miércoles, 26 de septiembre de 2012

Apostolitis Aguda V: Los neo-judaizantes o Los Galatas de nuestros dias



Gálatas 1:6-9:
Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente;  que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema.

Danzas hebreas, shofares, unciones con cuernos de aceite, algo hermoso y de ser emulado. Yo mismo, el que escribe, tiene un Shofar, y le regale a mi tía un Menorah (un candelabro hebreo) de 7 brazos. Creo que estos elementos en la iglesia nos han llevado a una gloria y unción mayor, porque creo fielmente que son parte de la restauración del Tabernáculo de David (Amos 9:11).
Creo que la iglesia tiene elementos de las raíces hebreas que hay que conservar, en especial en el concepto de la adoración. Total, el Dios que adoramos, viene de la cultura hebrea. Nuestro salvador fue hebreo en su vida terrenal. El libro en el cual basamos nuestras creencias religiosas se escribió en hebreo y arameo algunas cosas, idiomas que se hablan en una región de la tierra llamada Israel. Y la Biblia dice que somos injertados en la rama de olivo y esto se refiere a Israel, la higuera de Mateo 24:32 (Romanos 11:17).
Ahora bien, como todo, hay corrientes extremas, con cosas como que tenemos que los hombres circuncidarnos otra vez, y hasta haciendo sacrificios de animales y poniendo la sangre al lado de la carne, y esto es algo total y antihigiénico, algo que si el Departamento de Sanidad los atrapa acá en Puerto Rico, les mete una multa. Algunos se ponen “kippas” y mantos por encima cuando tocan el shofar, cubriéndose la cabeza. Muchos nos están queriendo hacer guardar el sábado de nuevo, nos están queriendo hacer que nos convirtamos de nuevo, pero esta vez mencionando el nombre de “Yeshua” en vez de Jesús, saludándose en hebreo en vez de español o el idioma que sea que hablemos, y en extremos, mudándose a Israel, buscando una ciudadanía hebrea y cuando se las deniegan, ya que tienen que mostrar su ascendencia de 3 a 4 generaciones para atrás, vienen para atrás frustrados y desencantados. Y esto tiene que parar, porque se esta entrando en lo mismo que Pablo le advirtió a los gálatas que no hicieran.

El propósito de la carta a las iglesias de Galacia:
Esta carta de Gálatas es una de las cartas mas citadas equivocadamente por mucha gente. Esta carta fue escrita a las iglesias de Galacia (Gálatas 1:2), lo cual denota que son varias iglesias. Es muy probable que fue escrita al área del sur de la provincia de Galacia (Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe), donde el y Bernabé evangelizaron y establecieron iglesias durante su primer viaje apostólico (Hechos 13-14). Se cree que la escribió luego que regresara a la iglesia que lo envió como Apóstol, Antioquia de Siria, y poco antes del concilio de Jerusalén (Hechos 15).
Entendamos que para este tiempo ya estaban algunos fariseos convirtiéndose, pero ellos traían un problema grave: Estaban lo que se llama judaizando a los gentiles, es decir, todas las cosas que Jesús les condeno en Mateo 23 estaban queriendo metérselas por ojo, boca y nariz a los gentiles para que estos se salvaran, esto es, añadiendo cargas que ni ellos mismos habían podido llevar. Es decir, que los gentiles tenían que lavarse las manos ciertas veces antes que comer, vestir túnicas, no comer animales inmundos, y circuncidarse guardar el sábado para ser verdaderamente salvos.
Este asunto es el mismo que se resolvió en Hechos 15, es decir, en el concilio de Jerusalén. Al parecer esta carta trata de contestar 2 preguntas:
1.      ¿Es la fe en Jesucristo como Señor y Salvador el único requisito para la salvación?
2.      ¿Se requiere obedecer ciertas costumbres y leyes judaicas del Antiguo Testamento para obtener la salvación en Cristo?
Esta carta, por ende, fue escrita antes de la controversia sobre la ley que fue debatida en el concilio de Jerusalén y se decidiera la posición oficial de la iglesia (Hechos 15:19-20).
Es decir, para resumir, la iglesia tenía que tomar una decisión doctrinal: O servían a Cristo, o servían a Moisés. Una decisión tenia que ser tomada en el espíritu.

Otro evangelio: Algo bajo maldición:
Esta se cree que fue la 1ª carta de Pablo en su totalidad, en concepto cronológico. Y esta se escribe dentro de una controversia en la iglesia. Y Pablo era muy presto para controversias. El no iba a permitir que ninguna de las iglesias ante las cuales el daba paternidad apostólica se perdieran por nada y entraran en errores doctrinales. El, como buen padre espiritual y apóstol fundador de estas, les iba a hablar, claro y sin tapujos, por el bien de ellos. Por algo era padre espiritual.
Pablo les habla a los gálatas de otro evangelio. La Biblia nos habla del evangelio del reino, que era el que se iba a predicar para que aconteciera la 2ª Venida Visible de Jesucristo (Mateo 24:14). Es decir, solo se puede predicar uno, porque solo uno es valido. Y es el del reino.
Entonces, ¿cuál es ese otro evangelio que no se puede predicar, y que los gálatas estaban predicando? Analizando esta carta es simple de verlo. Había falsos maestros en esta comunidad, los cuales habían ido a tratar de persuadirlos a que rechazaran las enseñanzas de Pablo y aceptaran otro evangelio. Lo que ellos presentaban era mortal. Ellos afirmaban que la salvación implicaba no solo creer en Cristo, sino también incorporarse a la fe judía mediante la circuncisión (Gálatas 5:2), obedecer la ley (Gálatas 3:5), y observar los famosos “shabbats”, es decir, guardar el sábado y las demás fiestas (Gálatas 4:10), o mas claro: Que si Hannukah, la fiesta de los tabernáculos, la fiesta del Pentecostés a la forma hebrea y no a la forma cristiana de derramamiento del Espíritu Santo, y todas las demás. Este era un evangelio diferente, y era algo que los estaba perturbando, y era algo pervertido.
De aquí es que entra la maldición. Pablo es fuerte y les tiene que hablar claro. Todo el que viene anunciado otro evangelio al de la gracia, es anatema, o más bien, maldito. La base griega G331 anádsema quiere decir excomulgado, y excomulgado es expulsado del cuerpo de Cristo. Esto implica a que conoció a Cristo y se le tuvo que sacar por falsas doctrinas o cosas similares. Es decir, alguien a quien ni se le puede decir bienvenido (2ª Juan 9-10).
Implica esto, entonces, que si es excomulgado, es apostata, ya que apostata no es otra cosa que un traidor. Esta palabra significa eso, una persona que es amigo de alguien y le traiciona, le da una puñalada por las espaldas a alguien que una vez fue su amigo o amiga. Esto mismo pasa con estas personas, que han traicionado la gracia de Dios. Y no son otra cosa sino que traidores.
Y para entender esto mas profundo, tenemos que ver el rol actual del judío de acuerdo a la salvación:
El judío se salva aceptando a Cristo, no yo me salvo haciéndome judío:
Romanos 11:23:
Y también ellos, si no permanecen en su incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.
Menudo verso este. Es decir, que ellos fueron sacados del árbol también, porque la herencia viene de Abraham, y el ser hijos de Abraham nos hace ser hijos de la fe, nada más. Ellos mismos desecharon a Cristo, y esto nos hizo a nosotros los benefactores de esta bendición. Ellos eran los hijos originales de Abraham, quien se movió por fe, pero desecharon la fe en Cristo, lo cual hizo que ellos fueran arrancados (Romanos 11:19) del árbol, para darme espacio a mi, pero por mi fe (verso 20).
Ahora bien, y aquí es donde esta el meollo del asunto y es que yo no puedo enaltecerme por esto. Tengo que mantenerme humilde y dar gracias a Dios por esto (versos 21-22). Y aquí es donde entra otro concepto en todo esto.

El rol de Israel y el rol de la iglesia:
Este capitulo de Romanos 11 nos deja ver claro que hay 2 roles dentro del concepto de realidad de nuestros días. Uno de estos roles definitivamente lo juega Israel:
Romanos 11:25-27:
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRA DE SION; APARTARA LA IMPIEDAD DE JACOB. Y ESTE ES MI PACTO CON ELLOS, CUANDO YO QUITE SUS PECADOS.
Israel ha entrado a ser lo que se conoce como el reloj de Dios. Una señal profética de lo que acontece estos últimos días. La Biblia nos manda a orar por la paz de Jerusalén (Salmos 122:6). Israel es la marca profética de los últimos tiempos. Veamos varios versos que nos hablan de esto:
1.      Ezequiel 37:21-22: El reino de David seria dividido.
2.      Zacarías 12:2-3 y 8-11: Jerusalén seria reconquistada en la guerra de los 6 días.
3.      Jeremías 29:14 y Mateo 24:32: Los judíos retornan a su tierra (no a ser confundido con el tiempo de Nehemías). Esto fue cumplido en el 1948.
El 15 de mayo de 1948 nació una nación. Ese día siempre se esperó con mucha expectativa en los anales bíblicos. En el reloj de Dios, el día que nació Israel es como si dieron las 11:45 de la noche. De ahí en adelante, faltarían minutos, solo minutos para poner fin al orgullo humano:
Ezequiel 20:41-42:
Como incienso agradable os aceptaré cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros ante los ojos de las naciones. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.
Esto es una demostración del rol de Israel en la actualidad. Pero la salvación que viene de los judíos, no le toca a ellos predicarla, sino que nos toco a nosotros, la iglesia (Romanos 11:11-14). Y esto se hace ejerciendo la Gran Comisión, tanto a ellos como a los demás gentiles (Mateo 24:14, 28:19). El evangelio del reino es a ser predicado a todas y en todas las naciones, y esto incluye a los judíos, gloria, aleluya, amen.

Es decir, lo que nos toca es lo siguiente:
La iglesia tiene que tomar su rol, y entender que la que porta doctrina es ella, no Israel. Nosotros somos los que tenemos que predicar, no ellos, porque ellos no tienen la salvación. Ella provino de ellos, pero ellos la desecharon.
Pero aun con todo y esto, no podemos desecharlos ni nada, y nos toca orar por ellos. Nosotros somos una rama injertada, pero no para hacernos un Israel carnal, sino para entender que somos el Israel espiritual, y que somos hijos de Abraham pero por la fe, no por la carne (Romanos 11:17).
Israel tiene una labor como reloj de Dios para estos últimos días, y nosotros como iglesia tenemos la labor de embajadores del reino de Dios (1ª Pedro 2:9-10). Israel nos marca los tiempos y nosotros ejercemos el trabajo.
Yo no tengo que hacerme judío, el judío tiene que convertirse a Cristo. Yo estoy en el Nuevo Pacto, ni celebrar fiestas, ni dejar de comer comidas ni circuncidarme ni nada de esto, sino que el judío tiene que venir a mí, que soy la rama injertada, para hacerse de mi parte y entrar a la herencia de Abraham por fe.
Y orar por la paz en Jerusalén y porque la iglesia, nosotros, el Israel espiritual, es a quien nos toca presentar al mundo a ese Mesías que Israel carnal aun espera y que nosotros esperamos por segunda vez, pero bajo el mismo papel: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, AMEN.

EN CRISTO NO HAY DIFERENCIAS, PORQUE SOMOS UNO EN EL, AMEN: GALATAS 3:28.