La fe es el espejo del corazón que refleja las realidades del mundo invisible; la sustancia real de Su reino. A través de la oración de fe podemos traer la realidad de Su mundo al nuestro. Esa es la función de la fe.
La fe está anclada en el reino invisible. Vive de lo invisible hacia lo visible. La fe actualiza lo que realiza. Las escrituras ponen en contraste la vida de la fe con las limitaciones de la vista natural. La fe proporciona los ojos para el corazón.
Jesús espera que las personas vean con el corazón. Él llamó hipócritas a un grupo de líderes religiosos porque podían discernir el clima pero no podían discernir los tiempos. Es obvio qué Jesús preferiría que las personas reconocieran los tiempos (el clima y las estaciones espirituales) sobre condiciones atmosféricas naturales, pero no es absolutamente tan evidente porqué Él los consideraría hipócritas si no lo hicieran.
Muchos de nosotros hemos pensado que la capacidad de ver en el reino espiritual es más el resultado de un regalo o un don especial, que un potencial inusitado o sin usar de cada uno. Te recuerdo que Jesús acusó a los Fariseos y Saduceos de esto. El mismo hecho de que ellos, de toda la gente, requirieran ver es la evidencia que a cada uno se le ha dado esa capacidad. Ellos se hicieron ciegos a Su dominio debido a sus propios corazones corrompidos y fueron juzgados por su incumplido potencial.
Nosotros somos nacidos de nuevo a través de la fe. La experiencia del ser nacido de nuevo nos permite ver desde el corazón. El corazón que no ve es un corazón duro. La fe nunca fue hecha solo para traernos a la familia. La fe ve. Trae a Su Reino a enfoque. Todos los recursos del Padre, todos Sus beneficios, están accesibles a través de la fe.
Para alentarnos en nuestra capacidad de ver, Jesús dio unas instrucciones especificas, “Buscad primeramente el reino de Dios…” Pablo nos enseñó, “Pon tu mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” Él también dijo, “Pues las cosas que se ven son temporeras, pero las cosas que no se ven son eternas.” La Biblia nos instruye a volver nuestra atención hacia lo invisible. Este tema es repetido bastante veces en las escrituras para poner nervioso a que aquellos de nosotros que estamos limitados por la lógica en esta cultura occidental.
Aquí está el secreto del reino sobrenatural que tenemos que restaurar en la iglesia. Jesús nos dijo que Él solamente hizo lo que Él vio a Su Padre hacer. Esa revelación es vital para aquellos que quieren más. El poder de Sus acciones, por ejemplo, el fango en los ojos del ciego, está arraigado en Su habilidad de ver.
ADORACIÓN Y LA ESCUELA DE LA FE
Dios está bien comprometido en enseñarnos como ver. Para hacer esto posible Él nos dio al Espíritu Santo con un maestro. El currículo que Él utiliza es bien variado. Pero la única clase que todos cualificamos es el privilegio más grande del cristiano; la adoración. Aprendiendo a ver no es el propósito de nuestra adoración, sino es un producto maravilloso.
Aquellos que adoran en espíritu y en verdad, como se menciona en Juan 4:23-24, aprenden a seguir la dirección del Espíritu Santo. Su reino es llamado el reino de Dios. El trono de Dios, el cual se establece en medio de la alabanza de Su pueblo, es el centro de ese Reino. Es en el ambiente de la adoración que aprendemos cosas que van más allá de lo que nuestro intelecto pueda comprender; y la más grande de estas lecciones es el valor de Su Presencia. David fue afectado tanto por esto que el resto de sus hazañas fueron pálidas en comparación con su corazón abandonado para Dios. Sabemos que él aprendió a ver al reino de Dios por declaraciones como esta, “
A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido.” La Presencia de Dios afectaba su visión. Él continuamente practicaba reconociendo la Presencia de Dios. Él vio a Dios diariamente, no con los ojos naturales sino con los ojos de la fe. Esa revelación incomparable le fue dada a cada adorador.
El privilegio de adorar es un buen lugar de comienzo para aquellos que no están acostumbrados a hablar de estas clases de temas que se encuentran en las escrituras. Es en este maravilloso ministerio que podemos aprender a prestarle atención a este don dado por Dios; la habilidad para ver con el corazón. Mientras aprendemos a adorar con pureza de corazón, nuestros ojos se mantendrán abriendo. Y podemos esperar ver lo que Él quiera que veamos.
VIENDO LO INVISIBLE
El reino invisible es superior al natural. La realidad de ese mundo invisible domina el mundo natural en que vivimos…ambos positiva y negativamente. Porque lo invisible es superior a lo natural, la fe está anclada en lo que no se ve.
La fe vive dentro de la voluntad reveladora de Dios. Cuando tengo ideas falsas de quién Él es y como Él es, mi fe es restringida por esas ideas falsas. Por ejemplo, si yo creo que Dios permite las enfermedades para crear carácter, yo no tendría confianza en orar por algunas situaciones donde se necesita sanidad. Pero, si creo que la enfermedad es para el cuerpo lo que el pecado es para el alma, entonces ninguna enfermedad me intimidaría. La fe está mucho más libre para desarrollarse cuando vemos la verdad del corazón de Dios como buena.
Las mismas ideas falsas de Dios afectan a los que necesiten tener fe para su propio milagro. Una mujer que necesitó un milagro una vez me dijo que ella sentía que Dios había permitido su enfermedad para un propósito. Le dije que si Yo tratara a mis niños de esa manera yo sería arrestado por abuso al niño. Ella estuvo de acuerdo y me permitió eventualmente que orara por ella. Después de que la verdad entrara en su corazón, su sanidad vino uno minutos después.
La incredulidad está anclada en lo que se ve o lo razonable fuera de Dios. Honra al reino natural como superior a lo invisible. El apóstol Pablo declaró que lo que se ve es temporero y lo que no se ve es eterno. La incredulidad es tener fe en lo inferior.
El reino natural es el ancla de la incredulidad. Pero ese reino no debe ser considerado como malo. Sino que el humilde de corazón reconoce la mano de Dios a través de lo visible. Dios ha creado todas las cosas para que hablen de Él; si son los ríos o los arboles, o los ángeles y el cielo. El reino natural lleva el testimonio de Su grandeza...para todos aquellos con ojos para ver y oídos para escuchar.
REALISTA/MATERIALISTA
Muchas de las personas que he conocido que están llenos de incredulidad se han llamado a ellos mismos realistas. Esta es una evaluación honesta, pero no una que pudieras estar orgulloso. Esa clase de realistas creen más en lo que es visible que en lo que ellos puedan hacer en lo que no pueden ver. En otras palabras, ellos creen que el mundo material reina sobre el mundo espiritual.
El materialismo se ha enseñado como el ser simplemente la acumulación de bienes. Aunque incluye eso, es mucho más. Yo no pudiera poseer nada y todavía ser materialista. No pudiera querer nada y ser materialista porque el materialismo es fe en lo natural como una realidad superior.
Somos una sociedad sensual con una cultura formada por lo qué se coge con los sentidos. Nos entrenan para creer solamente en lo que vemos. La fe verdadera no está viviendo en la negación del reino natural. Si el doctor dice que tienes un tumor, es tonto el fingir que no está allí. Eso no es fe. Sin embargo, la fe se funda en una realidad que es superior a ese tumor. Puedo reconocer la existencia del tumor y todavía tener fe en la provisión de Sus llagas para mi sanidad… me sanaron provisionalmente hace 2.000 años. Es el producto del reino del cielo; una realidad superior. No hay tumores en cielo, y la fe trae esa realidad a ésta.
¿Le gustaría a Satán infligir al cielo con cáncer? Por supuesto que si. Pero él no tiene ningún dominio allí. Él tiene solamente dominio aquí, cuando y donde el hombre haya entrado en acuerdo con el.
VIVIENDO EN NEGACIÓN
El temor de parecer vivir en la negación, es lo qué mantiene a muchos fuera de la fe. ¿Por qué lo que piensa cualquier persona es tan importante para ti que no estarías dispuesto a arriesgar todo para confiar en Dios? El temor del hombre es muy fuerte y asociado con la incredulidad. Inversamente, el temor de Dios y la fe están muy vinculados.
Las personas de fe son también realistas. Ellos solo tienen su fundación en una realidad superior.
La incredulidad es realmente fe en algo que no es Dios. Él es celoso por nuestros corazones. Aquel que su confianza primaria está en otro, contrista al Espíritu Santo.
NO ESTA EN LA CABEZA
La fe es nacida del Espíritu en los corazones de la humanidad. La fe ni es intelectual ni anti intelectual. Es superior al intelecto. ¡La Biblia no dice, con la mente el hombre cree! A través de la fe, el hombre puede entrar en acuerdo con la mente de Dios.
Cuando sometemos las cosas de Dios a la mente del hombre, la incredulidad y la religión son los resultados. Cuando sometemos la mente del hombre a las cosas de Dios, el resultado es fe y una mente renovada. La mente es un siervo maravilloso, pero un amo terrible.
Mucha de la oposición al avivamiento viene de cristianos conducidos por el alma. El apóstol Pablo los llama carnal. No han aprendido cómo ser guiados por el Espíritu. Cualquier cosa que no tiene sentido en su mente racional está automáticamente en conflicto con las escrituras. Este modo de ver es aceptado por todos en las iglesias en esta civilización occidental, lo que debe explicar porqué nuestro Dios se parece tan a menudo a nosotros.
La mayor parte de las metas de la iglesia moderna pueden ser realizadas sin Dios. Todo lo que necesitamos es gente, dinero, y un objetivo común. La determinación puede alcanzar grandes cosas. Pero el éxito no es necesariamente una muestra de que la meta era de Dios. Poco existe en la vida de iglesia para asegurarse que estamos siendo dirigidos y autorizados por el Espíritu Santo. Volviendo al ministerio de Jesús es el único seguro que tenemos para lograr tal meta.
FE DE UNA RELACIÓN
El Espíritu Santo vive en mi espíritu. Ese es el lugar de comunión con Dios. Mientras aprendemos a recibir de nuestros espíritus aprendemos a como ser guiados por el Espíritu.
“Por la fe entendemos.” La fe es la fundación para todo verdadero intelectualismo. Cuando aprendemos para aprender de esa manera, nos estamos abriendo para crecer en una fe verdadera porque la fe no requiere entendimiento para funcionar.
Estoy seguro que la mayor parte de ustedes han tenido esta experiencia; estas leyendo la Biblia, y un verso se resalta. Hay un gran entusiasmo sobre este verso que parece darte tanta vida y estímulo. Con todo esto no pudieras enseñar o explicar inicialmente ese verso si tu vida dependiera de eso. Lo que sucedió es esto: Tu espíritu recibió la energía que da vida de la palabra del Espíritu Santo. Cuando aprendemos a recibir de nuestro espíritu, nuestra mente viene a ser el estudiante y está, por lo tanto, sujeta al Espíritu Santo. Con el proceso de revelación y experiencia nuestra mente obtiene eventualmente entendimiento. Eso es aprendiendo bíblicamente; el espíritu influenciando a la mente.
LA FE SON AMBOS SUSTANCIA Y EVIDENCIA
“Ahora bien, la fe es la certeza (sustancia) de lo que se espera, la convicción (evidencia) de lo que no se ve.”
La fe es el espejo del corazón que refleja las realidades de Su mundo en el nuestro. Es la sustancia del reino que no se ve. Este regalo maravilloso de Dios es la manifestación terrenal inicial de lo qué existe en Su reino. Es un testimonio de un reino invisible llamado el reino de Dios. Con la oración podemos traer esa realidad a esta; así es que funciona la fe.
Si entro a la pizzería local y pido una pizza, ellos me darán un número y un recibo. Debo poner ese número en un lugar visible en la mesa. Cualquiera puede venir de la calle y venir a mi mesa y anunciar que no me dieran ninguna pizza. Solo con señalaré al número y decirle, ¡cuando la pizza número 52 esté hecha, es mía! Ese número es la sustancia de la pizza esperaba. Si ese individuo me dice que mi número no es bueno, entonces le señalaré a mi recibo. El recibo verifica el valor del número. Cuando mi pizza esté hecha, el camarero caminará alrededor buscando mi número. ¿Cómo el producto del cielo sabe dónde aterrizar? Él busca la sustancia (certeza)… el número. Si alguna pregunta sale sobre la validez de mi número, mi recibo, que está contenido en la Biblia, verifica mi derecho al número y a la pizza.
El cielo no es movido simplemente por las necesidades del hombre. No es que Dios no tenga compasión. Fue de Su gran compasión que Él envió Jesús. Cuando Dios es movido por la necesidad humana Él raramente arregla el problema francamente; en su lugar, Él proporciona los principios del Reino que cuando se abrazan, corrigen los problemas. Si Dios se moviera solamente por las necesidades humanas entonces los países como la India y Haití se convertirían en las naciones más ricas del mundo. No trabaja de ése modo. El cielo es movido por la fe. La fe es la moneda del cielo.
LA FUENTE DE LA FE
“La fe viene por el oír…” No dice que viene del haber oído. Es el corazón que escucha, en el presente, que está listo para la fe, el depósito del cielo. Abraham escuchó a Dios decirle que sacrificara a su hijo Isaac. Cuando él sacó el cuchillo para matar a su hijo el Señor le habló otra vez. Esta vez le dijo a Abraham que la prueba se terminó y que él la pasó; él no tenía que sacrificar a su hijo. Si él hubiera hecho solamente lo qué Dios le había dicho, él hubiera matado a su hijo. El oír ahora es una llave para la fe.
El apóstol Pablo fue guiado por un mandamiento, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio…” Sin embargo, cuando él estaba listo para predicar el evangelio en Asia, Dios le dijo que no. Lo que Dios había dicho parecía estar en conflicto con lo que Dios estaba diciendo. Pablo entonces se preparó para ir a Betania. Otra vez, Dios dijo que no. Después de esto Pablo tuvo un sueño de un hombre que lo llamaba de Macedonia. Esto fue reconocido como la voluntad de Dios, y se fueron.
EL TEMOR
El mandato bíblico que se repite más a menudo es: No teman. ¿Por qué? El temor ataca la fundación de nuestra relación con Dios… nuestra fe. El temor es fe en el diablo; también se llama incredulidad. Jesús les preguntaba a sus discípulos temerosos, “¿Por qué tienen poca fe?” porque el temor es igual que la incredulidad. El temor y la fe no pueden coexistir; ellos trabajan en contra del uno al otro.
Llaman al diablo Belcebú, que significa, el señor de las moscas. El y sus anfitriones son atraídos por la putrefacción. Teníamos una vez un congelador en un edificio separado de nuestra casa. Un domingo llegamos a casa de la iglesia para ser golpeados con una pared de olor que desafortunadamente es difícil de olvidar. Realicé en un instante qué había sucedido. Nuestro congelador se había muerto. Pensé que era el hedor que había olido por días porque mis muchachos se olvidaron de llevar toda la basura al zafacón. Sino que era la carne en descomposición y oculta en el congelador.
Del asiento delantero de mi auto miraba a la ventana de la casita que estaba cerca de 40 pies de lejos. Estaba negra con las moscas… un número que todavía es fuerte de imaginarse después de muchos años. El congelador fue llenado de todas clases de carne. Las moscas encontraron un terreno de cultivo fértil en la carne estropeada y se multiplicaban en números increíbles. La carne y el congelador fueron llevados a la basura.
Circunstancias tales como amargura, celos, y odio cualifican como el decaimiento del corazón que invita a que venga el diablo y a influenciar; sí, incluso a los cristianos. Recuerden la advertencia de Pablo a la iglesia de Efesios, “Y no le den lugar al diablo.” El temor es también un decaimiento del corazón. Atrae lo demoníaco en la misma manera que la amargura y el odio. ¿Cómo las moscas sabían donde estaba mi congelador? A través del olor de la carne podrida. El temor emite un olor similar. Como la fe, el temor es sustancia en el reino espiritual. Satán no tiene ningún poder excepto a través de nuestro acuerdo. El temor se convierte en la respuesta de nuestro corazón cuando entramos en un acuerdo con sus sugerencias intimidadoras.
REACCIONA O RESPONDE
Muchos que han temido a los excesos hechos por otros en nombre de la fe, han abrazado irónicamente la incredulidad. La reacción al error produce generalmente un error. La respuesta a la verdad gana siempre sobre los que reaccionan al error. Algunas personas no tendrían ningún sistema de creencia si no fuera por el error de otros. Sus pensamientos y enseñanzas son las antítesis de lo que creen y practican otros. Consecuentemente los que se esfuerzan por un balance se hacen anémicos. La frase “tengo que tener un balance” ha venido a significar el medio del camino; de ninguna amenaza a la gente o al diablo, con poco riesgo, y sobretodo… la mejor manera de mantener nuestra imagen agradable e intacta.
La iglesia advierte a sus miembros sobre el gran pecado de la presunción. Dios nos advierte del pecado de la incredulidad. ¿Jesús no dijo, cuando volviera yo encontrare a personas que son excesivas y presumidas? Él estaba preocupado en encontrar a personas de fe, la clase que Él exhibió. Mientras que nos amontonamos a menudo en los grupos de personas de igual parecer, ésos que tienen fe queman el camino que amenaza a todas nuestras zonas de comodidad. La fe ofende al inmóvil.
No es fácil vivir con gente de gran fe. Su razonamiento es de otro mundo. Mi abuelo, un pastor, estuvo bajo varios ministerio grandes de hombres y mujeres de Dios en los años 1900. Él me decía cómo no todo el mundo era atraído a Smith Wigglesworth. Su fe hacia que otros se sintieran incómodos. O nos convertimos como ellos o los evitamos. Encontramos su forma de vida contagiosa u ofensiva con poca tierra neutral. Smith es bien amado hoy… pero es solamente porque él está muerto. Israel amó a sus profetas muertos también.
Hay algo sorprendente acerca de la incredulidad; puede satisfacer sus propias expectativas. La incredulidad es segura porque no toma ningún riesgo y consigue casi siempre lo que espera. Entonces, después de que una persona consiga la respuesta para su incredulidad, pueden decir, te lo dije.
UNA REALIDAD SUPERIOR
Mi fe no es solamente una fe duradera; es activa. Es agresiva por la naturaleza. Está enfocada y con propósito. La fe agarra la realidad del Reino y la trae poderosamente y violentamente a una colisión con ésta realidad natural. Un reino inferior no puede mantenerse.
Una de las cosas más comunes que las personas me dicen cuando estoy a punto de orar por su sanidad es, “sé que Dios puede hacerlo.” También el diablo. En el mejor de los casos eso se llama esperanza… no fe. La fe sabe que Él puede.
Para el que tiene fe, no hay nada imposible. No hay imposibilidades cuando hay fe… y no hay excepciones.
Sheri, por ejemplo, se presentó para la oración después de una reunión maravillosa fuera de la ciudad de Nashville, Tennessee. Ella había sufrido de lupus por 24 años, y los pasados cuatro estuvo en hipertensión pulmonar. Había sido tan malo que ella tuvo que tener un aluminio colocado en su corazón. A esto una bomba fue atada, que suministró la medicación necesaria para mantenerla viva. Su doctor le dijo que sin esta medicación ella podría vivir por solamente tres minutos.
Cuando ella caminó hacia mí, yo sentía realmente una presencia de algo que nunca había sentido en esa medida antes. Era fe. Retrocedí realmente y la miré fijamente por algunos momentos realizando que veía algo totalmente nuevo para mí. Mientras ella recibió la oración, ella se cayó al piso bajo el poder de Dios. Cuando ella se levantó le pregunté cómo ella se sentía. Ella describió como un calor que estaba en su pecho. (El calor acompaña a menudo el toque sanador de Dios.) ¡Mientras que ella se iba yo le decía, tu fe te consiguió esto!
Eso pasó un sábado por la noche. A las 7 de la mañana del siguiente día el Señor le habló diciéndole a ella que no necesitaba más la medicación. Ella se la quitó. Ella apareció 14 horas más tarde dando el testimonio del poder sanador y maravilloso de Dios.
¡Desde ese momento a ella le removieron el aluminio que tenia, pues no lo necesitaba más!
OIDOS PARA OIR
“Por eso la fe viene por el oír y el oír de la palabra de Dios.” Note que no dice, fe viene de haber escuchado. La naturaleza entera de la fe implica una relación con Dios que sea actual. ¡El énfasis está en escuchar… en el ahora! En Génesis Dios le dijo a Abraham que sacrificara a Isaac. Mientras Abraham levantó el cuchillo para matar a su hijo Dios le habló otra vez. Esta vez Él le dijo que no matara a su hijo, pues él había pasado la prueba de estar dispuesto a hacer cualquier cosa para Dios. ¡Es una buena cosa que la única conexión de Abraham con Dios no era apenas sobre lo qué fue dicho, sino fue basada sobre lo que Él estaba diciendo!
RESPUESTAS PARA LAS IMPOSIBILIDADES DE LA VIDA
Lo que este mundo necesita es que la iglesia vuelva a una demostración y diga el mensaje del reino de Dios. Ellos necesitan un ancla que sea mayor que todo lo que pueden ver. El sistema del mundo no tiene ninguna respuesta al mundo que aumenta en problemas; cada solución es solamente temporal.
Dale vino a mi oficina a confesar su pecado. Él vivía a una larga distancia de mi ciudad, pero porque él nos había engañado con un dinero, él sentía la necesidad de venir y de confesar personalmente. Después de que yo expresara mi perdón y el de Dios, le pregunté acerca de su espalda. Él había caminado en mi oficina con dificultad y estaba obviamente en gran dolor. Él levantó su camisa para demostrarme dos cicatrices que corrían en cada lado de la espina dorsal de arriba hacia abajo. Él se había roto la espalda algunos años atrás y había estado recientemente en un accidente de tráfico que más agravó su lesión. Él entonces me dijo que Dios probablemente quería sanarlo, pero que él no le dejaba. Le dije que él no era bastante grande. Todo lo que yo podía representarle era la grandeza de Dios y de la condición endeble del hombre. Él me miraba con una mirada de asombro en su cara. Comencé a explicarle que Dios era realmente grande y podía hacer lo que Él quisiere. Aunque Dale no se movió a una gran fe, él comenzó a dudar sus dudas. Eso fue lo que faltaba. Puse las manos en la espalda de él e invité al Espíritu Santo que viniera dar su regalo de sanidad. Entonces le ordené a que fuera sanado. Él se dobló, poniendo las manos completamente en el piso, diciendo,¡yo no puedo hacer eso! Él procedió a hacerlo una y otra vez, y cada vez declaraba,¡yo no puedo hacer eso! Él se fue sin dolor con movimiento completo y un corazón lleno de alabanza. Éste fue un hombre que apenas podía caminar solamente unos momentos antes.
La fe no es la ausencia de la duda; es la presencia del creer. Pudiera a veces no sentir que tengo gran fe. Pero puedo obedecer siempre, poniendo mis manos en alguien y orar. Es un error para mi que yo examine mi fe. Lo encuentro raramente. Es mejor que obedezca rápidamente. Después de que haya terminado puedo mirar atrás y ver que mi obediencia vino de la fe.
EL EFECTO DE LA BOMBA DE DISPERSIÓN
Cuando el nivel corporativo de fe crece, tiene lo que llamo un efecto de la bomba de dispersión, donde las personas presentes inocentes consiguen ser tocadas por el poder milagroso de Dios.
Francis es una mujer que tenía cáncer del esófago. Una mañana del domingo durante la adoración, ella se inclinó sobre su marido y le dijo, “¡acabo de ser sanada!” Ella sentía el fuego de Dios tocar sus manos y concluyó que representó el toque sanador de Dios. Cuando ella fue al doctor ella le dijo de su experiencia. Su respuesta era, “esta clase no se va.” Después de examinarla él indicó, “no sólo no tienes cáncer, tú tienes un nuevo esófago!”
La fe corporativa hala del cielo cosas maravillosas. Su mundo llega a ser manifestado alrededor de nosotros.
Sharon había sufrido un accidente hace muchos años en cuál ella se había destruido un tendón que corría por su pierna. La dejó con el movimiento restringido y el entumecimiento parcial en su pie. Di el llamamiento al altar para que las personas vinieran a estar bien con Dios durante una de nuestras reuniones de la noche de sábado. Ella comenzó a hacer toda clase de ruido. Paré de hacer el llamamiento y le pregunté qué sucedió. Ella nos dijo de la sensación como de electricidad que corría por toda su pierna y de la restauración subsecuente de todo movimiento y sensación en su pie. Un milagro creativo sucedió sin que nadie estuviera orando.
La multitud en esta reunión particular era absolutamente pequeña. Pero el poder no está en el número de personas allí. Está en el número de personas en acuerdo. El poder exponencial es el producto de la unidad de la fe.
En algunas reuniones es fácil confundir el entusiasmo por la fe. En ese momento enfatizo el uso de los testimonios para revolver los corazones de la gente para creer para lo imposible y así Dios pueda invadir.
MÁS QUE SIENDO RUIDOSO
Así como el temor es un elemento tangible en el mundo de espíritu, también la fe es tangible en ese. En lo natural una voz fuerte puede intimidar a otro hombre. Pero los diablos saben la diferencia entre las personas que son en verdad atrevidas y agresivas debido a su fe, y las personas que están cubriendo simplemente sus temores con un comportamiento agresivo. Los cristianos utilizan a menudo esta táctica al echar fuera a los demonios. Muchos de nosotros hemos gritado amenazas, invitando a ángeles a que nos ayuden, prometiéndoles a los demonios ser más fuertes con ellos en el día del Juicio Final, y otras cosas absurdas para intentar y para cubrir solamente el temor inmaduro. La fe verdadera se ancla en el reino invisible y está conectada con la autoridad dada en nombre del Señor Jesucristo.
La autoridad para echar fuera demonios se encuentra en el reposo. El reposo es el clima en el cual la fe crece. Sale de la paz de Dios. ¡Y es el Príncipe de Paz que pronto machacará sobre Satán para ponerlo por debajo de nuestros pies! Lo que es relajante para nosotros es violento para los poderes del infierno. Ésa es la naturaleza violenta de la fe.
Esto no es el ser una tentativa del alma para la confianza en sí mismo o la autodeterminación. La alternativa es el mover del corazón a un lugar de entrega… un lugar del reposo. Un corazón entregado es un corazón de fe. Y la fe debe estar presente para agradar a Dios.
VIOLENCIA Y FE
“Hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.”
Dos hombres ciegos que se sentaron por el camino llamaron en voz alta a Jesús. La gente les decía que estuvieran callados. Eso solamente fortaleció su determinación. Vinieron a ser más desesperados y gritaron aún más fuerte. Él los llamó y los sanó diciendo, “el Reino se ha acercado de ti.” Él atribuyó su milagro a su fe.
Una mujer que tenia una hemorragia por 12 años presionó a través de la muchedumbre. Cuando ella pudo finalmente tocar la borde del vestido de Jesús, fue sanada. Él lo atribuyó a la fe de ella.
Las historias de esta clase son muchas, todas con una conclusión similar; ellos fueron sanados o liberados por la fe de ellos. La fe puede presionar calladamente, o puede gritar en alta voz, pero es siempre violenta en el mundo del espíritu. La fe agarra una realidad invisible y no la dejará ir. Tomar el Reino por la fe es el acto violento que es necesario para entrar en lo Dios que ha hecho disponible para nosotros.
LA FE AUTORIZA
Un automóvil puede tener varios cientos de caballos de fuerza. Pero el auto no irá a ninguna parte hasta que el “cloche” se suelte, conectando la energía contenida en el motor que está corriendo y transfiriendo esa energía a las ruedas. Así mismo es con la fe. Tenemos toda la energía del cielo detrás de nosotros. Pero es nuestra fe que conecta lo que está disponible para las circunstancias actuales. La fe toma lo que está disponible y lo hace real.
No es ilegal el intentar crecer en la fe. No es malo el buscar las señales y el aumento de milagros. Éstos están dentro de los derechos del creyente. Pero el aprender a cómo orar es la tarea actual. Es la única cosa que los discípulos le pidieron que Jesús que les enseñara. Y así examinaremos Su Modelo de Oración para tener revelaciones de Su punto de vista de la oración y el desatar de Su dominio.
Bill Johnson Ministries
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