jueves, 12 de junio de 2008

De lo Pastoral a lo Apostolico: Transicion a la Iglesia Celular

http://www.ccnven.org/efm_manuales_dlpalap.htm

I N T R O D U C C I Ó N
En el libro de Los Hechos las iglesias fueron establecidas por APÓSTOLES Y EQUIPOS APOSTÓLICOS, no por pastores. No hay ningún lugar en el Nuevo Testamento que enseñe que las iglesias fueron plantadas por PASTORES.
Plantar y edificar iglesias es una FUNCIÓN APOSTÓLICA, no pastoral. Se requiere de una unción PIONERIL o innovadora para plantar iglesias. Hay una gracia sobre los Apóstoles y el Equipo Apostólico para sentar las bases, para iniciar y para romper.
Muchas de las iglesias que existen hoy en día no creen en los Apóstoles, muchos líderes que han hecho un trabajo Apostólico han sido identificados como Pastores. Este es el título que se le ha dado tradicionalmente a los líderes de la mayoría de las iglesias locales.
Para poder movernos dentro de esta nueva posición estamos desafiando algunas de las tradiciones que nos han sido enseñadas. La restauración siempre va a retar nuestra teología y va a ajustar nuestra manera de pensar El patrón del Nuevo Testamento de plantar y edificar iglesias está siendo restaurado. Debido a esta restauración del ministerio de los Apóstoles,debemos redefinir el papel y la función del Pastor.
Con la restauración viene la reforma. Esto va a ser muy doloroso para aquellos que se resistan al cambio y no quieran ver ningún otro ca­mino para ministrar. Debemos desafiar el concepto que tienen las iglesias tradicionales de que sólo tienen un pastor, puede haber muchas personas con llamado pastoral en una congregación. Así como las iglesias crecen y los discípulos se multiplican, así también hay necesidad de muchos pastores para ayudar a pastorear el reba­ño.
Los pastores no están mencionados a través de los tres ministerios de gobierno de la iglesia.
1 Corintios 12:28
“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas”
Aún así, nosotros hemos hecho del oficio de pastor un ministerio de gobierno en la iglesia.
Dios ha establecido en la iglesia, PRIMERO APÓSTOLES, segundo profetas, tercero maestros. Apóstoles, profetas y maestros son los dones del gobierno de la iglesia. Estas unciones han sido dejadas afuera en la mayoría de las iglesias tradicionales y rechazadas por el cargo del pastor. Esto no está en las escrituras y contrista al Espíritu Santo. Al hacer esto se viola el orden de Dios y sufrimos las consecuencias. El resultado es que tenemos muchos pastores tratando de edificar y plantar iglesias lo que requiere de una unción apostólica. Ellos no tienen la gracia necesaria para tener éxito. El resultado es muy pequeño, iglesias débiles que no pueden manifestar apropiadamente el poder del Reino de Dios.
Por otro lado hemos visto a muchos líderes identificados como “pastores” quienes han plantado y edificado iglesias fuertes en las cuales hay una función apostólica. Nosotros hemos encerrado a muchos de ellos dentro de un papel pastoral y no le hemos permitido funcionar en el llamado de Apóstol. La iglesia ha sido pastoral por tanto tiempo que no conocemos ningu­na otra forma de Gobierno. Pero Dios está desafiando a la iglesia a cambiar y a ponerse en línea con sus propósitos.
Una vez que los Apóstoles se hayan liberado, veremos la salida de miles de pastores de adentro de la iglesia local para ayudar a pastorear él rebaño.
El movimiento de los grupos de “células” ilustra este punto. La necesidad de formar estas células nació de la necesidad de los creyentes de recibir y de ser parte del ministerio en el contexto de un pequeño grupo. Nosotros llamamos a estos líderes “líderes de Células” o “líderes cuidadores”, cuando en realidad lo que ellos es­tán haciendo es el trabajo de pastor.
Ellos están cuidando de un pequeño grupo. Nuestra tradición no les ha permitido ser llamados “pastores” porque ese título está reservado para el líder de nuestra iglesia local. El sistema celular hace posible soltar miles de pastores de esta manera. Estas son personas dotadas con un llamado genuino de pastores de ovejas. Ellos tienen la gracia y un toque especial para ministrar el rebaño de forma única. Ellos aconsejan, aman, sanan heridas emocionales, se ocupan de llamar por teléfono, sienten el deseo de proteger y rescatar las ovejas descarriadas. Esto no debe ser limitado a una sola persona o a un grupo reducido del personal pastoral.
Dios no ha puesto pastores asociados o asistentes de pastores. Dios constituyó PASTORES (Efesios 4:11). Ellos entienden su don pastoral en relación a la cobertura apostólica de la iglesia. Ellos están sometidos a la visión de la iglesia y no tratan de formar su propio rebaño. Ellos son pastores dentro de las ovejas, están libres para ministrarle al rebaño y no tienen la carga de los deberes administrativos o financieros con los cuales la mayoría de los pastores están preocupados hoy en día. No están obligados por el concepto tradicional de un pastor, no tienen que ser la cabeza de la iglesia local para funcionar como pastores, pueden llevar a cabo el encargo que Dios les ha dado de pastorear las ovejas, han sido liberados de la tradición para bendecir al pueblo.
Las iglesias deben agrandar la base pastoral adquiriendo el conocimiento y liberando a aquellos que tienen el don de pastorear.
Muchos pastores van a tener miedo de reconocer y liberar a aquellos que tengan el don de pastorear pues van a temer que tengan una congregación pequeña alrededor de ellos. Estos pastores han heredado un sistema que crea la suspicacia y la desconfianza. Esta es la razón por la cual los líderes deben desarrollar una mentalidad apostólica. Los Apóstoles son también pastores.
Cuando Jesús vio a las multitudes como ovejas sin pastor él llamó a doce Apóstoles, no a doce pastores
Mateo 9:36-10:42 (LEER)
Los Apóstoles tienen la habilidad de pastorear multitudes. Ellos van a tener más de un estilo ranchero de liderazgo.Van a aprovechar la oportunidad de liberar pastores para ayudar a pastorear el rebaño porque entienden la necesidad que tienen y la capacidad de pastorear a un gran número de personas que han sido convertidas. Ellos no están temerosos o intimidados por otras unciones. Porque están seguros de su don y su autoridad serán respetados por los demás.

ADEMÁS DE PASTORES, LAS IGLESIAS TAMBIÉN DEBEN TENER PROFETAS.
1 Corintios 14:29
“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen”
Nuestro concepto de tener un Pastor a cargo de la iglesia ha limitado severamente que otros dones sean liberados. Esta pirámide, este estilo de gobierno de la iglesia frecuentemente no permite el completo funcionamiento de otros dones. Esto es muy cierto sobre todo en el caso de los profetas. Hay muchas personas sentadas en nuestras iglesias con dones proféticos. Los líderes que tienen una mentalidad pastoral van a tener miedo de liberar a profetas. El que tiene el don pastoral no tiene la unción para liberar o desatar dones como la unción de un apóstol. Este es el motivo por el cual nuestras iglesias deben convertirse en apostólicas. La unción pastoral es también necesaria, pero no fue establecida por Dios como la unción dominante.
La unción apostólica debe convertirse en la unción dominante. Es la que está puesta PRIMERO por Dios. LosApóstoles tienen la gracia de liberar otros dones. A medida que nuestras iglesias se vayan desplazando hacia una mentalidad apostólica, nosotros vamos a ver la liberación de muchos dones, incluyendo el de los profetas.
El pensamiento de un pastor está basado en términos de seguridad y protección. El pensamiento de un apóstol esta basado en términos de expansión y progresión. Esto no hace a uno mejor que el otro. Ambos son necesarios en la iglesia. El problema es cuando la unción pastoral se convierte en la unción dominante de la iglesia local. Entonces la iglesia piensa solamente en términos de se­guridad y protección y con frecuencia elimina otros dones que pueden ser más radicales y progresivos. El resultado es que la iglesia se convierte en pastoral en vez de ser apostólica y profética como Dios lo estableció. Por otra parte, las iglesias que son apostólicas pueden serlo sin perder lo hermoso del don pastoral.
El ministerio apostólico tiene la capa­cidad de incluir losotros dones. La mentalidad apostólica está ungida por Dios para pensar ampliamente e incorporar todos los do­nes de Dios. La mente pastoral no está ungida de la misma manera, y sólo encontrará correcta ubicación cuando se encuentre bajo el Gobierno Apostólico. Por eso es que los líderes necesitan adoptar la mentalidad apostólica y su dimensión, sí es que tienen la capacidad de abrazar y andar en todo aquello que Dios nos está dando. Quedarse de una forma pastoral, entorpecerá el tomar parte en una forma completa de lo que Dios está entregando durante este período de restauración. Hacer la transición no va a eliminar la unción pastoral en la iglesia local, sino que la liberará más, soltando así a otros para que puedan funcionar en sus dones pastorales. La palabra PRIMERO en referencia a los Apóstoles en Primera de Corintios 12:28 viene de la palabra griega PROTON que significa primero en tiempo, orden o rango. Primero también significa prin­cipio o primario. La unción apostólica debe ser la primera, la unción fundadora, la base de la iglesia. Nosotros Somos los primeros de todos los ENVIADOS por el Señor resucitado. Al ser enviados tenemos un propósito y una misión que cumplir. El encargo que Jesús le dio a la iglesia es un encargo apostólico. Es por esto que la unción apostólica debe ser la unción dominante en la iglesia. La palabra PROTON es también la raíz de la palabra PROTOTIPO. Necesitamos ver las iglesias prototipo edificadas convertidas en modelos para el Siglo 21.
Estas iglesias van a tener un liderazgo apostólico muy fuerte. También van a tener fuertes do­nes en lo profético, en la enseñanza, en lo pastoral en lo evangelístico. Serán iglesias con un funcionamiento pleno. No se queda­ran detrás en ningún don (1 Corintios: 1:7). Esto va a traer como resultado que los líderes hagan los cambios y la transición necesaria hacia el ministerio apostólico. Y va a poner a la iglesia en posi­ción de recibir el nuevo vino que Dios está derramando en los odres nuevos que están siendo creados alrededor del mundo. Todo ello va a suceder una vez que la iglesia reconozca y camine en el orden del ministerio divino que Dios tiene para ella.