Hace poco más de diez años, Rick Joyner tuvo un "sueño-visión" donde miró un ejercito maligno gigantesco, dicho ejercito era de demonios cabalgando sobre Cristianos, según Joyner es la predicción de una Guerra Civil entre los cristianos a nivel global.Obvio no se trata de una guerra con armas carnales, no es con pistolas, ametralladoras y artillería real.Otros hermanos como Lee Grady editor de la revista Carisma y algunos profetas han dicho que nos abstengamos de participar en dicha guerra civil contra otros cristianos y nos concentremos en la lucha contra el verdadero enemigo que es satanás y sus demonios, también el libro de Joyner dice lo mismo.La guerra se trata de la contienda y murmuración entre los cristianos, guerra por doctrinas, difamaciones, falsos testimonios, calumnias y mentiras.Estoy viendo desplegarse esta guerra através del internet en muchos Blogs y sitios que exlusivamente se dedican a la difamación de los Cristianos, les dejo un extracto de este libro el cual yo traduje hace años antes que el libro impreso en Español estuviera disponible, tambien les dejo un enlace donde pueden descargar el libro completo.
LAS HORDAS DEL INFIERNO ESTAN MARCHANDO - EXTRACTO
I El Ejército Maligno
Vi un ejército demoníaco tan grande que se extendía mas allá del horizonte. Estaba organizado en divisiones, cada una portando un estandarte diferente. Las principales divisiones y las más poderosas eran Orgullo, Justicia Propia, Favoritismos, Ambición Egoísta, y Juicio Injusto, pero la más grande de todas era Celos. El líder de este inmenso ejército era el Acusador de los Hermanos. Supe que había muchas divisiones malignas más allá del alcance de mi vista, pero éstos eran la vanguardia de esta horda terrible del infierno, que ahora estaba desatándose contra la iglesia. Las armas usadas por esta horda tenían nombres: las espadas se denominaban Intimidación; las lanzas se llamaban Alevosía; y sus flechas se llamaron Acusaciones, Chismes, Calumnias y Críticas. Los exploradores y las compañías más pequeñas de demonios con nombres como Rechazo, Amargura, Impaciencia, Rencor y Lujuria, fueron enviadas al frente de este ejército para preparar el ataque principal. Supe en mi corazón que la iglesia nunca había enfrentado antes algo así.La misión principal de este ejército era causar división. Fue enviado para atacar cada nivel de las relaciones entre iglesias, congregaciones con sus pastores, maridos y esposas, hijos y padres, e incluso los hijos entre sí. Los exploradores fueron enviados para localizar las grietas en iglesias, familias o individuos, para provocar rechazo, amargura, lujuria, etc., para hacerlas explotar y producir una grieta más grande para que pasaran las divisiones del ejército que estaba llegando.¡La parte más impactante de esta visión fue que esta horda no estaba montada en caballos, sino en Cristianos! La mayoría estaban bien vestidos, eran respetables, y tenían apariencia de ser refinados y educados. Éstos eran cristianos que se habían abierto a los poderes de la oscuridad a tal grado que el enemigo podía usarlos y ellos pensarían que servían a Dios. El Acusador sabe que una casa dividida no puede permanecer de pie, y este ejército representa su último intento para traer una división completa a la iglesia, para que caiga completamente de la gracia.
IILos Prisioneros
Estas primeras divisiones arrastraban detrás de sí a una inmensa multitud de otros cristianos que eran prisioneros de este ejército. Estaban todos heridos, y eran custodiados por pequeños demonios de Miedo. En el ejército, parecía haber más prisioneros que demonios. Sorprendentemente, estos prisionerosaún tenían sus espadas y escudos, pero no los usaban. Era impresionante ver que tantos fuesen mantenidos cautivos por unos pocos demonios pequeños de Miedo. Éstos podían ser destruidos fácilmente o rechazados si simplemente losprisioneros usaran sus armas.Sobre los prisioneros el cielo estaba negro, lleno de buitres llamados Depresión. Éstos se posaban sobre los hombros de los prisioneros y vomitaban encima de ellos. El vómito era Condenación. Cuando el vómito daba a algún prisionero, éste se ponía de pie y marchaba un poco recto durante algún tiempo, y después caía, aún más débil que antes. De nuevo, me pregunté por qué los prisioneros no mataban a estos buitres con sus espadas, podrían haberlo hecho fácilmente.De vez en cuando un prisionero débil tropezaba y se caía. En cuanto él o ella se desplomaban al suelo, los otros prisioneros comenzaban a apuñalarlos con sus espadas y los ultrajaban al hacerlo. Entonces llamaban a los buitres, para que comenzaran a devorar a los caídos incluso antes de que estuvieran muertos.Al mirar, comprendí que estos prisioneros pensaban que el vómito de condenación era verdad de Dios. Entonces entendí lo que estos prisioneros pensaban realmente, ¡que estaban marchando en el ejército de Dios! Ésta es la razón por la cual no mataron a los pequeños demonios de miedo, o los buitres, ¡pensaron que eran mensajeros de Dios! La oscuridad que proyectaba la nube de buitres impidió a estos prisioneros el darse cuenta de que aceptaban ingenuamente todo lo que les pasaba como algo del Señor. La única comida provista para estos prisioneros era el vómito de los buitres. Aquéllos que se negaban a ingerirlo se debilitaban hasta caerse. Aquéllos que lo comieron eran fortalecidos, pero con la fuerza del maligno. Entonces comenzaban a vomitar sobre los demás. Cuando alguien empezaba a hacer esto, se le entregaba a un demonio que estaba esperando para cabalgar, y él o ella eran llevados a las divisiones delanteras.Aún peor que el vómito de los buitres era un limo repulsivo que estos demonios estaban orinando y defecando sobre los cristianos que montaban. Este limo era el orgullo, la ambición, egoísmo, etc., ésa era la naturaleza de la escuadra de la que formaban parte. Sin embargo, este limo hizo a los cristianos sentirse mucho mejor que la condenación, creyeron fácilmente, que los demonios eran mensajeros de Dios, y efectivamente pensaron que este limo era la unción del Espíritu Santo. Entonces la voz del Señor vino a mí diciendo, “Éste es el principio del ejército del enemigo del día final. Éste es el último engaño de Satanás, y su último poder de destrucción, se desata cuando usa a Cristianos para atacar a otros Cristianos. A lo largo de las edades ha usado este ejército, pero nunca ha podido capturar a tantos para usarlos en sus malignos propósitos. ¡No temas! Yo también tengo un ejército. Ahora debes permanecer de pie y luchar, porque ya no hay ningún lugar donde esconderse de esta guerra. Debes luchar por Mi Reino, la verdad, y por aquéllos que han sido engañados.” Había quedado tan asqueado e irritado por el ejército maligno, que prefería morirme en vez de vivir en semejante mundo. Sin embargo, esta palabra del Señor me animó tanto que empecé a gritar a los prisioneros cristianos que estaban siendo engañados, pensando que me escucharían. Cuando lo hice, pareció que todo el ejército se volvió a mirarme, pero seguí gritando. Pensé que los cristianos iban a despertarse y comprender lo que les estaba pasando, pero en cambio muchos comenzaron a sacar sus flechas para dispararme. Los demás sólo vacilaron como si no supieran qué hacer conmigo. Supe entonces que me había precipitado, y que había cometido un terrible error.
LAS HORDAS DEL INFIERNO ESTAN MARCHANDO - EXTRACTO
I El Ejército Maligno
Vi un ejército demoníaco tan grande que se extendía mas allá del horizonte. Estaba organizado en divisiones, cada una portando un estandarte diferente. Las principales divisiones y las más poderosas eran Orgullo, Justicia Propia, Favoritismos, Ambición Egoísta, y Juicio Injusto, pero la más grande de todas era Celos. El líder de este inmenso ejército era el Acusador de los Hermanos. Supe que había muchas divisiones malignas más allá del alcance de mi vista, pero éstos eran la vanguardia de esta horda terrible del infierno, que ahora estaba desatándose contra la iglesia. Las armas usadas por esta horda tenían nombres: las espadas se denominaban Intimidación; las lanzas se llamaban Alevosía; y sus flechas se llamaron Acusaciones, Chismes, Calumnias y Críticas. Los exploradores y las compañías más pequeñas de demonios con nombres como Rechazo, Amargura, Impaciencia, Rencor y Lujuria, fueron enviadas al frente de este ejército para preparar el ataque principal. Supe en mi corazón que la iglesia nunca había enfrentado antes algo así.La misión principal de este ejército era causar división. Fue enviado para atacar cada nivel de las relaciones entre iglesias, congregaciones con sus pastores, maridos y esposas, hijos y padres, e incluso los hijos entre sí. Los exploradores fueron enviados para localizar las grietas en iglesias, familias o individuos, para provocar rechazo, amargura, lujuria, etc., para hacerlas explotar y producir una grieta más grande para que pasaran las divisiones del ejército que estaba llegando.¡La parte más impactante de esta visión fue que esta horda no estaba montada en caballos, sino en Cristianos! La mayoría estaban bien vestidos, eran respetables, y tenían apariencia de ser refinados y educados. Éstos eran cristianos que se habían abierto a los poderes de la oscuridad a tal grado que el enemigo podía usarlos y ellos pensarían que servían a Dios. El Acusador sabe que una casa dividida no puede permanecer de pie, y este ejército representa su último intento para traer una división completa a la iglesia, para que caiga completamente de la gracia.
IILos Prisioneros
Estas primeras divisiones arrastraban detrás de sí a una inmensa multitud de otros cristianos que eran prisioneros de este ejército. Estaban todos heridos, y eran custodiados por pequeños demonios de Miedo. En el ejército, parecía haber más prisioneros que demonios. Sorprendentemente, estos prisionerosaún tenían sus espadas y escudos, pero no los usaban. Era impresionante ver que tantos fuesen mantenidos cautivos por unos pocos demonios pequeños de Miedo. Éstos podían ser destruidos fácilmente o rechazados si simplemente losprisioneros usaran sus armas.Sobre los prisioneros el cielo estaba negro, lleno de buitres llamados Depresión. Éstos se posaban sobre los hombros de los prisioneros y vomitaban encima de ellos. El vómito era Condenación. Cuando el vómito daba a algún prisionero, éste se ponía de pie y marchaba un poco recto durante algún tiempo, y después caía, aún más débil que antes. De nuevo, me pregunté por qué los prisioneros no mataban a estos buitres con sus espadas, podrían haberlo hecho fácilmente.De vez en cuando un prisionero débil tropezaba y se caía. En cuanto él o ella se desplomaban al suelo, los otros prisioneros comenzaban a apuñalarlos con sus espadas y los ultrajaban al hacerlo. Entonces llamaban a los buitres, para que comenzaran a devorar a los caídos incluso antes de que estuvieran muertos.Al mirar, comprendí que estos prisioneros pensaban que el vómito de condenación era verdad de Dios. Entonces entendí lo que estos prisioneros pensaban realmente, ¡que estaban marchando en el ejército de Dios! Ésta es la razón por la cual no mataron a los pequeños demonios de miedo, o los buitres, ¡pensaron que eran mensajeros de Dios! La oscuridad que proyectaba la nube de buitres impidió a estos prisioneros el darse cuenta de que aceptaban ingenuamente todo lo que les pasaba como algo del Señor. La única comida provista para estos prisioneros era el vómito de los buitres. Aquéllos que se negaban a ingerirlo se debilitaban hasta caerse. Aquéllos que lo comieron eran fortalecidos, pero con la fuerza del maligno. Entonces comenzaban a vomitar sobre los demás. Cuando alguien empezaba a hacer esto, se le entregaba a un demonio que estaba esperando para cabalgar, y él o ella eran llevados a las divisiones delanteras.Aún peor que el vómito de los buitres era un limo repulsivo que estos demonios estaban orinando y defecando sobre los cristianos que montaban. Este limo era el orgullo, la ambición, egoísmo, etc., ésa era la naturaleza de la escuadra de la que formaban parte. Sin embargo, este limo hizo a los cristianos sentirse mucho mejor que la condenación, creyeron fácilmente, que los demonios eran mensajeros de Dios, y efectivamente pensaron que este limo era la unción del Espíritu Santo. Entonces la voz del Señor vino a mí diciendo, “Éste es el principio del ejército del enemigo del día final. Éste es el último engaño de Satanás, y su último poder de destrucción, se desata cuando usa a Cristianos para atacar a otros Cristianos. A lo largo de las edades ha usado este ejército, pero nunca ha podido capturar a tantos para usarlos en sus malignos propósitos. ¡No temas! Yo también tengo un ejército. Ahora debes permanecer de pie y luchar, porque ya no hay ningún lugar donde esconderse de esta guerra. Debes luchar por Mi Reino, la verdad, y por aquéllos que han sido engañados.” Había quedado tan asqueado e irritado por el ejército maligno, que prefería morirme en vez de vivir en semejante mundo. Sin embargo, esta palabra del Señor me animó tanto que empecé a gritar a los prisioneros cristianos que estaban siendo engañados, pensando que me escucharían. Cuando lo hice, pareció que todo el ejército se volvió a mirarme, pero seguí gritando. Pensé que los cristianos iban a despertarse y comprender lo que les estaba pasando, pero en cambio muchos comenzaron a sacar sus flechas para dispararme. Los demás sólo vacilaron como si no supieran qué hacer conmigo. Supe entonces que me había precipitado, y que había cometido un terrible error.
Si quieren leer lo demás descarguen el libro aquí:http://74.208.102.153/FQ-Protestant/Span-FQ.pdfSi lo encuentran algo diferente es porque el libro es una versión ampliada con detalles que no contenía la primer versión en internet, que fue la que traduje.
Pd. Cualquier similitud con los apolojetas, no es pura coincidencia.