martes, 12 de febrero de 2008

Devocion Apostolica Parte I (Xtreme Prophetic)

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Hechos 2:42

Por el Pastor Jim Wies, XPWebchurch.
Hemos llegado a un nuevo día en el propósito eterno de Dios. Estamos en el tiempo de la restauración de todas las cosas habladas por los profetas del tiempo antiguo. (vea Hechos 3:19-21) Él dijo que Él otra vez restaurará la casa de David que ha caido como fue profetizado por el profeta Amós: “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David: cerraré sus portillos, levantaré sus ruinas y lo edificaré como en el tiempo pasado;” Amós 9:11. Lo dicho en esa profecia, en Hechos 15:17 continúa diciendo: “para que el resto de los hombres busque al Señor,”. Esta “restauración” está claramente conectada a un tiempo de la “cosecha final”. Este es “ese tiempo”.
Él tiene sus vasos preparados, quienes se están levantando para el trabajo y verán los planes de Dios cumplirse, para la perfección de la Iglesia gloriosa; una “Novia sin mancha ni arruga”; en preparación para Su regreso. Estas son personas de fe, que tienen confianza en la habilidad del Espíritu Santo para hacer lo que Él quiera hacer...preparar la Novia para el Novio. Jesús no dijo que venia a bucar una novia marchitada y flaca donde Él tenia que administrarle resucitación de boca a boca, camino al cielo. Creo que Él va ha tener una Novia gloriosa y preparada. Hay muchas escrituras que nos enseñan una victoriosa escatología de la iglesia para el fin de los tiempos. Aqui están algunas:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante
, sino que fuera santa y sin mancha... Grande es este misterio, pero yo me refiero a Cristo y a la iglesia.” Efesios 5:25-27, 32 (también note Apoc. 21:2, 9-11)
“Pero Dios ha cumplido así lo que antes había anunciado por boca de todos sus profetas: que su Cristo habría de padecer. Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de consuelo, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado. A este, ciertamente, es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.” Hechos 3:18-21
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” Efesios 4:11-16
Dios ha declarado que Él tendrá una gloriosa iglesia en los últimos días. Dios tendrá una casa postrera que será más gloriosa que la primera. Dios causará que Su gloria cubra la tierra como las aguas cubren la mar. Dios levantará el Tabernáculo de David que está caído y causará que el fin del mundo fuere con la misma gloria de su principio. Gran valentía, fe y optimismo se levantarán en nuestros corazones cuando realizemos que hemos heredado una misión profética de acuerdo con los propósitos inexorables de Dios.

El plan de Dios es tener una iglesia apóstolica/profética completamente funcionando para poder ejecutar una cosecha sin precedentes en el fin de los tiempos...¡Lo somos nosotros! Somos Su plan. No podemos esperar a que los ángeles lo hagan. No podemos esperar que otra generación lo haga. Dios ha designado que estemos tu y yo aquí, ahora -- para un tiempo como este.
En esta temporada que estamos, a menudo se ha llamado una tiempo de la “Reforma Apostólica”. De hecho, un misiólogo conocido y experto en el crecimiento de la iglesia ha escrito: "El cambio más grande en la manera de hacer la iglesia desde la reforma protestante, está ocurriendo ante nuestro mismo ojos." Si eso es verdad, hay un número de implicaciones. Significa la renovación. Significa moverse hacia adelante a nuevas cosas. Significa que necesitamos estar no sólo abiertos, sino persiguiendo la transición y el cambio.
Pero si queremos participar de una Reforma Apostólica debemos también abrazar lo que yo llamaría una Dedicación Apostólica. En la primera iglesia “se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.” Hechos 2:42