Estoy de acuerdo con Joel Comiskey que una célula puede realizarse en cualquier lugar siempre y cuando sea fuera del edificio de la iglesia. Lo cual, depende mucho de las necesidades de los miembros de esa célula. En El Salvador existe el Movimiento Universitario Cristiano (MUC) que realiza un trabajo de evangelización en las universidades de nuestro país. Ellos se reúnen siguiendo el patrón de las células y, de esa manera, penetran las universidades reuniéndose en los campus de cada una de ellas. Eso les facilita el reunir a los estudiantes sin mayores dificultades.
Algunos de los miembros del MUC son miembros de nuestras iglesias y poseen mucha experiencia en el trabajo celular. Ellos resultan ser muy buenos como líderes dentro del MUC.
Sin embargo, en Elim, todas nuestras células las realizamos en las casas. Desde el principio uno de los objetivos fue el de ganar el grupo familiar. De hecho, al principio nuestras células se llamaron ‘Grupos Familiares’. La razón de ello fue porque así tradujeron al español el titulo de uno de los libros del Pastor Cho: ‘Los Grupos Familiares y el Crecimiento de la Iglesia.’ En razón de ese libro fue que nuestro enfoque se colocó en alcanzar a las familias, lo cual, nos condujo a ubicar las células en las casas únicamente.
Hoy, después de todos estos años, el trabajo se continúa realizando solamente en las casas. No tenemos células ni animamos a que se abran en lugares que no sean las casas. Esa es nuestra manera como lo hacemos en Elim. Pero, creo que si una célula se reúne constantemente en otro lugar que no sea una casa, puede alcanzar los valores de la evangelización, la comunión y la edificación. En realidad, esos son los componentes que convierten a un grupo pequeño en una célula.