martes, 18 de octubre de 2011

Estableciendo el principio Apostólico-Profético en una Iglesia de Restauración

Jeremiah 1:10-12:

Mira que te he puesto en este día
sobre naciones y sobre reinos,
para arrancar y destruir,
para arruinar y derribar,
para edificar y plantar»

La palabra de Jehová vino a mí, diciendo:

« ¿Qué ves tú, Jeremías?».

Yo respondí: «Veo una vara de almendro»

Me dijo Jehová: «Bien has visto,

porque yo vigilo sobre mi palabra para ponerla por obra».

1ª Corintios 3:10-15:

Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada,

yo, como perito arquitecto,

puse el fundamento, y otro edifica encima;

pero cada uno mire cómo sobreedifica.

Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto,

el cual es Jesucristo. Si alguien edifica sobre este fundamento

con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y hojarasca,

la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la pondrá al descubierto,

pues por el fuego será revelada.

La obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará.

Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, él recibirá recompensa.

Si la obra de alguno se quema, él sufrirá pérdida,

si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Como pastores de una iglesia que Dios nos ha permitido movernos en el ministerio apostólico y profético, hemos tomado la visión de la restauración de los principios espirituales de la iglesia primitiva como establece Hechos 3:21 para hoy con el corazón en la mano y como algo para ser tomado en serio. Es decir, lo vivimos porque lo creemos y no porque es una moda. Aun cuando habían personas que no sabían que esto era ya Dios trataba con nosotros en torno a una reforma a ser establecida por medio de la restauración del gobierno de Dios en la iglesia contemporánea, algo que creemos total y necesario para poder ejercer la Gran Comisión (Mateo 28:19) y ejercer nuestro llamamiento a predicar el evangelio, las buenas noticias del reino de Dios, en todo el mundo (Mateo 24:14), elementos esenciales para que la 2ª Venida de Nuestro Señor Jesucristo y el glorioso arrebatamiento pre-tribulacional de Su Novia Santa y sin tacha ni arruga sea efectuado, amen.

Pero tenemos que entender que cuando levantamos una iglesia apostólica y profética tenemos que entender cada uno de los componentes dentro de estos principios. Tenemos que entender ante nada que la unción profética viene a destruir la obra del diablo y que la unción apostólica viene a edificar en el terreno, por eso es la base de estos contextos tomados a la vez.

Y para esto hay que preguntarnos y contestar: ¿Qué es exactamente una Iglesia de Restauración, apostólica y profética? ¿A que se refiere ese término que tan de moda se ha puesto, es a una moda o a una vivencia? Tratare de contestar todas estas preguntas en base a estos versículos de la Palabra expuestos.

El llamado a Jeremiah: Algo para la iglesia de hoy

La iglesia de Cristo tiene que entender su rol profético como voz de Dios a las naciones, y no tan solo eso, sino su clase sacerdotal y linaje real (1ª Pedro 2:9) para ejercer la Gran Comisión y el divino llamamiento. Por eso es que creo que el llamado de Jeremiah no podemos dejarlo ahí como un simple llamamiento a Jeremiah, sino como algo para la Iglesia Universal de Jesucristo, amen.

Ahora veamos algunos aspectos de la vida de Jeremiah:

1. Su nombre significa Jehová levanta: Esto debe ser el mismo espíritu que tiene la iglesia, amen. Entender que Dios es quien nos levanta cuando nos llama.

2. Era de la clase sacerdotal (verso 1): La iglesia también es sacerdotal, puesto Dios nos puso como reyes y sacerdotes junto con Cristo, amen (Apocalipsis 1:6).

3. Jeremiah fue victima de lo que llamo el síndrome de Gedeón, el síndrome de “yo no puedo” (verso 6): Esto es un problema en la iglesia y que tenemos que erradicar porque en Cristo todo lo podemos (Filipenses 4:13). Dios mismo le reprendió y le dijo que no diga eso de si mismo (verso 7).

4. El llamado de Jeremiah es un llamado de santidad total (verso 5): Así como Jeremiah fue santificado, Cristo vendrá por una iglesia limpia sin mancha ni arruga y esta es la que esta siendo levantada hoy por la unción Apostólica y Profética, amen (Efesios 5:27).

Entendiendo esto, tenemos que comenzar a entender que la iglesia de Cristo en su rol profético ejerce gobierno por que la autoridad nos fue dada para hollar el ejercito del enemigo, amen (Lucas 10:19).

Ahora bien, dentro del llamado de Jeremiah vemos 6 verbos de acción. Y estos 6 verbos implican primero una limpieza para luego una edificación. Pero por este orden hay que entender algo: El enemigo el diablo no tiene autoridad para crear nada, ni poder para ello, sino que tiene poder para dañar lo ya hecho (Juan 10:10). Por eso es que la unción profética primero que nada limpia y luego viene lo apostólico a establecer, pero esto lo veremos paso a paso.

Hay 4 verbos que implican deshacer y 2 que implican re-edificar. Los primeros 4 verbos tienen que ver con hacer cesar la obra del diablo, amen, mientras los otros 2 para establecer el dominio de Dios en el territorio que Dios nos ha marcado.

Pero notemos algo curioso y es los primeros 2 versos, como siempre, porque hay un orden en las cosas de Dios. Los primeros 2 verbos implican la vida alrededor, es decir, lo silvestre, lo verde, y luego los otros 2 verbos implican con eliminar el edificio establecido. Y hay una lógica en este orden: Si no eliminamos al enemigo y a sus huestes, ellos van a volver a traer la cizaña y sus semillas y a sembrarlas, por esto es que tenemos que limpiar el terreno de la vida silvestre y luego quitar el edificio creado por el enemigo, amen.

1. Arrancar: En Hebreo Natásh y esto implica rasgar para separar, como cuando se rompe un traje. Esto implica limpiar la tierra que había sido sembrada por el enemigo, amen.

2. Destruir: En Hebreo Natats y esto es hacer morir la vida que hay plantada, amen. Es decir, quitar la semilla de la cizaña.

3. Arruinar: En Hebreo Awbad y esto es sacar de carrera, derrumbar el edificio.

4. Derribar: En Hebreo Jarás y esto es desmoronar, es decir, hacer picadillo el edificio que fue derrumbado ya.

Aquí en este momento es que nos toca llamar a los camiones de la basura para que limpien lo que queda, y esto se hace con la oración para pedir desatamiento de ángeles. Recordemos que cuando Absalón es aniquilado, siempre queda un Seba por ahí que quiere traer división y por esto es que hay que limpiar lo que había quedado, amen (2ª Samuel 20-21).

Pero de aquí vamos a la edificación y resulta curioso el orden, que primero pone la edificación y luego la plantación de la tierra. Muchas personas se preguntaran porque esta en este orden y no en el contrario. Esta pregunta es muy simple de contestar y esta basada en lo siguiente: Si plantamos primero, para cuando llegue la cosecha, no habría sitio para poner la cosecha y el fruto se echaría a perder, porque ya los campos están listos para la siega, amen (Juan 4:35), pero si edificamos primero cuando la cosecha comience a llegar tendremos donde poner el fruto, por eso es este orden. Analicemos este orden ahora:

1. Edificar: En Hebreo Baná y esto implica construir, poner cimientos. Pero paremos un momento: Pablo habla de ser perito arquitecto en el verso anterior, y de que halla un fundamento, el cual ya es (Cristo: Efesios 2:20-21), a esto es que se refiere precisamente.

2. Plantar: En Hebreo Natá (si, la base de arrancar y destruir, que se refiere al campo silvestre y a la obra verde es decir, la natural, los plantíos) y significa golpear para afirmar, plantar, sembrar, pero es también fijar algo, establecerlo duraderamente.

De acuerdo a todo lo expuesto, Dios toma a los profetas para arrancar la obra del diablo, amen para que vengan los apóstoles a sembrar y edificar, amen. Por esto es que ambas unciones tiene que ir de la mano. Y quiero dejar los últimos 2 versos de Jeremías para luego, porque esto es parte de algo que Dios me esta dando, amen.

La unción arquitectónica: Algo para la iglesia de hoy

Pablo en 1ª Corintios 3 establece que es un perito arquitecto σοφος αρχιτεκτων, es decir, la misma frase usada por los interpretes de la Septuaginta en Isaías 3:3 חכם חרשים cuando dice que es un artífice excelente, o un especialista, una persona especializada en una área. Pero habla de que ya hay un fundamento pero que El lo estableció. Aquí hay que entender por ende que la Iglesia contemporánea tiene que recibir su ministración y enseñanza dentro del fundamento ya establecido, es decir, la Palabra de Dios, no otra cosa, el fundamento de los Apóstoles y Profetas sobre la piedra del ángulo, Jesucristo mismo (Efesios 2:20-21). La iglesia esta edificada sobre Jesucristo mismo y de ahí, cada cual edifica de acuerdo a la necesidad de cada corazón. Y ese es el llamado de Isaías 61:1-3.

Esto me trae un recuerdo a mi mente y fue una enseñanza de uno de los maestros de la Palabra mas respetados por nuestro ministerio y es el hermano Kenneth Copeland. Este Maestro de la Palabra una vez hablando en torno a la revelación recibida dijo algo que se me quedo en mi corazón y es que si uno recibe algo que no esta en la Biblia, tomemos ese algo que nos fue revelado y lo tiremos a la bacineta, es decir, a donde tiramos los desechos por el baño, amen. Esto es una realidad y es por esto que tenemos el fundamento por la Palabra, porque ya esta fue revelada. Así es el fundamento, establecido por la Palabra, amen.

Los edificadores somos la gente del reino, los anunciadores del evangelio, los que sembramos iglesias establecidas en las verdades de la Palabra de Dios, en fe y santidad, los que ganamos almas, y cuidamos lo que El mismo nos ha entregado, amen.

Ahora bien, me interesa algo de estos versos en 1ª Corintios 3 y nos habla en torno al fuego que prueba lo que edifiquemos por encima del fundamento. Todos sabemos que el fuego en la Biblia es la unción del Espíritu Santo, es decir, el fuego que purifica y que respalda lo que hacemos. Esto establece un principio y es que si la unción no nos sigue lo que hacemos no vale la pena. Y la unción se manifiesta con milagros, prodigios, conversiones, liberación, con las señales establecidas en Su Palabra a seguir a todos sus discípulos, amen (Mateo 10:7-8, Marcos 16:15-18). Esa es la manera de entender la unción apostólica para hoy, con milagros, prodigios, liberaciones, conversiones, hogares restaurados, familias unidas adorando a Dios, amen.

Ese es el fundamento apostólico en una iglesia.

La visión de Jeremiah: Cumplida en Su Iglesia de Restauración Apostólica y Profética hoy, Amen

La visión dada a Jeremiah a lo mejor en español no hace mucho sentido pero cuando lo analizamos en el hebreo hace completo sentido. Cuando Jeremiah ve la vara de almendro es en hebreo Shaqued y la palabra listo en hebreo es Shakad. Es decir, son lo que llamamos en español palabras con formaciones similares u homógrafas, casi en un sentido de la palabra.

Pero, la pregunta a ser contestada es porque una vara de almendro, y no una higuera como en Mateo 24 o una vara de trigo como en Juan, y es por esto: La vara de almendro es de las primeras que florecen y dan fruto. Mientras las demás plantas están floreciendo en primavera, el almendro florece en enero, y su fruto sale en primavera cuando las demás están a penas floreciendo. Esto es un símbolo de lo que Dios hace rápido, es decir, de prontitud, que Dios lo hará rápido y Su Palabra no tarda, amen.

Y la Vara es símbolo de la justicia, guianza y juicio de Dios, justicia y guianza para Su Iglesia y juicio a las naciones, porque la unción profética profiere juicio contra los enemigos de Dios. Esto es algo visto por medio de todos los profetas del Antiguo Testamento y es dado a Su Iglesia hoy amen.

Y esto nos da con Hechos 3:21, que es lo que vivimos hoy, amen:

A este (hablando de Jesucristo según el verso 20), ciertamente, es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo,

Esta palabra ἀποκατάστασις apokatástasis significa reconstitución y esto nos enseña que algo tiene que ser reconstituido. Si vemos es un sentido espiritual, no carnal, de cosas que tienen que ser devueltas a su estado original, es decir, como cuando un brazo se sale de sitio, que hay que ponerlo de nuevo en sitio, y son las verdades ocultas por la Palabra que estuvieron ocultas y hoy día están siendo restauradas, y que han sido restauradas a través de los tiempos, como el ministerio del Pastor y del maestro a través de Calvino, el ministerio del profeta a través de Jorge Fox, las células a través de los Wesley, el ministerio del evangelista a través de Finney, el volver al hablar en lenguas a través de Parham y Seymour, la sanidad divina y milagros a través de John G. Lake, Smith Wigglesworth y otros, el ministerio del apóstol a través de C. Peter Wagner y otros como Rony Chávez en Latino-América, amen. Estas son las verdades a que se refiere esta palabra restauración aquí en Hechos 3:21, amen. Un avivamiento para hoy para establecer la 2ª Venida de Cristo y el arrebatamiento de una iglesia santa, sana, sin arruga ni mancha pero a la vez poderosa en unción, que ha arrebatado las almas y los territorios al diablo y ha establecido el reino de Dios, amen.

Esto quiere decir que la unción dada a una iglesia de Restauración, Apostólica y Profética es para derribar la obra del diablo, limpiar el terreno de toda contaminación del enemigo, derribar los altares, el espíritu de brujería y hechicería, y para establecer el reino de Dios por medio de milagros, prodigios, liberación y el anuncio de las buenas nuevas del Evangelio del Reino, Amen.