Salmos 144:3: Oh Jehová, ¿Qué es el hombre para que pienses en el? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes?
Todos nosotros tenemos un gran valor. Dios nos hizo a su imagen y semejanza, nos hizo perfectos para tener dominio sobre la tierra y para disfrutar de quienes somos.
Cada ser humano debe oír desde la niñez lo mucho que vale su vida, debe oír lo mucho que significa y vale para Dios y lo grande que un día será en la vida.
Cada persona debe oír desde la niñez cuanto se le ama, debe oír palabras proféticas de bien, oír lo hermoso que es, lo bueno que vendrá para su vida y demás.
¿Quién debería decirle eso? Sus padres, sus familiares, sus maestros. Pero tal vez ellos fallaron y nunca te lo dijeron. Al contrario, te dijeron que no valías.
Por que el ladrón no vino sino para robar, matar y destruir. Por eso es que muchas veces le roba al ser humano esa dignificad, ese valor que tiene delante de Dios. Le roba las palabras que afirman su valor, le mata su autoestima y le destruye su dignidad y la vida entera.
Te decimos hoy: Tú vales mucho, eres especial, puedes hacerlo todo en Cristo que te fortalece, tú eres el especial tesoro para Dios.
A. La autoderrota:
1. Nos vemos a nosotros mismos como poca cosa.
2. Hay quienes nos ven como poca cosa.
Los grandes personajes de la Biblia fueron gente que en algún momento tenían su estima baja y pensaban poca cosa de si mismos. Pero Dios les restauró su valor y llegaron a ser grandes cosas en la vida. Moisés, David, Maria Magdalena, Lázaro, Gedeón, José, la viuda de Sarepta y otros.
B. La autocrítica:
1. Yo soy feo (fea).
2. Soy tonto (tonta).
Cosas como estas solo salen de la boca de quienes han sido enseñados por la vida y el diablo de manera sutil para que sean derrotados. Pero Dios todo lo sabe y para El tu vales mucho, no eres feo o fea, ni tonto o tonta. El te hizo perfecto.
Dios le dijo a Jeremías en el capitulo 31 verso 3: Con amor eterno te he amado; por tanto, te he prolongado mi misericordia.
A Isaías le dijo en capitulo 43 verso 4: Por que en mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable y yo te ame; daré pues hombres por ti, y naciones por tu alma.
A la sunamita la escogieron aunque era negrita y criticada por las demás. A ella le restauraron su estima por medio del amor, y ella no se avergüenza de ser negra:
Cantar de Cantares 1:5-6: Morena soy, oh hijas de Jerusalén, mas soy codiciable. Como las cabañas de Cedar, como las tiendas de Salomón. No miréis en que soy morena, por que el sol me miro. Los hijos de mi madre se airaron contra mi, hicieron guarda de viñas, y mi viña, que era mía, no guarde.
A Gedeón Dios le dijo en Jueces 6:12: Jehová es contigo, varón esforzado y valiente.
A pesar de que el estaba escondido y pensaba muy poco de si mismo diciendo Oh Señor mío, ¿con que yo podré librar a Israel? He aquí que mi familia es las mas insignificante de Manases, y yo soy el mas pequeño de la casa de mi Padre en Jueces 6:15.
C. La verdad es que tu vales mucho:
Al igual que muchos tal vez tú vienes con muchos traumas y complejos por causa de las mentiras que has llegado a aceptar en tu mente.
Juan 8:44: El (diablo) homicida desde el principio y no se basa en la verdad, por que no hay verdad en El. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla, por que es mentiroso y padre de mentira.
Pero hoy vas a romper esas cadenas y vas a vencer la mentira del diablo como te ha querido destruir.
Juan 8:32: Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Tu vales tanto que Dios por medio de Su Hijo te compro con un precio más alto que todo el oro del mundo.
Mateo 13:46: Y habiendo encontrado una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compro.
1ª Corintios 6:20: Pues habéis sido comprados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo.
Nunca NUNCA más vas a pensar que no vales ni que seas menos que otros ni vas a decir más que eres tonto o tonta.
Vas a confesar hoy la verdad y dejaras que esa verdad penetre en todo tu ser.
Vas a decir: Yo valgo mucho, gracias a mi Dios que me ha valorado y no tengo más que vivir avergonzado y sintiéndome menos que nadie.
Juan 3:16: Por que de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna.