El
Protocolo Profético
Por
Cliff Bell
1. ¿QUÉ ES EL PROTOCOLO?
El
“Protocolo” es un código establecido de
etiqueta o comportamiento. O sea, es la forma establecida, correcta y ordenada de hacer las cosas. EL PROTOCOLO PROFÉTICO es un código de comportamiento
o etiqueta que provee pautas claras para la ministración efectiva,.
ordenada y ungida de una palabra profética.
a. 1ª Cor. 14:40; " pero hágase todo, decentemente y con orden. Dios no es el
Autor de la confusión, sino de paz."
b. Cuando un protocolo
profético bueno es observado, se provee la habilidad máxima para que las
personas que están siendo ministradas reciban el provecho máximo de la profecía.
c. Cada iglesia local necesita que se establezca un
entendimiento claro del protocolo profético a seguir.
2. EL PROPÓSITO DEL PROTOCOLO PROFÉTICO
a. NO ES para limitar o apagar al Espíritu Santo.
b. ES para cumplir los siguientes propósitos:
i. Asegurar que
todo sea hecho, y que sea hecho de una forma ordenada.
ii. Proteger al
rebaño de los que pueden ser lobos disfrazados.
iii. Asegurar que las palabras acertadas puedan ser
compartidas.
iv. Asegurar que
todos que estén presentes puedan oír claramente
v. Demostrar respeto a Dios.
vi. Mantener correctas prioridades en un culto de la
iglesia.
vii. Cooperar con Dios para cumplir Su visión y el
propósito de la reunión.
viii. Crear un ambiente de seguridad y confianza a los
santos para que puedan moverse en sus dones.
3. EL DILEMA: Dios desea el orden. Al mismo tiempo,
nos manda que todos usen sus dones.
a. Para poder desarrollar sus dones, los santos
necesitan oportunidades para usarlos bajo cobertura y supervisión de sus
líderes. (Heb. 5:14)
b. Siempre hay cierto riesgo de errores o abusos
potenciales con la profecíasimplemente porque todos somos humanos. Mas los beneficios son más.
c. Un protocolo establecido ayuda a motivar al
creyente a actuar.
d. CUANDO NO HAY UN
PROTOCOLO ESTABLECIDO el pueblo hace una de dos cosas: (1) Nada, o (2)
hacen lo que les parece bien en su propia estima que muchas veces resulta en
problemas.
e. Dios no nos dio reglas fijas y estrictas para el
uso de los dones. Pero sí nos dio pautas
y principios a seguir.
4. EL PASTOR LOCAL ES RESPONSABLE DE DEFINIR Y
ESTABLECER UN PROTOCOLOPROFÉTICO PARA
SU CONGREGACIÓN.
Necesitamos
lograr un equilibrio, usando los principios bíblicos para poder introducir un
sistema que funcione para facilitar el fluir del Espíritu Santo a través del
creyente.
Esto
requiere que los pastores y el liderazgo comienzan a:
a. Valorar los dones espirituales lo suficiente para
darles lugar.
b. Vencer el temor de perder el control.
c. Perder la obsesión con el pulpito. No es “mi
iglesia” ni “mi ministerio.” La iglesia le pertenece a Cristo.
d. Enseñar y
entrenar a los santos acerca de los dones.
e. Proveer oportunidades
en las cuales los santos puedan ejercer y usar sus dones.
f. Movernos de nuestro lugar de comodidad (predicando
y enseñando) y comenzar amovernos en
nuestros dones para poder ser un ejemplo que otros puedan imitar. Cuando hay un protocolo establecido, los miembros
equipados comenzarán amoverse en sus dones en una forma positiva y que edifica.
5. HONRAR AL PASTOR Y EL PROTOCOLO ES HONRAR A DIOS
a. El obedecer al
pastor es obedecer a Dios. Hebreos 13:17: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan
por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría,
y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
b. A veces se oye,
“pero es que el Espíritu Santo me constriñó hacerlo.” El uso de
estas palabras es una manera común de evitar
el tomar la responsabilidad
.
c. 1ª Cor. 14:32 -Y los espíritus de los profetas
están sujetos a los profetas;
d. Lo mejor que
podemos decir con relación a una persona que dice que reconoce la autoridad
“de Dios” pero que no rinde cuentas a ninguna autoridad humana (delegada por
Dios) es que está ignorante y como una bomba
de relojería espiritual listo para explotar. Sin corrección, se puede
volver completamente bajo la influencia de los espíritus de rebeldía, Jezabel y
de anti-Cristo.
6. LA
DINÁMICA DE LA MINISTRACIÓN ESPIRITUAL
a. El cuerpo, alma y espíritu trabajan juntos cuando
profetizamos. No apagamos las facultades
mentales para poder profetizar.
B. El Espíritu Santo habla a nuestro espíritu humano
redimido.
c. Éste, entonces, se registra en la mente como un
pensamiento. La mente controla la boca que habla.
i. La mente es necesaria para juzgar lo que estemos
percibiendo según la Palabra de Dios. (2ª Cor.10:5…y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo.)
d. Nuestro cuerpo (gestos, expresiones) también
comunican.
7. UN MODELO DEL PROTOCOLO PROFÉTICO EN LA
CONGREGACIÓN LOCAL
a. Es recomendable
asignar una un administrador para la ministración profética durante los cultos. Esta persona debe de ser:
i. Alguien en liderazgo, maduro, espiritualmente
discernido, alguien que puede ejercer autoridad sin intimidar, que puede estar
cerca del frente para servir como un “filtro” y supervisar la ministración
profética.
ii. Debe estar posicionado para tener buen contacto
visual con el que dirige la alabanza y con
el pastor, y con acceso a un micrófono.
b. Los que creen
que Dios les ha dado una profecía o un canto profético, pueden entonces acercarse a esta persona
para compartir primero con él o ella lo que ha recibido.Si se discierne que la revelación
es de provecho, pueden dar lugar para que seacompartida.
c. El administrador puede hacer preguntas
discretamente y respetuosamente
d. Si el administrador discierne que la profecía no es
de Dios, que no es de provecho, o que simplemente no fluye bien con lo que Dios
está haciendo en el culto, entonces pueden gradecer a la persona por haber
venido a compartir y pedirle que regrese a su asiento.
e. Cuando se
discierne que una profecía es de Dios, y el tiempo es confirmado, se puede
señalar al líder de alabanza para darles una oportunidad para compartir la
palabra.
f. Rara vez es una
profecía es tan urgente que no puede esperar un momento oportuno. Si
acaso no se presenta el momento, siempre se puede escribir la palabra y entregarla
al pastor de forma escrita.
g. La congregación
tiene que ser entrenada para saber cómo acercarse al administrador o al
pastor.
8. SOMETIENDO UNA PROFECÍA AL LIDERAZGO.
a. Use la humildad y el respeto. Nunca debamos
acercarnos con una actitud negativa o de soberbia.
b. ANTES DE PASARSE
AL FRENTE PARA MINISTRAR UNA PROFECÍA, CONSIDERELO SIGUIENTE:
i.
Juzgue la fuente de la revelación. No
presuma que usted no pueda equivocarse.
ii. Pregúntese si la revelación está de acuerdo con
principios bíblicos.
iii. Pregúntese si la revelación sería de provecho y
edificante.
iv. Piense por un momento lo que sería el resultado
posible si comparte la revelación en público. Si el fruto potencial es
negativo, no es de Dios. O tal vez, no es el tiempo correcto de compartirla. IMPORTANTE: El hecho de que haya recibido una
revelación no implica que usted tiene autorización.
v. Considere que
puede ser una palabra de confirmación personal sólo para usted mismo.
vi. Pida al Señor que le dé claridad con relación al
tiempo de compartir la palabra, y cómo quiere Él que lo maneje.
vii. Si la esencia de la profecía ya ha sido
compartida de otra forma, no es necesario volverlo a repetir.
viii. No cambie el orden o el fluir de un servicio a
menos que se le ha autorizado previamente.
ix. Si usted no puede tener paz hasta que la ha
compartido, entonces escríbala, y entréguela al pastor o al administrador. Esto
transfiere la responsabilidad de la profecía al pastor.
1. Entregando así profecías escritas al liderazgo le ayudará
al pastor saber de cuál espíritu es
usted.
2. La confianza tiene que ser ganada.
x. No se ofenda si no le dan la oportunidad de
profetizar delante de la congregación.
La ofensa revela una falta de madurez.
9. LAS PROFECÍAS DE CORRECCIÓN
a.
Si usted continuamente piensa que está recibiendo revelación de los pecados de los demás, usted está escuchando la voz
equivocada.
b. Cuando Dios nos
habla, se enfoca en Su promesa, nuestro potencial, y Su propósito.
c. Aún el propósito de Dios para la disciplina es
positivo, para traer restauración y reconciliación - nunca para humillar o
avergonzar a nuestro hermano.
d. Demos examinar
nuestras motivaciones.
e. Debemos preguntarnos si estamos ministrando a causa
de una ofensa, o si es realmente por el amor de Dios.
f. El dar una
palabra “profética” de corrección es muy serio. Primero, debamos verificar precisamente qué es lo
que tenemos.
i. ¿Tenemos
conocimiento natural o alguna evidencia? O ¿puede ser que lo único que
tenemos es una posible revelación, percepción, una visión o un sueño?
ii. Si usted tiene conocimiento natural y evidencia de
pecado, entonces siga el patrón bíblico. (Gálatas. 6:1, Mateo. 18:15-17).
iii. Si lo único que tiene es una posible
percepción espiritual, sería mejor sólo orar e interceder por él en privado.
g. Debemos verificar cuál es nuestra posición y
relación. Las palabras de corrección son muy
serias y tienen que ser manejadas delicadamente.
i. Gálatas 6:1 dice… “vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que
tú también seas tentado.”
ii. Esto implica que la persona que administra la
corrección debe ser una persona con madurez, sabiduría, humildad y piedad.
iii. La corrección debe ser administrada en amor, y
por alguien que tiene la relación adecuada –
de preferencia, alguien que sea un padre o
una madre espiritual
iv. Ejemplo de Samuel y Saúl.
h. Un profeta
reconocido y maduro puede, en ocasiones, ministrar una palabra que incluye
corrección si lo hace de una forma positiva que ministre también misericordia y
amor.
i. Un peligro grande es cuando los creyente se
ministren el uno al otro mientras que están llenos de heridas y ofensas.
10. PAUTAS GENERALES PARA TODA MINISTRACIÓN PROFÉTICA
a. Tenga cuidado cuando ministre a los miembros de otra
congregación o a las ovejas que son responsabilidad de otro.
i.
Ministre con la motivación correcta.
ii. Ministre con el propósito
correcto.
iii. Ministre con la actitud
correcta.
iv. Ministre en el tiempo
correcto.
b. Antes de hablar:
i. Siempre considere el fruto potencial.
ii. Siempre pida
permiso de Dios antes de actuar -
entonces pídale dirección y sabiduría.
iii. Asegúrese de
que está sobre “tierra santa” (relación actualizada con Dios, y vaso
limpio.)
iv. Hable de una forma positiva.
v. Hable de una
forma entendible.
vi. Siempre asegúrese de que se pueda grabar o
escribir la profecía.
vii. Asegúrese de estar sometido a la autoridad,
bajo cobertura.
c. Evite dar profecías que se tratan de:
-Muertes.
-Nacimientos.
-El matrimonio y el romance.
-Mudanzas geográficas.