viernes, 28 de marzo de 2008

Escuelas y posturas en torno a la salvacion del alma

COMPARACION ENTRE DOS SISTEMAS Y SUS HIBRIDOS: ARMINIANISMO VERSUS CALVINISMO:


5 puntos arminianos vs. 5 puntos calvinistas:
Comparación entre dos Sistemas de Salvación: Arminianismo y Calvinismo
Arminianismo Libre-Voluntad o Habilidad Humana Aunque la naturaleza humana fue seriamente afectada por la caída [de Adán], el hombre no ha sido dejado en un estado de total desayuda espiritual. Dios por cortesía capacita a todo pecador para que se arrepienta y crea, pero no interfiere con la libertad del hombre. Cada pecador posee una voluntad libre, y su destino eterno depende de como la use. La libertad del hombre consiste en su habilidad para escoger el bien sobre el mal en los asuntos espirituales; su voluntad no es esclava a la naturaleza pecaminosa. El pecador tiene el poder para cooperar con el Espíritu de Dios y ser regenerado ó resistir la gracia de Dios y perecer. El pecador perdido necesita la asistencia del Espíritu, pero no tiene que ser regenerado por el Espíritu antes que el pueda creer, pues la fe es un acto del hombre y precede el nuevo nacimiento. La fe es el don del hombre hacia Dios; es la contribución del hombre para la salvación.
Calvinismo- Total Inhabilidad ó Total Depravación A causa de la caída, el hombre es incapaz de por cuenta propia creer el evangelio para salvación. El pecador esta muerto, ciego y sordo a las cosas de Dios; su corazón es engañoso y desesperadamente corrupto. Su voluntad no es libre, esta en esclavitud a su naturaleza perversa. Por eso, no escogerá - en verdad el no puede - escoger el bien sobre el mal en el área espiritual. Consecuentemente, toma mucho más que la asistencia del Espíritu para traer el pecador a Cristo - hace falta la regeneración por medio de la cual el Espíritu hace que el pecador viva y le da una nueva naturaleza. La fe no es algo que el hombre contribuye a la salvación sino que es en si parte misma del don de Dios de la Salvación - es el don de Dios para el pecador, no el don del pecador para Dios.



Arminianismo Elección Condicionada La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo fue basada en que El previó que ellos responderían Su llamada. El seleccionó solamente aquellos los cuales el sabía que por ellos mismos creerían libremente el Evangelio. Por lo tanto, la elección estuvo determinada por o condicionada sobre lo que el hombre haría. La fe la cual Dios previó y sobre la cual el fundamentó su decisión no fue dada al pecador por Dios (no fue creada por el poder regenerador del Espíritu Santo) sino que resultó solamente de la voluntad del hombre. Fue dejado enteramente al hombre el quien iba a creer y por eso, quien sería elegido para salvación. Dios escogió aquellos los cuales el sabía, que por su propia libre voluntad, escogerían a Cristo. Por lo tal la decisión del pecador por Cristo, no la decisión de Dios por el pecador, es la causa final de la salvación.
Calvinismo- Elección Incondicionada La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo descansó únicamente en Su propia y soberana voluntad. Su decisión por pecadores particulares no fue fundamentada en ninguna previsión de respuesta obediente por parte del pecador, tales como la fe, el arrepentimiento, etc. Por lo contrario, Dios da fe y arrepentimiento a cada individuo que el ha seleccionado. Estos hechos son resultados, no la causa de la decisión de Dios. Por lo tanto, la elección no fue determinada por ó condicionada sobre ninguna cualidad virtuosa o acto previsto en el hombre. Aquellos quienes Dios soberanamente eligió, El trae por el poder del Espíritu Santo para que deseosamente acepten a Cristo. Así, es pues la decisión de Dios por el pecador, no la decisión del pecador por Dios, la causa final de la salvación.
Arminianismo- Redención Universal ó Expiación General. La obra redentora de Cristo hizo posible que todo el mundo fuera salvo pero actualmente no aseguró la salvación de ninguno. Aunque Cristo murió por todos y cada uno de los hombres, solamente aquellos que cree en el son salvos. Su muerte hizo posible a Dios para perdonar los pecados de los pecadores sobre la condición de que ellos creyeran, pero en realidad no quitó los pecados de nadie. La redención de Cristo se hace efectiva solamente si el hombre escoge aceptarla.
Calvinismo- Redención Particular ó Expiación Limitada La obra redentora de Cristo fue con la intención de salvar solamente los escogidos y realmente aseguró la salvación de ellos. Su muerte fue un sufrimiento substitutorio de la penalidad del pecado en lugar de cierto número específico de pecadores. En adición a quitar los pecados de Su pueblo, la redención de Cristo aseguró todo lo necesario para su salvación, incluyendo la fe que les une a El. El don de fe es infaliblemente aplicado por el Espíritu a todos por cuanto Cristo murió, garantizando, de esta manera la salvación de ellos.
Arminianismo- El Espíritu Santo puede ser efectivamente resistido El Espíritu llama internamente todos aquellos que son llamados externamente por la invitación del evangelio; El hace todo lo que puede por traer al pecador a la salvación. Pero considerando que el hombre es libre, este puede exitosamente resistir la llamada del Espíritu. El Espíritu no puede regenerar el pecador hasta que este crea; fe (lo cual es la contribución del hombre) procede y hace posible el nuevo nacimiento. Así, la voluntad libre del hombre limita el Espíritu en la aplicación de la obra salvadora de Cristo. El Espíritu Santo puede solo traer a Cristo aquellos quienes le permiten ganarle a ellos. Hasta que el pecador responda, el Espíritu no puede dar vida. La Gracia de Dios no es invencible, puede, y a menudo es resistida y trastornada por el hombre.
Calvinismo-La llamada Eficaz del Espíritu Santo ó La Gracia Irresistible. En adición al llamado general externo para salvación el cual es hecho a todo aquel que escucha el evangelio, el Espíritu Santo extiende al escogido un llamado especial interno que inevitablemente le trae a la salvación. El llamado interno (el cual es hecho solo a los escogidos) no puede ser rechazado; siempre resulta en conversión. Por medio de este llamado especial, el Espíritu irresistiblemente trae los pecadores a Cristo. En su tarea de aplicar la salvación, El no está limitado por la libre voluntad del hombre, ni depende El de la cooperación del hombre para su éxito. El Espíritu cortésmente causa que el pecador elegido coopere, que crea, que se arrepienta, que venga libre y gustosamente a Cristo. Por eso, la Gracia de Dios es invencible; nunca fracasa en resultar en la salvación de aquellos a quienes es extendida.
Arminianismo- Caer de la Gracia Aquellos que creen y son verdaderamente salvos pueden perder su salvación por fallar en mantener su fe, etc. Todos los Arminianos no se han puesto de acuerdo sobre este punto; algunos mantienen que los creyentes están eternamente seguros en Cristo - que una vez un pecador es regenerado, nunca se puede perder.
Calvinismo- Perseverancia de los Santos Todos quienes son escogidos por Dios, redimidos por Cristo, y recibido fe por el Espíritu son eternamente salvos. Ellos son guardados en fe por el poder del Dios Todopoderoso y por eso perseveran hasta el fin.
De acuerdo al Arminianismo: La Salvación es completada por medio de los esfuerzos combinados de Dios (quien toma la iniciativa) y el hombre (quien debe responder) -- siendo la respuesta del hombre el factor determinante. Dios ha proveído salvación a todo el mundo, pero su provisión se hace efectiva solamente para aquellos quienes, de su propia libre voluntad, "escogen" cooperar con El y aceptan la oferta de su gracia. En el punto crucial, el hombre juega el rol decisivo; es así el hombre, no Dios, el que determina quienes serán los recipientes del don de la salvación.
De acuerdo al Calvinismo: La Salvación es completada por el la fuerza todopoderosa del Dios trino. El Padre escoge las personas, el Hijo muere por ellos, el Espíritu Santo hace efectiva la muerte de Cristo al traer a los escogidos a la fe y el arrepentimiento, de esta manera haciéndoles obedecer gustosamente el evangelio. El proceso entero (elección, redención, regeneración) es la obra de Dios y es solo por Gracia. Es pues, Dios, no el hombre el que determina quienes serán los recipientes de su don de salvación.
Escuelas y posturas sobre la salvación del hombre:
La escuela supralapsariana-1ra parte.
Comencemos. Tratare de ir 1 por día, pues es mucho el material:
Este grupo se apellido como los hipercalvinistas o ultracalvinistas. El aspecto primordial en el orden propuesto por esta escuela es que el decreto de elegir a algunos y reprobar a los demás ocupa el 1er lugar en la orden de los decretos. Mediante esta disposición se declara que Dios eligió el destino de los hombres antes de que fuesen creados y antes de la caída.
El orden que estos defienden es este:
1. El decreto de elegir algunos para salvación y de reprobar a lo demás.
2. El decreto de la creación, tanto elegidos como no elegidos.
3. El decreto de permitir la caída.
4. El decreto de proveer la salvación a los elegidos.
5. El decreto de aplicar salvación a los elegidos.
Así coloca el decreto de elección de reprobación antes de la caída en vez de después de ella.
Su pasaje clave es Romanos 9.11. Lo emplean como prueba que la elección y la reprobación fueron anteriores a la creación.
Este concepto es rebatido enfatizando que nacimiento no es igual a creación.
Ninguna confesión reformada enseña esta posición, la cual, por tanto surge como la forma típica del calvinismo. Al presente se puede decir que no más de un calvinista en 100 sostiene esta posición.
Refutaciones a la escuela supralapsariana.
Esta teoría coloca el decreto de elección de reprobación antes de la caída en vez de después de ella. Supone que Dios comenzó decretando que un cierto # de hombres serán elegidos y otros reprobados. Las objeciones contra este punto de vista son las siguientes:
1. Tal decreto de elección y reprobación se refiere a un no-ser, pues al hombre se le considera como creíble, pero no creado. Por consiguiente, este decreto de elección y reprobación carece de objeto real. Por orden de naturaleza, debe ser un decreto de crear. Dios ha de sacar al hombre a la existencia antes de poder decidir lo que el hombre va a hacer o a experimentar.
2. La Escritura nos presenta a los elegidos y a los no elegidos, respectivamente, como tomados entre un grupo de seres ya existentes-Juan 15.19.
3. Los elegidos son escogidos para santificación y justificación-Efe.1.4-6, 1ra Pedro 1.2. Por tanto, han debido estar antes caídos y por consiguiente, creados. Dios justifica al impío-Romanos 4.5, y santifica al malvado.
4. La reprobación supralapsariana es un acto divino que no puede presuponer el pecado, porque no presupone la existencia.

Las escuelas sublapsarianas e infralapsarianas.
La escuela sublapsariana es una refutacion a la supralapsariana. Esta disposición se distingue por colocar el decreto de la elección tras la caída. El orden propuesto de los sublapsarianos es el siguiente:
1. El decreto de la creación.
2. El de permitir la caída.
3. El de elegir a los que creen y dejar a su justa condenación a los que no creen.
4. El decreto de proveer la salvación a los hombres.
5. El decreto de aplicar salvación a los que creen.
La escuela infralapsariana, que son llamados propiamente calvinistas moderados, el aspecto distintivo es que el decreto de elegir a algunos y dejar a otros en la reprobación es posterior a la caída. Este es su orden:
1. El decreto de la creación.
2. El decreto de permitir la caída.
3. El decreto de proveer salvación a los hombres.
4. El decreto de elegir a los que creen y de dejar en justa condenación a los que no.
5. El decreto de aplicar salvación a los que creen.
Si notan, ven que los puntos 3 y 4 en la sub y la infra están invertidos, esta es su diferencia.
El orden infralapsariano hace posible la opinión que Cristo realizo una redención ilimitada. El sublapsarianismo colocando el decreto de la elección antes de proveer la salvación, favoreció la teoría de una redención limitada.

La influencia de John Wesley sobre la iglesia y las posturas de la salvación.
Definitivamente, si vamos a discutir la edad de la iglesia, tenemos que concluir en esto, que hay 6 tiempos: Antes y después de un siervazo de Dios que se llamo Juan Calvino, antes y después de otro gran hombre de Dios llamado Juan Wesley y antes y después del príncipe de los predicadores, Charles Spurgeon.Wesley causo un impacto sobre la iglesia y su teología, que es innegable hoy día. Su énfasis en la santidad, en la obra del Espíritu Santo, su celo evangelizador y sus avivamientos-de los cuales concuerdo aun siendo calvinista 5 puntos- despertaron hambre en los cristianos en todas partes y se cree que la gran mayoría de los movimientos misioneros hoy día, la corriente de la espiritualidad del movimiento wesleyano y sus avivamientos han hecho esto. Parte del calvinismo-del cual me considero yo uno de ellos- fue avivado profundamente por la potencia espiritual del énfasis wesleyano.He venido hablando de un calvinismo wesleyano y un wesleyanismo calvinista, pero estos 2 términos no existen. Sin embargo, aunque estos nombres no existen, si hay las características en tanto los y es en ellos que se apoyan las tensiones entre la santidad y la predestinación, cosa que necesitamos reconocer.

Enlace de ideas del Calvinismo Wesleyano.
El calvinismo con un énfasis wesleyano es el resultado de unir las doctrinas de Calvino de la depravación humana y la seguridad eterna incondicional con la enseñanza wesleyana del Espíritu Santo. La verdad concerniente a la victoria sobre el pecado y el poder dinámico para servicio se funde con el concepto calvinista de la naturaleza humana, que nos dice que es antagónica a la gracia y no puede ser reformada en esta vida. Este raro matrimonio da como resultado una teología que enseña que la naturaleza humana no puede ser cambiada en esta vida pero si controlada no por el hombre sino por el Espíritu Santo. El creyente puede escoger entre rendirse o a su propia naturaleza o al Espíritu Santo. Así se reconocen 2 niveles de vida cristiana-de aquí sale el concepto de cristiano carnal. El Espíritu Santo causa un conflicto con la carne, es decir, la naturaleza humana, y este conflicto es el símbolo, la marca, de la cristiandad. Esta guerra interior es una especie de seguridad de presencia del Espíritu Santo.Con esto, la carne es un enemigo que debe ser vencido. Cada una de sus actividades y deseos esta bajo sospecha. Cada acción esta infectada por un mal inconsciente. El Espíritu Santo se coloca en la posición de un señor y amo de esclavos a la carne, reprimiendo sus manifestaciones y demostrando su poder para el servicio cristiano. El calvinismo invadido por el wesleyanismo del Espíritu Santo habla de ser poseídos, tomados, por el Espíritu Santo, de estar poseídos del Espíritu Santo. El rendimiento bíblico consiste en quitar uno las manos y presentar a Dios la vida para una completa extensión de la obediencia activa y responsable. Es quitar el yo y darle lugar al Espíritu Santo en nuestras vidas. Dice Barnhouse: "Dios no puede mejorar la naturaleza humana". A esta noción de la naturaleza humana pecadora, los calvinistas wesleyanos agregan un serio concepto bíblico de victoria espiritual por virtud de la presencia residente de Cristo y la obra del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo y la Naturaleza Humana:
La vida llena del Espíritu Santo es sobrepuesta a la de los pecadores rescatados. Es una vida que desarrolla en nuestra propiedad pero es una vida externa a nuestro verdadero ser. Es una vida de victoria que expulsa nuestras facultades y en la que la obediencia activa a Cristo se substituye como principio si no en la practica. Dice Nelson Bell: “El manto de justicia del creyente ha sido tejido por Cristo. La perfecta obediencia realizada por el Hijo del Hombre es colocada a cuenta de aquellos que tienen fe en El”. Esta escuela puede salvar la distancia entre la naturaleza humana pecadora y la victoria en Cristo por un concepto sobre la naturaleza humana que no es ni calvinista ni arminiano en naturaleza. Es un concepto que ha sido introducido en la iglesia muchas veces pero lamentablemente ha sido rechazado por los extremos de ambos lados, tanto calvinistas como arminianos. Los extremos en esta postura han servido de base para algunas posturas heréticas, entre estas la Cristología, que practica la Ciencia Cristiana. Estos afirman que el espíritu puede ser salvo pero no el cuerpo ni la naturaleza. En este extremo se puede tener una vida de victoria pero no haber sido librado del pecado.

Wesleyanismo Calvinista:

Este sistema enlaza en los círculos wesleyanos el criterio calvinista sobre la naturaleza humana al concepto de “erradicación” de la naturaleza carnal. Esta postura hace hincapié en la sujeción de la naturaleza humana por el Espíritu Santo, por que no hace distinción entre la naturaleza humana y la naturaleza carnal. Así se dice que la naturaleza carnal no se puede erradicar por que es la misma naturaleza humana.
Esta deficiencia sobre la naturaleza humana no hace comprensible la obra de santificación del Espíritu Santo. Se inclina demasiado a recalcar el aspecto de la crisis de la santificación y descuida la parte del crecimiento espiritual. Su punto de vista bíblico de la naturaleza humana permitió a Wesley entrelazar la crisis de con el proceso y conservarlos unidos con un talento bien creativo.
Los primeros teólogos wesleyanos, como Watson, Pope y Clarke, ilustran que se entiende en esto. Watson enfatizo sobre el aspecto del crecimiento en la santificación y contribuyo a que los wesleyanos que vinieron luego descuidaran el punto de vista de la crisis. Pope y Clarke insistieron sobre la faz de la crisis de la santificación y se inclinaron a descuidar el lado del proceso o crecimiento. En esto fallaron en reconocer el pecado en ambas escuelas, tanto arminiana como calvinista. Por ende, se mostró la libertad total del pecado como una experiencia de crisis y se uso la palabra erradicación para describirla, y ahí se suscito el peligro de creer que la misma naturaleza humana en alguna manera se haría impenetrable o no susceptible al pecado o se extraería esa susceptibilidad al pecado.
El movimiento moderno de la santidad tiende a recalcar más el aspecto de la crisis que el de la madurez. Generalmente cometen 2 errores:
Cuando se emplea la palabra “santificación” refiriéndose invariablemente a la crisis de la santidad humana.
El concepto de la santificación progresiva esta restringido al periodo anterior de la crisis.
Como resultado de esto, la entera santificación ha sido generalmente concebida como un punto terminal, con resultados desilusionadores. De aquí es que parte mucha de la teología de santidad de muchos movimientos pentecostales modernos, que se van al exceso del legalismo en este sentido, por ejemplo, la Iglesia de Dios Pentecostal Movimiento Internacional, el Movimiento Misionero Mundial, y otros muchos mas. También las sectas pentecostales unicitarias parten de aquí para su doctrina de la santidad en torno a formas de vestir y no visitar algunos lugares como los cines y otros.
Esta enseñanza tiende a forjar cristianos introspectivos. Cristianos que generalmente están más interesados en preservar su propia salvación o gracia que en vivir creativamente. Se razona que la santidad es algo que poseemos. Wesley hablo muy en contra de esto. En su obra “La Perfección Cristiana”, un clásico que recomiendo leer, recalco la necesidad de depender de Dios en todo momento. No hay santidad que resida en un hombre apartado de la presencia de Cristo. Y no hay santidad que no resulte en amor y buenas obras. La santidad obsesionada en el examen de su estado emocional, esta declarando que ya no le han quedado energías para el servicio cristiano, y para Wesley, esto no es verdadera santidad.
La “crisis” y la “experiencia” son términos que si son entendidos y se emplean de forma adecuada son útiles para la teología wesleyana. El primero es que el “énfasis espiritual y ético de Wesley” tiene su fundamento en su teología. El dejar de observar esto resulta en esto:
Un desdén, abandono, casi despreciativo en los círculos teológicos europeos (se dice que Wesley no tenía contenido intelectual, que solo se preocupaba por los hechos externos y superficiales).
En EEUU ha existido la tendencia a escoger de la obra de Wesley solo su énfasis en su experiencia, lo que ha contribuido mucho al empobrecimiento teológico del movimiento wesleyano.

El segundo punto importante que debemos notar es que los “significados esenciales de crisis y experiencia pueden desvanecerse solo cuando se confunden con meras reacciones psicológicas”. Hay un grave peligro en hacer sinónimos la emoción y la experiencia y/o una reacción especifica de la crisis. La crisis es sinónimo a consagración con o sin emociones y la experiencia esconde esta consumación profundamente en el centro del ser. En la postura wesleyano-calvinista hay un énfasis exagerado en la experiencia. Si ha habido un fracaso en la victoria cristiana, existe la inclinación a buscar otra “experiencia” que imposibilite la tentación. La “experiencia” tan valida como es en la vida cristiana es sustituida por el igualmente valido “andar en obediencia”, el crecimiento en la gracia y todos los demás aspectos de una creciente y disciplinada vida humana en Cristo. Las iglesias que tienden a esto se aíslan y se sectorizan. Muchos ejemplos son estas iglesias pentecostales que no crecen a través de los tiempos y se aíslan de las demás y solo se unen a sus grupos específicos y si no creen como ellos, no confraternizan con los demás cristianos.

Los decretos arminianos en torno a la predestinación y la teoría arminiana en torno a los 4 decretos:
La postura arminiana en torno a la predestinación es esta, y esta establecida en 4 decretos:
La doctrina de la predestinación debe ser bíblica y no principalmente lógica o filosófica (este punto es Wesleyano, se ve mas tarde en la historia).
La predestinación debe entenderse cristo lógicamente. Cristo, y no los decretos, es la fuente y causa de la salvación.
La salvación debe ser basada en la Palabra de Dios, ser evangélica, por la fe personal en Cristo.
Ninguna teoría de predestinación es bíblica si hace que sea lógicamente necesario decir que Dios es el autor del pecado; pero por otra parte, no puede ser lógicamente posible afirmar que el hombre puede ser autor de su propia salvación.

Los decretos se expresan de esta forma:
Dios determino constituir a su Hijo Jesucristo para destruir el pecado por su propia muerte. Cristo es el escogido. Las personas no son elegidas individualmente para salvación, pero es Cristo quien fue nombrado como el único salvador de los hombres. El camino de la salvación estaba predestinado. Esto establece que (1) el énfasis sobre el específico individuo humano es en Cristo y (2) de los decretos divinos a las condiciones de la salvación a saber, que Cristo es el salvador y la única puerta antes que la elección o los decretos divinos, siendo el Salvador y Puerta como se ha dicho.
Dios ha decretado que todos aquellos que se arrepientan y crean sean recibidos al favor de Dios.
Dios ha designado los medios para poder lograr su propósito. La gracia habia de ser dada a todos los hombres haciéndole posible a cualquiera volver a Cristo por sus meritos y confiar en El.
Dios predestina en base a su conocimiento divino. El sabe quienes van a creer y quienes no. Cristo como el elegido es el único y exclusivo Salvador, y debe ser el fundamento de este sistema.

Wesleyanismo:
La mayor contribución a la teología de Wesley fue la corrección de una noción de fe popularmente sostenida y el desarrollo y proyección de esta doctrina a toda la extensión de la teología y la vida cristiana.
Arminio tomo la fe de la “prisión de los decretos”, pero Wesley puso esa fe emancipada y la puso en el corazón de la religión. Así, la justificación por fe de Lutero tendría su alma gemela, la santificación por fe. La fe wesleyana no es un decreto, sino una vida, la entronización de un Nuevo Maestro.
Wesley tomo y le puso dinamismo a la perfección en la fe, y esta, según el dice, es el resultado de la fidelidad y las obras en amor. La fe no es el fin sino el medio para llegar al fin de restaurar en el hombre el amor de Dios derramado en su corazón. La fe no viene por causa de la salvación, sino por la condición de recibirla. Nuestra fe no nos salva, pero somos salvos en Cristo, en quien tenemos fe.
Sostiene Wesley que la fe no puede ser un sustituto de la santificación. La doctrina de la salvación por fe no debe fomentar ninguna perdida de amor o de obediencia. En su sermón “Vestidos para desposamiento”, el dice que “imaginar que la fe sobrepasa la santidad es la esencia del antinomianismo”.
Las buenas obras siguen la fe pero no pueden pasarle por encima. Europa, en sus escuelas teológicas tienen la tendencia de catalogarle como un moralista, que no amerita un análisis teológico serio. Pero aun cuando el esta interesado en la conducta, seria sumamente impropio decir que su teología no es digna de estudio, y que queda oscurecida por la experiencia, si se enfoca bien todo lo que el enseño.
Wesley aclara que no hay medición espiritual en la fe, ni distintas clases de esta, sino que son solo diversidad de graduación. “Por esta fe somos salvados, justificados y santificados” dijo el en su sermón “El Camino Escritural de la salvación”. En otras palabras, la fe es lo que nos guía de un punto a otro en la salvación. Dejar de ejercer la fe es renunciar a nuestro cristianismo. Para el entonces, es mucho más que una creencia, es un modo de vida. Tener fe en algo no involucra una relación, y darle énfasis no es dárselo a ella misma, sino al objeto de la fe, por esto que la fe no salva a nadie, pero al Cristo que le creemos si nos salva por ella.
Entonces, para el es un sentido ético. Es extremamente importante por que el pecado comenzó en el momento en que se rompió la fe en Dios. A la perdida de fe, sigue una vida de pecado por que la incredulidad mata al amor. La fe evangélica es base para amor y obediencia. No hace estos necesarios, sino que los nutre.
Los hermanos Wesley vivieron 1 siglo después de la muerte de Arminio. Estos tuvieron que confrontar el frío alto calvinismo (lo que se le conoce como supralapsarianismo) y el liberalismo arminiano, ambas posturas muy extremas. Ninguna respondía, ni responde hoy a la necesidad del hombre. Ayer en mi primera entrevista para mi doctorado en teología pastoral con el Dr. Jesús Rodríguez, un gran teólogo bautista de Chicago (puertorriqueño) que ahora vino a radicar en PR para hacerse cargo de la escuela de teología de la Universidad Interamericana ( la cual esta al nivel de Emory College y Princeton, dicho a mi persona por varias personas, y no es aludiendo, sino que uno de ellos es mi Apóstol Aquiles Fuenmayor) el entendió esto cuando hizo su doctorado en capellania, puesto tenemos que entender que la salvación es algo a ser utilizado por el hombre, y que con alta palabrería no alcanzamos a nadie para salvación. Los Wesleys, y algo que el mismo me afirmo, trajeron 3 puntos excelentes que vinieron a devolver ese fuego que se habia perdido desde la muerte de Calvino y el resto de los reformadores:
· La necesidad de una experiencia personal transformadora de la gracia divina que perdona los pecados cometidos.
· El poder purificador del Espíritu Santo que remueve las manchas del pecado innato.
· Una vida digna de Dios para ser vivida en este mundo y que responda a las necesidades de una sociedad herida por el egoísmo y la avaricia.

Arminianismo Wesleyano:
Wesley leyó a Arminio y quedo impresionado con sus escritos. Su revista “El Arminiano” proclamo la doctrina de la santidad por muchos años. Pero Wesley se le adelanto a Arminio: Arminio sostuvo una visión elevada de la santificación, pero no la vio; Wesley la vio, y entendió que esto se recibe por fe y es administrada por el Espíritu Santo. Es decir, metió a Dios en el asunto. El wesleyanismo es el Arminianismo ortodoxo inspirado por el Poder y la Unción del Espíritu Santo. Arminio vio oscuramente lo que Wesley vio con claridad.
El Arminianismo wesleyano se opone al liberalismo pelagiano al insistir en nuestra necesidad de Cristo el Redentor que debe salvarnos de nuestro pecado actual y del innato. También al antinominianismo del Alto Calvinismo por causa de las doctrinas de la libertad de la depravación y la gracia que capacita al hombre para vivir sin pecado voluntario en esta vida, es decir, la doctrina de Salvo Siempre Salvo, algo sumamente contrario a la doctrina de la Perseverancia de los Santos.
Wesley no puso tanto énfasis sobre el libre albedrío como se supone. El insistía en una gracia libre o preventiva al alcance de cada uno (lo que se conocería como una salvación puesta a la disponibilidad de todos o casi una salvación universal). El hombre natural es malo y esta apartado de Dios. Si hay algo de bueno en cualquiera de los seres humanos se debe solo a la gracia de Dios. El hombre por si mismo es pervertido e imposibilitado por si mismo. La gracia es responsable de todo lo bueno o de cualquier capacidad que haya en el hombre. Ni siquiera el cristiano posee bondad en si mismo.
El creyente no es un árbol propio de por si, sino “una rama de Cristo, que si se desprende del árbol pierde fuerza y vida”. Cristo es nuestra vida y justicia. Siempre debemos cubrirnos por la sangre, puesto seguimos siendo hombres, somos débiles, falibles, ignorantes y sujetos a tentaciones. Siempre necesitamos una nueva provisión de la gracia de Dios- no para reprimir lo humano, sino para fortalecer nuestro Espíritu por el Espíritu Santo.
Wesley añadió al seco Arminianismo la esencia de vida del creyente: la unción del Espíritu Santo. Y esta dinámica es algo nuevo y de gran alcance en nuestra teología.
Arminianismo de corte alto o el punto de vista de los censurantes:
Arminio fue un hombre sincero y era cristiano, fueron sus seguidores los que extraviaron sus enseñanzas hacia el pelagianismo así como los de Calvino extraviaron la suya al hipercalvinismo. De esta forma sus enseñanzas fueron extraviadas y conducidas a un liberalismo teológico que exalta al hombre negando la necesidad de un Salvador, algo plenamente de acuerdo con lo que Pelagio creía. Pero esto fue por otras razones diferentes a la de los hipercalvinistas y la de los neoortodoxos. En el caso del Arminianismo liberal, estos establecen que el hombre no esta atado a un Salvador (de ahí esta oración de Spurgeon haciendo alusión a aquellos que creen esto: “Señor, gracias por que nací con un glorioso libre albedrío y con poder para, por mi mismo, volver a Ti, sin necesidad de Ti. Yo he aprovechado mi gracia. Si todos hicieran con la suya lo que yo he hecho con la mía, podrían ser salvos. Señor, se que Tu no puedes doblegar nuestra voluntad si no queremos. Tu le diste la gracia a todos; algunos no la aprovechan, pero yo si. Hay muchos que se condenan aunque hayan sido comprados a precio de sangre como yo lo fui; a ellos también les fue dado el Espíritu Santo, la misma oportunidad y bendición que a mi. No fue Tu gracia lo que hizo la diferencia, fue mi decisión, por que aunque ella hizo mucho, yo mismo encontré la manera de hacerla útil, use de lo que se me dio, y otros no lo hicieron; esta es la diferencia entre ellos y yo”.) Se establece que cosas como la educación, la corrección de las injusticias y otras obras hacen posible redimir al hombre de su condición. Esta línea de pensamiento hace el evangelio como algo adicional y superficial para resolver los problemas humanos y ha sido relegado como totalmente anticuado y fuera de razón. El Arminianismo ha cambiado hoy grandemente, puesto casi ningún arminiano cree en esto.
Wesley contesto a esto en su ensayo “¿Que es un arminiano?” diciendo que los arminianos afirman la enseñanza del pecado original y enseñan la justificación por la fe igual que los calvinistas. Sostienen que Cristo murió por todos nosotros pero que ellos pueden resistir el amor de Dios y los creyentes pueden perderse eternamente de la fe. Los hipercalvinistas creen que la predestinación es absoluta y los arminianos que la salvación es condicionada por el hombre. Wesley estaba seguro que muchos de los que se oponían a los arminianos no sabían que estos decían (a decir verdad, yo no creo que Wesley era muy arminiano que digamos).
El Arminianismo censurante es una protesta ética contra las tendencias antinominianas del alto calvinismo o hipercalvinismo. Si los hombres en todas las cosas están determinados por la predestinación, entonces, las demandas éticas de la santidad no son pertinentes a la vida cristiana.
A mi entender, el Arminianismo no entendió las enseñanzas del calvinismo, así como el hipercalvinismo torció las enseñanzas del calvinismo y así también no entendió al Wesleyanismo. Quedamos claros con esto que definitivamente Dios es quien ha seleccionado a los hombres para salvación y que mientras los hombres no conozcan a Cristo, entonces estos están en su libertad en el pecado, pero una vez conocen a Cristo son sujetos a su voluntad con una libertad para tomar decisiones como que estudiar, a que iglesia ir y otras, pero dirigidos en oración. El Wesleyanismo ha tenido una excelente influencia en la iglesia moderna, puesto ha devuelto la santidad práctica y ha quitado la licencia para pecar que daba el hipercalvinismo, ese terrible híbrido nacido de malas enseñanzas del calvinismo.
Leer a ambos, a Wesley y a Calvino para mí ha sido una bendición enorme, y le recomiendo a mis hermanos calvinistas y a mis hermanos wesleyanos, sean arminianos o no, que lean ambas posturas, para que entiendan bien el distorsionamiento que se ha dado hoy día de ambos pulpitos, tanto el arminiano como el calvinista.
De esta manera agradezco a todos los que han aportado aquí para poder llegar a esta conclusión y también al hermano Jorge Trujillo por tener disponible en su página los puntos arminianos y los puntos calvinistas.

Bibliografía:
http://www.vidaeterna.org : Los puntos arminianos y calvinistas.
Instituciones de la Fe Cristiana-Juan Calvino: Editorial Mundo Hispano.
My sermons-John Wesley: Casa Nazarena de Publicaciones.
El libre Albedrío: Un esclavo- Editorial Bereana (Tomado de sermones de Spurgeon).
La Predestinación: Lcdo. Alonso, Editorial CLIE.
Bases teológicas de Arminio y Wesley: Mildred Bangs, Casa Nazarena de Publicaciones.