I. Introducción
A. Música profética
1. I Crónicas 25:1-6
2. Números 11:28-29
B. Quenanías era el líder de los levitas, porque era diestro en la música profética.
1. I Crónicas 15:22
2. Efesios 5:19
3. “Cantos espirituales” griego “Ode pneumatibos” “odes”. Cualquier palabra cantada, sin ensayar, que rime directamente a Dios con sentimiento “Pneumatibos” – soplo o espíritu.
C. Música profética puede cambiar la atmósfera y traer una unción profética.
II. Diferentes tipos de ministerios proféticos
A. El ministerio de un profeta
1. Alguien que pueda profetizar en cualquier momento. Este Ministerio y su unción es dado solamente por el escogimiento de Dios (Jeremías 1:5).
2. El ministra edificación, exhortación y consuelo, pero también en algunas esferas guianza y revelación (Amós 3:7).
A. Música profética
1. I Crónicas 25:1-6
2. Números 11:28-29
B. Quenanías era el líder de los levitas, porque era diestro en la música profética.
1. I Crónicas 15:22
2. Efesios 5:19
3. “Cantos espirituales” griego “Ode pneumatibos” “odes”. Cualquier palabra cantada, sin ensayar, que rime directamente a Dios con sentimiento “Pneumatibos” – soplo o espíritu.
C. Música profética puede cambiar la atmósfera y traer una unción profética.
II. Diferentes tipos de ministerios proféticos
A. El ministerio de un profeta
1. Alguien que pueda profetizar en cualquier momento. Este Ministerio y su unción es dado solamente por el escogimiento de Dios (Jeremías 1:5).
2. El ministra edificación, exhortación y consuelo, pero también en algunas esferas guianza y revelación (Amós 3:7).
B. El don de profecía
1. Esta es la unción del Espíritu Santo, donde todos pueden profetizar. Cuando ésta unción o manto está presente, cualquiera puede entrar en el fluir profético.
2. El espíritu de profecía es dado de tiempo en tiempo al creyente (s) provocando hablar cantando la Palabra del Señor.
C. El canto profético
1. “Profecía” – hablar o cantar con inspiración.
2. El canto del Señor.
III. Moviéndose proféticamente en la adoración
A. Definición:
Es moverse bajo la dirección del Espíritu Santo por momentos, discerniendo a dónde El quiere ir.
1. Adoración profética es simplemente caminar y hablar con el Señor (no “al” Señor nada más).
2. Nosotros le expresamos a El nuestro amor y El nos habla o nos canta Sus pensamientos.
B. ¿Cómo debemos comenzar?
1. Tomando un paso de fe.
a. Romanos 12:6.
b. ¿Qué es lo peor que puede pasar?
IV. Puntos para ministrar proféticamente
A. Vida diaria
Mantenga tiempo de intimidad con el Señor en oración y adoración.
Diariamente lea y estudie las Sagradas Escrituras.
Mantenga una conciencia limpia.
Practique profetizando.
B. Discerniendo lo profético
Busque confirmación que la palabra o canción que tiene es apropiada.
I Corintios 14:32-33 “Y los espíritus de los profetas están sujetos, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”.
Examine los impulsos que usted está sintiendo. El “ímpetu” es la evidencia de que verdaderamente es el Espíritu Santo.
¿Es esta palabra para mi o para toda la congregación?.
¿Puede ésta palabra ser hablada o cantada?.
¿Es la palabra para éste servicio o para otro?.
Si cuestionamos la relevancia o exactitud del mensaje o palabra, debemos mejor compartirla con el liderazgo antes de decirla.
C. El tiempo de lo profético
El tiempo es algo crítico en la profecía, y ser sensible al tiempo puede determinar cuan exacta es nuestra contribución.
Dos tipos de profecía equivocada: contenido equivocado, tiempo equivocado.
Para confirmar la profecía, pregúntese si la palabra es el tema de lo que Dios está diciendo en las canciones de adoración, otras palabras proféticas o exhortaciones.
Cada uno de nosotros puede contribuir con una parte del todo, de lo que el Señor quiere decir (I Cor. 13:19).
D. Proyección profética
Nuestro espíritu y actitud tiene que ser igual que la del Señor. Cuando profetizamos nosotros hablamos por inspiración y no por emoción. “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy” I Cor. 13:2. Nuestras profecías no tienen que ser por una reacción de alguien o por algo previo experimentado. Nuestros espíritus tienen que estar puros para no fallar de la esencia de lo que Dios está diciendo.
No tenemos que embellecer una palabra profética para impresionar. Somos responsables de lo que hablamos, cantamos y de cómo hablamos y cantamos al Señor.
Es importante comprender que la profecía inspirada sea dura o clara, debe edificar, sino no, no será entendida. La “profecía” hablada o cantada debe ser inspirada.
Edificar, ¡pero no cansar! Que no se alargue, la palabra que el Espíritu Santo de es clara y precisa.
Hable lo que Dios le dé y cuando el ímpetu disminuya, comience a finalizar
(I Cor. 14:31) “Porque podéis profetizar todo, uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados”.
E. Juzgando el Ministerio Profético de la música
La Biblia nos exhorta a no despreciar profecías “Examinadlo todo; retened lo bueno” I Tesalonicenses 5:20.
Juzgar profecías es la responsabilidad del liderazgo.
1. Adoración profética es simplemente caminar y hablar con el Señor (no “al” Señor nada más).
2. Nosotros le expresamos a El nuestro amor y El nos habla o nos canta Sus pensamientos.
B. ¿Cómo debemos comenzar?
1. Tomando un paso de fe.
a. Romanos 12:6.
b. ¿Qué es lo peor que puede pasar?
IV. Puntos para ministrar proféticamente
A. Vida diaria
Mantenga tiempo de intimidad con el Señor en oración y adoración.
Diariamente lea y estudie las Sagradas Escrituras.
Mantenga una conciencia limpia.
Practique profetizando.
B. Discerniendo lo profético
Busque confirmación que la palabra o canción que tiene es apropiada.
I Corintios 14:32-33 “Y los espíritus de los profetas están sujetos, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”.
Examine los impulsos que usted está sintiendo. El “ímpetu” es la evidencia de que verdaderamente es el Espíritu Santo.
¿Es esta palabra para mi o para toda la congregación?.
¿Puede ésta palabra ser hablada o cantada?.
¿Es la palabra para éste servicio o para otro?.
Si cuestionamos la relevancia o exactitud del mensaje o palabra, debemos mejor compartirla con el liderazgo antes de decirla.
C. El tiempo de lo profético
El tiempo es algo crítico en la profecía, y ser sensible al tiempo puede determinar cuan exacta es nuestra contribución.
Dos tipos de profecía equivocada: contenido equivocado, tiempo equivocado.
Para confirmar la profecía, pregúntese si la palabra es el tema de lo que Dios está diciendo en las canciones de adoración, otras palabras proféticas o exhortaciones.
Cada uno de nosotros puede contribuir con una parte del todo, de lo que el Señor quiere decir (I Cor. 13:19).
D. Proyección profética
Nuestro espíritu y actitud tiene que ser igual que la del Señor. Cuando profetizamos nosotros hablamos por inspiración y no por emoción. “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy” I Cor. 13:2. Nuestras profecías no tienen que ser por una reacción de alguien o por algo previo experimentado. Nuestros espíritus tienen que estar puros para no fallar de la esencia de lo que Dios está diciendo.
No tenemos que embellecer una palabra profética para impresionar. Somos responsables de lo que hablamos, cantamos y de cómo hablamos y cantamos al Señor.
Es importante comprender que la profecía inspirada sea dura o clara, debe edificar, sino no, no será entendida. La “profecía” hablada o cantada debe ser inspirada.
Edificar, ¡pero no cansar! Que no se alargue, la palabra que el Espíritu Santo de es clara y precisa.
Hable lo que Dios le dé y cuando el ímpetu disminuya, comience a finalizar
(I Cor. 14:31) “Porque podéis profetizar todo, uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados”.
E. Juzgando el Ministerio Profético de la música
La Biblia nos exhorta a no despreciar profecías “Examinadlo todo; retened lo bueno” I Tesalonicenses 5:20.
Juzgar profecías es la responsabilidad del liderazgo.
1. Cinco formas para juzgar profecías:
a. La palabra escrita.
b. El carácter de la palabra o canción profetizada.
c. El cumplimiento.
d. La confirmación del Espíritu de Dios.
e. La confirmación de otros testigos.