Anteriormente, estudiamos que Dios desea hablar hoy a cada uno de nosotros, y que lo hace por medio de nuestro espíritu renovado. Dijimos también, que las razones fundamentales por las cuales Él quiere hablarnos, son: que es su naturaleza y que anhela comunicarnos sus planes y sus propósitos.
Ahora, estudiaremos tres medios por los cuales Dios se revela y se comunica con su pueblo. Éstos son:
El oír
Cuando hablamos de oír, no es un oír físico, sino espiritual. Nuestro espíritu tiene un oído espiritual, al igual que nuestro cuerpo tiene un oído físico, y es un medio por el cual el Señor nos habla.
“13Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso a la puerta de la cueva. Entonces, le llegó una voz que le decía: ¿Qué haces aquí, Elías?”. 1 Reyes 19.13
El ver
Hablamos de ver en el espíritu, porque el Señor nos deja ver el mundo espiritual, y cuando esto sucede, podemos ver imágenes mentales, visiones y sueños.
“47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: ¡Aquí está un verdadero israelita en quien no hay engaño! 48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Jesús le respondió: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”. Juan 1.47, 48
El sentir
El sentir es una percepción interior, una intuición del Espíritu Santo dentro de nosotros; es un saber interior que no tiene nada que ver con un sentir físico o carnal, sino que es un testimonio interior, un sentir en nuestro espíritu.
“23...salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. 24Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Hechos 20.23, 24
Cada creyente debe familiarizarse con la forma o el medio como Dios le habla. En mi caso, la mayor parte de las veces, el Señor me habla por medio del sentir y el ver, pero Dios le habla a cada creyente de forma diferente.
¿Cómo podemos estar seguros que estamos oyendo la voz de Dios?
Usted no puede identificar un billete de cien dólares falso si antes no se ha familiarizado con un billete genuino. El billete falso es detectado cuando se conoce bien el genuino. De la misma manera, cuando un creyente conoce la voz de Dios, fácilmente puede identificar la voz del enemigo, porque está genuinamente familiarizado con la voz de Dios.
“3A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca. 4Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 5Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir”. Juan 10.3 5
Ahora, estudiaremos tres medios por los cuales Dios se revela y se comunica con su pueblo. Éstos son:
El oír
Cuando hablamos de oír, no es un oír físico, sino espiritual. Nuestro espíritu tiene un oído espiritual, al igual que nuestro cuerpo tiene un oído físico, y es un medio por el cual el Señor nos habla.
“13Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso a la puerta de la cueva. Entonces, le llegó una voz que le decía: ¿Qué haces aquí, Elías?”. 1 Reyes 19.13
El ver
Hablamos de ver en el espíritu, porque el Señor nos deja ver el mundo espiritual, y cuando esto sucede, podemos ver imágenes mentales, visiones y sueños.
“47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: ¡Aquí está un verdadero israelita en quien no hay engaño! 48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Jesús le respondió: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”. Juan 1.47, 48
El sentir
El sentir es una percepción interior, una intuición del Espíritu Santo dentro de nosotros; es un saber interior que no tiene nada que ver con un sentir físico o carnal, sino que es un testimonio interior, un sentir en nuestro espíritu.
“23...salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. 24Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Hechos 20.23, 24
Cada creyente debe familiarizarse con la forma o el medio como Dios le habla. En mi caso, la mayor parte de las veces, el Señor me habla por medio del sentir y el ver, pero Dios le habla a cada creyente de forma diferente.
¿Cómo podemos estar seguros que estamos oyendo la voz de Dios?
Usted no puede identificar un billete de cien dólares falso si antes no se ha familiarizado con un billete genuino. El billete falso es detectado cuando se conoce bien el genuino. De la misma manera, cuando un creyente conoce la voz de Dios, fácilmente puede identificar la voz del enemigo, porque está genuinamente familiarizado con la voz de Dios.
“3A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca. 4Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 5Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir”. Juan 10.3 5