viernes, 13 de junio de 2008

Apostoles y Profetas: Ministerios Apostolicos y Profeticos en el Nuevo Testamento

APÓSTOLES
La palabra “apóstol” se traduce del griego “apostolos”, que significa: Uno que es enviado y mensajero. (Strong 652) y de “apostello” que quiere decir: Enviar para un servicio o una comisión
(Strong 649). Este vocablo describe la relación que existe entre el ministro y Cristo (Diccionario Vine), que si fuera necesario no le importa morir para cumplir con su llamamiento (Hch. 20:24)
La Biblia muestra tres tipos de apóstoles:

A. Enviados por el Padre, He. 3:1
La Biblia indica que Jesucristo fue el apóstol enviado por el Padre para realizar su Obra.

B. Enviados por el Hijo, Mt. 10:2-4; Ap. 21:14
Los doce discípulos fueron los elegidos por el Señor para ejercer el ministerio apostólico. Ellos lo acompañaron en su ministerio terreno, vivieron con él, fueron testigos oculares de la manifestación de su poder. Las instrucciones para ellos fueron: Ir a las ovejas perdidas de la casa de Israel a predicar que el reino de los cielos se había acercado, que sanaran enfermos, resucitaran muertos, limpiaran leprosos, expulsaran demonios, dando de gracia lo que de gracia recibieron (Mt. 10:6-8), al ser escogidos y enviados por el Hijo, la Biblia los identifica como “Apóstoles del Cordero”.

C. Enviados por el Espíritu Santo
Posterior al ascenso de Jesucristo a los cielos, fue el Espíritu Santo el encargado de escoger y designar a quienes desarrollarían las funciones apostólicas (Ef. 4:11-13), por ejemplo:
I. Bernabé (Hch. 14:4,14)
II. Pablo (Hch. 14:4, 14)
III. Sóstenes (1 Co. 1:1; 4:9; 9:5)
IV. Silas (1 Ts. 1:1; 2:6)
V. Timoteo (1 Ts. 1:1; 2:6)

D. FUNCIONES APOSTÓLICAS
I. Establecer doctrina, Hch. 2:41-42; Ef. 2:20
Los apóstoles establecen la sana doctrina como fundamento para crecer hasta ser un templo santo en el Señor.
II. Cubrir, Mt. 28:18-20
Cuando el Señor Jesús resucitó, le fue dada toda potestad en el cielo y en la tierra, y prometió que estará cubriendo a los suyos todos los días hasta el fin del mundo. Ese poder fue delegado a los cinco ministerios. (Mt. 23:37-39; Ef. 2:20-22)
III. Enviar, Hch. 7:35, 9:5-18; Mt. 10:6-8
Así como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo enviaron a sus mensajeros con comisiones específicas, así el apóstol, guiado por el Espíritu Santo, tiene la facultad de enviar a ministros para realizar la obra de Dios.

2. PROFETAS
La palabra “profeta” se deriva del griego “profetes” que significa: Uno que habla pública y abiertamente, proclamador de un mensaje divino. (Strong 4396), y es una palabra formada de las raíces griegas “pro” que significa: Antes de. (Strong 4253), y de “phemi” que significa: Hacer conocidos los pensamientos de uno, declarar y para decir. (Strong 5346). También existe el término griego “prophetis” que significa: Profetiza, es decir, una mujer a quien se le revelan eventos futuros o cosas escondidas a través de inspiración, sueños o visiones (Strong 4398; Lc. 2:36).
Algunos ejemplos de profetas en el Nuevo Testamento son:
A. Juan el bautista, Mt. 11:9-10
B. Ana, Lc. 2:36
C. Agabo, Hch. 11:27-28; 21:10
D. Las hijas de Felipe, Hch. 21:9
E. FUNCIONES PROFÉTICAS EN LA IGLESIA.
La Biblia enseña que las funciones del ministerio
profético, en el cuerpo de Cristo son:
I. Hablar de parte de Dios, He. 1:1
Dios envía mensajes por medio de los profetas anunciando su consejo, el profeta debe mantener sus sentidos espirituales sensibles a la voz de Dios, para hablar de parte de Él, y no de su propia cuenta (Dt. 18:18-20).
II. Proteger, Mt. 23:37-39; Lc. 13:34
En el Antiguo Testamento vemos cómo Dios envió profetas para reunir a su pueblo bajo sus alas protectoras y ahora en el tiempo de la gracia, Dios levanta profetas cuyo propósito es proteger al pueblo de Dios.
Dios manifiesta a su pueblo el beneficio de los dones del Hijo; para alcanzar la estatura del varón
perfecto y la plenitud de Cristo, de manera de estar preparados para cuando el Señor Jesucristo regrese por su Novia.