jueves, 8 de mayo de 2014

LOS PENTECOSTALES GENUINOS, UNA CEPA EN DECADENCIA EN EL SIGLO XXI. ¿DONDE ESTAN LOS PENTECOSTALES DE “LA SENDA ANTIGUA”? Por Manuel Jordán, PhD (Introduccion y I Parte)



¿DONDE ESTAN LOS PENTECOSTALES DE “LA SENDA ANTIGUA”? LA IGLESIA PRIMITIVA COMO MODELO. 

Por Manuel Jordán, PhD 


Charles Purgeon, quien fuera uno de los grandes predicadores del siglo XlX y conocido como el Príncipe de los predicadores, dijo: "Necesitamos hombres ardiendo al rojo vivo, que irradien el fuego con tan intenso calor; que no podamos siquiera acercarnos sin sentir que nuestros corazones se están quemando; hombres como relámpagos lanzados de la misma mano de Jehová, despedazando estrepitosamente cada cosa que se opone en su camino, hasta que llegue a su blanco; ¡hombres impulsados por la Omnipotencia!" "Es el poder extraordinario de Dios, no el talento, lo que trae la victoria del día. Es unción espiritual extraordinaria, no poder mental extraordinario, lo que necesitamos. Puede ser que el poder mental llene una capilla, pero el poder espiritual llena a una iglesia con angustia del alma. Puede que el poder mental reúna una congregación grande, pero sólo el poder espiritual llenará las almas." 
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos”, Jeremías 6:16.
¿Dónde están los pentecostales de la senda antigua? Primeramente Hablaré de la senda antigua, desde el punto de vista tradicional. El avivamiento que comenzó en Puerto Rico para el 1916 fue parte de la restauración de todas las cosas que comenzaron a ocurrir después del surgimiento de la iglesia, aunque fue una sombra de ella, pero no es la senda antigua per se. La senda antigua es el modelo de la Iglesia Primitiva, la que se caracterizaba no solamente por el movimiento del Espíritu Santo, sino también por la estructura de amor ágape que se manifestaba entre los discípulos, por medio de su abnegación y rendimiento total, a Dios y al prójimo. 
La senda antigua también se refiere a la necesidad de los creyentes de tornarse a Dios. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”, 2 Crónica 7:14. 

Aunque debo aclarar que el termino la senda antigua es un término incorrectamente usado por la Iglesia por siglos. Si lees bien el pasaje de Jeremías notarás que dice: “Preguntad por las SENDAS ANTIGUAS” (plural), y “mirad CUAL SEA EL BUEN CAMINO, y andad por él”. Entonces tengo que decir que en realidad no tenemos volver a la senda antigua, sino “al buen camino”, o sea a Cristo. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”, Juan 14:6. Uso el termino aquí “la senda antigua”, pues, estamos acondicionados a pensar de esta manera, y mi propósito es hacer entender mi pensamiento. Así que al volvernos a Cristo, entonces caminamos como Él, vivimos como Él y pensamos como Él.
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”,… lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”,1Corintios 2:9,13-16. Lo espiritual para el hombre natural es igual que la pintura al ciego o la música al sordo. Juzgar lo espiritual es como juzgar con la mente de Cristo. ¡Amistarse con Cristo es alcanzar la felicidad! “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer,” Juan.15:15.

LA IGLESIA PRIMITIVA COMO MODELO...

“Y la multitud de LOS QUE HABIAN CREIDO ERA DE UN CORAZON Y UN ALMA; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y SE REPARTIA A CADA UNO SEGÚN SU NECESIDAD, Hechos 4:32-35. “Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. TODOS LOS QUE HABIAN CREIDO ESTABAN JUNTOS, y TENIAN EN COMUN TODAS LAS COSAS; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y PERSEVERANDO UNANIMES CADA DIA EN EL TEMPLO, y PARTIENDO EL PAN EN LAS CASAS, COMIAN JUNTOS CON ALEGRIA Y SENCILLEZ DE CORAZON, ALABANDO A DIOS (NO CHISMIANDO), y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”, Hechos 2:41-47. “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres…, Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”. Hechos 5:12-14, 42.
¡Ja, ja, ja…! Todavía no defino: ¿Dónde están los pentecostales de la senda antigua?, pero te aseguro que lo haré…



El movimiento pentecostal moderno tiene sus orígenes para principios del siglo 20. Fue impulsado cerca de 1901 por Charles Fox Parham, un ministro de origen metodista en Topeka, Kansas. Este impulso surgió cuando Agnes Ozman recibió el bautismo del Espíritu Santo en el Colegio Bíblico Bethel, administrado por Charles Parham en Topeka en 1901. Parham formuló a partir de ese evento una doctrina que señalaba al don de lenguas como "evidencia bíblica" de recibir el Bautismo del Espíritu Santo. A esto se le conoce como 'Glosolalia' (del griego, "γλώσσα" (glossa), lengua y "λαλώ" (lalô), hablar). 



Parham, quien había sido maestro de William Seymour en Houston Texas, se fue de Topeka y empezó un ministerio evangelístico ("campañas de evangelismo"), terminando en una conexión con el "Avivamiento de la calle Azusa" dirigido por J. Seymour. Este avivamiento, conocido como el "Avivamiento de la calle Azusa", iniciado el 9 de abril de 1906 en Los Ángeles, California, en el hogar de Edward Lee, cuando Lee experimentó lo que él denominó "una llenura del Espíritu Santo" durante un culto de oración. El pastor responsable, William Seymour, también declaró haber recibido el Espíritu Santo el 12 de abril de 1906. El 18 de abril de 1906, Los Angeles Times publicó un artículo al respecto de este movimiento en su primera página. Al poco tiempo alquilaron una iglesia abandonada de la African Methodist Episcopal Church en el 312 de Calle Azusa y se habían organizado como la Misión de Fe Apostólica.

NACIMIENTO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS EN P.R.
Para el 30 de agosto de 1916 llega a la parada 18 de Santurce, Puerto Rico Juan L. Lugo, (reconocido como el primer misionero pentecostal), de las Asambleas de Dios. En la primera reunión donde se menciona la existencia de “las Asambleas de Dios Del Distrito de Puerto Rico” se celebró durante los días 1 al 6 de septiembre de 1920, en Ponce. Allí se reconocieron a los reverendos Juan Lugo y Tomás Álvarez como sus dirigentes principales. Lugo, quien había recibido el bautismo del Espíritu Santo, establece la primera iglesia con el nombre de Iglesia de Dios Pentecostal (de las Asambleas de Dios). Ya para noviembre de 1921, en una reunión ministerial de las Asambleas, se reportaron unas 18 congregaciones. En esa ocasión fue electo el Rvdo. Juan Lugo como primer Superintendente de lo que se llamó la Iglesia de Dios Pentecostal. En el 1957 la Iglesia de Dios Pentecostal se separó de las Asambleas de Dios, estableciendo su propio Concilio de iglesias pentecostales. Como dato interesante, para el 1998, se estimó que en Puerto Rico había aproximadamente 900,000 pentecostales agrupados en 2,300 templos o iglesias.
Ahora, la pregunta es, ¿Qué le dio ese impulso de avivamiento y crecimiento al movimiento pentecostal? ¡Por supuesto que entiendo que motor principal del avivamiento fue el derramamiento del Espíritu santo sobre una iglesia en progreso! Sin embargo no puedo dejar de lado el aspecto humano, del cual muchos pastores, y aun mi suegro Rdo. Ernesto Martínez, uno de los grandes pioneros de pentecostés en PR, y más tarde yo mismo (como un abortivo), vine a ser parte. ¿Qué había en estos hombres que atraía tantos seguidores al evangelio? ¿Cómo fue posible ese crecimiento, si muchos de ellos eran personas sin letras y sin mucho conocimiento intelectual? Pienso que no solo fue su fe y devoción por el evangelio, sino un desprendimiento personal, y un amor inexplicable por sus semejantes. Casi todos ellos eran personas pobres, de pocos recursos, sin embargo practicaban lo que dice Dios por medio del profeta Isaías: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”, Isaías 58:6,7. Estos varones no sólo predicaban el evangelio desde los pulpitos, sino que se tiraban por las calles y los barrios, tocando de puerta en puerta, orando por los enfermos y afligidos; tratando de suplir las necesidades de los necesitados con lo poco que tenían. Eran hombres sacrificados, que se reunían debajo de cualquier árbol frondoso, y allí predicaban la Palabra y testificaban de las grandezas del bondadoso Dios. Para esos tiempos y aun para los anos 70s se podía experimentar el poder de Dios en una forma genuina. Evangelistas como Francisco Olazábal, T. L. Osborn y otros eran usados poderosamente por el Señor. Por ejemplo Olazábal, quien era considerado en su tiempo como un profeta, evangelista, pastor y maestro. Tenía los dones del Espíritu, entre esto menciono este incidente, documentando. Un sacerdote católico se presentó en pleno culto, llevando una niña aparentemente enferma. Olazábal, ejerciendo el don de discernimiento, ordenó parar el servicio y pidió que el sacerdote pasara a la plataforma y le dijo: “¿Por qué decís que la niña está enferma, cuando en realidad murió hace cuatro días? Acto seguido exclamó: “Para que todos sepan que el Dios que resucitó a Lázaro es el mismo que hoy hará resucitar a esta niña.” Oró y la niña estornudó, siendo entregada viva a sus padres...
Una de las claves del buen éxito de los primeros evangelistas pentecostales latinos fue su decisión de unir el evangelismo con la sanidad y el ministerio social. Ellos creían que Dios quería sanar el cuerpo, la mente y el espíritu.
La pregunta a contestar es ¿Dónde están los pentecostales de la senda antigua? Trataré de contestarla en la segunda parte de este escrito…


¿DONDE SE HA IDO EL AMOR AGAPE? (EL AMOR DE DIOS). (PARTE l) (Pudiera considerarse como la parte lll de todo el escrito)
Por Manuel Jordán, PhD

“Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. TODOS LOS QUE HABIAN CREIDO ESTABAN JUNTOS, y TENIAN EN COMUN TODAS LAS COSAS; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y PERSEVERANDO UNANIMES CADA DIA EN EL TEMPLO, y PARTIENDO EL PAN EN LAS CASAS, COMIAN JUNTOS CON ALEGRIA Y SENCILLEZ DE CORAZON, ALABANDO A DIOS (NO CHISMIANDO), y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”, Hechos 2:41-47.
En el escrito anterior, hablando de las prácticas de la iglesia primitiva (apostólica) notamos el modelo de una iglesia caminando en “la senda antigua” (el buen camino). Veamos algunos aspectos de esa iglesia:
Los que creyentes eran de un corazón y de un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía. Tenían todas las cosas en común. Daban testimonio con gran poder de la resurrección de Cristo. Se veían muchas maravillas, y se hacían muchos milagros. La gracia de Dios estaba sobre ellos en toda plenitud. No había ningún necesitado entre ellos. Se repartía según la necesidad de cada uno. Había perfecta unidad espiritual entre los creyentes. Perseveraban unánimes en el templo. Se sentían felices y había sencillez de corazón. De sus labios fluían continuamente palabras de alabanzas a Dios. El trabajo personal era la orden de cada día. El pueblo no creyente sentía un temor reverente y no se atrevía juntarse con ellos, pero por causa de su buen testimonio, los reconocía como siervos de Cristo, por eso los “alababan” grandemente. Eran favorecidos por los no creyentes.
Podría decir que estos pentecostales llegaron al punto de vivir una utopía. (Utopía proviene de raíces griegas y significa "buen lugar que no existe"). Es un sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta, que se presenta como una alternativa al mundo realmente existente. Según Platón, un mundo ideal, en el que todos sus miembros viven felices y satisfechos, un mundo justo, pues, un Estado es ideal (constituye una utopía) si en él reina la justicia. ¡Bendita sea la providencia y misericordia del Dios Altísimo por su inmensurable bondad…! Estos creyentes llegaron a estar en la “antesala” del paraíso; todo era abundante, no había orgullo, ni egoísmo. Había fervor y temor de Dios. ¡Había unidad! Vivian una vida saludable, tanto física como espiritualmente. La gloria de Dios era manifestada cada día, por medio de los milagros y prodigios. Eran amados y respetados por el pueblo. En fin, ¡eran muy felices…! pues, reinaba el amor de Dios entre ellos (Ágape). 
En un escritor anterior, hablando de Juan M. Lugo y otros ministros pentecostales, que fueron el fundamento para el gran avivamiento pentecostal del siglo XX en Puerto Rico, dije que estos varones no sólo predicaban el evangelio desde los pulpitos, sino que se tiraban por las calles y los barrios, tocando de puerta en puerta, orando por los enfermos y afligidos. Eran personas, quizás con poca educación, pero eran hombres compasivos y consagrados, quienes trataban de suplir las necesidades de los necesitados con lo poco que tenían. Esos atributos personales y la manifestación del Espíritu Santo en sus vidas, sanando a los enfermos haciendo milagros y maravillas, fueron el puntel principal para ese gran avivamiento del siglo XX.
¿DONDE ESTA ESTA ESTA CEPA DE PENTECOSTALES EN EL SIGLO XXl?
La verdad es que desde hace un tiempo estoy consternado por el giro que han estado dando muchos pastores e iglesias pentecostales en las últimas décadas. Como pastor misionero, por temporadas he tenido que ser un miembro de alguna congregación, como un simple soldado de filas. Esto me ha permitido observar desde adentro (sin criticar) la conducta, tanto del ministerio como de la congregación. En este proceso, he notado la indiferencia que existe ante las necesidades de las personas. No se hace trabajo personal, no se visita a los enfermos. A casi nadie le importa la ausencia de los demás. Personalmente he tenido que ausentarme de las congregaciones por causa de enfermedad y no he recibido ni una llamadita telefónica para decirme: “Te extrañamos”, o preguntarme: “¿Cómo sigues?” Viviendo en Camden, NJ, una hermana me llamó para desahogarse con la siguiente historia: “Estuve seis meses en el hospital, pero no recibí ni una llamadita del pastor, ni menos de mis hermanos. Se corrió el rumor de que yo había fallecido, y ni siquiera una llamada para darle el pésame a mi familia”. Mis queridos hermanos, ¡esta es una realidad en la iglesia del siglo XXl, que no se puede ocultar! Muchos soñamos con un avivamiento como el de la iglesia primitiva, o por lo menos uno parecido al del siglo pasado, pero esto no será posible hasta la iglesia despierte de su indiferencia y desamor en la que se ha sumido. “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios? Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella”, Joel 2:12-17. 

En la parte 2 de este escrito terminare de contestar la pregunta: “¿Dónde está esta cepa de pentecostales en el siglo XXl.

¿DONDE ESTA ESTA CEPA DE PENTECOSTALES EN SIGLO XXl? (PARTE 2) (Puede considerarse omo la parte 4 de todo el escrito). 
CONCLUSION.

Por Manuel Jordán, PhD



“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios? Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella”, Joel 2:12-17. 

En una ocasión prediqué en una iglesia pentecostal en Massachusetts. En el mensaje les exhortaba a tornarse a la Palabra, o sea, que había que leer la Biblia todos los días, para que pudiera haber un avivamiento verdadero y permanente, no un avivamiento producido por coritos, baterías y música. Mientras exponía la Palabra, con unción, no se les movía ni el pelo. Al finalizar, el pastor me recriminó, diciendo que allí sí había un avivamiento. Para demostrármelo, ordenó cantar un coro (con todo los “powers”), y efectivamente, los hermanos comenzaron a moverse en el “Espíritu”. Creo haberle comentado a mi esposa: “Eso es exactamente lo que acabo de predicar, avivamiento de coritos”.

La mayoría de los avivamientos locales son ficticios, provocados por largos cánticos, a veces sin sentido escritural. Prácticamente se han eliminado los himnarios. Ya casi no se cantan himnos de alabanzas y adoración, ahora casi todo es ritmo, salsa y merengue. Ahora todo es “echándole leña al fuego”; ahora le piden a la pobre Marta, la hermana de Lázaro que quite la piedra a la tumba, poniéndola al riesgo de romperse la espalda. ¡Se cantan tantas cosas sin sentido! Los músicos no se consagran a Dios. Algunos al acabar su participación se pasean de un lado a otro, sin poner atención al resto del servicio. Los predicadores no pueden vivir si no invocan el nombre de satanás en sus mensajes. Todo es, ¡diablo pa’quí, diablo pa’ya! Siempre digo: ¡No es lo mismo llamar al diablo, que verlo venir…! No les interesa leer, ni menos escudriñar las Escrituras. Recuerdo que en una Convención conciliar, presenté una moción en el sentido que no se ordenara a ningún ministro que no hubiese leído la Biblia aunque fuera una vez. Pienso que habrían 100 o más obreros y ministros. ¡Sólo obtuve 3 votos, incluyendo el mío…! 

Pienso que todavía existen pastores y algunos cristianos que se podría decir pertenecen a esta cepa de pentecostales de la “senda antigua”, pero son escasos. Otros lo que le dan al rebaño son interpretaciones humanas, dogmas, tradiciones, ceremonias, ritualismos, etc. Se dice que la iglesia es como su pastor es.
¿Recuerdas la historia del filósofo griego Diógenes? Era un filósofo que iba todo el día con una linterna, buscando a un hombre honesto. Cuando alguien le preguntaba "¿Por qué vas por ahí con una linterna a plena luz del día? les contestaba: "Estoy buscando a un hombre honesto”. Este filósofo decía que la ciencia, los honores y las riquezas son falsos bienes que hay que despreciar. Juan M Lugo y otros pioneros de pentecostés, con gran fervor sembraban la semilla de pentecostés, lo que produjo fruto a ciento por uno, hoy se encuentran muchos ministros asalariados cuyo dios es el vientre, como dice la Palabra. Están más interesados en tener un nombre, un título que los haga importantes; alfolíes llenos, que les produzcan riquezas, pero su pie se les ha resbalado del camino. “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado”, Hebreos 12:12,13. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”, Mateo 6:19,20.

CONCLUSION
Todavía existe un remanente de pentecostales de la cepa del buen camino (la senda antigua), pero es necesario que estos se tornen a Dios pidiendo misericordia por ellos y su grey y cumplan con sus responsabilidades de enseñarles la pura verdad, sobre la necesidad de la consagración en sus vidas. “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos”, Jeremías 6:16. Si caminamos por el buen camino de la senda antigua, entonces volveremos a tener un verdadero avivamiento, como ocurrió al principio del siglo pasado. ¡Todavía hay esperanza para la iglesia del Señor…!
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado”, Joel 2:28-32.