó las manos al cielo para honrar a Dios.
7) La oración dedicatoria de Salomón.
8) El fuego de gloria del Señor. Al terminar Salomón de orar, el fuego divino descendió y consumió el holocausto.
9) Sacrificios dedicados a Él.
10) La bendición de Salomón al pueblo para concluir el día de dedicación
(II Crónicas 6:4-11).
LA ESCALINATA DE SALOMÓN.
A pesar de que el espacio no nos permite ahondar mucho el tema, este es riquísimo y de profunda enseñanza.
No quiero finalizar este capítulo sin volver a lo que impresionó a la Reina de Sabá. Una de estas cosas fue la escalinata que Salomón edificó para subir a la Casa del Señor. Esta escalinata es señalada en II Crónicas 9:11 “Curiosamente” en un pasaje paralelo de I de Reyes 10, específicamente en el verso 5, la escalinata es sustituida por esto:”Y sus holocaustos que ofrecía en la Casa de Jehová, quedó asombrada”.
No hay casualidades ni negaciones en la Biblia. Todo fue escrito con propósito. La escalinata de Salomón, aunque se podía ver y palpar términos materiales, era tan solo la parte visible de la verdadera escalinata espiritual que el rey había edificado para subir a la Casa de Dios y adorar.
En realidad, la reina quedó impresionada por la forma tan entregada, sincera y profunda en que Salomón amaba y adoraba a su Dios.
Toda la excelencia, brillo y esplendor vividos por Israel en los días de Salomón tenía su base en las ofrendas y en la adoración dadas a Jehová.
Toda la prosperidad del rey, de sus príncipes y súbditos se debió a la forma excelente de su adoración.
Todo el asombro e impacto causado ante los Reyes de las naciones fue la consecuencia de brindarle a Jehová (la más excelente adoración” que pueblo alguno y rey alguno le dieron al Señor.
Esa adoración excelente, sin escatimar nada para Dios que practicó David y heredó y vivió Salomón debe ser restaurada en la Iglesia. Ese es el tabernáculo del cual Amós profetizó diciendo que volvería a ser levantado, no un templo material, sino un verdadero modelo de vida espiritual basado en darle a Dios “la más sublime adoración”.
Cuando la Iglesia adore a Dios como lo hicieron Moisés, David y Salomón, veremos Su Gloria como ellos la vieron; descenderá el fuego divino como ante ellos descendió y asombraremos a los príncipes de este mundo con la Sabiduría divina.
Quiera Dios que el Espíritu Santo conmueva a su Iglesia y la lleve a darle a Él continuamente, “la más excelente adoración” Amén.