En la actualidad son muchas la Iglesias donde la mesa presidencial ha reemplazado a la toalla y el lebrillo, simbolos de liderazgo para el pueblo de Dios. Las Igesias necesitan lideres que sepan que Dios lo hizo y y dotó el Cuerpo de Cristo. La grandeza y el verdadero servicio al liderazgo, no se logra reduciendo hombres al servicio de uno, sino generosamente dándose uno mismo al servicio de ellos. El verdadero líder espiritual se preocupa infinitamente más por el servicio que presta a Dios y a su seguidores que por los beneficios y placeres que puede extraer de la vida. Aspira a darle más a la vida que lo que va a extraer de ella...
"UN LÍDER CON UN CORAZÓN PARA SERVIR SATISFACE ESAS NECESIDADES DEL GRUPO RELACIONADAS CON SU METAS"