Lección #1: La Salvación- Sólo
por Gracia:
Efesios 2:8-9:
Porque por
gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:
No por obras,
para que nadie se gloríe.
Una de las cosas que Lutero descubrió cuando fue a
comenzar el grito de la
Reforma Protestante con las 95 Tesis fue el de la
justificación por la fe. Romanos 5:1 dice así:
JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo.
Esto quita muchas dudas que algunas personas tienen en
torno a la salvación. Ahora bien, cabe hacer algunas preguntas:
A. ¿Qué
significa salvación?
La palabra Soterion del griego significa
esperanza. De aquí sale una palabra, la cual es usada en Santiago 5, que
es Sozo, la cual significa:
1.
Salvar,
guardar, rescatar de peligro o destrucción.
2.
Sanar,
restaurar la salud.
3.
Prosperar.
4.
Liberar
de los juicios por la caída del hombre.
5.
Salvar
del enemigo.
Cuando
somos salvos, esto es lo que sucede, somos sanados de nuestra enfermedad, somos
restaurados, prosperados en todas las áreas de nuestra vida, y sacados de toda
maldición y condenación (Isaías 53:2-7, 3ª Juan 2, Romanos 8:1).
B. ¿Necesitan
todos la salvación?
Sí,
definitivamente. Romanos 3:23 es la respuesta para ello:
Por cuanto todos pecaron,
y están destituidos de la gloria de Dios;
Todos
estábamos destituidos de Dios, ya que Él es Santo, es decir, que no se hace partícipe
de ningún pecado. Así que si todos pecamos, todos necesitamos la salvación, y
esto no excluye a nadie.
C. ¿De
dónde procede la salvación?
Procede
de Dios, y no del hombre (Lucas 3:6). Al hombre le toca aceptar el don de Dios
(Romanos 6:23, Lucas 19:10).
D. ¿Cómo
la obtengo?
Primero
que nada, la salvación es por gracia (Efesios 2:8-9). Nadie se salva por ser
bueno ni por lo que haga (Romanos 3:19-20), puesto el mal mora en nosotros y
somos malos por naturaleza, no hay ni uno bueno (Romanos 7:17, 21, Mateo
19:16-17).
Segundo,
quien único salva es Jesucristo (Hechos 4:12). El vino a salvar todo lo que se
había perdido (Lucas 19:10), y solo por Él tenemos redención de pecados
(Romanos 5:11).
La
manera de ser salvo es como dice Romanos 10:8-10:
Más ¿qué dice? Cercana
está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual
predicamos: Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón
se cree para alcanzar justicia; mas con la boca se hace confesión para
salvación.
La
manera de ser salvo es creyendo en el corazón que Jesús es el Señor y
confesándole con la boca.
Si, la
salvación es un acto público. Confesar en griego es Homologeo
y esto significa consentir, aceptar, no negar, declarar, profesar en carácter
público, que todo el mundo me oiga, adorar y celebrar. Para adorar y celebrar
hay que hacer ruido, hay que dejarse hacer sentir, por eso es que confesamos en
público cuando nos convertimos, para que la gente nos escuche y sean testigos
de esto (Hebreos 10:28, en testimonio de que si mueren por testigos, pueden
tener vida por testigos).
Hay una
pregunta en el tapete: ¿Se pierde la salvación, sí o no? Este ha sido un
dilema de discusión en la iglesia de Cristo desde sus inicios en el 2º siglo.
Creo firmemente que no es del hombre saber esto, pues ambas posturas tienen
razón en sus evidencias, ahora bien, como Dios lo sabe, Él nos promete que Él
nos va a guardar de todo mal y nos ayudara a perseverar hasta el fin, y que
nada nos puede separar de su amor, a aquellos que El mismo ha escogido desde la
fundación del mundo (Romanos 8:29-39). Nuestro deber es guardarnos para Él con
Su ayuda, no por nuestras fuerzas (Filipenses 2:12-13).
E. La
evidencia de la salvación:
Es
interna y externa. El recién convertido testifica, vive con gozo y se le va a
ver diferencia cuando habla, cuando camina y cuando toma decisiones. Su propio
espíritu se hace testigo de la salvación obtenida por intermedio de Jesucristo,
y esto da testimonio a los hombres. Y esto se comienza a reflejar en cómo se
comienza a comportar con los que le rodean y el cambio de actitudes hacia los
demás. La salvación no es una manera de vestir ni guardar tal día ni comer
esto u lo otro, como algunos erradamente disertan, esto lo haría salvación por
obras (si creemos que el creyente cambia y no es de tropiezo a nadie, pero
decir que la persona tiene que dejar de hacer esto, lo otro, comer esto u lo
otro, guardar tal o cual día, lo hace salvación por obras, y esto contradice
Efesios 2:8-9). El cambio en la vida y las cosas que el creyente hace lo hace
el Espíritu Santo, no lo hace ningún hombre ni ninguna imposición de concilios
ni redes apostólicas ni nada. La santidad se ve y se siente, no es por el
vestir, sino por el testimonio del Espíritu Santo.
F. Preguntas:
1. ¿Cómo
soy justificado?
2. ¿Qué
significa salvación? Da una evidencia.
3.
¿Quiénes la necesitan?
4. ¿Cómo
la alcanzo?
5. ¿Es
la salvación alguna cosa que me impongan? ¿Cómo se ve, como se refleja?