lunes, 2 de junio de 2008

Jezabel y Atalia: A la puerta de Entrada- Sandie Freed

http://www.apostolesyprofetas.com.ar/ayparticulos_comp.asp?agrup=curso&id=340

Publicado originalmente por "La Lista de Elías"
LA VISIÓN DEL TRONO
Estaba yo orando para que se manifestara la gloria de Dios sobre la tierra de modo más tangible. De pronto, tuve una visión del trono de Dios, y los ángeles estaban contemplando Su divina gloria. Los ángeles giraron para mirarme, como si estuvieran revelando un secreto escondido al permitirme que viera sus rostros, los cuales estaban iluminados con una luz resplandeciente, y supe que habían VISTO Su gloria, y que esta gloria había provocado este resplandor sobre sus semblantes. Entonces descubría la estrategia del salón del trono de Dios para hoy. Los ángeles estaban siendo enviados para mostrar la gloria de Dios. Venían multiplicadas medidas de actividad angélica entre nosotros, y su propósito era revelar la gloria de Dios. Iban a traer impartición y sanidad divinas, así como estrategias para la victoria en la batalla. La gloria de Dios sería evidente en las oraciones de los santos, ya que Él iba a responder a estas oraciones con aspectos de Su gloria.
Entonces, vi como Jesús se acercaba al Padre, y le preguntaba: "¿Puedo ir ya?" Supe que Jesús estaba preguntando acerca de regresar a la tierra y reunir a los Suyos.
El Padre respondió: "No, todavía no es la hora. Deben ver y experimentar primero la llenura de Mi gloria. Todavía hay un ámbito de Mi gloria que Mi pueblo debe esforzarse por alcanzar. Hay mucho que debo hacer en ellos y a través de ellos".
¡DEBEMOS CLAMAR POR SU GLORIA!
De algún modo supe que el pueblo de Dios debía clamar por más de Su gloria. Entonces vi un mar de manos alzadas hacia el cielo y los santos empezaban a tocar a Dios. Al tocarle, Su rostro se les aparecía y ellos estaban cara a cara con Dios. Al alcanzarle para tocar Su gloria, tocaban Su rostro, y como resultado empezaban a ser cambiados a Su imagen y semejanza.
Cuando concluyó esta visión, lloré durante bastante rato. Una vez más, descubrí que las revelaciones para nuestra victoria y protección de los espíritus seductores dependen de que clamemos por Su gloria. También debemos estar decididos a colaborar con el Espíritu Santo y mostrar de este modo Su gloria a los demás. Debemos pedirle al Espíritu Santo que empiece a revelar la gloria de Dios. Debemos comprometernos entonces a no intentar limitarle, sin importar de qué manera Él decida moverse en nuestras vidas. Esto se aplica a nuestras vidas personales, reuniones en la iglesia, negocios, etc. No podemos conformarnos con tener un poco de Su presencia. Debemos esforzarnos por experimentar más de Su GLORIA manifiesta, que incluye señales, prodigios y milagros. No podemos permitir que nuestras mentalidades y tradiciones religiosas intenten contener Su gloria. Debemos PEDIRLE, con mentes y corazones abiertos, que Él sea celoso por nosotros. Esto traerá sin duda un fuego de pureza, pero también desencadenará un nuevo fuego de fervor para buscar Su rostro.
Le pregunté al Señor qué debemos hacer para recibir la medida completa de Su gloria. Él respondió que para cumplir nuestra misión y tarea durante este tiempo, primero debemos tener una visitación de un mayor nivel de gloria. Entendí que cuando viene la gloria de Dios, también hay espíritus seductores que obran con aún más ahínco. Estos espíritus seductores se sientan a las diversas puertas de entrada bloqueando la recepción de la gloria de Dios. En mi obra Destiny Thieves ("Ladrones de destinos"), se exponen las seducciones de Belial (el acusador de los hermanos), el espíritu amalecita, Jezabel y Atalía (hija de Jezabel). Esta obra descubría que Jezabel y su semilla, Atalía, bloqueaban la puerta de entrada del desencadenamiento de la gloria de Dios en nuestras vidas.
JEZABEL Y ATALÍA: MALIGNOS ESPÍRITUS SEDUCTORES DE ESTOS TIEMPOS
Jezabel era una mujer seductora y manipuladora que asesinaba, adoraba ídolos y estaba conectada bíblicamente con la brujería y la hechicería. Es el mismo espíritu que hoy en día seduce a los santos hacia el pecado, el control y la apostasía. Sin embargo, su SEMILLA es aun más activa, más seductora y más peligrosa que ella.
ATALÍA: GENERACIÓN DE MALDAD
Atalía es el espíritu que ataca a nuestras generaciones. A Dios le preocupan sobremanera las generaciones venideras. Sin embargo, al mismo tiempo, al acercarse nuestra generación a recibir la herencia piadosa, hay una "generación de víboras" que debe preocuparnos y que toma la forma de fariseos y saduceos religiosos, fortalezas de tradición. En Mateo 21:34, Jesús se dirige a la "generación de víboras", y creo que se refiere de manera inclusiva a la generación de Jezabel: ¡Atalía!
La víbora es una serpiente dañina (que espiritualmente representa la seducción y la astucia) y es venenosa. Ataca rápidamente con una picadura mortal. ¿Acaso no es así el diablo? Nos ciega y entonces se mueve rápidamente para matar. No obstante, ¡hay esperanza! Recordemos a Pablo, cuando la víbora se le asió al brazo, y él la echó a la hoguera. La vida de Pablo se salvó, y el fuego destruyó a la serpiente. Lo mismo pasa hoy. Hará falta el fuego del Espíritu Santo para destruir los espíritus seductores que esperan para engañarnos. Es hora de abrazar el fuego purificador de Dios. Esto asegurará nuestra victoria sobre los planes seductores del enemigo al mismo tiempo que nos prepara para nuestro futuro.
ESTEMOS EN GUARDIA CONTRA EL ESPÍRITU DE ATALÍA
Amados, debemos estar en guardia contra este fuerte espíritu seductor. El nombre "Atalía" significa "a quien Jehová ha afligido". Estoy segura de que este espíritu planea afligir a los hijos de Dios. Debemos estar en guardia durante esta intensa época de revelación y entendimiento. Sin embargo, Dios ya ha prometido derrotar a Jezabel y Atalía. En Apocalipsis 2:23, declaró que los hijos de Jezabel (Atalía) habían sido sentenciados a muerte. En otras palabras, ¡Atalía ha sido "afligida" por Dios"! Una de las traducciones de la palabra "afligir" es: "angustiar e inquietar, atormentar y causar sufrimiento". Santos de Dios, óiganme, podemos afligir a Atalía a través de nuestras oraciones. Podemos hacer que los planes de los espíritus seductores estén angustiados, atormentados y muertos al alcanzar nosotros la unidad. Esto significa estar de acuerdo con Su Palabra así como ser Uno en Él. Al proclamar la Palabra sobre nuestras situaciones y problemas, podemos atormentar a nuestro adversario. Además, no olvidemos esta importante arma: ¡EL ARREPENTIMIENTO! A Jezabel le horroriza el arrepentimiento. Cuando nos arrepentimos, se desbaratan los planes del enemigo contra nosotros y al mismo tiempo desencadenamos la gloria de Dios en toda situación.
Otra interpretación del nombre de Atalía es "Jehová es fuerte", lo cual implica que Jehová tomará medidas violentas en contra de la maldad. Recuerdo que Chuck Pierce hizo un llamamiento para una época de alabanza violenta. Acordémonos también, de que los violentos arrebatan el reino de Dios (ver Mateo 11:12-13).
Es interesante notar que el nombre Atalía también significa "la época señalada de Jehová". Hablando proféticamente, es la época señalada de Jehová para destruir al espíritu seductor de Jezabel y Atalía por medio de mandar una fuerza militante violente de santos.
ABRACEMOS SU FUEGO
Si queremos entrar en este nivel más elevado de la gloria de Dios, debemos guardar nuestras puertas de entrada y vencer a Atalía. Debemos impedir que nos afecte a nosotros y a las generaciones venideras. Debemos abrazar el fuego de la presencia de Dios, el fuego refinador que VENDRÁ en los últimos días.
Cuando estudiamos el libro de Daniel, descubrimos cosas acerca de los últimos días, ya que pone: "Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán" (Daniel 12:10). Está claro que Dios estaba advirtiéndole de que en los últimos días se produciría un tiempo de purificación y refinamiento de los santos. Los malos no lo entenderán, y huirán del fuego, pero los santos entenderán el fuego y lo abrazarán como algo necesario para recibir los mayores niveles de Su gloria.
Al estudiar acerca de Atalía, vemos como fue necesaria la unción del sacerdocio para destruirla. Ella había asesinado a sus propios descendientes varones para asegurarse ilegítimamente el trono de autoridad de Judá. Los sacerdotes fueron los que expusieron la autoridad ilegal de Atalía, y coronaron a la verdadera autoridad del trono. Cuando estudiamos los atributos necesarios para el sacerdocio, descubrimos que ellos eran limpiados y purificados y estaban dedicados al servicio del Señor. Los sacerdotes eran los que preparaban el templo y los sacrificios invitando la aparición de la gloria de Dios. Dios usará esta misma unción sacerdotal en nosotros hoy en día para destruir a este enemigo que se coloca a la puerta de nuestras victorias. Recordemos algo importante: nuestro enemigo no será destruido por un sacerdocio de religión, sino que se trata de un sacerdocio de aquellos que tienen una relación con Dios.
¿CÓMO DESTRUIMOS A LOS ESPÍRITUS QUE BLOQUEAN NUESTRA VICTORIA?
En resumidas cuentas, esta es nuestra misión: estar comprometidos a buscar la gloria de Dios y abrazar el fuego. El fuego significa purificación y santidad, pero también es un fuego de Su poder y gloria. Sea un sacerdote consagrado y dedicado al Señor. Pida que Dios sea celoso sobre usted... lo cual desencadenará el fuego de pureza, pero también desencadenará un fervor de pasión por el Señor. Permitamos que el Espíritu Santo se mueva libremente en nosotros, en nuestros cultos, negocios y en todo ámbito de nuestras vidas. Eliminemos las restricciones del temor, el control y las mentalidades religiosas, dejando que Él se mueva. Oremos para que oigamos claramente lo que dice el Espíritu Santo, y que seamos rápidos en responder y obedecer Sus instrucciones. Tomémonos además tiempo para CONOCER al Espíritu Santo. Liberémonos de "estorbos religiosos". Estas son mentalidades religiosas acerca de COMO se mueve Dios entre nosotros. SUÉLTESE, sin aferrarse a nada. Deje que Dios le muestre Su gloria. Destruyamos a Jezabel y a Atalía a través del arrepentimiento de pecado y seducción, convirtiéndonos en sacerdotes para el Señor, y luchando por nuestra próxima generación. Además, ¡seamos violentos alabadores!
Sandie Freed Zion Ministries