El Altar en el Tabernáculo de Moisés
Exodo 30:1 “Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás”.
El Altar tenía una trascendencia muy importante en el pueblo de Israel que afectaba a cada individuo y por ende a todas las familias. La ministración en el Altar traía paz, seguridad, dirección de parte de Dios, cada ceremonia Dios la estableció para estar en comunión con Su pueblo. Eso quiere decir, si no había ministración en el Altar, no había satisfacción en el corazón de Dios y el pueblo quedaba desprotegido.
Había dos tipos de altares en el Tabernáculo:
a. El Altar del Holocausto:
Este Altar estaba ubicado en el atrio y era un lugar en donde mañana, tarde y noche los sacerdotes ofrecían sacrificios de animales para Dios, el fuego tenía que estar siempre encendido y no se podía apagar. Era un trabajo continuo en donde los sacerdotes por turno, presentaban holocaustos a Dios a favor del pueblo:
Levítico 6:13 “El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará”;
Éxodo 20:24 “Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré”.
b. El Altar del Incienso:
Este Altar se encontraba detrás del velo que hacía la separación entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo y sobre este Altar se ofrecía día a día el incienso aromático, así como en la mañana, también en la noche. Era un lugar en donde se rociaba la sangre de los animales para la santificación de las inmundicias del pueblo de Israel
Levítico 16:18-19 “Y saldrá al Altar que está delante de Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del Altar alrededor. 16:19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel”;
Éxodo 30:1,10 “Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás… Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová”.
Era un lugar de consagración y muy importante en la vida diaria del pueblo judío. Todas las miradas de una nación estaban centradas en el Altar, las familias dependían de la ministración de sus sacerdotes.
El Altar en la familia de hoy
Así como para el pueblo de Israel le era apremiante un Altar para acercarse a Dios y para ver la manifestación de Su Gloria, hoy hay una necesidad urgente que en la familia exista un Altar, ya sea para ofrecer sacrificios espirituales que son la alabanza, intercesión, ayunos, etc.,
Hebreos 13:15-16 :“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”;
I Pedro 2:5: “… vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”;
O para presentar a Dios incienso aromático que viene a ser nada menos que la adoración genuina de un corazón agradecido y que a través de la sangre del Cordero sin mancha que fue derramada en la Cruz por medio de nuestro acercamiento al Altar nos santifique, quitando toda nuestra inmundicia
Hebreos 10:10 “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”. Cuando Dios ordenó edificar un Altar era solamente para traer beneficios a nuestra vida, nuestra familia, aún a nuestra nación, donde haya una Altar para Dios siempre habrá todo de Dios
Salmo 43:4 “Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío”;
Romanos 12:1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”;
Salmo 23:1 “Jehová es mi pastor; nada me faltará”
Beneficios al levantar un Altar a Dios
1. Para los padres como sacerdotes
Los sacerdotes en el Antiguo Testamento conscientes de su labor y su responsabilidad delante de Dios y delante del pueblo. El caminar a los lineamientos que Dios estableció traía cobertura y bendición para toda su familia y toda una nación.Hay un llamado tan impresionante de Dios a través de Su Palabra escrita
Salmo 95:6: “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”,
y a través de sus profetas en el presente día de que los padres o cabezas de familia ejerzan su papel de sacerdocio y levanten un Altar para Dios.Los beneficios por causa de un Altar encendido para Dios no tienen límites. Dios está dispuesto a soltar de Su poder, de Su amor, de Su cobertura, milagros, etc. Cada cabeza de familia al levantar un Altar está trayendo la Gloria de Dios y por causa de esta manifestación del cielo habrá cambios en el entorno del hogar.
Sea hombre o mujer, quien quiera que levante adoración en medio de su familia, tendrá la sabiduría la fortaleza de lo Alto para enfrentar circunstancias aún más adversas y tendrá las fuerzas del búfalo para arremeter contra el mismo infierno.
2. Para los hijos:
Todos los hijos y las hijas al ver la mano de Dios en medio de sus padres o apoderados ejerciendo el sacerdocio son marcados con el testimonio. Cuando la Palabra de Dios no solamente es leída sino practicada o vivida queda como un marca en sus corazones.La influencia de un sacerdocio fuerte será notoria en la vida de los jóvenes. Recuerdo que cuando niño, mi padre acostumbraba doblar sus rodillas en el cuarto y oraba a Dios y nos invitaba a hacerlo. Ya cuando fui un joven, lejos de los caminos de Dios, siempre venía a mi memoria aquel cuadro de mi padre orando siempre por mí y por todos, esa fue la razón por la que un día atendí el llamado de salvación y acepté a Jesús como mi Señor y Salvador. Hoy procuro hacer lo mismo, orando, para dejar un legado a mis hijos
Proverbios 29:17: “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma”;
Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
El Altar familiar trasciende el pasado, presente y futuro, por lo cual, debe ser parte de nuestra vida cristiana, Amén.