lunes, 24 de septiembre de 2012

Apostolitis Aguda III: La "uncion" del reverendo



Efesios 4:11:
Y él mismo constituyó a unos,  apóstoles;  a otros,  profetas; 
a otros,  evangelistas;  a otros,  pastores y maestros.

Romanos 12:6-8:
 Tenemos,  pues,  diferentes dones,  según la gracia que nos es dada: 
el que tiene el don de profecía,  úselo conforme a la medida de la fe;
el de servicio,  en servir;  el que enseña,  en la enseñanza;
el que exhorta,  en la exhortación;  el que reparte,  con generosidad; 
el que preside,  con solicitud;  el que hace misericordia,  con alegría.

Recuerdo mis tiempos en el primer instituto teológico que estudie, el de Asambleas de Iglesias Cristianas (ITAIC), en mi Camuy natal, en Camuy Arriba. Nos hablaban que al terminar nuestros estudios de 4 años saldríamos licenciados como “reverendos”. Eso nos motivaba mucho. Pero, no termine de estudiar ahí y estudie estudios mayores que estos en otras instituciones cristianas y seculares. Pero siempre recuerdo mis principios con mucho amor y entusiasmo, por mas errados que hayan sido. Río ante las cosas que ahí pasaban, recuerdo los trabajos, en fin.
Pero en estos recientes tiempos he estado pensando en esta palabra: “Reverendo”. Y hasta vi a una “hermana” en Internet en cierto momento dado defender su postura de porque hacerse llamar reverenda. Creo que fue para 2010, y eso me busco enemistad con ella, cuando le cuestione que porque tanto titulo, que si Rvda. Dra. Xxxxxxxxx Xxxxxx, PhD., ThD., así ella firmaba todo lo que escribía. Y un día le pregunte porque tanto titulo. Rápido algunos desconocedores de la palabra de Dios y movidos en el “evangelio light” y otros farsantes la defendieron, por yo solo hacer una pregunta así y entiendo que mucha gente me saco de Facebook por yo hacer la pregunta, y ella misma me bloqueo, por una simple pregunta y luego que yo aclarara el porque, porque no veía base bíblica 1 sola vez, en una forma educada y como un buen cristiano, dando fruto. Y en otra ocasión, un gran amigo de mucho tiempo al cual tengo en gran estima me indica, todo motivado, que era pastor en su concilio pentecostal y que lo habían ungido como reverendo también. Yo le dije que no veía base bíblica a ese titulo, y me saco, para mi tristeza, y eso, que fue en nuestro perfil, no en el de el, y que conste, que todo esto lo digo muy educadamente y siempre procurando dar fruto del espíritu. Y eso hizo que me comenzara a picar en el cerebro, como cuando veo cosas así. Y decidí meterme en la Palabra en el espíritu ante Su Presencia en ayuno y oración, ministrando al Señor como indica Hechos 13:1-3 ante esto, y los hallazgos han sido aterradores, nada complacientes y bien antagónicos. Lanzo algunas cosas que halle.

El origen de la palabra “reverendo”: Nada Bíblico
Primero que nada, la palabra “reverendo” no aparece en la Biblia, ni como don de servicio (la lista de Romanos 12:6-8), ni como don de revelación (la lista de 1ª Corintios 12:8-10) ni como ministerio o don de gobierno (la lista de Efesios 4:11). Las que si aparecen son reverencia, reverenciar, reverenciado y reverente. En casi todas las ocasiones se refieren al culto a Dios, y muy contadas veces se refiere a reverenciar a un rey, es decir, un gobernante terrenal, pero en el Nuevo Testamento, que es nuestra base doctrinal, sólo aparece para referencia de adorar a Dios. Es decir, esto es un concepto totalmente humano y un titulo que no viene de parte de Dios.
Y, sino viene de parte de Dios, o viene del enemigo o es un titulo inventado por el hombre. Por ende, veamos el origen de este titulo, dentro de un marco cultural e histórico.
Según el Buzón Católico, la palabra “reverendo” es el tratamiento que le han dado a los clérigos católicos desde los siglos XVI y XVII. Esta palabra procede del latín “reverendus”, que significa “digno de respeto”.
Es decir, ni tiene origen bíblico, ni fue usada por los Apóstoles o los padres apostólicos, ni esta tan siquiera escrita en griego o arameo, que son los idiomas que fue escrito el Nuevo Testamento, ni en hebreo, el idioma en que se escribió el Antiguo Testamento. Es decir, es un término que no tiene que ver nada con el fundamento de la Palabra, que debe haber en ninguna congregación.

Más que el término no es bíblico, tiene principios completamente antagónicos:
Apocalipsis 2:15:
Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas.
Te preguntaras lo mismo que yo me pregunte: ¿Qué tienen que ver los nicolaítas en todo esto? Pues cuando lo veamos, nos vamos a aterrar, así como yo me aterre.
La palabra nicolaíta puede ser usada en 2 términos, y es unos que hacían las obras de un tal Nicolás, que era un hereje en la iglesia primitiva, es decir, una persona con falsa doctrina, o puede ser dividida en 2 términos, que es aun tan o mas preocupante, y a esta es que nos vamos a apegar. Ellos son mencionados en 2 iglesias del libro de Revelación, a la de Éfeso y la de Pérgamo. A Éfeso se le aplaude rechazar su obra, pero a Pérgamo se le reprende por acogerlos.
Pero primero, hay que entender que Dios aborrece la obra, es decir, lo que hacen, el trabajo de los nicolaítas. La palabra griega del verso 6 de Apocalipsis 2 es G2041 érgon, y es traducido como obra, acción o hecho. Es decir, lo que ellos ejercen o hacen.
Algunos han tratado de identificar esta obra de los nicolaítas con el libertinaje y practicas antinominianas (es decir, los antinominianos decían que al ya no haber ley, se podía hacer lo que se quisiera y como quieran eran salvos, algo bastante similar a la falsa doctrina de “salvo siempre salvo”), pero escritos históricos en torno a este tema lo descartan. Para poder entender la obra de estos malvados hay que ir al origen de la palabra.
La palabra es dividida en 2, es decir, es compuesta. Viene de los términos “Nico” que significa dominio y “laos” que significa pueblo, gente común. Esto significa que esta palabra quiere decir algo similar a “Dominio sobre el pueblo”. Y es de preocupar.

Entendiendo el mensaje a la iglesia de Pérgamo:
La iglesia de Jesucristo esta experimentando un decaimiento grave en su doctrina. El mensaje de la 2ª Venida de Cristo ha sido erradicado; no se predica santidad; el “evangelio light” esta haciendo escantes y esta colado en la iglesia; lo que se predica es bendición sin responsabilidades, salvo que sea diezmar y ofrendar; las iglesias parecen mas circos hasta con espectáculos de magos y bailarines (yo les llamo “los bufones de la corte”); ni se diga de los conciertos y congresos con cobros astronómicos en las puertas de las iglesias, y otras practicas similares, conductas abominables para el mismo Jesús, quien llego a llamar donde se adoraba a Su Padre “cueva de ladrones” por practicas similares a estas y tomar que tomar un látigo para sacar a todos los que hacían estas practicas. Es decir, estamos en una época bien preocupante para la iglesia y esta época es una que la Biblia nos advierte a través de muchísimos versos de la Biblia, y yo le llamo La Puerta a la Apostasía.
Hemos dejado entrar al mundo a la iglesia, y al dejar entrar al mundo, dejamos entrar a su príncipe (Juan 14:30). Por eso es que a la iglesia de Pérgamo se le habla que habita donde esta el trono del enemigo, a quien no damos parte ni suerte mencionándolo. Es porque ellos también habían abierto la puerta al enemigo trayendo un gobierno antagónico y antibíblico a ella.


Los nicolaítas: Ejerciendo el gobierno del enemigo en la iglesia:
Todos entendemos que mas que nos sirvan estamos llamados al servicio. Nosotros, como ministros, lo que estamos haciendo es servir al pueblo. Por revelación, recibí como gobierno de la iglesia el siguiente sistema:




Es decir, los ministerios estamos para servir a la iglesia, no para que nos sirvan a nosotros. Nosotros, los ministros, sustentamos el cuerpo, lo edificamos sobre el fundamento de la Biblia para entregarlo a Cristo, sea cuando el vuelva o un miembro del cuerpo fallezca y vaya a morar con El, porque lo preparamos para este evento.
Pero la casta nicolaíta destruyo el armazón de la iglesia para levantar una pirámide al revés, es decir, que nosotros nos servimos del pueblo y el pueblo nos sustenta. Y eso no es así, ese no es el fundamento.
Por ende, la estructura nicolaíta seria algo así:



Es decir, la iglesia de hoy lo que ha hecho es lo que en la India llaman castas, es decir, clases. Y esto es algo antagónico, ya que en Cristo no hay clases (Gálatas 3:28). Lo que se ha levantado es una iglesia donde se sirve al líder, y no a Cristo. Una iglesia con miedo a sus lideres, donde el temor a Dios es inexistente, y mas el temor a los lideres es lo que hace a la gente andar en rectitud.
La obra y doctrina de los nicolaítas consiste que jerarquizo a la iglesia, destruyendo el armazón de una relación con Dios a uno piramidal. El clero nació de aquí (Nico) y el pueblo oprimido (laos). Dividieron al pueblo en 2 grupos: El Clero, que era las personas apartadas, doctas, espirituales y privilegiadas, y el resto del pueblo, que eran los plebeyos, sin letras. La sencillez de la iglesia rápidamente se vio reemplazada con una institución organizada con jerarquías traídas del paganismo, donde el sofismo, la filosofía y todos estos males la estaban invadiendo. Y ahí estaba Pérgamo, en el mismo corazón de todo esto, y lo dejaron entrar. Y ahí que entender que q Dios no le agradan las jerarquías y por eso es que el llama aborrecible a las doctrinas de los nicolaítas. Dios anhela estar en medio de Su Pueblo por Su Presencia, no estar encima de Su Pueblo, aleluya.
Esto nos ha llevado a entender que esto de títulos, en especial el de “reverendo”, viene del nicolaísmo, de espíritus antagónicos que entraron a la iglesia, y que personas con ínfulas de grandeza se han dejado sobrellevar y han abierto puertas al enemigo en esto.

Mateo 23, los “Reverendos nicolaítas” y una exhortación final a la iglesia:
Mateo 23:6-11, hablando de los fariseos:
Aman el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí. Pero vosotros no dejéis  que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni dejéis que os llamen preceptores; porque uno es vuestro Preceptor, Cristo. Pero el mayor de vosotros será vuestro servidor.
Escuche de una anécdota en una iglesia una vez que decía que en una actividad en la tarima y en los primeros asientos estaban los “obispos”, “reverendos”, “pastores” y todos los lideres, mientras el pueblo no tenía sillas suficientes para sentarse. Esto es lo que hacen estas jerarquías.
La iglesia tiene que evitar las jerarquías y comenzar a moverse como la iglesia apostólica primitiva se movía. El mismo Jesús derrumbo el concepto de las jerarquías cuando en el momento de su muerte el velo del templo se rasgo en 2.
Jesús condeno la postura hipócrita de los fariseos. Ellos buscaban ser admirados por la gente y no por Dios. Se les inflaba el ego. Se elevaban a si mismos por encima del pueblo. Les gustaba que les reconocieran su supuesta supremacía ante el pueblo. Les encantaba ser vistos como lo máximo.
Ese es el sentir de muchos ministros y los “reverendos” estos. En las campañas evangelísticas en sus templos cuasi-paganos les encanta sentarse en la plataforma a ser reconocidos por la gente. Les gusta los primeros asientos. Tienen 2 pulpitos, uno abajo cerca del pueblo donde se dirige el devocional, se da la escuela bíblica o dominical y uno arriba, donde ellos están sentados, para ellos verse ante el pueblo. Sea pentecostal, metodista, bautista o el sobrenombre que sea, todos actúan igual. Ese es el legado de los nicolaítas. Lo mismo va con sacerdotes católicos, sus anillos siendo besados, y siendo llamado “Padres” ante el pueblo. Algo tan antibíblico, antagónico y tan anticristiano.
Mas sin embargo, el Apóstol Pedro tuvo una actitud tan diferente. Cuando Cornelio lo recibió, esta fue su actitud:
Hechos 10:25-26:
Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.
Cuan diferente es la actitud hoy día de estos perversos hombres. Ante la actitud de Cornelio, un hombre pagano, que a lo mejor estaba acostumbrado a elevar altares a sus antepasados muertos o a hombre comunes como en el budismo, el zoroastrismo y otras corrientes animistas, el no quiso ninguna reverencia, sino que actuó en una humilde manera de ser, reconoció que el mismo era igual a Cornelio, un hombre.
En nuestras iglesias también estas corrientes han entrado: El Obispado ha sido usado como titulo por encima de la ancianidad o el pastorado, y son lo mismo. Lo mismo con la ancianidad, que es puesta por debajo del pastorado. El ministerio apostólico esta siendo usado para establecer nuevos concilios o denominaciones, o mas aun, para cobrar diezmos y ofrendas como cuotas denominacionales.
Por favor, no entiendan esto como una burla a los ministros, jamás lo es, porque nosotros mismos somos ministros. Pero si es una exhortación dentro de un marco profético para que no hagamos cosas que han sido traídas a nosotros de corrientes paganas. Esto es para la sanidad de la iglesia. Nosotros somos llamados a estar entre la grey, no por encima de ella (1ª Pedro 5:3). Nuestro primordial ministerio es el de ser hermano de todos nuestros hermanos. Los ministerios son niveles de responsabilidad, no para lucrarse.
Si sacamos todas las corrientes paganas de la iglesia tendremos una iglesia mas sana, saludable, fuerte y efectiva en contrarrestar la obra de las tinieblas y conquistando las naciones para Cristo con la predicación del evangelio. Dios quiere derramar Su Gloria como nunca, pero es necesario sanar la iglesia y esto tiene que comenzar por nosotros, sus siervos, los que servimos en el altar, los que le ministramos, a los que más responsabilidad se nos ha dado, amen.