Introducción
Preterismo significa pasado, y se refiere al hecho de considerar las profecías bíblicas como ya cumplidas (muchas profecías que los no preteristas creemos que habrán de cumplirse en el futuro).
Hay dos clases diferentes de preterismo: El preterismo parcial y el preterismo extremo o total.
El preterista parcial ve que el año 70 d.C. involucró lo siguiente:
1. Una venida de Cristo
2. Un día del Señor
3. Un juicio, y
4. El fin de la edad judía
Sin embargo, hay que aclarar que los preteristas parciales admiten que hay una segunda venida de Cristo, el arrebatamiento, una resurrección corporal, el día del Señor y el juicio final (véase R. C. Sproul, The Last days According to Jesus, Grand Rapid, Baker Books, p. 170, 1998), al margen del significado que ellos le asignen a estas expresiones. Pero aclaremos que ellos creen en una resurrección física del cuerpo.
Los preteristas totales
Ellos dicen que la única venida del Señor que existe, es la que tuvo lugar en el año 70 d.C. o sea que, en el año 70 d.C. tuvo lugar:
1. La venida del Señor
2. La resurrección
3. Los cielos nuevos y la nueva tierra
Los preteristas totales focalizan su sistema en el año 70 d.C. diciendo que todo se cumplió en él. Es más, en el año 70 d.C. también, alegan que, constituye el punto terminal de la obra expiatoria de Cristo.
Y en este punto adviértase todo lo absurdo de este falso esquema. Pues lo llamativo y particular del sistema preterista es que lleva involucrado, y requiere en su esquema, el solemne asunto de varias falsas doctrinas fundamentales.
La palabra «escatología» (que se refiere a las doctrinas que tienen que ver con las cosas finales), es usada en el preterismo de varias maneras para designar el sistema: Escatología realizada, escatología del pacto y escatología cumplida.
Además de estas designaciones, el sistema es a veces referido como:
Preterismo consistente, preterismo total, y, doctrina del 70 d.C.
Aquí nos referimos al término «preterismo extremo o total» (full Preterism) cuando hablamos del sistema preterista, y no al preterismo parcial.
Consecuencias del esquema preterista sobre la fe
Pero el punto importante a tener en cuenta, es que el preterismo total está asociado a falsas doctrinas fundamentales, que incluyen la negación de la resurrección del cuerpo. Y por eso debemos estar alertas contra esto. (Para quienes quieran tener una introducción muy didáctica y completa de la posición preterista total, pueden leer la obra What is the Preterist View? por Ed. Stevens).
Decir que la Segunda venida de Cristo tuvo lugar ya en el año 70 d.C. durante la destrucción de Jerusalén, y que a partir de allí la gloria prometida ya ha sido cumplida, y que ahora reinamos con Cristo en la tierra, habiéndose cumplido todas las profecías, es un golpe mortal al cristianismo en lo doctrinal y en lo práctico, los cuales quedan totalmente anulados por semejante esquema falso.
Pues el Nuevo Testamento nos contempla en nuestra marcha y en nuestra adoración en vista de la bendita presencia (parousia) de Cristo para recibirnos hacia él glorificados, y llevarnos a la casa del Padre (Juan 14:3). Con ese esquema, no sólo los Evangelios dejan de aplicarse, sino también las Epístolas, y ni qué hablar del Apocalipsis. Pues el Nuevo Testamento nos exhorta incuestionablemente a seguir una senda de padecimientos, tanto por causa de la justicia como por causa del nombre de Cristo, en medio de un mundo totalmente hostil a Él y a su Reino. Cuando él realmente aparezca, Dios dará lugar a sus solemnes juicios, de modo que el mundo aprenderá la justicia, especialmente debido a que Satanás no podrá entonces seguir engañando. En breve, el enemigo ha engañado a estos visionarios llevándolos a una entera abolición de la condición y los deberes de los creyentes sobre los cuales la Biblia insiste “hasta aquel día”, cuando todas las cosas serán hechas nuevas, al margen de cuán cierto es esto ahora para nuestra fe y para nuestra esperanza, pues entonces lo serán de hecho y para todo ojo.
La Biblia hace fijar nuestros ojos en la suprema esperanza de ser como Cristo cuando le veamos “tal como él es” (1 Juan 3:2), lo cual no sucedió, por cierto, cuando cayó Jerusalén en el año 70 d.C.; éste no es sino el fantástico e impío sueño de la escuela preterista total (aunque nadie niega el hecho histórico, que tuvo lugar por la providencia y el gobierno de Dios).
El objetivo de esta nota es simplemente tener unas nociones introductorias de lo que es el sistema preterista extremo y sus nefastas consecuencias prácticas. Podemos ver en la Palabra que los preteristas ya existían en la época apostólica: Aparecieron en la escena Himeneo y Fileto, cuya “palabra carcomerá como gangrena, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos”; y el apóstol ordena a Timoteo que se limpie de estos dos vasos para deshonra, a fin de que, una vez purificado de los falsos maestros, pueda ser un vaso “para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra” (2.ª Timoteo 2:14-23); y hoy, dado el aumento de falsas doctrinas y de falsos maestros en la cristiandad, las exigencias no han disminuido, en el sentido de nuestro deber de separarnos de todo ello, si queremos ser útiles en las manos del Señor.
“ESTA GENERACIÓN” (Mateo 24:34)
¿Dónde estriba el fatal error del preterismo?
El mal del preterismo pretende hacernos creer que todas las profecías fueron cumplidas en Jerusalén en el año 70 d.C., y se basa en una interpretación errónea de Mateo 24:34.
El mal del preterismo pretende hacernos creer que todas las profecías fueron cumplidas en Jerusalén en el año 70 d.C., y se basa en una interpretación errónea de Mateo 24:34.
“De cierto os digo, que de ningún modo pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mateo 24:34).
Leamos con cuidado lo que el Señor les dice a sus discípulos.
GENERACIÓN (del griego «genea»), puede significar un «período de vida». Pero no es éste su sentido primario ni tampoco el sentido en que el Señor lo usa aquí. El contexto, como siempre, nos ha de guiar para entender el término. Es sano quien sigue el contexto, y tuerce la Palabra quien desecha el contexto y atribuye significados a las palabras según la conveniencia y el antojo privado.
GENERACIÓN (del griego «genea»), puede significar un «período de vida». Pero no es éste su sentido primario ni tampoco el sentido en que el Señor lo usa aquí. El contexto, como siempre, nos ha de guiar para entender el término. Es sano quien sigue el contexto, y tuerce la Palabra quien desecha el contexto y atribuye significados a las palabras según la conveniencia y el antojo privado.
“Generación” (griego: genea) se usa en dos sentidos en las Escrituras:
1) Significado cronológico: Un «período de vida» puede estar implicado en genea, por ejemplo, en una genealogía (como en Mateo 1:1), o cuando el contexto lo requiere (como en Lucas 1).
2) Significado moral: Cuando genea se usa en las escrituras proféticas (Salmos, etc. ), nunca tiene este sentido de «período». Así pues, el significado del término en las profecías, es más bien moral que cronológico, como por ejemplo en el Salmo 12:7:
“Tú, Jehová, los guardarás; de esta generación los preservarás para siempre.”
Las palabras “para siempre” experimentan una fuerza y alcance prolongados en el tiempo. Por ende, el pasaje indica que Jehová preservará a los piadosos de sus malvados e inicuos opresores (v. 2-5): de “esta generación para siempre”. Ésta es la clara y conclusiva refutación de aquellos que pretenden limitar la frase a una breve época o al período de vida de un hombre.
En Deuteronomio 32:5, 20 encontramos el término generación empleado en similar sentido, es decir, no para transmitir un período de tiempo, sino para expresar las características morales de Israel:
En Deuteronomio 32:5, 20 encontramos el término generación empleado en similar sentido, es decir, no para transmitir un período de tiempo, sino para expresar las características morales de Israel:
“Generación torcida y perversa.” “Porque son una generación perversa”
En los Salmos, de nuevo, no sólo tenemos “esta generación”, sino también “la generación venidera”, y jamás se limita a un simple término de 30 ó de 100 años (compárese también Proverbios 30).
La confirmación de los diccionarios
Thayer, en su Greek-English Lexicon of the New Testament confirma plenamente lo dicho referente al término genea, en su segunda acepción (en la tercera acepción, Thayer da el sentido cronológico de «toda la multitud de hombres que viven al mismo tiempo», pero éste no es su único sentido, como pretenden los preteristas, como podrá verificarse a continuación):
«γενεα: 2b. una raza de hombres muy similares los unos de los otros en dotes, ocupaciones, carácter; y especialmente en un mal sentido una raza perversa» (página 112).
Vine, en su Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento, también confirma el mismo sentido moral del término, y confirma que no se limita a un grupo de personas de un determinado período de tiempo:
1. GENEA …una raza de gentes que poseen características o llamamientos similares, etc. (de malas características).
Tengamos en cuenta que los preteristas generalmente aducen que genea «no puede» significar raza, sino únicamente «la gente que vive en un período de tiempo». Esto simplemente no es cierto. Las definiciones de los léxicos claramente dan el sentido de “raza” de gentes de características morales malas, como una de las primeras acepciones del término griego. El sentido es «raza en un estado moral malo», específicamente la generación de Israel incrédula que rechaza al Mesías desde el primer siglo: no sólo la generación de entonces que le rechazó, sino la que prevalece hasta hoy en incredulidad: es toda la misma generación desde la época de Cristo hasta el día de hoy.
Uso del término «generación» en los Evangelios Sinópticos
Lo que torna todo más claro y simple es el uso del término en los Evangelios Sinópticos. El contexto más inmediato en que se usa el término «genea» nos dará la clave para su exacta comprensión. En Mateo 11:16 leemos:
Uso del término «generación» en los Evangelios Sinópticos
Lo que torna todo más claro y simple es el uso del término en los Evangelios Sinópticos. El contexto más inmediato en que se usa el término «genea» nos dará la clave para su exacta comprensión. En Mateo 11:16 leemos:
“Mas ¿a qué compararé esta generación?”
Aquí se tiene en cuenta a aquellos que vivían entonces, caracterizados por el capricho moral que los ponía en oposición al testimonio de Dios en justicia o en gracia. Pero es evidente que si bien lo primario que se tiene en cuenta es la gente que vivía entonces, la identidad moral de las mismas características bien puede extendersepor tiempo indefinido, y así de edad en edad puede tratarse perfectamente de “esta generación” en carácter. Para confirmación de lo dicho comparemos estas Escrituras:
Mateo 12:39, 41, 42 y 45:
“Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal...” (v. 39)
Mateo 12:39, 41, 42 y 45:
“Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal...” (v. 39)
“Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán...” (v. 41)
“Así también acontecerá a esta mala generación” (v. 45), etc.
El versículo 45 muestra claramente la unidad esencial de la “generación” en su juicio final (que todavía no se ha agotado) con la que emergió de la cautividad babilónica.
Asimismo, observemos Mateo 23:36:
“De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación”
Esta generación no pasará hasta que todas las predicciones de juicio, etc. que Cristo anunció, se hayan cumplido. Es claro, por el discurso profético de Cristo, que la mayor parte de lo anunciado, aún queda por cumplirse, y “esta generación” (o sea, no los hombres de una época, sino un pueblo o una raza que reviste ese carácter particular) todavía subsiste en el tiempo, y habrá de subsistir hasta que todo se cumpla.
Y es una evidente realidad que allí están los judíos en incredulidad. Pero el punto no es tanto que se trata de una raza en la dispersión (aunque algunos están en la tierra de Palestina) que se ha perpetuado a lo largo del tiempo, sino que se trata de la misma raza con las mismas características morales: la misma incredulidad, el mismo odio, y el mismo rechazo por Jesús —su propio Mesías— que les caracterizaba el día que él pronunciaba Su sentencia. Todas estas cosas —advertía el Señor acerca de sus penas más tempranas, así como de sus más tardías— deben suceder antes que esta perversa generación desaparezca.
Esperamos que, siguiendo la regla del contexto, hayamos llegado a un entendimiento claro de lo que significa “generación” en la enseñanza de la Palabra, y poder estar alertas contra los engaños del «preterismo».
Asimismo, observemos Mateo 23:36:
“De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación”
Esta generación no pasará hasta que todas las predicciones de juicio, etc. que Cristo anunció, se hayan cumplido. Es claro, por el discurso profético de Cristo, que la mayor parte de lo anunciado, aún queda por cumplirse, y “esta generación” (o sea, no los hombres de una época, sino un pueblo o una raza que reviste ese carácter particular) todavía subsiste en el tiempo, y habrá de subsistir hasta que todo se cumpla.
Y es una evidente realidad que allí están los judíos en incredulidad. Pero el punto no es tanto que se trata de una raza en la dispersión (aunque algunos están en la tierra de Palestina) que se ha perpetuado a lo largo del tiempo, sino que se trata de la misma raza con las mismas características morales: la misma incredulidad, el mismo odio, y el mismo rechazo por Jesús —su propio Mesías— que les caracterizaba el día que él pronunciaba Su sentencia. Todas estas cosas —advertía el Señor acerca de sus penas más tempranas, así como de sus más tardías— deben suceder antes que esta perversa generación desaparezca.
Esperamos que, siguiendo la regla del contexto, hayamos llegado a un entendimiento claro de lo que significa “generación” en la enseñanza de la Palabra, y poder estar alertas contra los engaños del «preterismo».